El Asesino de Florencia Raggi
Además de ser un destacado rugbier del club San Albano, Carlos “Charlie” Elder es también un destacado paisajista. Y como tal fue contratado para diseñar un jardín. Se dirigió al domicilio especificado, ubicado en un barrio de las afueras.
Lo atendió una mucama paraguaya, joven, bastante bella para ser sirvienta…
- Buenos días señor, rojaiju, usted es?
- Carlos Alejandro Elder, de profesión paisajista.
- Así, la señora Florencia Raggi lo esta esperando.
- ¿Florencia Raggi? – pensó Charlie Elder - ¿Es que acaso me ha contratado la señora de Nicolás Repetto?
Efectivamente, unos minutos después, ante el estaba Florencia Raggi. Muy bella, por cierto, aunque a Charlie no le causó efecto alguno, el había quedado prendado por la sirvienta.
- Bueno señor Elder, Carlos no es su nombre?
- Ahora iremos al jardín, hay mucho por hacer, la idea es diseñar un jardín tipo Versalles, a lo sumo, algo parecido a la Alhambra de Granada, en España.
- Se trata de dos concepciones muy diferentes. Son dos proyectos totalmente distintos.
- Nico Repetto me dijo que los quiere a ambos. Necesita que usted haga un boceto de ambas cosas. Luego elegiremos cual.
- Yo no tengo problemas. Soy paisajista y puedo hacer los dos diseños. Eso sí, llevará su tiempo y el costo será muy elevado.
- No hay inconveniente alguno señor Carlos, me dijo que se llamaba Carlos verdad, aca lo dejo, comience su trabajo.
A Charlie no le gusto el trato autoritario de Raggi, pero bueno, el que paga ordena. Se puso los guantes negros, comenzó a caminar por el jardín y a hacer anotaciones en una carpeta, observando detalle a detalle.
En un costado del jardín, donde había una suerte de invernadero, Charlie se sentó a repasar las anotaciones que había hecho. De repente, la mucama paraguaya, apareció frente a el…
- ¿Desea tomar algo señor Carlos?
- Bueno, señorita…
- Raimunda Paredes, nativa de la muy paraguaya ciudad de Luque…
- Raimunda, tráigame un café con leche, puede ser?
- Con mucho gusto señor Carlos.
La mucama regresó con el café con leche y se quedó contemplando a Elder, a Charlie, mientras tomaba el café, que se dio cuenta que la mucama le estaba mirando los guantes negros y los zapatos…
- ¿Ocurre algo señorita Raimunda?
- Dos cosas. Me encantan esos guantes negros y esos pies señor Elder – dijo la mucama – me encantan esos zapatos.
- ¿En serio?
- ¿Cuánto calza?
- 47 – contestó el rugbier – calzó 47.
- Saquese los zapatos señor Elder. Me encantaría chupar y oler esas medias.
- ¿Qué estamos esperando entonces?
Así fue como la mucama empezó a chuparle, olerle, besarle y lamerle los calcetines a Carlos Elder, rato después hizo le sacó las medias e hizo lo mismo con los pies descalzos. La mucama disfrutó mucho.
Lo que la mucama no sabía era que Charlie, además de rugbier y paisajista, era también asesino serial de mujeres. Un Quesón, como ellos mismos se autodenominan, un asesino que arroja un Queso a sus víctimas. Y al jugar con los pies a Charlie se le despertó el instinto criminal que poseía…
Y al jugar con los pies, a Charlie se le despertó el instinto criminal que poseía...
Siempre con los guantes negros, el rugbier sacó de su mochila una cuerda y un Queso. Y rápidamente, rodeo a la mucama paraguaya sin que esta lo advirtiera, con el objetivo de estrangular a la mucama. Así de simple.
