El Asesino de Ivana Nadal
El avión de Madrid a Buenos Aires aterrizó en el Aeropuerto de Ezeiza. Los integrantes de un equipo de básquet estaban en el. Uno de ellos era el basquetbolista Carlos Matías Sandes, el protagonista de este relato.
Horas antes de que el avión partiera de España, cuando el plantel aún estaba en Valencia, Sandes había asesinado a una chica llamada Romina Malaspina. Ahora, de regreso en su tierra, el basquetbolista y asesino serial ya tenía ganas de cometer un nuevo asesinato.
Sus asesinatos eran muy peculiares. Sandes era un Quesón, apuñalaba o decapitaba salvajemente a sus víctimas con un machete, al mejor estilo Jason de “Friday the 13th” y después les tiraba un Queso. A veces, no siempre, pero sí muchas veces, el asesino solía tener juegos sexuales con sus pies y sus víctimas, y también sexo, en forma ortodoxa y no ortodoxa también.
Era como que su furia criminal no tenía límites y cada asesinato le despertaba un instinto asesino mayor. Al principio, cuando empezó a asesinar, Sandes podía estar dos o tres meses sin cometer un crimen, luego ya no podía estar más de un mes, y ahora, que sentía que estaba pasando por su mejor momento como asesino, parecía que no podía pasar una semana sin tirar un Queso.
Sandes estaba caminando por el Free Shop de Ezeiza, ya con el equipaje a cuestas, cuando de casualidad se cruzó con Ivana Nadal, modelo, actriz y presentadora de TV.
- ¿Porqué no? – pensó Sandes, después de reconcoer a la chica – La asesinaré. Soy Quesón y debo encontrar la manera y el momento adecuado.
El basquetbolista se acercó a Ivana Nadal, que estaba mirando unos perfumes importados, y la observó de arriba abajo. La chica se dio cuenta y miró frente a ella a un hombre joven, treintañero, de unos dos metros y pico de altura. Pero lo que más le llamó la atención a Ivana eran los enormes pies de Sandes, y el fuerte e intenso olor a Queso que despedían.
- Hola – dijo Ivana - ¿Vos sos…?
- Carlos Sandes, basquetbolista profesional. Me dicen el “Quesón”
- ¿Es por esos pies, no? ¡Qué grandes que son y como huelen!
- Así es. Calzo 52 y huelen a Queso mal. Muy mal.
Ivana parecía como hechizada o hipnotizada ante Sandes. El basquetbolista era consciente que no podía ni debía perder la oportunidad. Tenía que quesonearla.
- Estoy sola, Carlos, venite conmigo a mi departamento.
Sandes no desaprovechó la oportunidad. Y fue al departamento de Ivana Nadal. La escena fue casi la misma que apenas unas horas antes el asesino había tenido con Romina Malaspina, en España.
Sobre una mesa, como mudo testigo de la escena erótica que habría allí, un enorme Queso Gruyere, muy grandes, con agujeros muy voluminosos.
- ¿Porqué el Queso?
- Me dicen el Quesón. Además me lo voy a comer después de cogerte, Ivi.
El basquetbolista solo tenía un bóxer como prenda, y sus enormes pies sobresalían en el contexto.
- Dale cógeme con los pies. No aguanto más Carlos.
- Ya lo hago nena.
Carlos Sandes la cogió por el primero. Primero le puso el pie derecho en la concha y después en el culo. Después hizo lo mismo con el pie izquierdo. Ivana lo disfrutó mucho. El pie de Carlos pareció haber aumentado de tamaño, era gigante, calzaba 52, pero ahora parecía calzar un 55, o quizás más, un sesenta.
Después la chica comenzó a chupar, lamer, besar y oler los pies de Sandes, primero el derecho, después el izquierdo. Lo disfrutó mucho.
Carlos penetró por detrás a Ivana, sodomizándola, ella reaccionó
agitando su cuerpo. Se dice que la habitación se agitó.
Le chupó también la pija. Tuvieron sexo, de una manera muy intensa. Cuando terminaron, Sandes fue al baño.
Ivana estaba muy contenta, al salir del baño, el basquetbolista tenía un machete, que sostenía con los guantes negros.
- Estuve con otras chicas, a esta altura ya estaban agotadas. ¿Vos querés más?- dijo el basquetbolista, sin soltar el machete en la mano.
- Estuve con otras chicas, a esta altura ya estaban agotadas. ¿Vos querés más?- dijo el basquetbolista, sin soltar el machete en la mano.
- Es que yo entreno - tocando su cuerpo, diseñado
para el placer - Por eso tengo resistencia física.
Ivana tomó el machete, creyendo que era parte de
un juego se sexual, algo que había hecho alguna vez. Lo uso para rozar su
cuerpo caliente, con el frío acero. Y nuevamente hubo sexo. Se dice que la
habitación tembló una vez más.
- ¿Para qué es el machete, Carlos? ¿Para cortar el Queso?
- No Ivana, es para asesinarte. Soy un asesino. Hace unas horas asesiné a una chica en España, ahora te toca a vos, en Buenos Aires.
Ivana se sorprendió al entender el significado. Intentó un movimiento defensivo, de alguna rutina gimnasia.
