El Asesino de Sabrina Garciarena, Sofía Clerici, Tamara Paganini, Natalia Fava, Loly Antoniale y la Señorita Cluney
Gran conmoción había producido la muerte de Cristina Pérez. Aunque se trató de un asesinato, de un crimen Quesón, decimos “la muerte” y no el asesinato, porque para las autoridades se trató de un accidente, una suerte de suicidio no intencional, provocado por la frenética obsesión de la periodista por la obra “Macbeth”. Muchas videntes, brujas y astrologas de gran fama por los programas de TV hablaban de “la Maldición de Macbeth”.
Mientras tanto, el basquetbolista Carlos Delfino, con sus dos metros de altura y sus pies talle cincuenta, se encontraba en el país, disfrutando de unas vacaciones en Santa Fe. Curiosamente durante su estadía en la capital de su provincia, tres mujeres fueron degolladas y sobre cada uno de esos cadáveres el asesino había tirado un Queso. “El Quesón esta de regreso” titularon algunos medios santafesinos.
Carlos regresaba a Italia, donde residía por razones de su deporte, el básquet, el Fortitudo Bologna, equipo con el que había logrado el ascenso, pero antes de tomar el avión a Roma, pasaría un par de días en Buenos Aires.
Dicen que el basquetbolista residió esos días previos a regresar a Italia en un Hotel de Puerto Madero. Por esas cosas que tiene la vida, se encontraba de casualidad ahí el periodista Germán Paoloski.
- ¡Qué olor a Queso que hay acá! – exclamó Paoloski – mientras olía la fuerte fragancia que parecía invadir el hotel.
- ¿Vio, German? – le dijo el mozo que le servía un café en el bar del hotel – Desde que esta el basquetbolista Carlos Delfino hay este olor.
- ¿Está Carlitos Delfino aca? ¡Lo hacía en Italia! – dijo Germán, justo en ese momento, el basquetbolista entró al bar, el olor a Queso era impresionante.
A medida que caminaba y desplegaba sus enormes y gigantes pies, el “Lancha” despedía un fuerte aroma realmente asfixiante y penetrante. Pocos lo soportaban, muchos se desmayaban a su paso. El propio Germán debió ponerse los dedos sobre la nariz, y sintió deseos de ponerse una escafandra, un equipo de oxígeno, para respirar. Con gran esfuerzo, y como en trance, Germán se acercó a Carlos.
- ¡Hola Carlos! – le dijo Paoloski a Delfino.
- Hola ragazzo – le contestó Delfino – discúlpame pero a veces mezclo palabras de español e italiano.
- Medio agrandadito Carlitos – pensó Germán.
- Vos sos de Fox Sports, te conozco de ahí – le dijo Carlos a Germán.
- Ahora estoy en Telefé, ¿No aceptas venís a hacer una entrevista al Canal? Dale, te espero, vos sos una gran figura de nuestro deporte.
- Dale, dale, voy.
Combinaron un horario. Carlos se acercó a los Estudios de Telefé. Un fuerte olor a Queso invadió los mismos. Carlos se bajó de la camioneta que conducía. Se acercó a los Estudios, mientras caminaba, se cruzó con una bella gitana.
- ¡Carlillos! – le dijo la gitana - ¡Dame tu mano, te diré la buena fortuna!
Carlos extendió su mano, una enorme mano, los que tiene pies grandes, tienen también manos muy grandes. La gitana leyó la mano del basquetbolista.
- Vaya, vaya, eres un asesino. Has asesinado a muchas mujeres. Has tirado muchos Quesos.
- Por supuesto, señora gitana, soy Carlos Delfino, el basquetbolista asesino.
- Sigue tu camino Carlillos, veo mucha sangre, mucho Queso en vuestro futuro.
La gitana se apartó del camino de Carlos, mientras el basquetbolista avanzó hasta los Estudios. Una mujer, de pelo rubio, con anteojos, pinta de secretaria de gerente o de profesora de inglés, actuaba como recepcionista.