Repentinamente, Florencia llamó a la mucama. Con un tono tan autoritario, que Elder sintió un poco de lástima por su víctima, que fue rápido al pedido de la actriz-modelo. Charlie sintió curiosidad, se subió a un árbol para espiar, siempre con la soga en la mano. Vio a Florencia desnuda, saliendo del baño. Y la mucama mirarla embelesada, al alcanzarle la toalla. Lo que provocó la reacción furiosa de la famosa.
- ¿Cómo te dejás tratar así? – le replicó Charlie, que en ningún momento dejó de tener la soga en sus manos, aunque se encargó de que la mucama no la viera.
- Es que es la patrona me acusó de espiarla. Y es ella que siempre se olvida la toalla. Parece que me lo hace a propósito.
- ¿Te gusta Florencia?
- Desde que la vi en La señorita de Tacna - suspiró Romualda.
- Lástima que no va a vivir mucho.
La mucama se horrorizó. ¿Es que acaso su patrona estaba enferma o algo, mucho peor, alguien estaba planificando su asesinato?
- Es que están matando a las famosas y les tiran quesos. Ya le pasó a Nicole Neumann, Pampita, Laura Fidalgo. Con suerte, le van a estrangular, que es menos sufrimiento – aclaro Charlie.
- Yo quiero morir con ella - dijo llorando, la mucama – Usted tiene olor a Queso. ¿Porqué?.
- Podría ayudarte. En cuanto al olor a Queso, lo tengo, porque soy un Quesón.
Nuevamente, Florencia apareció para retar a la mucama, que le hacía perder tiempo al paisajista.
- ¡Paraguaya! ¿Por qué no te volves a Asunción?
- Ay señora, es que usted es una dama tan respetable, tan dulce, tan sincera.
- Vaya, vaya, Nico Repetto jamás me dijo cosas así.
En ese momento, Charlie se puso detrás de Raggi, mientras la mucama observaba con asombro e interés.
- ¿Ocurre algo, Romualda? – dijo Raggi.
En un rápido movimiento, esas reacciones que solo los grandes asesinos tienen, Charlie Elder le puso un pañuelo a Raggi, para dormirla.
- ¡Señor! – dijo Romualda.
- No soy señor – dijo Charlie – decime Carlos. Me llamo Carlos. Y tuteame.
- ¡Carlos! ¡Rojaijú? ¿Qué vas a hacer con la señora Florencia, Aña Membuy!
- Ya vas a ver – le dijo Charlie a Romualda.
Y Charlie la cargó en brazos, llevándola a una habitación, seguida de la ansiosa mucama.
Habilmente, le quitó la bata, revelando una indiscutible bellaza.
- Mirala Romualda, mirala, disfruta.
La mucama se quedó viendola, extasiada. Hasta que Florencia desperto.
- ¿Qué significa esto? ¡Me trajiste hasta aca, Romaulda, y me desnudaste! ¡Paraguaya trola!
- Señora, señora, yo, lo voy a explicar…
- Te despediré.
- No vas a despedir a nadie – dijo Carlos, apareciendo de improviso en la escena, estaba descalzo, y como Raggi permanecía acostada, le puso los pies encima.
Raggi quedó impresionada al sentir un fuerte olor, de los pies del paisajista. Este tenía unas medias negras muy gruesas. Fue cuando se entregó toda, sin pensar en nada. Chupó, lamió, besó y olió una y otra vez los negros calcetines de Carlos.
- Soy Quesón, ninguna mujer resiste a los pies, que digo, los pies, los Quesos de un Quesón. Sumate vos también, Romualda – dijo Charlie.
Entonces, Florencia le sacó las medias, y comenzó a repetir lo mismo, pero con los pies descalzos del rugbier y paisajista. Sin resistirse, Florencia se entregó a los masajes con los pies de Elder, y Romualda se sumó a su patrona.
Ambos compitieron por quien se metía más en el esbelto cuerpo de Florencia Raggi. Los dedos fueron más audaces. Elder rasgó el uniforme de la mucama.
