El Asesino de Karen Reichardt


Un importante partido de Los Pumas generó que el gran rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe, con su 1,94 metros de altura, 114 kilogramos de peso y sus pies talle 49, participara de un programa de TV como comentarista. Le hizo recordar a su época en “Scrum” un programejo que se emitía por ESPN, un canal con una gran dedicación a este deporte.
Al terminar aquella transmisión desde Nueva Zelanda, en horas de la mañana dada la diferencia horaria con Auckland, Fernández Lobbe se retiraba del programa, por esas casualidades, en uno de los ascensores de aquel Canal, se encontró con Karen Reichardt, la tipa que tenía un programa de fútbol, integrado exclusivamente por mujeres.
- ¡Oh! – pensó Carlos - ¡La mina que tenía ese programejo de minas futboleras que eran tan malas! El destino quiso que me encuentre con ella, ¿Será que tengo que quesonearla? En realidad, lo extraño es que no lo haya hecho todavía. 



El rugbier desprendió un fuerte olor a Queso desde sus pies, Karen apenas lo pudo soportar.
- ¡Qué baranda! ¡Qué olor a pata que tiene este chabón! – pensó Reichardt - ¡Debe ser uno de los rugbiers que participó de la transmisión de ese partido de Los Pumas! ¡Huele a Queso! ¡Es increíble!
En medio de aquella situación, el ascensor completó su recorrido, y los dos se bajaron dele elevador, entonces Carlos le dijo a Reichardt:
- ¿Vos sos Karen Reichardt?
- Sí.
- ¿No tenes más ese programa de fútbol? ¿Cómo se llamaba?
- Fanáticas. Ay, no me hables, vos sos uno de Los Pumas, no?
- Jugué muchos años en los Pumas. Soy Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
- Nombre y apellido de rugbier.
- Y sí… ¿No es cheto llamarse Carlos Ignacio Fernández Lobbe?
- Muy cheto. Te decía que estoy muy indignada, vine a presentar un piloto para volver con “Fanáticas”, pero me lo rechazaron, tengo una bronca bárbara.
- Qué cosa no. No te preocupes. Tengo una productora, la cree hace poco con unos amigos del rugby, los mellizos Carlos Gerardo y Carlos Isaac Lazcano Miranda, y también Carlos “Charlie” Elder, ja, ja, le pusimos “Los Cuatro Carlos” “CC”, como “Cuatro Cabezas” la de Pergolini.
- ¿Los Cuatro Carlos? Nombre muy interesante. 



- Te puedo ofrecer hacer el programa, saldría por YouTube, podríamos aprovechar esta semana, que se definen los grupos de la Libertadores, lanzamos un par, despues viene la Copa América, vemos como funciona, por YouTube, no por otra plataforma, ni cable tampoco, solo YouTube, si la cosa anda, despues la seguimos por la Superliga. Sería un buen lanzamiento para “Los Cuatro Carlos”. Si te interesa te espero en la oficina de la Productora, esta en la Calle de los Arrozales Vietnamitas n° 137, una casa antigua, tipo inglesa, como esas que salían en las películas de Vincent Price, ja, ja. Vení hoy mismo, a la tres de la tarde. 
- Perfecto. Sí, el programa tiene que volver. Voy a estar a esa hora.
Reichardt fue puntual y llego a aquella dirección a la hora señalada. Entró a la casa, la recibió Fernández Lobbe, y lo que le llamó la atención fue una mesa donde había una enorme horma de Queso Emmenthal, que sobresalía por su tamaño y por sus agujeros.
- ¡Qué Queso! ¡Impresionante! – exclamó asombrada Reichardt.
- Es para otro programa que ya tenemos grabado para lanzar en YouTube, sobre los Maestros Queseros. Si no me hubiera dedicado al rugby, y a la educación física (yo soy profesor de educación física), seguramente hubiera sido Maestro Quesero. Me encantan los Quesos. Cuando jugaba en “Los Pumas” me decían “el Quesón”. Los ingleses, australianos y neozelandeses me decían “Big Cheese”.



