El Asesino de Verónica Lozano


“Corta por Lozano” uno de los tantos intrascendentes programas de la TV argentina. Esos programas donde se llena una hora hablando de la nada misma apelando a cualquier tema de conversación. Porque lo importante es sanatear, o sea, el arte de hablar sin decir nada. Obviamente, su nombre deriva de la conductora, la muy bella Verónica Lozano.
El delirio esta época postmoderna llegó a su punto máximo con el tema planteado en el programa “Los hombres huelen a Queso y las mujeres a cebolla” sí tal cual, con sus correspondientes hashtags #CortaPorLozano #HombresQueso #MujeresCebolla…
Uno de los invitados al programejo de Verónica Lozano a debatir aquella tarde era el basquetbolista Carlos Matías Sandes, jugador de San Lorenzo, con sus dos metros de altura y su pies talle cincuenta y dos… le decían “El Quesón”.
- ¿Porqué te dicen “el Quesón? ¿Cuándo y donde te pusieron este apodo Carlos? – le preguntó Lozano a Sandes.
- Me lo pusieron hace mucho, mucho tiempo, cuando empecé en este noble juego que es el baloncesto, obviamente hace una doble referencia a mis enormes pies (calzo 52) y al olor que estos despiden…
- ¿Huelen muy fuerte esos pies? – dijo el Profesor Garaventa, uno de los panelistas.
- Fuertísimo. Si me sacó las zapatillas les aseguró que todos se van a desmayar.
- Ja, ja, no creo – dijo la psicóloga Tarafillo, panelista del programa – a ver hacelo.
- ¡Vamos Carlos hacelo! – dijo Lozano.
- Les aseguró que será algo muy fuerte – dijo Sandes – pero haré lo que diga el pueblo.
Todos en el estudio, la conductora, invitados, panelistas, camarógrafos, técnicos, maquilladores, auxiliares, etc, comenzaron a gritar desaforados para que Sandes se saque las zapatillas.




Y el basquetbolista cumplió el deseo. Y la amenaza se hizo realidad. Todos se desmayaron. El olor a Queso fue algo apestante, intenso, asfixiante, el escandalo mediático que generó el programa fue algo mayúsculo.
- Se terminó #CortaPorLozano – dijo el director de la emisora, el prestigioso Yankivilechisvky – aca termina su programa, señorita Lozano.
- Pero fue toda una broma del basquetbolista Carlos Sandes.
- Me chupa un huevo. El programa se termina aca. Hace treinta años a Amuchastegui le levantaron el programa y le cagaron una carrera televisiva por tirarse un pedo al aire. Este Carlitos Sandes se saca las zapatillas y los mata a todos con el olor a Queso…
- Pero fue una broma.
- La decisión ya esta tomada.
Lozano estaba furiosa, dicen que en el estacionamiento del canal se cruzó con Sandes casualmente y a pesar de que el basquetbolista medía 2,02 y calzaba 52 decidió enfrentarlo…
- Che pelotudo por tu culpa me levantaron el programa…
- ¿Por mi culpa? Primero que el programa era una cagada, segundo que todos me pidieron que me sacara las zapatillas…




- Bueno, pero yo nunca me imaginé que era cierto que tenías semejante olor en tus pies, nos fulminaste a todos…
- Y por algo me dicen “Quesón” nena…
- La verdad que sos un idiota… pata sucia.
A Sandes no le gustó que le dijeran “pata sucia”…
- Mis pies están limpios, tienen olor pero están limpios…
- Si por lo menos me cogieras pata sucia.
- ¿Pata sucia?
- Sí, dale, pata sucia, cógeme con los pies, “Quesón”…
- Vas a oler mis pies en serio Verónica Lozano.
- Bueno dale Carlos Matías Sandes o como te llamas…
Verónica quedó rendida a sus pies. Empezó a chupárselos, olerlos, lamerlos, besarlos, el olor a Queso era impresionante. Laurita estaba extasiada. Ella misma no lo podía creer. Recordemos que el basquetbolista calza 52.
- Bueno piba, aca tenés… Quiero ver tu culo.



La chica se dio vuelta, Carlos la cogió en el culo, con su enorme pie. Primero el izquierdo, segundo el derecho. Le encantó. Luego le puso el Queso en la concha. Sobre cómo se lo puso, es algo que os dejo a vuestra imaginación. Pero se lo puso, ja, ja…
Lozano se dio vuelta… y le dijo a Carlos:
- Cogeme, Carlos, por el culo, por la concha, con los pies, con el Queso, con la pija…
- Chupame la pija ahora nena…
Y Lozano eso hizo, y entonces ahora la volvió a coger esta vez en la manera digamos “ortodoxa” o “tradicional”.
Verónica estaba más que satisfecha. Eufórica. Extasiada. Por el Queso y los Quesos de Carlos Matías Sandes. Quizás por eso no se dio cuenta que el basquetbolista se paró…
- Sigueme cogiendo Carlos – dijo Verónica
- Ahora viene lo mejor.
El basquetbolista estaba al lado de ella. Verónica levantó la vista y lo observó… con sus guantes negros Sandes sostenía un machete gigantesco… y un Queso muy grande, un Queso Gruyere.
Sandes no deseaba cometer ningún asesinato aquel día, pero se dio cuenta que no tenía otro remedio, no le quedaba alternativa… ya había asesinado a muchas chicas, era un #serialkiller, un asesino declarado y activo, una más, era lo mismo… 



Lozano contempló estupefacta y le dijo:
- ¿Qué haces loco?
- Te voy a asesinar Lozano, como asesiné a las otras…
- ¿Qué otras?
- Caro Uriondo, Wanda Nara, Vicky Xipolitakis, Laurita Fernández, Alina Moine, Gisela Van Lacke, Romina Malaspina, Ivana Nadal, Cintia Fernández… y la lista es interminable.
- ¿Vos asesinaste a todas esas chicas? ¡No lo puedo creer! ¿Qué además de ser un pata sucia también sos un asesino…
No terminaba de decir esto cuando Carlos desplegó el machete con sus manos y ¡ZAS! la asesinó a fuerza de machetazos… como el arma que usa Jason en “Viernes 13” (o “Martes 13”).
Carlos Sandes contempló al cadáver de su víctima, tomó el Queso, lo arrojó sobre el cadáver mientras decía en voz alta:
- Queso.
Y abandonó la escena del crimen con total impunidad. Un nuevo asesinato había añadido a su extensa lista.




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