Elder usó sus pies para penetrarla a las dos. Las cambió de posiciones. La mucama se entregó nuevamente a Elder, a cambio de que le dejara a la patrona en su poder. Elder se tomó una pausa, para ver la escena, digna de una película para adultos.
Y las dejó reposar, era un deseo que la mucama se merecía. Y era un buen método para bajarle los humos a Florencia Raggi.
Raggi, que parecía poseída, volvió en sí:
- ¡Pero que significa esto! ¿No será para un videíto de Internet? ¡Qué horror!
Raggi se escandalizó a descubrir que había sido poseída por la mucama. Tanto que no notó la presencia del paisajista. Error mortal.
Siempre con los guantes negros, el rugbier sacó de su mochila una cuerda y un Queso. Y rápidamente, rodeo a la mucama paraguaya sin que esta lo advirtiera, con el objetivo de estrangular a la mucama. Así de simple.
Repentinamente, Florencia llamó a la mucama. Con un tono tan autoritario, que Elder sintió un poco de lástima por su víctima, que fue rápido al pedido de la actriz-modelo. Charlie sintió curiosidad, se subió a un árbol para espiar, siempre con la soga en la mano. Vio a Florencia desnuda, saliendo del baño. Y la mucama mirarla embelesada, al alcanzarle la toalla. Lo que provocó la reacción furiosa de la famosa.
- ¿Cómo te dejás tratar así? – le replicó Charlie, que en ningún momento dejó de tener la soga en sus manos, aunque se encargó de que la mucama no la viera.
- Es que es la patrona me acusó de espiarla. Y es ella que siempre se olvida la toalla. Parece que me lo hace a propósito.
- ¿Te gusta Florencia?
- Desde que la vi en La señorita de Tacna - suspiró Romualda.
- Lástima que no va a vivir mucho.
La mucama se horrorizó. ¿Es que acaso su patrona estaba enferma o algo, mucho peor, alguien estaba planificando su asesinato?
- Es que están matando a las famosas y les tiran quesos. Ya le pasó a Nicole Neumann, Pampita, Laura Fidalgo. Con suerte, le van a estrangular, que es menos sufrimiento – aclaro Charlie.
- Yo quiero morir con ella - dijo llorando, la mucama – Usted tiene olor a Queso. ¿Porqué?.
- Podría ayudarte. En cuanto al olor a Queso, lo tengo, porque soy un Quesón.
Nuevamente, Florencia apareció para retar a la mucama, que le hacía perder tiempo al paisajista.
- ¡Paraguaya! ¿Por qué no te volves a Asunción?
- Ay señora, es que usted es una dama tan respetable, tan dulce, tan sincera.
- Vaya, vaya, Nico Repetto jamás me dijo cosas así.
En ese momento, Charlie se puso detrás de Raggi, mientras la mucama observaba con asombro e interés.
- ¿Ocurre algo, Romualda? – dijo Raggi.
En un rápido movimiento, esas reacciones que solo los grandes asesinos tienen, Charlie Elder le puso un pañuelo a Raggi, para dormirla.
- ¡Señor! – dijo Romualda.
- No soy señor – dijo Charlie – decime Carlos. Me llamo Carlos. Y tuteame.
- ¡Carlos! ¡Rojaijú? ¿Qué vas a hacer con la señora Florencia, Aña Membuy!
- Ya vas a ver – le dijo Charlie a Romualda.
Y Charlie la cargó en brazos, llevándola a una habitación, seguida de la ansiosa mucama.
Habilmente, le quitó la bata, revelando una indiscutible bellaza.
- Mirala Romualda, mirala, disfruta.
La mucama se quedó viendola, extasiada. Hasta que Florencia desperto.
- ¿Qué significa esto? ¡Me trajiste hasta aca, Romaulda, y me desnudaste! ¡Paraguaya trola!