- Ja, ja, Quesón, Big Cheese, muy buena esa, ¿La casa es muy antigua, no?
- Lo es. Todavía no hay nada porque la acabamos de alquilar, estaba en remate, la conseguimos por dos mangos y por dos años, una ganga.
Reichardt miró al piso, y para su sorpresa, el rugbier estaba descalzo, con sus enormes pies sin medias, ni nada, a la futbolera le llamó la atención el enorme tamaño de aquellos pies, no pudo evitar la pregunta.
- ¿Cuánto calzas?
- Cuarenta y nueve – fue la respuesta del rugbier – aunque cuando me excitó el tamaño aumenta, hasta llegar a cincuenta y uno, ja, ja.
- ¿Y cuándo te excitas?
- Cuando estoy con una mina como vos.
El rugbier puso sus enormes pies sobre la mesa, justo al lado del Queso, Karen miraba asombrada, Fernández Lobbe le dijo:
- ¿Te gustan mis pies? Dale anímate, ole los pies, dale, acércate. Me dicen Quesón, ya te lo dije, huelen a Queso.



Reichardt miró asombrada los pies de Carlos, a ella le misma le llamó la atención aquella atracción que tenía al ver los pies del rugbier, nunca sintió algo parecida, pero movida como por un extraño hipnotismo, del que no podía resistirse, Karen se acercó a los pies del rugbier, y se tiró al piso, empezando a oler aquellos grandes pies, a chuparlos, lamerlos y besarlos, una y otra vez.
Tras no tener freno durante varios minutos, Karen sintió como vergüenza de sí misma y le dijo a Carlos:
- Ay Carlos, no se que me pasó. Discúlpame, vi tus pies y no lo pude evitar.
- No te preocupes Karen – dijo Fernández Lobbe – el instinto es así, no se puede evitar, y la podemos pasar mejor todavía.
- ¿Mejor todavía?
- Mostrame tu culo Karen, sin miedo, dale, disfrutemos Karen.
Karen, casi sin pensarlo, se dio vuelta, y le mostró el culo a Fernández Lobbe. Karen empezó a sentir un frío filo en su espalda
- ¿Qué es ese frío, Quesón?
- El frío del filo del cuchillo. ¿Queres calor?, aca vas a recibir calor, piba.



El rugbier se puso atrás y la penetró con fuerza, violencia y salvajismo, como en un partido de rugby, en un scrum, la cogida fue sensacional. Reichardt recibió mucho calor. Tras cogerla por atrás, la cogió por la vagina, también con fuerza. A Karen le gustó mucho, pero más le gustó la penetración por el culo.
Al terminar, Karen, repleta de gozo, placer y satisfacción le dijo a Carlos:
- Jamás me imaginé que la iba a pasar tan bien, Quesón. Ya ni me acuerde para que vine aca, pero que bien que le pase.
- Viniste para que te quesonee. Y ahora serás quesoneada. Veo que te guste decirme “Quesón”.
- ¿Quesoneada? Ja, ja, Me encanta decirte “Quesón”, ¿Me vas a quesonear? ¿Me vas a meter el Queso en la concha?
- Podría hacerlo – dijo Lobbe.
El rugbier tomó el Queso y se lo metió en la concha. El gozo, placer y satisfacción de Karen fue algo mayúsculo y sublime.
- Ya no podre disfrutar de algo semejante – dijo Karen.
- Y no lo harás, porque serás asesinada. Asesinada por Carlos Ignacio Fernández Lobbe, como Viviana Canosa, Soledad Solaro, Andrea Frigerio, Daniela Cardone, Pamela David, Coki Ramírez, María Vazquez, Ursula Vargues, Verónica Varano, Mariana Arias, Claudia Albertario, Gisela Barreto y Julieta Díaz.
- Será honor integrar esa lista – dijo Karen Reichardt, pensando que todo era una broma, aunque aquellos nombres señalaban a mujeres salvajemente asesinadas – serás entonces “Carlos Ignacio Fernández Lobbe, el asesino de Karen Reichardt”, una víctima más del Quesón, del Big Cheese.
- Así será – dijo el rugbier con el cuchillo de rambo en la mano.
Fernández Lobbe se tiró encima de Reichardt que salvajismo, que recién ahí se dio cuenta que su vida corría real peligro.
- ¡Nooooooooooooooooo! – grito la futbolera.



