El Asesino de Pía Slapka
Dicen que la modelo Pía Slapka debía realizar una presentación de moda en algún lugar de la provincia de Córdoba, cerca de La Falda. Se trasladó en avión desde Buenos Aires hasta la ciudad de Córdoba, tierra de De la Sota y Schiaretti, y desde el aeropuerto tomó un Uber hacia La Falda.
Para sorpresa de Slapka, la conductora de Uber era una mujer bella, muy bien vestida, con ropa de noble, noble por casamiento no por linaje, pero noble al fin, con acento rumano.
- Buenas tardes señora Slapka – le dijo la rumana – soy la Señora Dumitrescu, la conductora de Uber. La llevaré al Hotel de La Falda.
- Oh, que sorpresa – dijo Slapka – creía que iba a venir un muchacho.
- Que pensamiento machista tiene señora Slapka. El Uber de La Falda lo manejo yo.
La modelo se subio al auto y se quedó dormida, al despertar ya habían llegado al Hotel. Era una construcción muy antigua, con reminiscencias germánicas.
- Dicen que el Führer estuvo aca, antes y después de la guerra – dijo Dumitrescu – igual era un enemigo de nuestro pueblo, un ser siniestro, nos quería exterminar porque decía que éramos inferiores, quien le tiene admiración es mi prima, Astrid Breitner, ella cree en la raza superior.
- Que tipa rara esta mujer – pensó Slapka. Trató de hablar lo mínimo posible y solo por cortesía contestaba lo que le decía la rumana.
Se registró en el Hotel y se fue a la habitación. El evento era al día siguiente. Quería descansar. Tenía mucho sueño, le parecía raro, pues había dormido mucho en el auto, pero tenía sueño, mucho sueño, demasiado sueño. La habitación tenía referencias germánicas, con fotos de Berlín, Munich, Francfort, Hamburgo y Stuttgart, además de un retrato de Franz Beckenbauer, y de la selección alemana levantando la Copa del Mundo en Italia 1990.
Pía Slapka se quedó dormida y durmió plácidamente un buen rato. Al despertar comenzó a sentir un fuerte olor en la habitación, era como un olor a Queso muy intenso, mezclado con moho y humedad. Slapka abrió los ojos sobresaltada.
- ¡Qué baranda! – exclamó.
Se movió levemente y se dio cuenta que al lado de ella, sobre la cama, había una enorme zapatilla derecha, de un tamaño descomunal, una zapatilla de talle cincuenta y dos, una zapatilla de básquet gigantesca.
- ¿Qué hace esta zapatilla aca?
Slapka se levantó un poco furiosa al encontrar la zapatilla en la habitación. Dado que estaba en camisón, se puso el desabille y salió de la habitación con la zapatilla en mano llevándola a una prudente distancia, aunque casi no podía aguantar el olor que despedía.
Salió de la habitación y empezó a caminar por el pasillo. La puerta de otra habitación se abrió en ese momento, de la misma salió un hombre muy alto, más de dos metros, con aspecto de basquetbolista, muy patón. El basquetbolista la observó y miró la zapatilla. Pía Slapka se dio cuenta que estaba viendo la zapatilla.
- ¿Sí, verdad? Parece ser la zapatilla de alguien muy alto y patón, y por lo que veo, sos muy alto y muy patón.
- Exacto, soy Carlos Matías Sandes, basquetbolista.
- Y yo soy Pía Slapka, modelo.
- ¿Me das la zapatilla? Es mía, la estaba buscando, me faltaba la derecha, tenía la izquierda, me llamaba la atención que me faltara una.
- Aca tenes – dijo Pía Slapka con cara de asco mientras la daba la zapatilla a Sandes – No entiendo que hacía en mi habitación pero ahí estaba.
- La habrá llevado alguien de la limpieza, por error.
- No sé, me quede dormida, y al despertar, ahí estaba, huele muy fuerte, ¿No te lavas los pies, Carlos?
- No – le dijo Carlos – no me los lavo. Miralos ¿Los queres probar?
Carlos levantó su pie derecho, estaba en ojotas, o sea que tenía los pies descalzos, le mostró la planta de los pies, los acerco al rostro de Pía Slapka, que los olió de manera horrorizada, poniendo cara de asco.
- ¡Apestan tus pies, Carlos! ¿Carlos me dijiste que te llamas?
- Sí, Carlos – dijo Sandes – veo que te gusto mucho el pie derecho, quizás quieras probar mi pie izquierdo también.
