El Asesino de Cristina Pérez
Todos conocemos a Cristina Pérez, la conductora del noticioso de Telefé, pero poco se sabe del perfil actoral de esta periodista, al punto de que es fanática de Shakespeare, principalmente de “Macbeth” uno de los grandes clásicos del autor inglés. Su sueño era interpretar dicha obra en Londres, en el famoso Teatro Globe, a orillas del Támesis.
Dicen que una noche, Pérez salía de conducir el noticiero de Telefe, se subió al auto, arranció, avanzó un par de cuadras, y de repente, lo que parecía ser una anciana, se cruzó por el camino. Pérez casi la atropella: frenó de golpe.
- ¡Casi la atropelló señora! – siempre muy políticamente correcta la Pérez - ¡Por favor no quiero sumar una víctima más a la larga lista de víctimas de accidentes de tráfico!
A primera vista, Pérez creyó que estaba hablando con una anciana, pero cuando la mujer casi atropellada la miró a la cara, se encontró con una mujer de agraciada belleza.
- Nuți face griji – dijo la mujer, que ahora parecía ser una muy bella dama de la alta sociedad.
- No entiendo nada – dijo Cristina.
- Te hablé en mi lengua, soy rumana, soy Lady Dumitrescu, sé de tu interés por Macbeth, de representarla en Londres y también en Glasgow, estoy dispuesta a financiarla, te daré la suma que necesitas. En el estreno estará la Reina Isabel de Inglaterra, la Queen Elizabeth, la reptiliana… perdón su majestad.
- ¿En serio? ¡No lo puedo creer!
- Mañana te espero a la tarde en el teatro “Pepe Arias”, un teatrucho de aficionados perdido en el barrio de Boedo.
- Tengo el noticioso, en nuestro noticiero haremos lobby para que haya una ley que prohíba la venta libre de Queso, sabe lo que esta pasando con los asesinatos Quesones, muchas minas ya han sido asesinadas, quesoneadas, queremos que sea obligatoria la presentación del DNI cuando se adquiera Queso, en cualquier cantidad y variedad.
- Buena idea – dijo Lady Dumitrescu – pero sí Macbeth te interesa, te espero en el teatro, es un ensayo. Pedí licencia, médico, hace paro, lo que se te cante la concha, pero te espero, me voy.
- ¡Señora! – dijo Pérez mientras Dumitrescu se esfumaba de su vista.
La conductora de Telefé regresó a su departamento tan obsesionada con Macbeth, que ya no pudo pensar en otra cosa, en ninguna otra cosa. Al llegar a su lujoso edificio de Puerto Madero, Pérez se disfrazó de la ropa de Lady Macbeth y empezó a recitar toda la obra, interpretando a todos los personajes, por momentos en español, por momentos en inglés, tal como la escribió Shakespeare. Pérez no durmió en toda la noche, y cuando llegó el día, informó a Telefé que no iría aquel día: “no tengo ganas de ir, me tomó el día, ya hablaré con el sindicato” dijo.
Tras dormir unas tres o cuatro horas, ya con la luz del sol de la mañana, Pérez fue al teatro Pepe Arias. La recibió Lady Dumitrescu, y para su sorpresa, junto a ella estaba Jowie Campobassi, presentadora de espectáculos de Telefé.
- ¿Vos acá? – dijo sorprendida Pérez.
- Sí, Cristina, siempre te tuve ganas y vos lo sabes.
- Las dejo solas, ya habrá tiempo para Macbeth – añadió Lady Dumitrescu.
- ¡Nooooo! – dijo Pérez - ¡Quedese Lady Dumitrescu!
- ¿Qué te pasa, piba? ¿Me tenes miedo? ¿Le tenes miedo a mí, la tatuada periodista de espectáculos? – Campobassi se desnudó ante Pérez. Quedaron las dos solas en el escenario del “Pepe Arias”.
Sin ningún tipo de freno, Campobassi se acercó a Pérez y empezó a tocarle las tetas, le hizo caricias en todo el cuerpo, la conductora no se resistió, sintió placer y prefirió callarse, tenía gozo, por eso dejo que Campobassi la tocara y chupara en todo el cuerpo: pies, pierna, concha, espalda, torax, pechos, boca, rostro. Pérez no lo pudo creer. Pérez, atraída por un extraño impulso, le hizo exactamente lo mismo a Campobassi.
- Incorporaremos esto a esta versión de Macbeth, tu seras Lady Macduff, Campobassi – dijo Dumitrescu, que reapareció en escena.
- ¡Ay, esto! – dijo Cristina avergonzada - ¡Qué no se divulgue!
- Ja, ja, ja, ja – río Dumitrescu, con sarcasmo – bueno queridas niñas, les presentó a Carlos Angel Roa, “Lechuga”, el apocalíptico arquero de Racing y Lanús en los 90, arquero de Argentina en Francia 1998.
- Le dirán “Lechuga” pero qué olor a Queso tiene – pensó Pérez, dado que cuando la corpulenta figura de Carlos (1,86 metros, 47 de calzado) un fuerte olor a Queso invadió la sala del Teatro.
