El Asesino de Cristina Alberó
Primeros meses del año 1993. Cristina Alberó se encontraba en un gran momento, a fines del año anterior había sido “la sorpresa del año” cuando poso desnuda para la revista Play Boy. Eso le había hecho aumentar la auto estima y gozar de una fama importante, algo que no le sucedía desde más de diez años atrás cuando protagonizó algunas novelas de éxito con Antonio Grimau.
Alberó fue a un consultorio médico, el de la Doctora Roberta Medicinalli, una destacada especialista en tratamientos de cirugía, la actriz deseaba mantener su figura siempre joven y vital, y en 1993, ya contaba con 47 años, no era un momento para descuidarse. Era la última paciente aquella jornada.
Alberó se encontraba con la famosa médica, cuando tocaron la puerta. La asistenta de la doctora, una empleada a la que llamaremos Lucrecia, se sorprendió por el llamado.
- Qué raro, la señora Cristina Alberó es la última paciente según la lista que tengo.
Lucrecia abrió la puerta y para su sorpresa, ante ella, estaba Carlos Fernando Navarro Montoya, sí, “el Mono”, el arquero de Boca Juniors en aquel momento, sí, gozando de un momento de esplendor, pues pocos meses atrás el equipo xeneixe había sido campeón del torneo local despues de algunos años sin éxitos.
- ¡Navarro Montoya! – dijo Lucrecia.
- Sí, soy Carlos Fernando Navarro Montoya. ¿Se encuentra la Doctora Medicinalli?
- Este es el consultorio de ella.
- Sí, soy Carlos Fernando Navarro Montoya, el arquero de Boca Juniors, en mi vida pública juego al fútbol, pero en la privada soy un asesino Queson de mujeres, a veces asesinó por placer, a veces por dinero, a la Doctora la asesino por dinero, me pagan muy bien por hacerlo, a usted por simple placer.
- ¿Qué esta diciendo Navarro Montoya?
El arquero de Boca Juniors sacó un arma, una estrella ninja, y ¡pum! se la tiró a la asistenta, impactándole la estrella ninja, la shuriken, en medio de los ojos, eso le podría haber causado la muerte, pero el asesino para asegurar su trabajo, extrajo otra arma ninja, la kama. Se trata de una hoz de mango largo que se utilizaba para segar cereales; la diferencia con la hoz occidental es la curvatura del kama, que empieza en el mango. Navarro Montoya blandió la kama y con eso terminó de asesinar a la pobre asistenta.
- Queso – dijo Carlos Navarro Montoya mientras tiraba el Queso sobre la pobre mujer.
La Doctora se encontraba en la consulta con Cristina Alberó, pero le dijo:
- Creo que paso algo alla afuera, escuché unos ruidos raros. Voy a ver.
- No hay problema, Doctora – le dijo Alberó – yo voy al baño mientras tanto.
La actriz fue al baño, que estaba dentro del consultorio. La Doctora salió fuera del mismo, y se encontró con el arquero de Boca Juniors, en pose criminal y de ninja, y su asistenta, asesinada.
- ¡Navarro Montoya! ¡Y Lucrecia muerta! ¡Asesinada! ¡Qué significa esto!
- Las técnicas de cirugía y rejuvenecimiento que le robaste a Lady Dumitrescu y a Fraulein Breitner, ellas no te perdonaron, y me mandaron a asesinarte.
- ¡Nooooooooooo! – gritó desesperada la Doctora.
Pero ya era tarde, Carlos agarró otra arma ninja, la ninjato, parecida a la katana pero no tan curva, y en forma rápida y asombrosa, se la clavó a la Doctora por el cuello, atravesandoselo, hundiéndole el arma hasta el mango, de tal modo, que la punta le salió por el otro lado. La Doctora quedó así, asesinada.
- Queso – dijo Carlos Navarro Montoya mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de la Doctora.