- Buenas tardes – le dijo la señorita Cluney, tal era su apellido.
- Buenas tardes – dijo Carlos, y observó a la Señorita Cluney con gran asombro, era rubia, le hizo acordar a Valeria Mazza, a Brenda Gandino, a Julieta Prandi, a Romina Manguel… el basquetbolista sintió como que algo tocaba su fibra íntima – soy Carlos Delfino, vengo a la entrevista con Germán Paoloski, para “Actualidad Deportiva”.
- A ver espere señor Carlos – dijo la Señorita Cluney mientra observaba la computadora – bien, señor Carlos, va a tener que esperar, el conductor de “Actualidad Deportiva” esta algo retrasado.
- Espero – dijo Carlos, que pensaba “con ese nombre ese programa debe ser una mierda, para que carajos acepte venir aca”.
Carlos se sentó, el olor a Queso era impresionante. La señorita Cluney creyó que no lo aguantaba. Los minutos pasaban, Carlos empezó a impacientarse, Paoloski no llegaba, se paró para preguntarle algo a la Señorita Cluney. En ese momento, llegaron a los Estudios Mariana “Loly” Antoniale y Tamara Paganini, sí, la ex de Jorge Rial y la ex Gran Hermano 2001.
- Buenas tardes, vengo al homenaje a Cristina Pérez – dijo Antoniale.
- ¿Homenaje a Cristina Pérez? – preguntó la Señorita Cluney.
- Sí, esta anunciado en todos los canales, Telefé le hará un Tributo, una versión de “La venganza de Lady Macbeth”.
- No estoy informada – dijo la Señorita Cluney, siempre sentada en su lugar, consultada su agenda - ¿Usted señorita que espera? – preguntó la profesora de inglés dirigiéndose a Paganini.
- Un tributo a Gran Hermano 2001. Me convocaron hoy.
- ¿Quién la convocó?
- Una dama con acento español.
- No tengo nada en mi agenda.
No terminaba de decir esas palabras cuando llegó al lugar Natalia Fava. Carlos, silencioso, observaba la escena. Estamos hablando de Natalia Fava, otra ex Gran Hermano 2001.
- Buenas tardes vengo al homenaje a Gran Hermano 2001 – dijo Fava.
- ¿Vio Señorita Cluney? – dijo Paganini – Yo no fui la única convocada, también convocaron a esta.
- ¿Esta? – dijo Natalia Fava - ¡A ver piba si te referís a mi con más cuidado!
La Señorita Cluney pidió calma, y se siguió fijando en su agenda, pero en ese momento, una nueva persona, Sofía Clerici, la ex amante de un ex candidato a presidente y ex gobernador bonaerense, no diremos su nombre ni apellido, nos referiremos a el como “el Manco”, llegó al lugar, mientras Fava discutía con Paganini.
- Buenas tardes, vengo al Homenaje a Cristina Pérez, “La maldición de Lady Macbeth”, he sido convocada.
- A mí me dijeron que era “la muerte de Lady Macbeth” – dijo Antoniale.
- ¡Calma, Calma! – dijo nerviosa la Señorita Cluney – en mi agenda no figura ni el tributo a Cristina Pérez ni el homenaje al Gran Hermano 2001.
Carlos Delfino se paró, y las cinco mujeres casi se desmayan por el olor a Queso que despedían sus gigantescos pies, el basquetbolista, muy ofuscado, dijo:
- ¿Va a venir o no va a venir Germán Paoloski? ¡Me clavó aca! Mi tiempo vale. ¡Esto es una vergüenza! Vale mucho mi tiempo.
- Tranquilo Carlitos – le dijo una voz femenina que le tocó la cintura, el basquetbolista se dio vuelta y vio frente a el a Sabrina Garciarena, la esposa de Germán Paoloski – Disculpalme Carlos, pero Germán se va a retrasar.
- Mira, a mí no me importa, mi tiempo vale, vale mucho – dijo Carlos.
- Es que todo Telefé esta impactado por lo de Cristina Pérez.
