El Asesino de Belen Blanco


(Narración sugerida por el Fauno, a quien agradecemos sus excelentes y valiosos aportes)

Necesitada de trabajo, alejada de sus mejores momentos como actriz en los años 90, Belen Blanco recibió una propuesta para trabajar en una serie. No tuvo dudas en ir a una reunión que le propusieron en los Estudios de la Piruli Filmes. Este prestigioso estudio de películas, series y programas de TV, se proponía ahora ser la principal productora de Netflix para la América de habla española. A Belen le llamó la atención que la mujer que la recibió en la entrevista era idéntica a la Princesa Leia de Star Wars, casi como un calco exacto.
- Disculpe, señora, pero es igual a… - le dijo Belen a la mujer.
- Yo soy la verdadera Leia. Me llamó así, pero soy de origen búlgaro, del clan de los Stoichkov, George Lucas se inspiró en mí cuando hicieron esa película. Carrie Fischer se parecía a mí, no yo a ella.
- Increíble – dijo Belen.
- Bueno, señora Blanco, hablemos de lo importante. Le cuento sobre el proyecto. Rescatamos este viejo guión hecho en el año 1986, y la intención es que la serie se desarrolle en ese tiempo, por ese comenzará con Diego levantando la Copa en México y con una cadena nacional del Presidente Alfonsín – le dijo Leia – el guión estaba pensado para que lo interpretará Carlos Monzón, cuyo personaje se llamaba precisamente “Carlos”, el tipo iba asesinando mujeres y tiraba un Queso sobre sus cadáveres. A la primera la degollaba, a la segunda la estrangulaba, a la tercera la acribillaba a balazos, a la cuarta la asesinaba a martillazos, y a la quinta la apuñalaba salvajemente. Pensamos en vos para el papel de la cuarta víctima.


- ¿La que asesinan a martillazos? 
- Sí.
- Interesante – dijo Belen - ¿Y qué paso con la serie? ¿Por qué no la hicieron?
- La producción estaba avanzada, pero a lo largo de 1987 se fue postergando, finalmente se había fijado el comienzo de las grabaciones en marzo de 1988, pero ya sabe lo que pasó con Monzón, se pensó en reemplazarlo por otro Carlos, Carlos Calvo, Carlín aceptaba pero puso como condición que todos los asesinatos fueron a puñaladas y que una de sus víctimas estuviera interpretada por Graciela Alfano, esta no aceptó, Carlín siguió con su obra “Mamá” y el guión quedó archivado hasta hoy.
- ¿Y como es el título?
- Aún no esta definido. Puede ser “El Quesón, crónicas de un asesino de mujeres”, veremos.
- ¿Y el papel del asesino?
- Tampoco esta definido, pero seguro será una estrella extranjera, el gran candidato es el cantor venezolano Carlos Baute, también podría ser Carlos Rivera, y no descartamos a Carlos Valdés, el colombiano de Flash. Esta semana se define. Hay que vender la cosa para toda América Latina. Y también para España. Por eso tampoco descartamos algún actor español.
- Ser asesinada por Carlos Baute a martillazos me gusta, hasta diría que me excita sexualmente, ja, ja.
Ya decidida a hacer el papel Belen Blanco se retiró de la reunión con Leia, muy contenta, si bien sería una de las víctimas, era participar en una serie de Netflix, que se iba a difundir por toda América Latina, y también en España, mejor imposible. Mientras caminaba por los Estudios de la Piruli Filmes, le pareció ver de lejos a Carlos “el Chapa” Retegui, ex jugador de hockey, ahora entrenador, de Los Leones y de las Leonas.
- Ese chabón es el entrenador de Las Leonas – pensó Belen – no lo puedo creer, no se porque, no tengo motivos, pero desde que lo ví en la TV una vez en unos Juegos Olímpicos, siempre me calentó sexualmente.