- Señora, señora, yo, lo voy a explicar…
- Te despediré.
- No vas a despedir a nadie – dijo Carlos, apareciendo de improviso en la escena, estaba descalzo, y como Raggi permanecía acostada, le puso los pies encima.
Raggi quedó impresionada al sentir un fuerte olor, de los pies del paisajista. Este tenía unas medias negras muy gruesas. Fue cuando se entregó toda, sin pensar en nada. Chupó, lamió, besó y olió una y otra vez los negros calcetines de Carlos.
- Soy Quesón, ninguna mujer resiste a los pies, que digo, los pies, los Quesos de un Quesón. Sumate vos también, Romualda – dijo Charlie.
Entonces, Florencia le sacó las medias, y comenzó a repetir lo mismo, pero con los pies descalzos del rugbier y paisajista. Sin resistirse, Florencia se entregó a los masajes con los pies de Elder, y Romualda se sumó a su patrona.
Ambos compitieron por quien se metía más en el esbelto cuerpo de Florencia Raggi. Los dedos fueron más audaces. Elder rasgó el uniforme de la mucama.
Elder usó sus pies para penetrarla a las dos. Las cambió de posiciones. La mucama se entregó nuevamente a Elder, a cambio de que le dejara a la patrona en su poder. Elder se tomó una pausa, para ver la escena, digna de una película para adultos.
Y las dejó reposar, era un deseo que la mucama se merecía. Y era un buen método para bajarle los humos a Florencia Raggi.
Raggi, que parecía poseída, volvió en sí:
- ¡Pero que significa esto! ¿No será para un videíto de Internet? ¡Qué horror!
Raggi se escandalizó a descubrir que había sido poseída por la mucama. Tanto que no notó la presencia del paisajista. Error mortal.
Mientras Raggi hablaba, un Queso tirado por Elder golpeó su cabeza, y eso la desvaneció en el piso por breves minutos.
Carlos tomó la cuerda. Y la ató a Romualda. La paraguaya se entregó sin resistencia, sabiendo que no volvería a tener en su vida tanto placer y extasis.
- ¿Qué vas a hacer Carlos?
Raggi volvía en sí, cuando Carlos la rodeó con la soga al cuello, y empezó a estrangularla.
- ¡Aaaaajjjjjjjjjjjjjjjjjjjj! – se escuchó la agonía de Raggi mientras era estrangulada.
Florencia Raggi se resistió, pero fue inútil. Sobrevivió unos minutos, porque a su asesino le gustó ver su agonía.
Carlos disfrutó mientras asesinaba a Raggi.
Florencia estaba muerta.
El asesino tomó el Queso y lo tiró sobre el cadáver de Raggi.
- Queso – dijo en voz alta Charlie.
Romualda vio asombrada como Florencia era asesinada por el paisajista. Sintió como si hubiera tenido un orgasmo.
- Mi sueño es ser asesinada así, por un asesino importante como usted, rugbier y paisajista. Yo quería morir con ella.
- Soy un asesino – dijo Carlos como quien emite una sentencia – un Quesón jamás deja testigas vivas, moriras y un Queso recibirás.
Carlos Elder puso la cuerda alrededor de su víctima inicial. Que se entregó a su suerte. Romualda se entregó como un cordero al matadero. No regresaría al Paraguay, tierra en la que nació pero por la que sentía un profundo desprecio
El asesino disfrutó del segundo asesinato, tanto como del primero, al finalizar cumplió el ritual.
- Queso - dijo Elder arrojando un segundo queso.
Quedaba algo de tiempo. Así que puso la famosa y a su admiradora, sobre la cama, entrelazadas, en una actitud claramente sexual.
Nadie lo había visto, salvo sus víctimas, así que tendría impunidad, algo común en los Quesones.
Sonrió, imaginando la repercusión de los medios.