- Si le tiraron un Queso, bien tirado el Queso esta – dijo Carlos – Lo siento chicas, pero yo me voy.
- Que se vaya – dijo Sabrina Garciarena. El basquetbolista dio media vuelta y se fue de la recepción de Telefé.
El basquetbolista abandonó el lugar y se dirigió a la camioneta, abrió el baúl, y se pusó guantes negros en sus manos, sacó una enorme bolsa, y regresó a la recepción de Telefé. Los dos guardias que servían de custodias quedaron desmayados ante el olor a Queso del basquetbolista. La Señorita Cluney observó otra vez a Carlos.
- ¿Y las demás mujeres? – dijo el basquetbolista.
- Fava y Paganini en el Estudio 1, en el homenaje a Gran Hermano 2001; Garciarena en el Estudio 2 ocupándose del programa de Paoloski; Antoniale y Clerici en el Estudio 3, en el Homenaje a Pérez, en “La Maldición de Lady Macbeth”.
- Gracias – dijo Carlos – es la información que necesitaba.
Carlos se puso detrás de la Señorita Cluney, que absorta en su trabajo, siempre obediente, no se dio cuenta de nada, pensó que Carlos se había ido. De repente, la Señorita Cluney sintió un frío filoso en su cuello, miró y vio que un enorme cuchillo estaba sobre su cuello… ¡raaaaaaajjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj! Carlos le cortó el cuello en forma profunda, dándole un tajo contundente de izquierda a derecha, y otro corte aún más profundo, de derecha a izquierda, la sangre brotó por todas partes. Carlos agarró el cuchillo y ¡zas! se lo clavó a la señorita Cluney en el cuello de izquierda a derecha.
- Queso – dijo Carlos Delfino mientras agarraba un Queso de aquella bolsa y lo tiró sobre el cadáver de la Señorita Cluney.
Con la impunidad que caracteriza a los grandes asesinos, Carlos se dirigió al Estudio 1, donde estaban Fava y Paganini, el Homenaje a Gran Hermano 2001. Carlos entró al Estudio, vio que no realmente un estudio televisivo, sino una especie de gran quesería, había Quesos de todo tipo y especie, por todos lados.
- ¡Es una Bodega de Quesos! – dijo una voz femenina. Carlos se dio vuelta, era la voz de Tamara Paganini.
- ¿Es verdad lo del Tributo a Gran Hermano 2001? – preguntó Carlos.
- Para mí, todo esto es una trampa – dijo Natalia Fava – Nos trajeron a una trampa, como en la película “Cubo”, ¿A quien le puede importar un homenaje a Gran Hermano 2001? ¿Cómo pudimos caer en semejante estupidez?.
- No sé si será una trampa o que será, lo que sí es que las voy a quesonear – dijo Carlos Delfino, con gran rapidez como si fueran triples de un partido de básquet, el basquetbolista agarró una horma de Queso Emmenthal y lo tiró sobre Fava, al mismo tiempo agarró un Queso Parmesano y lo tiró sobre Paganini. Las dos mujeres quedaron inconscientes por los dos impactos. El basquetbolista, con gran frialdad, sacó unas sogas de sus bolsa, y las ató de pies y manos.
Reducidas Fava y Paganini, Carlos Delfino salió del Estudio 1, y se dirigió al Estudio 3, donde estaban Loly Antoniale y Sofía Clerici, en “La Maldición de Lady Macbeth”. Las dos minas estaban ahí en el Estudio 3, esperando ser convocadas para participar del famoso tributo, pero nada tenía.
- Hola Chicas – dijo Carlos Delfino.
- Hola – dijo Clerici - ¿Vos aca otra vez? ¡Vos sos el basquebtolista que tiene olor a Queso! ¡Como apestan tus patas!
- ¿Viste como apestan? – dijo Carlos - pero más apestaran ahora, vengan, vengan.
