El Asesino de Romina Pereiro
El consagrado actor Carlos Eisler leyó la reseña de la novela yanqui “Rosas Negras” de Phillip Margolin sobre un asesino serial.
“En Portland, Oregón, las esposas de varios destacados hombres de negocios han desaparecido sin dejar más rastro que una rosa negra con un simple mensaje: "Jamás me olvidarán". Diez años antes, en Nueva York, se habían producido otras desapariciones similares, pero el asesino fue atrapado y el caso quedó cerrado. Nancy Gordon, detective de homicidios del departamento de Policía de Nueva York y miembro original del grupo de investigación del "asesino de la rosa", lleva diez años acosada por pesadillas con un sádico asesino que, asegura, aún anda suelto.
- Vaya, vaya – reflexionó Carlos – esto puede servir como material para mi próxima película, obviamente las rosas son reemplazadas por Quesos, y la acción debe desarrollarse en nuestro país, los hombres de negocios reemplazados por deportistas, y el detective que sea el Comisario Miguel, el papel de la mujer que quede en el rol de alguna periodista que investiga el caso por su cuenta mientras la policía con su inacción obstruye la misma, podría llamarse “Black Socks” (Medias negras o calcetines negros), el rol del asesino es mío, con tantos cambios no nos podrán acusar de plagio. Se lo voy a llevar a Jichcock de la Piruli Filmes.
Rato despues, Carlos Eisler estaba en la Piruli Filmes. Al llegar al despacho del famoso director, lo recibió una especie de mayordomo/sirviente que dijo llamarse Paul Toombes. Lo curioso es que era muy parecido a Paul Mc Cartney versión 1964. Paul agarró los papeles que tenía Eisler y los leyó.
- Un proyecto fascinante – dijo Paul – no tengo dudas que a Jichcock le va a interesar. Pero ahora no va a poder atenderte Carlos, está filmando una epopeya épica, un péplum de romanos con connotaciones religiosas, una mezcla de “El Manto Sagrado” (“La Túnica Sagrada” en España), “Ben Hur” y “Quo Vadis”, todo en uno, para lanzar en Semana Santa.
- No sabía que a Jichcock le interesaba esa clase de cine.
- Le interesa todo, también va a filmar una del Oeste, quiere hacerle un gran homenaje a John Wayne, dice que es una deuda que tiene pendiente. No tengo dudas que esto, “Black Socks” va para adelante, es que el éxito de “La Marca C de Carlos” fue tal que esta muy solicitado. Mándaselo por mail, se, que el encuentro personal es importante, yo ya le avisó.
- Muy bien Paul – le dijo Carlos.
- ¿Algún trago Carlos? – Paul le ofreció a Carlos licores y whisky.
- Dame un licor, Paul – le dijo Carlos.
Paul se sentó a tomar un licor, la oficina era grande, y tenía posters de todas las películas habidas y por haber, además de souvenirs que permitían hacer un recorrido por todo y en eso entró la nutricionista Romina Pereiro al lugar. A Carlos Eisler le llamó la atención y en su pensamiento se hizo presente una única palabra: “¡Queso!”.
- Vengo por el casting de “Buenas Tardes Mucho Gusto”, quiero ser la Doña Petrona del Siglo XXI.
- Lo siento, pero acá no es – dijo Paul, siempre muy formal, como un señorito inglés.
- Todas las tardes tienen mucho gusto cuando hay una chica tan linda – dijo Carlos Eisler.
Romina se dio vuelta y vio a Carlos Eisler sentado en un gran sillón con las medias negras (o calcetines negros) sobre la mesa, el olor a Queso era muy grande.
- Te debería anunciar por acoso, ¿Quién sos?
- ¿No me conoces? Soy Carlos Eisler, el Zorro Quesón de “La Marca C de Carlos”, ¿No viste la película? Oscar a la mejor película extranjera, Palma de Oro en Cannes, un suceso nunca visto en Europa para una película argentina.
Paul que estaba viendo todo pensó: “Sobro acá, mejor me voy” y con cierto miedo prefirió esconderse detrás de una cortina mientras tatareaba su canción favorita “Eleanor Rigby”, pero Paul era asistente de dirección y empezó a filmar todo lo que podía.