El rugbier de San Albano se fue del lugar, muy contento por el doble asesinato que había cometido, sabía que iba a provocar un escándalo mediático muy grande, pero no le importa, sabía que su impunidad estaba garantizada, y se fue mientras en su auto sonaba la siguiente melodía de Frank Sinatra…
Strangers in the night exchanging glances
Wondering in the night
What were the chances we'd be sharing love
Before the night was through…
Carlos tomó la cuerda. Y la ató a Romualda. La paraguaya se entregó sin resistencia, sabiendo que no volvería a tener en su vida tanto placer y extasis.
- ¿Qué vas a hacer Carlos?
Raggi volvía en sí, cuando Carlos la rodeó con la soga al cuello, y empezó a estrangularla.
- ¡Aaaaajjjjjjjjjjjjjjjjjjjj! – se escuchó la agonía de Raggi mientras era estrangulada.
Florencia Raggi se resistió, pero fue inútil. Sobrevivió unos minutos, porque a su asesino le gustó ver su agonía.
Carlos disfrutó mientras asesinaba a Raggi.
Florencia estaba muerta.
El asesino tomó el Queso y lo tiró sobre el cadáver de Raggi.
- Queso – dijo en voz alta Charlie.
Romualda vio asombrada como Florencia era asesinada por el paisajista. Sintió como si hubiera tenido un orgasmo.
- Mi sueño es ser asesinada así, por un asesino importante como usted, rugbier y paisajista. Yo quería morir con ella.
- Soy un asesino – dijo Carlos como quien emite una sentencia – un Quesón jamás deja testigas vivas, moriras y un Queso recibirás.
Carlos Elder puso la cuerda alrededor de su víctima inicial. Que se entregó a su suerte. Romualda se entregó como un cordero al matadero. No regresaría al Paraguay, tierra en la que nació pero por la que sentía un profundo desprecio
El asesino disfrutó del segundo asesinato, tanto como del primero, al finalizar cumplió el ritual.
- Queso - dijo Elder arrojando un segundo queso.
Quedaba algo de tiempo. Así que puso la famosa y a su admiradora, sobre la cama, entrelazadas, en una actitud claramente sexual.
Nadie lo había visto, salvo sus víctimas, así que tendría impunidad, algo común en los Quesones.
Sonrió, imaginando la repercusión de los medios.
El rugbier de San Albano se fue del lugar, muy contento por el doble asesinato que había cometido, sabía que iba a provocar un escándalo mediático muy grande, pero no le importa, sabía que su impunidad estaba garantizada, y se fue mientras en su auto sonaba la siguiente melodía de Frank Sinatra…
Strangers in the night exchanging glances
Wondering in the night
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Before the night was through…
esta mortal,como todos los relatos quesones
ResponderBorrarPosible historia alternativa. También mortal.
ResponderBorrarY al jugar con los pies, a Charlie se le despertó el instinto criminal que poseía...
Y repentinamente, Florencia llamó a la mucama. Con un tono tan autoritario, que Elder sintió un poco de lástima por su víctima, que fue rápido al pedido de la actriz-modelo. Elder sintió curiosidad, se subió a un arbol para espiar. Vio a Florencia desnuda, saliendo del baño. Y la mucama mirarla embelesada, al alcanzarle la toalla. Lo que provocó la reacción furiosa de la famosa.
-¿Cómo te dejás tratar así?
-Es que es la patrona me acusó de espiarla. Y es ella que siempre se olvida la toalla. Parece que me lo hace a propósito.
-¿Te gusta Florencia?
-Desde que la vi en La señorita de Tacna-suspiró Romualda.
-Lástima que no va a vivir mucho.
La mucama se horrorizó.
-Es que están matando a las famosas y les tiran quesos. Ya le pasó a Nicole Neumann, Pampita, Laura Fidalgo. Con suerte, le van a estrangular, que es menos sufrimiento.
-Yo quiero morir con ella-dijo llorando, la mucama.
-Podría ayudarte.