Carlos Delfino se fue al Estudio 1, motivadas por un extraño instinto, Antoniale y Clerici siguieron al basquetbolista, cuando entraron al mismo, Carlos les tiró los Quesos como si fuesen triples de básquet, un Queso Gruyere impactó sobre Antoniale, otro Queso, un Pategras, sobre Clerici, con el impacto de los Quesos, las dos minas quedaron desvanecidas, y Carlos las ató, de pies y manos, al lado de Fava y Paganini.
Carlos iba ahora por Sabrina Garciarena, a buscarla al Estudio 2, pero para su sorpresa, la mujer de Paoloski llegó sola al Estudio 3.
- ¡Carlos! – dijo Garciarena - ¿Qué significa todo esto?
- Queso – dijo Carlos, y le tiró una horma de Queso Maasdam, un queso holandés de enormes proporciones, otro triplazo del básquet, entonces la redujó, y tras hacerlo, la ato de pies y manos.
Las cinco mujeres quedaron atadas, sobre el piso, con cadenas, con Garciarena en el centro, Fava y Paganini a la izquierda, Clerici y Antoniale a la derecha. Carlos agarró su celular y le mandó un mensaje a Germán Paoloski.
- Hola Germán, me hiciste venir a una entrevista que nunca existió, te pensas que mi tiempo no existe, que mi tiempo no vale, mira lo que le hago a tu mujer – y Carlos sacó un cuchillo y lo puso sobre la garganta de Garciarena, rozandoselo – a ver Germán que haces ahora, ja, ja, soy Carlos, Carlos Delfino, el Basquetbolista Asesino, el Quesón, el asesino de Brenda Gandini, Cecilia Bonelli, Florencia Bonelli, Valeria Mazza, Julieta Prandi, Silvina Luna, Zaira Nara, Leticia Bredice, Yanina Latorre, Alejandra Magliatti, Soledad Fandiño, Connie Ansaldi, Calu Rivero, Marcela Pagano, Laura Fidalgo, Tini Stoessel, Oriana Sabatini, Jazmín Stuart, Dolores Fonzi, Gimena Accardi, Melina Petriella, Romina Manguel. #Queso, #Queso #Queso #Queso – mientras decía “Queso” Carlos, vestido iba rozándole el cuchillo primero, la katana después a cada una de las cinco prisioneras.
Paoloski recibió el video y gritó de espanto:
- ¡Socorro! ¡Carlos Delfino dice que va asesinar a mi mujer! – desesperado, Paoloski recurrió a la aplicación “Peligro Queso”, una gran patrulla se dirigió al lugar, pero el lugar era equivocado, el GPS de Delfino tiró una pista falsa.
- ¡Oh, no, este basquetbolista las va a asesinar a todas! – exclamó Paoloski.
Carlos Delfino, con los pies descalzos, comenzó a someter a las cinco prisioneras a sus pies, les puso sus gigantescos pies sobre el rostro de cada una, siempre con la katana en la mano, primero el izquierdo, después el derecho, el olor a Queso era impresionante, primero Fava, después Paganini, la tercera fue Clerici, la cuarta Antoniale, y la quinta Garciarena. Las cinco olieron, besaron, lamieron y chuparon los pies de Carlos Delfino, el basquetbolista las sometió a sus pies, las cinco quedaron como en trance, como drogadas, esperando al basquetbolista.
Carlos entonces se acercó a Tamara Paganini, se tiró sobre ella, con un cuchillo, le fue cortando la lencería, en forma detenida y minuciosa, ¡zas! con un tajo le cortó la bombacha, y le chupó la concha, con otro tajo ¡zas! le cortó el corpiño y el chupó las tetas, le hizo caricias en todo el cuerpo, Paganini le chupó la pija, entonces el la penetró por la concha, una relación sexual muy intensa.
- Excelente Tamara Paganini – dijo Carlos Delfino – pero ahora morirás.
¡Raaaaajjjjjjjjjjjjjjj! Carlos sacó el cuchillo y le cortó el cuello a la ex Gran Hermano, en forma salvaje.