- Dale, Romina, dale, ole estos pies, son tuyos, mira lo que son esas medias.
- Sos un atrevido, Carlos, Carlitos, Carloncho, o como quieras llamarte, esto te va a costar caro.
- Si Jorge Rial estuviera vivo seguro te habrías casado con el para sacarle unos cuantos millones, pero lo quesonearon, en esta dimensión, menos mal, se salvo, de que lo atraparas en tus redes.
- Que tipo tan repugnante, cínico y asqueroso que sos. Será gracioso verte en Tribunales.
- Más gracioso será verte a vos en “Buenas Tardes Mucho Gusto”, un programa del tiempo del ñaupa, lo veía mi abuela cuando era joven.
- Ya vas a recibir una carta documento, Carlos Eisler.
Romina ya se estaba yendo pero Carlos levantó sus piernas y su pie derecho, con la media negra (o el calcetín), quedó sobre el rostro de la nutricionista, que no pudo evitar oler aquello, el olor era muy fuerte, tan fuerte, asfixiante y penetrante, que fue entrando en una especie de extasis o trance, se arrodilló y empezó a oler, chupar, lamer y besar los pies de Carlos Eisler, primero con las medias o calcetines, despues se los sacó y tras chupar las medias y los calcetines, hizo lo mismo con los pies descalzos.
- Menos mal que me quede Carlos – le dijo Pereiro – así pude probar tus Quesos, que son algo espectaculares.
Al terminar esta frase, cogieron de una manera muy intensa, salvaje y apasionada, primero arriba de la mesa ratona, después sobre el sillón, fue todo espectacular, con arrastradas por el piso incluídas. Paul filmó todo, y lo seguía haciendo.
Romina estaba repleta de gozo y satisfacción, Carlos Eisler era un gran amante. Habían terminado el sexo.
- Te quiero para mi próxima película, “Black Socks”, yo hago el papel del asesino, vos serás mi última víctima, así trabajas toda la película, una periodista que se mete en lo que no le importa, y tras investigar los crímenes, se enamora del asesino.
- Yo también me enamoré de vos, Carlos, después de esta cogida tan magnífica.
- Gracias Romina – dijo Eisler.
- ¿Y con que arma me vas a asesinar en la película?
- Ese es el asunto, lo que todavía no pude resolver. Si fuera Carlos Bossio te asesinaría con un facón, esos cuchillos de gaucho, si fuera Carlos Ignacio Fernández Lobbe, con un cuchillo tipo Rambo, los que tienen dientes, si fuera Carlos Delfino con una katana, si fuera Carlos Matías Sandes con un machete, estilo Jason de Friday the 13th, si fuera Carlos Leonel Schattmann usaría armas ninjas, si fuera Carlos Reich te daría una lluvia de balas, lo mismo Carlos Melia, o Carlos Contepomi, aunque usando un arma tipo Terminator, si fuera Carlos Elder te estrangularía con una soga, si fuera Carlos Machado usaría algún puñal, si fuera Carlos Roa te estrangularía con mis propias manos, Carlos Ficicchia te estrangularía también, Carlos Izquierdoz te daría decenas o cientos de cuchilladas, pero no soy ninguno de ellos, siempre usó armas diversas, es mi estilo como Quesón, una suerte de Quesón multifacético, he usado arpones, espadas, puñales, tiros, balazos, máquinas de tirar clavos, sierras eléctricas, medias para estrangular, de todo usé para asesinar.
- Un Quesón muy multifacético, ja, ja. Tiro y puñalada entonces, con alguna estrangulación, una mezcla de todo– dijo Romina Pereiro – se un asesino creativo, Carlos.
En ese momento entonces Carlos le rodeo el cuello a Romina con las medias, y de manera muy prolija comenzó a apretarle el cuello, Romina se fue quedando sin aire, pero justo en ese momento, Carlos le clavó un puñal en el estomago, y se lo clavó hasta el mango, a continuación tomó un revolver y ¡Bang! le dio un balazo que impactó en la frente de la mujer.
- Queso – dijo Carlos Eisler mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Romina Pereiro. Sí, porque no lo mencionamos hasta ahora, pero Carlos Eisler había llevado una valija con un Queso, siempre lo hacía, por sí tenía la oportunidad de asesinar a alguien.
