El Asesino de Amalia Granata


Era una noche diferente en la vida de Amalia Granata. Ella siempre estaba cogiendo a un chabón diferente cada noche. Y cobraba por ello. Esta vez, sin embargo, estaba ahí, en su departamento, viendo una recopilación de sus mejores intervenciones mediáticas.
Las peleas con su ex pareja, Cristián “el Ogro” Fabbiani, un futbolista alto y patón, ocupaban gran parte de esas peleas. Granata disfrutaba de todo aquello.
De repente sonó su celular, Granata se fijó, un mensaje de WhatsUpp, de número desconocido, decía:
“Queso”
Granata se asustó. Había oído de un asesino serial que amasijaba a las minas con brutales puñaladas y luego les tiraba un Queso. Los medios lo llamaban “el Quesón”.
Otra vez se repitió el mensaje de WhatsUpp, con un audio.
“Queso”
“Chiquito Bossio tirale un Queso a Amalia Granata”.
Granata creyó escuchar la voz del Ogro Fabbiani. 
Granata se aterrorizó. Llamó a la policía. El Comisario Miguel, en persona, se hizo cargo del caso, y habló por teléfono con Granata.
- El Ogro Fabbiani me esta amenazando. Dice que me va a asesinar. Es el Asesino Quesón del que hablan los medios.
- Tranquila señora Granata, en minutos, una brigada integrada por mis mejores hombres, estarán allá…


Granata intentó tranquilizarse y fue al baño a tomar una pastilla para los nervios…salió entonces del baño y miró hacia la mesa. Se sorprendió al ver allí un enorme Queso Emmental, donde se destacaban los agujeros muy voluminosos…
- ¿Qué hace este Queso aca? – dijo Amalia, horrorizada.
Granata, sorprendida, levantó la vista. Ante ella estaba Carlos Bossio, vestido totalmente de negro, con guantes, donde sostenía un enorme cuchillo…
- ¡Socorro! – gritó la chica - ¡El Asesino Quesón viene a asesinarme? ¡Y es Chiquito Bossio! ¡Vos jugabas con el Ogro Fabbiani!
Cuchillo en mano, Bossio se acercó a ella, y le dijo:
- Así es Amalia Granata, serás asesinada… ja, ja, podes gritar lo que quieras, nadie te escuchará…
El asesino levantó el cuchillo pero no apuñaló a Granata, porque en ese momento, la mujer del terror y pánico que tenía, quedo desmayada.


Bossio entonces la ató en un sillón, y pocos minutos después, Granata volvió en sí, para su espanto, sobre su cara, había un enorme pie, era el pie derecho de Carlos Bossio…
- ¡Qué olor a Queso! ¡Socorro! ¡Ayudenme!
Entre gritos, sollozos y gemidos, Granata chupó, lamió, besó y olió los pies de Carlos Bossio, primero el derecho, después el izquierdo…


El asesino entonces tomó el Queso y se lo tiró a Amalia Granata, luego el futbolista le hundió el cuchillo en la teta izquierda, luego en la derecha, a continuación, le hizo un impresionante corte en el estomago, de izquierda a derecha primero, de derecha a izquierda después, otro corte en el cuello, la mujer nada pudo hacer solo seguir siendo apuñalada por el futbolista, que continuó su sangrienta labor, hasta totalizar ciento cinco cuchillazos.
Carlos Bossio contempló al cadáver de su víctima, tomó nuevamente el Queso, lo arrojó sobre el cadáver mientras decía en voz alta:
- Queso.


Y abandonó la escena del crimen con total impunidad.
Rato después, apenas unos minutos después, el Ogro Fabbiani llegó a la escena del crimen, y contempló el cadáver de Amalia Granata, ensangrentado, lleno de puñaladas y con el Queso encima.
- Perfecto – dijo el Ogro en voz alta – Bossio la asesinó.
No terminaba de decir esas palabras, cuando el Comisario Miguel, liderando una patrulla, en persona llegó al lugar.
- Lo hemos agarrado con las manos en la masa señor Fabbiani – dijo el Comisario Miguel – o mejor dicho con el Queso en la escena del crimen. Veo que acaba de asesinar a la señora Amalia Granata.
- ¡Soy inocente! – dijo el Ogro – No diré el nombre del asesino porque no soy un delator, menos un informante de la policía, simplemente digo que soy inocente, no soy un asesino, puedo ser un gordo, un patadura, un cornudo, un putañero, lo que quieran… pero no soy un asesino.
- Llevenselo detenido – dijo el Comisario Miguel – el Quesón ha caído. Los medios no tardaran en enterarse.
Al día siguiente todos los medios afirmaban que el Ogro Fabbiani era el asesino, era el Quesón. El escrache mediático  fue total. El abogado Carlos Gonella se hizo cargo del caso.


- Fabbiani es inocente – dijo Gonella – lo probaremos.
Esa misma noche, mientras los medios destrozaban a Fabbiani y lo calificaban de “asesino serial”, Carlos Bossio no pudo con su instinto criminal y cometió un nuevo asesinato. O mejor dicho, un nuevo doble asesinato. Dos enfermeras de un geriátrico fueron salvajemente asesinadas a cuchillazos y sobre su cadáver un enorme Queso.
- El Asesino Quesón ha vuelto a atacar – dijo el abogado Carlos Gonella – le exigimos al Comisario Miguel que el Ogro Fabbiani debe ser liberado. Elevaremos el caso a la Corte Suprema de Justicia.
- Hemos cometido un error – dijo el Comisario Miguel – Fabbiani será liberado en minutos. No es el asesino que estábamos buscando.
Y así concluye esta historia.



Comentarios

  1. Que lindo seria si fuese realidad...........

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  2. Estaría bien una mención a Has pirado, un corto protagonizado por Pepe Monje y con la participación de Amalia Granata. Quien parece estar en peligro en algún momento.

    https://www.youtube.com/watch?v=LMob88zxLzY

    https://www.youtube.com/watch?v=sF21_pakHyM

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  3. gran relato, hay que leer todos los Relatos Quesones, es un universo inalcanzable

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  4. ojalá la hubiesen asesinado, no sería diputada

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