El arquero de Boca Juniors entró al consultorio, Alberó salió del baño, y para su sorpresa, ante ella estaba… ¡Carlos Fernando Navarro Montoya!
- Vos sos el arquero de Boca Juniors ¿Qué haces aca? ¿Y la Doctora?
- La Doctora… vos sos Cristina Alberó, hicistes un desnudo para Playboy hace aca.
- Sí, un gran desnudo, mira Navarro Montoya, “el Mono” te dicen no?
Alberó se desnudo ante el arquero, que quedó asombrado por la ya veterana actriz. El arquero se sacó las zapatillas, y quedó descalzo. Alberó se tiró sobre la camilla de la Doctora…
- Dale Mono, cógeme, cógeme.
- Lo haré con gusto – dijo Carlos.
Navarro Montoya le puso los pies encima a Alberó, sus pies parecían aumentar, del 45 normal que calzaba, ahora parecía calzar como 50, sus pies olían muy mal, pero Alberó los disfrutó, los olió, besó, lamió, chupó, ahí Carlos le empezó a chupar las tetas, los pezones, la concha, todo en la camilla, todo con furia, salvajismo, ella le chupó la pija, el la penetró por la vagina, disfrutaron mucho.
- Qué hermosa tarde me hiciste pasar Carlos Fernando Navarro Montoya.
- Je, je – río con sarcasmo el arquero.
Al terminar, cada uno empezó a vestirse. Alberó abrió la puerta, y vio con asombro y horror, los cadáveres de la Doctora y la Asistenta.
- ¡Oh, no! – exclamó Albero - ¡Vos las asesinaste!
- Por supuesto, me pagaron para eso. La Doctora le robó formulas secretas a gente muy importante, soy Carlos Fernando Navarro Montoya, el arquero de Boca Juniors, en mi vida pública juego al fútbol, pero en la privada soy un asesino Queson de mujeres, a veces asesinó por placer, a veces por dinero, a veces por diversión. No tenía intención de hacerlo, pero no tengo opción, Alberó, tengo que asesinarte, no deben quedar testigos.
- ¡Noooooooooooooo! – gritó espantada Cristina Alberó.
Carlos Navarro Montoya tomó las shuriken, las estrellas ninja, y las tiró sobre Cristina Alberó, una tras otra, eran como pequeñas cuchillas que se clavaban en el cuerpo de Alberó, le tiro una docena, provocándole heridas en todo el cuerpo, que fueron desangrando a la actriz, en una agonía cruel.
Sin embargo, y para asegurar que estuviera muerta, el asesino prefirió rematarla con una espada ninja, una katana, y la remató con un fuerte golpe que la atravesó el cuerpo.
- Aaaaaajjjjjjjjj – exhaló el último suspiro Alberó.
- Queso – dijo Carlos Fernando Navarro Montoya.
El arquero de Boca Juniors se retiró de la escena del crimen, muy satisfecho por haber cumplido el encargo de esa bella dama rumana y de la alemana, típica exponente de la raza aria. Una perfecta misión para un asesino especializado en cometer este crimen.
¿Es qué acaso alguien iba a sospechar de una figura tan destacada y popular del deporte?
Interesante lo del contexto en los relatos.
ResponderBorrarUna mujer todavía objeto del deseo, todavía apetecible, con intenciones de seguir siéndolo.
Con la mala suerte de que la la doctora del tratamiento, fue asesinada por robar el secreto del rejuvenecimiento. Y además, ser una casual testigo.
Navarra Montoya no tenía deseos de asesinarla, pudo haber sido sexo sin asesinato, muy intensso, pero el azar lo obligó a quesonerla. Por lo de no dejar testigos.
Una katana no es un arma ninja, sino samurai. Pero puedo pasar ese detalle.
no cabe duda que Boca Juniors tiene una gran tradición de Quesones: ahora tiene tres, Carlos Tevez, Carlos Izquierdoz y Carlos Zambrano
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