El Asesino de Rosie Huntington Witheley
Como figura de prestigiosas marcas de la talle de Victoria’s secret y Burberry, resultó lógico que la prestigiosa y bella modelo inglesa Rosie Huntington Witheley fuera convocada a un mega desfile en Londres del que se decía concurriría miembros de la familia real británica.
Con semejante apellido, bien de aristócrata inglesa, Rosie parecía hacer honor a la vieja aristocracia inglesa, en pleno proceso de retroceso, ante un Londres que cada día más parece una ciudad musulmana o hindú.
La presentación en el Covent Garden era a las cinco de la tarde, se dijo que concurriría la realeza inglesa, y hasta la reptiliana Reina Isabel podría hacerse presente en aquella tarde londinense.
Toda la zona adyacente al Covent Garden, desde Trafalgar Square de un lado y casi hasta la estación Totenhamm Roads Courts por el otro, estaba cortada al tránsito. Algunos grupos aprovecharon para protestar, pero eran los menos, la mayoría sigue siendo bastante complaciente con la familia real británica.
El reconocido promotor del turismo gay, Carlos Melia, conocido por nosotros como “el Queso Gay” se encontraba de casualidad en Londres y fue convocado a participar del evento. Fiel a su estilo, Carlos concurrió con sus guantes negros, el revolver con calibre 45 con silenciador y un Queso, no un Queso cualquiera, un Blue Cheese, adquirido en la famosa tienda Harrod’s.
Todo estaba preparado para el gran evento. El Covent Garden se improvisó para la cita. La reina Isabel, la Queen Elizabeth, ya estaba allí. La modelo Rosie Huntington Witheley se encontraba en el vestuario preparándose para cambiarse rodeada de varias asistentas. De repente, se armó un gran revuelo, la casi centenaria soberana de la corona británica entró al vestuario para hacer sus necesidades. Justo en ese momento, la modelo Huntington también fue a hacer sus necesidades… y no pudo evitar “espiar” a su majestad. Y vio lo que no debía ver.
- Oh, no! Her majesty is a reptil! (Oh, no! Su majestad es un reptil!).
Conmocionada, Huntington salió del baño, ya estaba cambiada, esperando entrar al desfile, debía hacerlo a las 17:45, pero un guardia la frenó.
- You should keep waiting, go there, away from the stage (Tu deberas seguir esperando, ve allí, lejos del escenario).
Rosie observe al guardia, parecía más una careta que una cara y vio que tenía guantes negros, pero entre el traje y el guante se le veía la piel… verde.
- Oh, no! He has a green skin, like the Queen. (El tiene la piel verde como su majestad) – exclamó la modelo.
El guardia de seguridad tomó su celular, en ese momento, Carlos Melia recibió la orden.
#Cheese. Sabía que lo iban a necesitar, se paró, y fue al lugar donde lo convocaron. Era un sicario, un hitman, estaba a las ordenes de quien lo necesitara, y ahora nada más ni nada menos quien lo necesitaba era la Corona Británica.
Huntington Wetheley se metió dentro de una especie de gabinete, como un cuadrado, el Quesón no tardó en llegar hasta ese lugar.
- Good Evening – dijo el Quesón contemplando con frialdad a la modelo, mientras sacaba el arma.
- Oh, no! – exclamó la inglesa al ver a Carlos Melia frente a ella con un revolver con silenciador calibre 45.
- I’m sorry dear girl – respondió el asesino – but I’m a “Cheese Gay”, i am a murderer and you will be my next victim. (Lo siento querida niña pero soy el Queso Gay, soy un asesino y tu serás mi próxima víctima).
- Mercy, Mercy – dijo la modelo pidiendo “misericordia”.
- Mercy not, cheese yes – dijo Melia que acorraló a la modelo, que quedó de espaldas y rodillas, sumergida en el pánico y en el terror.