Carlos le clavó el cuchillo en el pecho, y le hizo un profundo corte, un corte horizontal, en las tetas, que le provocó un chorro de sangre impresionante, y después otro corte, vertical, desde el cuello a la concha, así le hizo varios cortes y tajos, hasta que la empezó a apuñalar en forma salvaje, cuchillazo va, cuchillazo viene, Carlos Ignacio se entretiene, dicen que cuando Carlos Monzón boxeaba la tribuna gritaba “Y pegué Carlos, pegue”, Fernández Lobbe, digno tocayo del boxeador, y Quesón igual que el, se imaginaba a las tribunas del rugby, de los Springboks y los All Blacks gritando en inglés “Hit Big Cheese, Hit, hit”, cuando ya le había asestado más de ciento veinte cuchillazos, y la sangre fluía por todos lados, el asesino dio por finalizada su tarea.
- Queso – dijo Carlos Ignacio Fernández Lobbe mientras tiraba el Queso Emmenthal sobre el cadáver de Karen Reichardt.



El rugbier abandonó con total impunidad la escena de aquel crimen. La sangre fluía por todos lados, tanto que esta vez el Queso, que solía quedar siempre sobre el cadáver de las víctimas, empezó a flotar ante el baño de sangre.
- Que bany de sang ens va deixar aquest noi, aixó és meravellós  – dijo una voz de mujer en catalán, o sea “Qué baño de sangre dejo ese muchacho, esto es maravilloso”.
La catalana era Carme Puyol, más catalana que la sardana, los castellers y el Barsa, tieta (tía en catalán) de Carles Puyol, la figura del Barsa, conocida simplemente como “la Tieta”. Pero la catalana no estaba sola en la escena del crimen. Junto a ella, la españolisima Marquesa de Avila, que con su voz entonó aquella canción dedicada a Carmen Amaya.
Cuando Carmen Cuando Carmen quedo quieta, a las claritas del alba Y se hizo mármol su cuerpo, moreno de pura raza. Barcelona, Barcelona dando gritos, mando doblar sus campanas Y se quedo sin aliento el Compás de la sardana (…) Carmen, carmen, carmen carmen! Se murió Carmen Amaya, y España entera lloro.


- Catalana i barcelonina com jo aquella Carme – dijo la Tieta– Visca el Barsa y Visca Catalunya, Catalunya Lliure! (Catalana y barcelonesa como yo aquella aquella Carmen, Viva el Barsa y Viva Cataluña, Cataluña libre).
- Os dije Tieta que este rugbier era un Quesón de primera, un sanguinario como pocos, hay otro que juega al básquet, que también es excelente, ya se lo presentaré.
- Carles Delfino el decapitador de dones? El basquetbolista assassí? Jo el vaig veure al palau Sant Jordi – (Carlos Delfino, el decapitador de mujeres, el Basquetbolista Asesino? Yo lo ví en el Palacio San Jorge) dijo la Tieta, que aunque entendía el castellano a la perfección siempre contestaba en catalán, para ser fiel a su “nació”.
- Ese también es un gran asesino, el más popular de los Quesones, pero una vez me contestó mal y nuestra relación quedó resentida, yo me refería a Carlos Matías Sandes, el que decapitó a Wanda Nara, por ejemplo.
- El millor quesón és el meu nebot, Carles Puyol, emblema de la nostra pàtria, de la meva estimada terra, la bella Catalunya, de la nostra pàtria catalana – dijo la Tieta (El mejor Quesón es mi sobrino, Carles Puyol, emblema de nuestra patria, de mi querida tierra, la bella Cataluña, de nuestra patria catalana).
- Siempre agrandados los catalanes – pensó la Marquesa de Avila, que aunque amaba a la ciudad de Barcelona, donde tantas noches de triunfo tuvo, siempre tenía algún resentimiento contra los habitantes de esa región española.