- Lavatelos primero Carlos – le dijo Slapka – sos un pata sucia.
- No, no soy un pata sucia, soy un Quesón.
- ¿Un Quesón? – exclamó Pía Slapka – y sí, esos pies tan grandes son como dos Quesos muy grandes. Huelen a Queso. ¿No te los lavas nunca?
- No – le dijo Carlos – ya te conteste antes. Juego al básquet, siempre los sudo, si uso desodorante de pies es mucho peor, el olor se multiplica de una manera que no lo podes imaginar.
- No entiendo como me pude quedar hablando con vos del olor de tus pies, mejor me voy.
- Sí queres irte, ándate – le contestó Carlos Matías Sandes – pero sí queres saber lo que es un Quesón, te invitó a mi habitación.
- ¿Me estas acosando Carlos?
- No es un acoso, es una invitación, aceptas o no, si es no, es no, todo bien.
Pía Slapka se quedó como pensativa mirando a Carlos, sobre todo a los enormes pies del basquetbolista. Parecía dudar, no contestaba, Sandes le dijo:
- No hay problema, Pía.
El basquetbolista entró a su habitación y empezaba a cerrar la puerta.
- ¡No! – dijo Pía - ¡No la cerres! ¡Voy a entrar! ¡Acepto la invitación!
Pía Slapka entró a la habitación de Sandes, vio que además de una enorme cama de dos plazas, que parecía de tres plazas, dignas para las gigantescas proporciones corporales del basquetbolista, había una mesa con enormes Quesos, donde sobresalía una gran horma de Queso Gruyere, y otra de Queso Emmental.
- Veo que te gusta mucho el Queso – dijo Slapka.
- Solo como Queso. Así como hay veganos, vegetarianos, carnívoros, yo soy quesovíro, o sea solo me alimento de Queso. Desayuno con Queso Port Salut, almuerzo con Queso Parmesano, merienda con Queso Brie, cena con Queso Gruyere.
- ¿Solo el Queso? ¿No lo acompañas con pan y galletitas?
- Si, lo acompañó, también con algunas otras cosas, como ensalada, algún fiambre, pero toda mi alimentación se basa en el Queso.
- No es tan raro. Conozco otros hombres que hacen lo mismo. Mi tocayo, también basquetbolista Carlos Delfino, por ejemplo, o el rugbier, Carlos Ignacio Fernández Lobbe, y mi gran amigo Carlos Leonel Schattmann.
- Todos Carlos.
- Todos Quesones.
- ¿Quesones?
- Sí, Quesones.
- Ja, ja, ja – empezó a reir Pía Slapka.
La modelo se tiró a la cama y le dijo a Sandes:
- Quiero ver tu pija.
- La veras, pero primero te someteré a mis pies.
A continuación, Carlos puso sus enormes pies sobre Slapka, que los empezó a oler, chupar, lamer y besar, una y otra vez. Al terminar, se sacó el calzoncillo y le mostró su miembro viril.
- ¡Extraordinario! – exclamó Slapka – siempre me dijeron que los Carlos están bien dotados.
- No todos, ja, ja, hubo un presidente riojano que… ja, ja, ja, bueno, mejor no hablar – río Sandes – date vuelta, mostrame el culo.
- Acá tenes mi culo – le dijo Pía Slapka, que se dio vuelta.
El basquetbolista le dio unas patadas muy fuertes primero, tomó una pelota de básquet y la tiró sobre Slapka como si fuera un triple, a la modelo le gustó, entonces se tiró encima y la penetró con los pies, la habitación se movía por todos lados, un fuerte movimiento, una sacudida tras otra, la penetró por el culo, a Slapka le encantó, estaba repleta de placer, de gozo, la penetró entonces por la vagina, a Slapka le encantó, otra vez se movió todo como si fuera un temblor.
- Perfecto Carlos – le dijo Slapka, que otra vez le dio la espalda a Sandes, mostrándole el culo.
Pero esta vez Slakpa empezó a sentir un frío filoso sobre su espalda, como si Carlos la estuviera raspando, la modelo se dio vuelta, y observó a Sandes con un gran machete.
- ¿Qué es esto Carlos?
- Lamento informarte dos cosas: primero que soy un asesino serial de mujeres, y segundo: que vas a hacer mi próxima víctima.
- ¡Nooooooooooooooooo! – gritó desesperada Pía Slapka.