- El fin está cerca, no será hoy, no será mañana, quizás tampoco el año próximo, pero el fin está cerca, estamos viviendo los últimos días de la humanidad, los últimos días son estos días, el juicio final se aproxima – dijo Carlos Roa.
- Con razón te dicen “Apocaliptico” – le dijo Pérez - ¿Y porqué Lechuga?
- Responde a otro momento de vida, cuando era vegetariano. En realidad no volví a consumir carne, pero ahora debería calificarme de “Quesoviano”, tengo una alimentación basada en el Queso como principal alimento.
- Qué curioso – dijo Pérez – nunca lo sentí.
- Bueno, ahora te estas enterando, los Quesovianos existimos y el Congreso debería legislar nuestros derechos.
- Mejor volvamos a Macbeth – dijo Pérez.
- Las tres brujas seremos Campobassi, la Marquesa de Avila y yo.
- Pensé que Campobassi haría de Lady Macduff – dijo Pérez.
- Hará los dos papeles – dijo Dumitrescu.
- ¿Carlos hará de Macbeth? – preguntó Pérez.
- Sí – contestó Carlos.
La Marquesa de Avila no llegó nunca y el ensayo de la escena de las tres brujas, con el que debía empezar el teatro, se postergó. Campobassi alegó que se iba para cubrir una nota sobre la nueva ley que trataba el Congreso, el subsidio conocido como “Teatro para Todos”, y que consistía en representaciones gratuitas de obras de autores argentinos en los centros de jubilados.
Quedaron solos Carlos Roa y Cristina Pérez. El arquero, fiel a su dieta Quesoviana, sacó un sándwich de su mochila, un sándwich muy suculento, Roquefort, Gruyere, Port salut, Pategras y Parmesano, el “Cinco Quesos”.
- Five cheese – dijo Carlos Roa, a Cristina Pérez que lo miraba.
- Vine entusiasmada a este proyecto de “Macbeth” pero es una cagada.
- No, que va a ser una cagada. Es una versión muy libre. En esta versión, la tiranía del usurpador del trono de Escocia despierta de resentimiento. En represalia, por las muertes masivas, un personaje seduce a la esposa del tirano, para asesinarla. Dumitrescu quiere ponerle el título “Un Queso para Lady Macbeth” pero era poco comercial.
- Me voy a indigestar de Queso, y yo no como esa asquerosidad. Además decenas de minas han sido quesoneadas en estos días, muchas famosas.
- ¿Asquerosidad? La verdad, Pérez, le tienes que dar una chance a esta versión de Macbeth. Mi personaje, el del asesino, seduce a la esposa del tirano con los pies.
- ¿Con los pies? ¡No se puede seducir a alguien con los pies! ¿Cómo lo hizo?
- Así – le dijo Carlos Roa.
El ex arquero de la selección quedó descalzo ante Pérez, que se arrodilló, y entonces cerró los ojos, al abrirlos, vio que los enormes pies de Carlos estaban sobre su rostro, olían muy fuerte, intenso, apestante, asfixiante, Pérez quedó como extasiada, empezó a chuparlos, lamerlos, besarlos, olerlos, empezó a sentir un gozo muy extraño.
- ¡Sí que se puede seducir a alguien con los pies! ¡Qué digo con los pies! ¡Con los Quesos!
- Sí queres, te doy sexo con los pies, con mis Quesos, solo si queres, algo me dice que sos lesbiana, o asexual, o frígida, si lo sos, todo bien, no quiero hacer nada contra tu voluntad…
- A veces soy lesbiana, a veces soy frígida, es cierto, pero dale, cógeme con tus Quesos. Todo lo que hagas será con mi voluntad.
- Espero lo disfrutes, Pérez.
Carlos Roa la cogió con los pies, la penetró por el culo, después cogieron en forma intensa, con pasión, furia y salvajismo, no fue fácil, para Carlos, Pérez no reunía el sex appeal, que sí reunieron otras víctimas suyas como por ejemplo, Carla Conte.
- Te podría estrangular con mis manos, o mejor, con mis pies, mis pies son letales, auténticos Quesos Asesinos - dijo Carlos.
- Te podría estrangular con mis manos, o mejor, con mis pies, mis pies son letales, auténticos Quesos Asesinos - dijo Carlos.
Cristina Pérez quedó tendida en el piso, Carlos Roa se paró sobre ella, puso su pie derecho sobre el pecho de la conductora, y el izquierdo sobre el cuello, y empezó a apretarlos… empezó a estrangularla, no con las manos, sino con los pies, sí, con los pies…
- Aaaaaaajjjjjjjjjjjjjjjjjjjj – comenzó a quedarse sin aire Cristina Pérez.
Mientras Pérez quedaba con el último halo de vida, aún en agonía, Carlos retiró sus pies de encima de la conductora, y bajó una horca del techo del teatro, le puso la soga alrededor del cuello, tras jalar de aquellas sogas y ¡zas! la colgó, quedando Cristina Pérez ahorcada, colgando del techo de aquel viejo teatro.
- Queso – dijo Carlos Roa mientras tiraba el Queso sobre la ahorcada.