- Queso – dijo Carlos Delfino mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Paganini.
Natalia Fava observó con terror como el gran basquetbolista había asesinado a su ex compañera de Gran Hermano 2001. Carlos levantó la katana, Fava pensó que la iba a partir en dos, pero no, con la katana, le arrancó la ropa, y empezó a hacerle masajes en todos el cuerpo, le chupó las tetas, la concha, entonces la penetró por la concha. Carlos dejó la katana de lado y tomó el cuchillo, uno igual al que usó para asesinar a Paganini.
¡Raaaaajjjjjjjjjjjjjjj! Carlos sacó el cuchillo y le cortó el cuello a la ex Gran Hermano, en forma salvaje como había hecho con su compañera.
- Queso – dijo Carlos Delfino mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Fava.
Aterradas, las otras tres prisioneras observaron los dos asesinatos. Carlos se pusó delante de Antoniale, katana en mano, la miró en forma despectiva, como un asesino miró a su víctima, cuando Antoniale creyó que la iba a asesinar, Carlos se dirigió a Clerici, y le dijo:
- A ustedes las cojó juntas, ja, ja.
Con la katana, Carlos le arrancó la ropa a Antoniale y a Clerici, les empezó a chupar las tetas, la concha, a las dos juntas, las acarició, les hizo masajes, caricias, cosquillas, con los pies las cogió juntas, con el pie derecho cogió a Antoniale por el culo mientras con la pija la cogió a Clerici por la concha, despues la cogió a Antoniale por la concha con la pija y a Clerici con el pie izquierdo por el culo.
Carlos agarró la katana y ¡raaaajjjjjjjjjjjjj! de un solo movimiento, le provocó una fuerte herida a las dos juntas, agarró la katana, y ¡zas! una profunda herida en el cuello de Antoniale, otra en el de Clerici, después otra en el cuello de Antoniale, otra en el de Clerici, y con el otro katanazo, ¡zaaassssss! le arrancó la cabeza a la dos.
- Queso – dijo Carlos Delfino mientras tiraba el Queso sobre el cadáver decapitado de Clerici.
- Queso – dijo Carlos Delfino mientras tiraba el Queso sobre el cadáver decapitado de Antoniale.
Presa del pánico, Sabrina Garciarena quedó sola ante Carlos Delfino, que se fue acercando a ella en forma lenta y sigilosa. Con la katana ensangrentada con la sangre de Antoniale y Clerici, Carlos le arrancó el vestido a Garciarena, y se tiró sobre ella, tras acariciarla y tocarle todo el cuerpo, la cogió por la concha con salvajismo y furia. Al terminar, Garciarena miraba aterrorizada a su asesino. Carlos blandió la katana dispuesto a asesinar a Garciarena. Le iba a arrancar la cabeza.
- ¡No Carlos no! ¡Con ella no! ¡Habrás asesinado a las demás, a Valeria Mazza, a Zaira Nara, a Tini Stoessel, y a todas, pero con ella no!
Para sorpresa de Carlos Delfino ante el estaba… ¡Germán Paoloski! Sí, el periodista, con una ametralladora.
- Soltala Carlos, soltala, hoy te toco perder.
- ¿Me tocó perder? ¡Asesiné a cinco minas!
- Pero no podrás asesinar a Sabrina, a ella no, se termina tu reinado Carlos – dijo Germán, el periodista se puso delante de Delfino, dispuesto a disparar – no quiero matarte, Carlos, sos una gloria de nuestro deporte, te aseguro que si le perdonas la vida a Sabrina, tendrás un juicio justo, entregate Carlos.
- ¡Nooooooooooooooooooo! – gritó Carlos Delfino, y agarro un Queso, tirándoselo a Paoloski como si fuera un triplazo, el periodista cayó desvanecido.
- Ahora sí – dijo Carlos blandiendo la katana ante Garciarena.
- ¡Nooooooooooooooooo! – gritó espantada Sabrina Garciarena.