- Bueno, algo creativo fui, empecé estrangulándola, le dí una puñalada en el estomago, y la rematé de un balazo, una mezcla de todo, tendría que haber usado la sierra eléctrica tal vez, pero no la traje, tampoco el arpón, soy creativo, pero también asesino, y Quesón.
Paul concluyó la filmación con esas palabras y corrió la cortina, aplaudiendo.
- Perfecto Carlos, fue una obra maestra de los asesinatos. Se la mostraré a Jich, quedará encantado.
- Le hubiera quedado bien el papel de la periodista a la mina esta, pero habló más y recibió su Queso, je, je, ahora tendremos que hacer un casting para “Black Socks” – dijo Carlos Eisler - ¿Y el cadáver?
- De eso se encargan las Santillanas, toma Carlos, te regaló esta botella de whisky – le dijo Paul – Jich tiene tantas que no va a notar que le falta una.
- Gracias, Jichcock tiene muy buen gusto con las novelas.
Carlos Eisler se fue, aunque las Santillanas le pidieron unos autógrafos para venderlos por internet, y el actor se los filmó gustoso, despues se encargaron del cadáver de Pereiro, la sangre para la Fundación Dumitrescu, el cadáver para la Charlotte Corday.
Jichcock quedó encantado con la filmación de Paul y llamó a Carlos Eisler:
- Filmaré dos películas a la par, y en ambas seras el protagonista, obviamente una será “Black Socks”, la otra, una del oeste, con un pistolero Quesón, “Charlie the Big Cheese, en el último tren a Yuma”, un homenaje a mi admirado John Wayne.
Y así concluye nuestra historia, un Relato Quesón muy cinematográfico.
(Gracias a Francesc Miralles que un comentario de otro relato nombró a la novela “Rosas Negras” de Phillip Margolin)
gracias por estar en la historia, eso de ser como Paul Mc Cartney es muy halagador, además veo que asciendo un poco, primero soy un "sirviente" despues un "asistente de dirección", me espera una gran carrera al lado de un genio del cine como Hitchcock, eso sí que las Santillanas hayan hecho una buena tarea, de lo contrario me van a acusar de ser cómplice de este asesinato
ResponderBorrar¿No la habían quesoneado ya a esta mina? Son tantos los asesinatos que uno ya se confunde, muy buen asesino Carlos Eisler, veo que ha crecido mucho como Quesón en este tiempo
ResponderBorrarobservó que muchos fans de los cuentos estan apareciendo de personajes, yo no, salvo alguna breve mención como extra en una película de Jitchcock más no
ResponderBorrarBUENA MINA, BUEN QUESO
ResponderBorrarpodría haberla cortado con la sierra eléctrica, pero se la olvidó parece, las Santillanas la querían bastante entera tal vez?
ResponderBorrarestas muy creativo Quesón y ahí es cuando las minas tiemblan porque saben que les toca un Queso
ResponderBorrarya habían anunciado que esta mina tenía un queso asignado pero creía que era Bossio o Lobbe, gran cuento, me gusto mucho, estuvo bien que el elegido fuera Carlos Eisler, un gran asesino sin duda, y muy bien lo que le tocó a Paul
ResponderBorrarLo del casting de cine es un recurso que funciona bien. tiene su morbo. Y es un recurso para que caigan en busca de fama.
ResponderBorrarEisler es creativo.
Ya que se presentó La marca C de Carlos, una víctima internacional podría ser Catherine Zeta Jones. Que no tiene nada de odiosa, pero es memorable esa escena en que El Zorro de Antonio Banderas le corta la ropa con la espada. Y Carlos Esiler podría hacer lo mismo, pero desembocando en un queso.
Bien la inclusión de Paul Toombes.
Los asesinos de las Siderama, logrado relato.
Me ha hecho mucha gracia lo de la novela ROSAS NEGRAS. Si la has leído , supongo que te habrá gustado. Y tu relato está muy bien relacionando el cine con el suspense de tu estilo. Ciertamente los autores americanos escriben de un momo visual, concreto de cara a que se conviertan en guiones cinematográficos, como por ejemplo LA CHICA DEL TREN, que se apoya en LA VENTANA INDISCRETA.
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