- No figurará el ahorcamiento en Macbeht, pero ha sido una obra de arte – dijo Lady Dumitrescu, que regresó a escena.
- Se había convertido en un plomo esta mina, me gustó haberla quesoneado – dijo Carlos Roa.
- ¿Alguna te arrepentiste de haber quesoneado a algún mina, Lechuga?
- Jamás.
- ¡Ja, ja, ja! ¡Tendrás Queso para toda la eternidad aunque los días finales de la humanidad quizás sean estos mismo días! – dijo Dumitrescu.
- El juicio final está cerca. Pocos se salvarán – dijo Carlos – yo soy un Quesón, mi destino está marcado, ja, ja.
El asesino se fue del teatro, Dumitrescu disfrutó de todo aquello. Grande fue la conmoción “Periodista de Telefé ahorcada en teatrucho de Boedo”, “Su pasión por Macbeth la mató”, el Comisario Miguel habló de un suicidio, y cosas por el estilo, se ocultó la presencia del Queso en la escena del crimen. Una vez más, el Orden Quesón ganó. Como siempre. #Queso.
desconocía esta faceta actoral de esta pelotuda
ResponderBorrarmerecía ser colgada
ResponderBorrarpodría tener algunos retoques (veo que los hacen) que las brujas de MacBeth rodeen a Pérez y le ordenen a Roa "debe ser quesoneada, debe ser quesoneada"
ResponderBorrarpensé que tambien quesoneaban a la otra periodista
ResponderBorrarlo único que explica que no la hayan matado es que sea una agente de Dumitrescu
el relato queda frío aunque a lo mejor está bien teniendo en cuenta que la quesoneada no da para muchos más
ResponderBorrarantes era una mina atractiva tenia encanto
Podría agregarse a las clones de Santillán, pidiendo que la quesonee.
ResponderBorrarPobre la conductora de Telefé noticias, se quedó sin actuar frente al público. Y fue una pena, porque más de uno habría disfrutado ese ahorcamiento.
Pero Jowie tuvo placer, podría ser una agente de la Lady, más que el que tuvo Roa. Así que el morbo se cumplió.
Buen relato.
No fue este el caso, pero funciona el morbo de que una famosa sea quesoneada en publico, en teatro o en una filmación de una película. Podría ser algo parecido para Julieta Díaz. La falta de actrices mediocre, por ser quesoneadas, hace que la contraten para alguna serie de Suar, como protagonista indiscutible. Está contenta al volverse más famosas, sin saber que eso la hace formar parte de una lista de víctimas. Es contratada para una película de PIRULI FILMS, haciendo de una asesina de clase alta, que termina siendo asesinada por su cómpice, interpretado por el Carlos asesino. Ella acepta tener sexo para asesinarlo, pero su arma falla. Y termina teniendo una muerte violenta, para el personaje y para Julieta Díaz.
ResponderBorrarUn detalle, se sabe que la actriz tuvo un novio dotado, aunque feo, según dijo ella misma. Así que su asesino tendrá un desafío para impresionarla.
me gusta la idea, es una gran sugerencia, pero el Quesón es Fernández Lobbe, aceptará el rugbier ser actor? además es muy, muy, muy sanguinario
BorrarPodría ser un esbirro, un personaje rustico, que no habla, como un Hulk malvado.
BorrarEl rugbier que acepter las condiciones. No puede ser que haga que Julieta Díaz actúe para el solo.
Se puede tener en cuenta que algunos personajes son hechos por más de un actor, incluso puede ser doblado en escenas de riesgo.
Tal vez sea un error asignarle al rugbier. Tal vez podrías cambiarle el asesino.
Creo que funcionaría mejor con Carlos Belloso, que es actor, para sumarlos a los Carlos asesinos. En Casado con hijos, hizo de un asesino serie, que imitaba a Sandro.
Julieta Díaz podría quedar para un estrangulador. Como Roa o Elder, que tampoco son actores. O Charly Alberti, no sería el primer músico metido a actor.
No me convence que Julieta Diaz sea una victima del queso, es talentosa, parece buena chica, no está en escándalos. Y además sea asignada a uno de los más sanguinarios, por razones similares tampoco me convence que esté Sabrina Garciarena. Me parece que va ser todo un problema escribir esos relatos.
BorrarPodría haber alguna variante a lo que comenté.
-Podría presentarse para un casting, para hacer de si mismo, en una película de otra productora, de una productora que planee que se maten a sus actrices. Neymar hizo de si mismo en xXx: Return of Xander Cage, sin ser actor. Claro que el rugbier sería rechazado, entonces juraría venganza. La raptaría a la actriz, tratándola como a Soledad Solaro.
-Otra variante, es contratado para hacer de si mismo, en una película en que actúe Julieta Díaz. La actriz podría querer incluir un diálogo que describa el ataque de los quesones, como acechan víctimas, podría estar convenciendo a una guionista, que sería una víctima colateral. El rugbier haría todo el procedimiento con la actriz. Y luego mataría a la guionista, en una forma que parezca un suicidio. Así que el crimen de la actriz se le atribuiría a la guionista.