El Asesino de Angeles Balbiani
Grande fue la sorpresa de Angeles Balbiani cuando la echaron de Intrusos. Según trascendió, la panelista no rindió como esperaban. Y aunque le comunicaron que "podía irse cuando quiera", ella decidió quedarse hasta fin de mes.
- Me quedaré hasta fin de mes. Pero esto no quedará así – pensó Angeles Balbiani – me vengaré.
Se encontraba en el camerino del canal (los camerinos, un clásico de los Relatos Quesones), la maquilladora, una mujer igual que la Princesa Leia, tan parecida como dos gotas de aguas, le dijo:
- La que te echo es Romina Pereiro, no tengo dudas.
- Me vengaré – le dijo Balbiani.
- Conozco un grupo de hombres que pueden ayudarte.
- ¿Los Simuladores?
- No – dijo Leia – estos son asesinos, los Quesones (los Carlos Asesinos), hacen trabajos especiales, puedes contratar a uno, para liquidar a esta Pereiro.
- No pensé en algo tan cruel, además los Quesones, me da miedo, creía que eran una leyenda urbana, que no existían.
- ¿Quiénes crees que asesinaron a esas decenas, que digo decenas, cientos de famosas que fueron asesinadas en estos años? Fueron ellos, los Carlos.
- ¿Carlitos Tevez es uno de ellos?
- Sí, pero necesitas un Quesón mejor – dijo Leia.
Balbiani quedó muy pensativa, con mucho temor, no sin miedo, se dirigió a una dirección que le dio Leia, era una casa muy antigua, de tipo victoriano, ubicada en el barrio de Belgrano, para su sorpresa, después de tocar la puerta, Balbiani entró pero fue rodeada por las Santillanas, los cuatro clones de María Laura Santillan.
Las Santillanas la sometieron a Balbiani a toda clase de torturas lésbicas, pero a Balbiani le dio placer, por fin, una de ellas le dijo:
- ¿Qué vienes a hacer aquí, Balbiani?
- Quiero un Quesón, para asesinar a Romina Pereiro, por culpa de ella me echaron de Intrusos. Me vengaré.
- Ese programa es una mierda – dijeron las Santillanas.
- Lo sé, pero igual, quería trabajar ahí, y me echaron.
- Tenes que elegir un Carlos asesino, que se encargue de esto.
- ¿Un Carlos Asesino? Ja, ja, me divierte, esto – dijo Balbiani.
- Yo no le encuentro tan divertido – apareció un Carlos, Carlos Quintana, el Hacha, el jugador de Argentinos Juniors – soy el Quesón que esta de turno en la Residencia, y por derecho, me corresponde a mí cometer ese asesinato.
Balbiani quedó impresionada, al ver a Carlos Quintana, al Hacha, por su altura, su pelada, sus pies, y su olor a Queso… sí, Carlos Quintana olía a Queso… con su 1,92 metros de altura, el futbolista que pasó por Huracán, Lanús, Talleres de Córdoba, Douglas Haig de Pergamino y Patronato (gran trayectoria por cierto) impresionó a Balbiani.
- Ya está – dijo Balbiani – no quiero asesinar a Romina Pereiro ahora, sí quiero coger con vos, sos un Carlos, un Carlos…
- Carlos Gustavo David Quintana, el Hacha, futbolista – le contestó el Hacha – soy el Quesón al que le tocaba hacer guardia hoy aca.
- ¡Entregadnosla! – dijeron las Santillanas que querían continuar sus ritos lésbicos con Balbiani.
- Por favor quiero coger con vos, no con ellas – dijo Balbiani.
- Por favor Santillanas, ya escucharon a la Quesoneada, ja, ja. Chupadme los pies.
Las Santillanas se fueron como derrotadas, masticando bronca, Balbiani se desnudó, hizo un streap tease delante de Carlos Quintana, y despues empezó a chuparle los pies, a olerselos, lamerlos, besarlos, una y otra vez, arrastrada por el piso, como un reptil ofidio, Carlos se tiró al piso, y entonces le tiró un Queso, y la cogió, la cogió con gran salvajismo y furia, Balbiani quedó exhausta, no daba más.
- ¿Porqué te dicen el Hacha, Carlos? Fue hermoso coger con vos, pero no me dijistes porque te dicen el Hacha.
- Por esto, Balbiani, por esto.
Carlos Quintana agarró el hacha y ¡zas! le dio un brutal hachazo, que le partió la espalda a Balbiani, otro hachazo que le partió el cuello, otro brutal hachazo sobre el cuerpo, la sangre flotaba por todos lados… Carlos levantó el hacha y estuvo a punto de decapitarla…
- ¡No! – dijeron las Santillanas - ¡Era una soreta pero queremos su cuerpo, quizás a nuestra ama, Dumitrescu, le sirve este cuerpo lleno de mierda para sus experimentos!
- Queso – dijo entonces Carlos Quintana, y tras asesinar a Balbiani a hachazos, considero que no era necesario decapitarla, y le tiró el Queso.
- Otro día glorioso para los Quesones – dijo Carlos Quintana, satisfecho ante un nuevo asesinato cometido – Queso, Queso, Queso.
Y así concluye la historia de este asesinato Quesón, el asesinato Quesón de Angeles Balbiani, que cayó ante el Queso de Carlos “el Hacha” Quintana.
esta pelotuda merecía un Queso sin dudas
ResponderBorrarTemporada de Rebelde Way, que interesante.
ResponderBorrar¿Cómo serán las Santillanas masticando bronca? Igual, esta chica no estaba a su altura, han poseído a otras más atractivas y famosas. No creo que le sirva mucho a la rumana.
Quesones de turno, una idea innovadora.
Moraleja: Cuando una famosa le pide a un quesón que liquide a otra famosa no debe desistir o será víctima.
Romina Pereiro podría ser una futura víctima.
a los Quesones les pagan sueldo por amasijar a todas estas minas? digo porque comprar esos Quesos debe ser muy caro... ¿O se las da gratis Dumitrescu?
ResponderBorrarBuena pregunta. Puede ser que se los da la Fundación Dumitrescu, que cobra protección a las marcas de moda. Por no pagar, mataron a varias modelos de Victoria'Secret. Y por una razón similar, a Flavia Palmiero.
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