Belen se acercó a donde estaba Carlos Retegui, con el objetivo de sacarle una selfie.
- ¡Hola Chapa! – exclamó Belen, que inesperadamente esa admiradora del hockey.
- Hola, ¿Quién sos?
- ¿No me conoces? ¡Soy Belen Blanco, actriz!
- No, no te recuerdo, pero seguro debes estar una serie en Netflix, estos estudios trabajan para esa gente. Yo estoy haciendo el documental “Vivan las Leonas”.
- Oh, que interesante – exclamó Belen - ¿Sabes una cosa? Siempre tuve fantasías sexuales con vos.
- ¿En serio? No lo puedo creer. No sabía que despertaba tales pasiones. ¿Jugastes al hockey? 
- No, nunca jugué. Soy una jugadora frustrada de hockey. Me hubiera gustado. Hasta pensé en una novela donde la protagonista fuese una leona.
- Hubiera sido muy interesante. Podría haber una asesina, que asesina con un palo de hockey como Carla Rebecchi, ja, ja. Pero no más palabras, tenemos una hermosa tarde por adelante. Acompáñame.
Rato despues, Carlos “el Chapa” Retegui y Belen Blanco estaban en un departamento. El la esperó acostado, totalmente desnudo, con un bóxer como única prenda, ella se desnudó ante el en una especie de streap tease mientras sonaba la música de “Nueve semanas y media”. Ella se sumergió en la cama, pero primero comenzó a jugar con los pies de el, muy olorosos, y que parecían haber crecido para la ocasión, hasta alcanzar un talle 47, ella le sacó las medias, los empezó a oler, chupar, lamer y besar una y otra vez, ella misma no creyó estar haciendo eso, pero lo estaba haciendo y le gusto mucho, demasiado, después una cogida sensacional, que ella disfrutó mucho, aunque quedó exhausta, hecha una piltrafa, no daba más.


Quedó acostada, muy cansada, mientras Carlos se paro de la cama. Y le dijo:
- La hemos pasado muy bien.
- Increíble, sos excelente en la cama, Carlos.
- Lo soy, espero serlo también en el asesinato, ja, ja. ¿Te asesinan en esa novela?
- Sí, Carlos Baute me asesina a martillazos.
- Yo te asesinaré con el palo de hockey, Belen, ja, ja, no tengo ningún martillo cerca.
- ¿En serio? ¡Ja, ja, ja! ¡Ya me mataste con el sexo, no hace falta nada!
Carlos se vistió, se puso los guantes negros y agarró el palo de hockey, mientras Belen lo veía, creyendo que todo aquello era parte del juego.
- ¿Así que me vas a asesinar con el palo de hockey? ¡Ja, ja, ja!
- ¡Y te voy a tirar un Queso! ¡Mira! – como surgido de la nada, Carlos agarró un enorme Queso que había sobre un mueble y se lo tiró encima a la actriz - ¡Queso!
- Muy bromista – dijo Belen – como el asesino de la novela.
- Pero yo soy real, Belen.
Y en ese momento Carlos levantó el palo de hockey y golpeó salvajemente a la actriz a la cabeza. Esta intentó reaccionar horrorizada, pero Carlos le dio otro golpe, y otro, y otro, y otro, y otro, en la cabeza, en el cuerpo, en el cuello, una lluvia de golpes, no martillazos como los del guión, pero sí golpes con el palo de hockey. Así la asesinó.
- Queso – dijo Carlos “el Chapa” Retegui mientras volvía a tirar el Queso, ahora sobre el cadáver de Belen Blanco.
Sin inconvenientes, el asesino abandonó la escena del crimen, que era un departamento alquilado por la Piruli Filmes, dicen que cuatro mujeres, iguales a María Laura Santillán, llegaron y limpiaron todo aquello, llevándose incluso el cadáver, que tiraron en un descampado. Cuando el asesinato tuvo difusión, Leia exclamó:
- Y bueno, buscaremos a otra actriz para la serie, nadie la extrañará a Belen Blanco, tuvo la mala suerte de cruzarse en su camino con un Carlos y cuando pasa eso, ¡Queso! 

Comentarios

  1. A pesar de ser menos atractiva que otras famosas, este relato tuvo su morbo.
    Y con eso se evitó que reemplazara a actrices quesoneadas, apareciendo en todas las ficciones.
    Tiene sentido que le haya tocado Retegui.

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