Nuevamente, Florencia apareció para retar a la mucama, que le hacía perder tiempo al paisajista. Elder le puso un pañuelo, para dormirla. Y la cargó en brazos, seguida de una ansiosa mucama.
Habilmente, le quitó la bata, revelando una indiscutible bellaza.
La mucama se quedó viendola, extasiada. Hasta que Florencia despertó y amenazó con despedirla. Lo que se interrumpió al sentir un fuerte olor, de los pies del paisajista. Fue cuando se entregó toda, sin pensar en nada.
Sin resistirse, Florencia se entregó a los masajes con los pies de Elder, quien invitó a la mucama, a seguir con los masajes. Ambos compitieron por quien se metía más en en el esbelto cuerpo de Florencia Raggi. Los dedos fueron más audaces. T Elder rasgó el uniforme de la mucama.
Eldder usó sus pies para penetrarla a las dos. Las cambió de posiciones. La mucama se entregó nuevamente a Elder, a cambio de que le dejara a la patrona en su poder. Elder se tomó una pausa, para ver la escena, digna de una película para adultos.
Y las dejó reposar, era un deseo que la mucama se merecía. Y era un buen método para bajarle los humos a Florencia Raggi.
Quien se escandalizó a descubrir que había sido poseída por la mucama. Tanto que no notó la presencia del paisajista. Error mortal.
Elder tomó la cuerda. Y la ató en las manos de Romualda. A quien usó como una marioneta, la usó para poner la cuerda alrededor del cuello de la famosa.
Florencia Raggi se resistió, pero fue inútil. Sobrevivió unos minutos, porque a su asesino le gustó ver su agonía.
Florencia estaba muerta.
-Queso.
Romualda despertó de su extasis.
-Que hermoso sueño.
-No fue un sueño.
.¡Noooo! Que hice- se desesperó la mucama, descubriendo la cuerda en sus manos- Yo quería morir con ella.
Carlos Elder no pudo negarse ante ese pedido desesperado. Y puso su cuerda alrededor de su víctima inicial. Que se entregó a su suerte.
-Queso-dijo Elder arrojando un segundo queso.
Quedaba algo de tiempo. Así que puso la famosa y a su admiradora, sobre la cama, entrelazadas, en una actitud claramente sexual.
Nadie lo había visto, salvo sus víctimas, así que tendría impunidad, algo común en los quesones.
Sonrió, imaginando la repercusión de los medios.
Quedó muy bien completado lo que escribí, le dio intensidad.
ResponderBorrarReforzó la idea de Elder, más interesado en la mucama paraguaya que en la empleada. Que quedó encantada de ser asesinada como una famosa. Y de haber cumplido su sueño.
Espero que este relato siga teniendo comentarios.
Y que no fastidie mucho la verificación de comentarios.
no lo recordaba haber leído antes pero es un buen relato... gran Quesón este Charlie Elder... Raguí aparece como un ser despreciable
ResponderBorrarel cuento es un bombazo pero le cambian el nombre a la paraguaya... primero es Raymunda después Romualda
ResponderBorrarError mio, había entendido que era Romualda. Por eso quedó así, en lo que escribí.
Borrarno importa... quizás se llamaba Romualda Raymunda... lo bueno es que el cuento quedo mucho mejor (excelente gracias a tu contribución Fauno) y que Carlos Elder la asesinó y le tiró un Queso je je abrazos
Borrarestuve leyendo otros cuentos de Charlie Elder al principio parece que asesinaba a balazos después empezó a estrangular...
ResponderBorrareste relato es muy bueno me gustó mucho... muy buena la constribución de El Fauno
me gustan y leo estos cuentos porque son tan bizarros y siempre tienen su "Queso" muchos son fantasiosos y delirantes
ResponderBorrarpero este es creíble un chabón puede ir y matar a florencia raggi y a la sirvienta
yo lo tomaría en serio