Pero ya era tarde para Pía Slapka, su tiempo había terminado. Carlos le descargó un feroz golpe con el machete que le dio un fuerte corte sobre el cuerpo, un segundo dándole un tajo impresionante, desde la concha hasta el cuello, un tercero, que le asestó en el pezón derecho penetrando la teta hasta el mango, un cuarto, igual, pero en el pezón izquierdo, un quinto, con un fuerte tajo sobre el cuello, que desparramó sangre por todos lados, un sexto aún más fuerte sobre el cuello, Carlos iba a descargar otros golpes sobre el cuello, para decapitarla, pero se frenó.
- No, hoy no la decapitaré, la seguiré asesinando sin decapitarla – pensó el asesino.
El asesino le dio entonces cinco golpes más con el machete para rematarla, la sangre salió por todos lados, al terminar, el asesino tomó uno de los Quesos, y lo tiró sobre el cadáver de Pía Slapka.
- Queso – dijo Carlos Matías Sandes.
Finalizado el asesinato, Carlos empezó a guardar sus cosas, Quesos incluido y abandonó la habitación, dejando el cadáver quesoneado de Slapka ahí adentro.
Al llegar a la recepción del hotel, para hacer el check out, Sandes se encontró con Dumitrescu, que hacía las veces de conserje y recepcionista.
- Misión cumplida Lady – le dijo Carlos.
- Perfecto. Perfecto. Yo no necesito la sangre ahora, pero siempre hay épocas de vacas flacas, mejor prevenir que curar, Carlitos.
- Yo sabe que quiero quesonear a Mora Godoy.
- No – dijo Dumitrescu – ella nos sirve viva ahora. Tendrás tu compensación Carlos, mira hoy, como quesoneaste a esta tipa, no lo esperabas, estabas aca aburrido, esperando el partido con Atenas de Córdoba, y mira lo que te regale. Era el estilo de Carlos Delfino, pero te la deje a vos.
- Tiene razón Lady – dijo Carlos – tengo que ser agradecido. Acepto su decisión, que Godoy espere, por ahora. Que Carlitos no se enoje por haber asesinado una mina de su style.
- Carlitos no se enojará, para el tengo preparada otra sorpresa. ¿Bailamos?
- Bailemos.
Comenzó a sonar el Danubio Azul, Sandes y Dumitrescu bailaron el vals, aunque como ya ocurrió una vez, el basquetbolista, Quesón y patoso, le pisó los pies a la rumana.
- ¡Es que calzo cincuenta y cuatro! ¡No se enoje! ¿Y ahora que estamos en confianza dígame como es el asunto con Don Emilio Hardoy?
- Somos muy buenos amigos, excelentes amigos, ¿Te gusta la respuesta?
- Me encanta.
Cuando terminaron el vals, Dumitrescu le dio a Sandes un enorme Queso Gruyere, uno más…
- Tíralo en tu próximo asesinato.
- ¿Y quien será mi próxima víctima?
- Alguna desconocida, que encuentres en una estación de servicio, o mejor dicho dos, les cortas la cabeza con el machete, y les cambias la cabeza, ya lo hiciste cuando empezabas a ser Quesón, y asesinastes a una maestra y a una prostituta, les cambiaste las cabezas, hacelo de vuelta.
- Tenés razón, lo haremos con dos desconocidas primero, y con famosas despues, ¿Qué le parece? No será Godoy será con otras. Pueden ser cinco o seis, podemos llamar a Carlos Schattmann y a Carlos Delfino, por ejemplo.
- A Orlok le gustará – dijo Dumitrescu – aunque no será fácil encontrar cinco o seis famosas, vos y tus amigos Quesones han asesinado a muchas en estos tiempos..
- Sí, hemos asesinado a muchas, demasiada tal vez, pero los Quesos tienen tantos agujeros, que uno más, uno menos, no se nota ¿Orlok? ¿Quién es?
- Ja, ja, estas muy curioso Carlitos, vete, vete, que el partido de básquet va a comenzar.
Y muy contento, Carlos Matías Sandes se fue del Hotel. Colorín Colorado, otro Queso se ha tirado.
un relato clasico esta bueno Sandes siempre tan sanguinario aunque esta vez fue benevolente y no le corto la cabeza... como la atrapó con la zapatilla y los pies!