- You are a reptile – dijo Rosie, o sea le dijo que era un reptil.
- I’m not a reptile, I’m a man, not any man, a man cheese (No soy un reptil, no un hombre cualquiera, un Quesón).
Melia se sacó los zapatos, las medias (las socks) y se quedó descalzo, puso sus pies sobre el rostro Witheley Hateley, que los empezó a chupar, lamer, besar y oler, sometida a sus pies quedó la modelo. Tras eso el gay cogió a la modelo por el culo primero con sus pies, despues la sodomizó.
- No tiene caso – pensó Carlos – yo soy gay, y aunque me guste hacer esto, no lo disfrutó del todo, pero igual siento que tengo la obligación de hacerlo, de lo contrario no sería un Quesón completo; la diferencia es que otras víctimas lo disfrutaron, esta mina esta tan horrorizada despues de lo que vió que no queda otra, que asesinarla, de todas maneras la iba a asesinar, la asesinaré ahora y asunto terminado – al terminar de pensar esto Carlos sacó otra vez el arma.
Rosie quedó parada ante Carlos como una condenada espera ante un pelotón de fusilamiento.
- Queso – dijo Carlos en castellano mientras efectuaba el primer disparo que impactó en la teta derecha de la inglesa.
- Queso – dijo Carlos al efectuar el segundo disparo que impactó en la teta izquierda de la inglesa.
- Queso – dijo Carlos mientras efectuaba el tercer disparo que pegó en el estomago de la modelo.
- Queso – dijo con frialdad Carlos al realizar el cuarto disparo que pegó, con extraordinaria certeza, en la concha de la modelo.
- Queso – dijo Carlos Melia al terminar el quinto disparo sobre el pecho de la modelo.
- Queso – dijo Carlos al efectuar el sexto disparo sobre el abdomen de la mujer.
- Queso – dijo Carlos al realizar el séptimo disparo que se incrustó en el cuello de la inglesa.
- Queso – dijo Carlos al terminar de asesinar a la modelo, con el octavo disparo justo en la frente.
El asesino tomó el Queso, el Blue Cheese, y lo tiró sobre el cadáver de su víctima.
- Queso – dijo Carlos Melia al tirar el Blue Cheese.
El asesino se retiró del lugar y se sentó otra vez ante el público, se sorprendió cuando su majestad lo nombró, sorprendido, Carlos fue al escenario y recibió la orden del Mérito “Winston Churchill” por sus servicios a la Corona Británica.
Sabiendo que la vieja reina, casi centenaria, no entendía ni una puta palabra de castellano, nuestro Quesón aprovechó el momento, y dijo:
- Todo bien vieja de mierda, pero devolvé las Malvinas.
Lo curioso es que el agente que estaba al lado de la Reina tradujo cualquier cosa y la Reina entendió que Carlos la estaba felicitando y homenajeando, entonces contestó:
- Thank you, Charles, thank you.
Y sonrió con esa sonrisa sarcástica y burlona que caracteriza a este ser deleznable.
muy bueno... la foto del final, la de la reina de Inglaterra, lo más terrorifico del blog, sin duda
ResponderBorrarcarlos melia.. el queso gay
ResponderBorrar"ese ser deleznable" en referencia a esta vieja de mierda... mejor imposible
ResponderBorrarY esa chica es quesoneada, muerta. Y además le tocó un quesón que no disfruta de la intimidad con las famosas. Y para colmo, no fue sacrificada para Lady Dumitrescu ni para la Marquesa de Avila, que son admirables. Sino para "ese ser deleznable", que sigue con vida.
ResponderBorrarQuedó como algo parecido a Doctor Who.
Hasta ahora, el mejor relato de mayo es El asesino de Cristina Pérez, contiene mucho morbo. Funciona muy bien.
ResponderBorraresto demuestra que el líder de los Quesones a nivel mundial es el Príncipe Carlos y que a Lady Di la quesonearon
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