De un preciso katanazo, hecho con furia criminal, Carlos le cortó la cabeza a Sabrina Garciarena.
- Queso – dijo el basquetbolista, tirando el Queso, mientras su obra terminaba en forma triunfal.
El asesino se fue de la escena del crimen con gran rapidez, directo al Hotel de Puerto Madero, y de ahí a Ezeiza, para regresar a Roma. Una dama española ingresó a la escena del crimen y comenzó a cantar sus canciones españolas, regocijándose con la sangre de las seis minas asesinadas, la Señorita Cluney, Tamara Paganini, Natalia Fava, Sofía Clerici, Mariana Loly Antoniale y Sabrina Garciarena. Mientras se regocijaba, esta dama, cantaba sus canciones españolas, populares pasodobles y sevillanas.
Germán Paoloski volvió en sí y vio ante el a la dama española:
- ¿Quién es usted? ¿Qué hago aca?
- Soy La Marquesa de Avila, niño, y aquí tienes la cabeza de vuestra amada.
- ¡Noooooooooooooooooo! – gritó Paoloski al ver la cabeza decapitada de Garciarena en sus manos.
Dicen que a raíz de esto sufrió un colapso y lo internaron de urgencia. Se recuperó y volvió a su labor periodística, pero sufrió amnesia, olvidándose toda su relación con Garciarena.
La Marquesa de Avila fue a Ezeiza. En la TV mostraban al Comisario Miguel hablando con los medios:
- Es la Maldicion de Lady Macbeth. Esto provoco estos asesinatos. Debemos mantener la calma. Llamó a los medios a mantener la calma, la prudencia y el silencio, esperemos que la Maldición de Lady Macbeth termine aca.
En Ezeiza, la Marquesa de Avila, se cruzó con Carlos Delfino, despues que este hiciera el check in…
- Caaaaarrrloooossssssss, te mereces el Queso de Oro.
- No lo sé, Marquesa, Bossio, Lobbe y Sandes son buenos Quesones.
- Portate bien Carlos, no asesines a las azafatas, te lo pido por favor, en este vuelo, son nuestras clones, las Santillanas.
- Gracias por avisar Marquesa, de lo contrario… decían algo que no me gustaba y raaaaajjjjj les cortaba el cuello. #Queso.
Esta vez hasta la Marquesa de Avila, que no le tenía miedo a nada, tembló a escuchar la manera en que Carlos Delfino dijo “Queso”.
El avión fue un auténtico placer para Carlos, que viajo en primera clase y las "Santillanas", las azafatas, lo sirvieron de maravillas, dandole de beber los mejores champagnes y de comer los mejores Quesos, además de hacerle cosquillas en los pies, olerselos, besarlos, chuparlos y lamerlos todo el tiempo como a Carlos le gusta.
El vuelo a Roma llegó sin contratiempos, pero solo diremos que en Fiumicino, el aeropuerto de la capital italiana, aparecieron degolladas dos minas, una vendedora de café y una azafata de otra línea área, Carlos, una vez más, dejó su marca por ahí.
- #Queso – dijo Carlos Delfino, el Basquetbolista Asesino.
Carlitos Delfino otra vez sanguinario tirando quesos por todos lados desatado un psicopata un demente del basketball
ResponderBorraruna máquina de asesinar Carlos Delfino ¿El mejor Quesón?
ResponderBorrara mí no me joden para mí este carlos delfino es Quesón en la vida real
ResponderBorrarDONDE DELFINO PONE EL QUESO PONE LA KATANA
ResponderBorrarlas imágenes de Carlos Delfino parecen hechas a propósito para este blog es quesón viejo en serio este se la pasa amasijando minas y tirando quesos
ResponderBorrarToda una masacre, casi que podría terminar con las Spice Girls, el solo. Lo cual tiene su aspecto morboso y su lado negativo, fue un acaparador, un par podrían haberle quedado a otro Carlos, si pasaba por ahí.
ResponderBorrar¿Acaso tenía que matar a la recepcionista? Los demás que vayan se quedaran sin quien los informe.