- La sang es per Graciela Alfano? – preguntó la Tieta (La Sangre es para Graciela Alfano?)
- Nos paga muy bien, es parte del hechizo que nos dijo Dumitrescu, le damos esta sangre a cambio de que se mantenga eternamente joven, quiere recobrar el aspecto que tenía en 1978.
- No serà fácil – dijo la Tieta - que compleixi el seu pacte amb milions d'euros, i vaig pagar la sang, en cas contrari, el meu Nebot Carles s'encarregarà d'ella. (No será fácil, que cumpla su pacto con millones de euros, y pagué la sangre, de lo contrario, mi sobrino Carles se encargará de ella).
- Eso ya lo veremos – dijo la Marquesa – Yo pensé en que la quesoneen Sandes o Fernández Lobbe, si no cumple el pacto. O algún Quesón tipo Carlitos Tevez o Carlos “el Bebe” Contepomi, pero que la humillen, junto a Mariana Nannis. Dado que quiere tener el aspecto que tenía en 1978, hubiera estado bueno que ese año la hubiera asesinado Carlos Monzón.
- Millor que compleixi el pacte – dijo la Tieta - en cas contrari, Formatge. (Mejor que cumpla el pacto, de lo contrario, Queso). Visca el Barsa, Visca Catalunya, y Visca Carles Puyol, el meu nebot.

Comentarios

  1. Que rápido salió este queso. ¿La tenía en la mira el cronista?
    Es una buena idea la productora para contenidos en youtube. Podrían producir algún programa para las Carlas, Carla Rebecchi podría ser conductora. Conte ya tiene su programa. Podría haber algo para nuevas Carlas.

    Fernández Lobbe suele repetir parte de sus procedimientos, pero no le va mal con eso. Que ansiedad por la tv, que hizo que fuera a cualquier lado. Tal vez sea parte del poder quesón del rugbier, incluso Karen lo tomó como broma hasta que fue muy tarde. Fue menos cruel que con Gisella Barreto, Karen casi no se dio cuenta, la muerte le debió llegar rápido.

    ¿Se suma alguien más para celebrar los crimenes quesones? Hubo algún resentimiento entre la Marquesa y Delfino. Es algo que tendría que solucionarse. Como podría revertirse lo de Sabrina Garciarena, al estilo La novia de Frankenstein. Con alguna involuntaria donante del cuerpo, como Maby Wells, que también es bajita.

    ¿Sandes seguirá extrañando a Lady Dumitrescu? ¿Estará pensando por la noble rumana, no por estirpe sino por casamiento? Es una respuesta que podría ser contestada.

    Interesante lo de Graciela Alfano, como posible futura víctima.

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  2. ja ja gran exhibición de Carlos Ignacio Fernández Lobbe un asesinato perfecto que bueno la Tieta de Carles Puyol

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  3. todavía quedaban minas por quesonear y esta merecía el Queso sin duda
    un cuento con Carles Puyol ahora

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  4. ja ja ja le metio el queso en la concha

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  5. para mí este rugbier amasija minas en serio la derrota digna lo vuelve loco

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  6. la aparición de las dos gallegas al final está tirada de los pelos pero esta buena porque sino el cuento seria solamente queso

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  7. Se viene el circo Rodas, con la participación de un quesón, Carlos Villagran. Un circo es un lugar propicio para tirar quesos.

    Potencial víctima internacional. Kari Byron.
    Conductora que se hizo conocida por Mythbusters, Los cazadores de mitos, donde se ponían a ´prueba ciertos mitos, rumores.
    Ella podría estar en un nuevo programa, trataría de poner a prueba el mito de los quesones. Y le costaría la vida, obviamente, descubrir que esos rumores son ciertos.

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