El Asesino de Minerva Casero

Carlos Gaplieri, Charlie para sus íntimos, realizaba todas las noches su show de stripper en la discoteca “Amerika”, dirigida fundamentalmente a un público gay, aunque abierta a todos y a todas que quieran acercarse a la misma. Una noche de tantas, una de las asistentas fue la actriz Minerva Casero, quien interpretaba el personaje de Lidia Morel Anchorena, en la telenovela Lidia Morel Anchorena, en Argentina, Tierra de Amor y Venganza.

- ¡Tenemos el honor de contar entre el publico con Minerva Casero, Lidia Morel Anchorena, en Argentina, Tierra de Amor y Venganza! – dijo el locutor.

La mitad del público aplaudió, la otra mitad, chifló, pues recordó que esta mina es hija de Alfredo Casero, militante anti kirchnerista, o sea que los macristas fueron los que aplaudieron y los kirchneristas la chiflaron.

- El precio de la fama, je, je – dijo Minerva, que exigió la sentaran cerca del escenario.

Casero queda sentada cerca del escenario, Charlie, que salió a hacer su show como todos los días, advirtió la presencia de la actriz, y se acercó, levantando sus pies donde estaba Minerva.

- ¡Qué olor a Queso que tienen los pies de este stripper! – dijo Casero.

- Es Charlie, el Stripper Quesón – le dijo uno de los mozos.

- ¿Stripper Quesón? ¿Quesón? Debe ser gay.

- Lo es, no se equivoca señorita, pero cuando hay dólares o euros, juega un tiempo para cada equipo. Ahí le gustan las cebollas, pero también las lechugas.

- Entiendo – dijo Minerva.

De repente, mientras Charlie realizaba su show en el escenario, todo el público, dejando de lados sus simpatías políticas, se unió en un solo grito.

- ¡Queremos Flan! ¡Queremos Flan! ¡Queremos Flan! ¡Queremos Flan! 

Minerva se sintió aludida, se paró y saludo a todos, a todas y a todes, en el escenario, Charlie dijo en voz alta:

- Para Minerva no hay flan, hay Queso, ¡Queso! ¡Queso!

Minerva no entendió un carajo. Se sentó y el espectáculo finalizó. Antes de irse de la disco Amerika se acercó a saludar a Charlie.

- ¿Qué es eso de que hay Queso? – le preguntó la actriz a Charlie.

- Un chiste. En la novela te hacían mierda a balazos e igual seguías viviendo. Un absurdo.

- Sí, es verdad, pero la vida esta lleno de absurdos, je, je, la verdad Charlie que tenes un cuerpazo, y cuando acercastes los pies, noté un olor a Queso muy fuerte.

- ¿Queres probar? – le dijo Charlie – La primera muestra es gratis, despues hay que pagar.

- ¿Y como es la primera muestra?

- Esto.

Minerva se sentó y Charlie puso sus pies sobre el rostro de la actriz, el olor a Queso era fuertísimo, Charlie sudaba los pies como nadie, y parecía que nunca se los lavaba.

- ¿No usas desodorante para pies?

- Sí, me produce el efecto contrario, me multiplica el olor. Dale, disfruta de los pies, toma, esto es gratis, después hay que pagar.

Minerva disfrutó de aquellos pies, sabiendo que eso era gratis…

- ¿Y como es lo que hay que pagar?

- Esto es lo que hay que pagar – le dijo Charlie –el que avisa no traiciona, mostrame el culo.

Minerva se arrodilló y quedó con el culo para atrás, Charlie la penetró, la penetración fue fuerte, a la actriz le gusto mucho, mucho, mucho…

- ¿Hay algo más Charlie?

- Falta lo mejor.

- ¿Puede haber mejor que esto?

- Sí, esto.

Charlie agarró una de las lanzas, de la gran colección que tenía, y ¡zas! se la clavo en el culo a Minerva, que gritó de dolor, el lanzazo le penetró todo el cuerpo, entrándole la lanza por el culo y saliendo por la cabeza, en medio de los ojos.

- Queso – dijo Charlie mientras tiraba el Queso sobre el cadáver empalado de su víctima.

Rato despues, en la zona de la Reserva Ecológica, Charlie dejó empalado el cadáver de Casero, con la lanza y el Queso incluídos.

- No te hicieron mierda los balazos de la novela, pero sí quedarás empalada y quesoneada para siempre – dijo Charlie.

Y así finaliza esta historia, la historia de un nuevo asesinato, de “Charlie”, el Stripper Quesón.