Estuvo bien lo del corte de ropa, arrancárselas a cada una, disfrutando del sexo, con la potencia de los quesones. Y exterminarlas. A esas pueden arrojarlas a las palometas del río Paraná. O convertirlas en fertilizante para el jardín Botánico.
Hay que ser muy malo para quesonear a Sabrina Garciarena, aun siendo un quesón. Tal vez debió haber pasado más tiempo con ella. Y que fracaso Germán, para salvar a su mujer. Espero que sea vampirizada y clonada, no sobran las actrices talentosa y tan atractivas.
Delfino parece estar a punto de salir de control, de romper incluso las reglas de los quesones. No debería atemorizar a la Marquesa, una patrocinante como Lady Dumitrescu. Tal vez deba recibir una advertencia, amenazarlo con asignarle víctimas menores, como Laura Azcurra.
Las Santillanas como azafatas, un hallazgo, supongo que deben de ser más de cuatro. Alguna debió quedar en el noticiero de Telenoche, remplazando a la original.
El Mejor quesón podría estar entre los estranguladores, como Elder y Roa. Eisler también tiene sus méritos.
me gusta lo que dice el Fauno que asesine a las Spice Girls en Italia que a Carlos Delfino le gusta estar ahí las mata con la katana y queso queso queso queso
ResponderBorraren el cuento Carlos Delfino asesina a once mujeres, tres en Santa Fe, seis en el cuento y dos más en Fiumicino, en el avión no asesina a nadie porque estaban las Santillanas, es un asesino depredador este Carlos Delfino a cuantas mujeres asesinó?
ResponderBorraryo creo que asesinaría con gusto a Laura Azcurra y a las Spice Girls...
yo creo que no es que Carlos sea muy malo el chabón es Quesón solo le importa asesinar y el lo hace sin remordimientos reduciendo a sus víctimas a... Queso
a Pía Slapka la quesonearon? si no lo hicieron (creo que no) que lo haga Carlos Delfino me parece el Quesón ideal para esta mina
ResponderBorrarValentina Ferrer otra buena candidata pero me parece mejor que el quesón sea Carlos Ignacio Fernández Lobbe
ResponderBorrarMe parece mejor para Carlos Machado. Asesinó a Alessandra Ambrosio y otras 3 modelos de Victoría'Secret.
Borrarla señorita Cluney es o fue un personaje de Twitter muy interesante que Carlos Delfino la asesine solo por el placer de asesinarla
ResponderBorrargran cortador de cuellos y cabezas Carlitos Delfino
ResponderBorrarquien es el Quesón que más minas asesinó? Carlos Delfino?
ResponderBorrarCreo que podría haber conflictos entre Carlos, Sandes tiene una proximidad con Lady Gumitrescu y tal vez con la Marquesa de Avila, bailó con ambas, pisándolas. Aunque es curioso que la Marquesa sintió lástima por Silvina Escudero. Y defendió a las Santillanas, que podrían ser muy útiles para los quesones, la que remplaza a la original podría desmentir asesinatos, como leyendas urbanas.
ResponderBorrarFlorencia Bonelli creo que no fue quesoneada. Esa escritora podría ser una futura víctima. Como Florencia Canale. No menciono que famosa quedaría mejor fuera de las víctimas, porque capaz que a otro comentarista le parece bien que la incluyan.
Carlos Delfino en su máxima expresión, siempre tirando Quesos múltiples, muy buen relato, hay que seguir reciclando
ResponderBorrareste es el relato donde la Marquesa de Avila siente temor por Carlos Delfino, recordaba eso, pero no en que relato era, ¿no hay otro donde es Dumitrescu la que le tiene miedo a Delfino?
ResponderBorrarme imagino a Delfino entrando con sus patas y la katana, amasijando a cuanta mina se le aparece por adelante, como si tirara triples en un partido de basket, y sacando del sudor de sus pies, los quesos que le tira a las minas que amasija
ResponderBorrarbello relato
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