ResponderBorrarJA JA JA AL PRINCIPIO NO ME GUSTABA MUCHO SANDES PERO AHORA ESTA SIENDO UN BUEN QUESON
ResponderBorrartodo bien pero ya casi no quedan minas para quesonear las mataron a todas, ya no queda nadie ni para un queso rancio
ResponderBorrarEspero que Lady Dumitrescu no se olvide de las mucamas vampirizadas, tiene que alimentarlas sino quiere que queden en estado de inanición.
ResponderBorrarMe gustó que la Lady la haya llevado a la trampa. Entiendo que es noble por casamiento, eso justifica que haya hecho trabajos de limpieza. Pero que esté en diversos trabajos, con el dinero, poder que tiene, me hace sospechar que trabajó de espía.
Me gusta toda la intriga, como Pia fue llevada a la trampa. Seguro que ella es así, lo fue, hasta que cayó en la trampa del placer. Disfrutó, dio placer, hasta que fue desintegrada, practicamente, toda una fatality.
Es cierto, era una víctima para Delfino. Para compensarlo, le podrían otorgarle a Flor Ventura, modelo.
¿Cómo no hay conflictos con la Lady?
Todavía hay famosas que no han sido tenido en cuenta. De no ser porque eso las está salvando de ser quesoneadas, se ofenderían.
Podría ser Heide Klum, si la carcelera no se opone.
Las Santillanas podrían pedir que una de ellas, la que conduce Telenoche, se convierta en Gerente de Noticias. Porque revelaran la especial agenda que tenía la Santillán original, con famosas con las que se seguía contactando. Una famosa que estuvo en Causa común como invitada es Cindy Crawford. Hizo algún video de gimnasia, su forma de moverse podría atraerle a Orlok. Otras famosas internacionales posibles, Sofía Vergara, Iggy Azalea.
Podría haber alguna famosa poco atractiva, que merezca ser quesoneada con toda saña. Como Claribel Medina.
Una razón más para no quesonear a Mora Godoy, para que le enseñe a bailar a Sandes, así no sigue pisando a Lady Dumitrescu.
ResponderBorrar¿Sandes celoso? Toda una revelación. El basquetbolista y la dama vampira, una historia que no se le ocurrió a la productora Hammer.
Otra famosa para quesonear
Dallys Ferreira
https://bonitasargentasydelmundo.blogspot.com/search/label/%28INT%29%20DALLYS%20FERREIRA
dada la descripción de la zapatilla apestosa de Sandes podría haber un relato dónde los Quesones hacen un concurso para ver quien tiene más olor en los pies... claro mientras el concurso avanza van amasijando minas
ResponderBorrarPodrían ser las bailarinas de Sábado bus, salvo Jujuy Jimenez y Eliana Guercio, que ya fueron quesoneadas. Y tal vez Alexandra "La sueca" Larsson, que podría ser protrgida por Carlos Bossio, ya que es futbolista, o por otro Carlos quesón.
Borrarhttps://www.youtube.com/watch?v=eP8E-sffNeE
https://www.youtube.com/watch?v=Lf82g4nXgoY
Da para que hagan toda una gran masacre. Habría sangre para reserva para el trío de vampiras. Y para las mucamas de Lady Dumitrescu.
Y hasta algún cuerpo podría ser usado para unirlo a una cabeza de una famosa, como Pia Slapka. Al estilo de La novia de Frankenstein. Experimento que podría hacerse con Sabrina Garciarena.
Alguna famosa que todavía sigue viva.
Fabiana Araujo, que podría ser capturada por una banda de motociclistas, dirigida por Jowie Campobassi.
Patricia Echegoyen
la sueca Larsson debe ser asesinada por Carlos Bossio, si bien es el estilo de las víctimas de Carlos Delfino, Larsson se asemeja bastante a Ingrid Grudke, quesoneada por Bossio, su asesinato puede estar incluído en esa masacre, con la carcel y todo, obviamente las jau match, estoy medio falto de ideas, muchas minas quesoneadas en este último tiempo, pero puede salir
BorrarUna idea para incluir, que el contrato incluya que bailen con una canción modificada de Saracatunga, cuyo significado descubren demasiado tarde.
BorrarTodas queremos ser quesoneadas,
ser quesoneadas ser quesoneadas.
Todas queremos un queso de vos.
Toodaass queremos un queso de voooos.
La formación fue cambiante, el programa se fue y volvió pero hay alguna idea de cuantas fueron
Borrarhttps://www.clarin.com/espectaculos/chicas-saracatunga_0_H19zzIcgCtg.html