Ivana se sorprendió al entender el significado. Intentó un movimiento defensivo, de alguna rutina gimnasia.
Sandes levantó el machete enfurecido, como una tromba imparable, mientras Ivana retrocedía llena de espanto y terror.
La chica intentó defenderse, pero nada pudo hacer ante la furia criminal de Sandes, que parecía una tromba imparable.
La chica intentó defenderse, pero nada pudo hacer ante la furia criminal de Sandes, que parecía una tromba imparable.
Pero es movimiento
fue interrumpido por el machetazo que recibió. Gimió de dolor. Lo que fue excitante para Sandes. Y se alternaron las penetraciones a Ivana, en las
más diversas posiciones con los machetazos.
El asesino le hizo un enorme tajo en el cuello de la chica, que provocó un enorme chorro de sangre. Un segundo tajo, más profundo. Un tercero. Más machetazos en todos lados. Y finalmente, Sandes decapitó a Ivana Nadal.
Con morbo, Sandes hizo que la cabeza de Ivana
tuviera contacto con el resto de su cuerpo, regiones de su cuerpo a la que no
habría llegado cuando estaba viva, ni en el más asombroso acto de
contorsionismo.
Carlos Sandes contempló al cadáver de su víctima, tomó el Queso, lo arrojó sobre el cadáver mientras decía en voz alta:
- Queso.
Y abandonó la escena del crimen con total impunidad.
Se dice que el cuerpo de Ivana fue preservado,
para ser embalsamado y para la clonación. Y que una figura misteriosa entró en
la habitación, luego de que Sandes abandonó la escena del crimen con toda
impunidad.
Se dice que unos ratones aparecieron para hacerse
un banquete, al percibir el fuerte olor a Queso.
- Ni se les ocurra - dijo Sandes - esgrimiendo el
machete.
Rato después, Sandes estaba otra vez con sus compañeros de equipo. Gabriel La Tortuga Deck le dijo:
- ¿Cómo te trato Buenos Aires a tu regreso, Carlos?
- Buenos Aires se ve Tan susceptible – dijo Carlos Sandes - Ese destino de furia es Lo que en sus caras persiste Me dejarás dormir al amanecer Entre tus piernas Entre tus piernas Sabrás ocultarme bien y desaparecer Entre la niebla Entre la niebla Un hombre alado Prefiere la noche.
yo tengo queso acumulado para tu mami...
ResponderBorrar"Nadal" evitó la muerte de Ivana. Aunque el sexo, con los pies del quesón, en forma más convencional, lo aplazó un poco. Que insaciable Sandes.
ResponderBorrarParrafos extra.
ResponderBorrarTuvieron sexo de forma muy intensa. Una vez más, Ivana lo disfrutó y lo hizo notar, gimiendo, cortoneando su cuerpo sobre su Sandes, quien sintió una tentación de olvidarse del queso. Pero algo lo hizo persistir.
Aun así, disfrutó del cuerpo esbelto, esculpido por el ejercicio. Penetró por detrás a Ivana, sodomizándola, ella reaccionó agitando su cuerpo. Se dice que la habitación se agitó.
Se dice que unos ratones aparecieron para hacerse un banquete.
-Ni se les ocurra-dijo Sandes- esgrimiendo el machete.
Se dice que el cuerpo de Ivana fue preservado, para ser embalsamado y para la clonación. Y que una figura misteriosa entró en la habitación, luego de que Sandes abandonó la escena del crimen con toda impunidad.
...
Ivana estaba muy contenta, pero de ninguna forma estaba saciada.
-Estuve con otras chicas, a esta altura ya estaban agotadas. ¿Vos querés más?- Dijo Sandes, con el machete en la mano.
-Es que yo entreno- tocando su cuerpo, diseñado para el placer- Por eso tengo resistencia física.
Ivana tomó el machete, pasarlo por su cuerpo. Y nuevamente hubo sexo. Se dice que la habitación tembló
-¿Para que era esto?
-Para matarte. De placer y de esta forma.
Ivana se sorprendió al entender el significado. Intentó un movimiento defensivo, de alguna rutina gimnasia. Pero es movimiento fue interrumpido por el machetazo que recibió. Gimió desesperada.
Lo que fue excitante para Sandes. Con una energía que parecía un superpoder quesón, penetró a Ivana.
Y se alternaron las penetraciones a Ivana, en las más diversas posiciones con los machetazos.
Hasta que un machetazo decapitó a Ivana. Con morbo, Sandes hizo que la cabeza de Ivana tuviera contacto con el resto de su cuerpo, regiones de su cuerpo a la que no habría llegado cuando estaba viva, ni en el más asombroso acto de contorsionismo.
Parrafos extra. Con corrección.
ResponderBorrarTuvieron sexo de forma muy intensa. Una vez más, Ivana lo disfrutó y lo hizo notar, gimiendo, cortoneando su cuerpo sobre su Sandes, quien sintió una tentación de olvidarse del queso. Pero algo lo hizo persistir.
Aun así, disfrutó del cuerpo esbelto, esculpido por el ejercicio. Penetró por detrás a Ivana, sodomizándola, ella reaccionó agitando su cuerpo. Se dice que la habitación se agitó.
Cuando terminaron, Sandes fue al baño. Al volver, con guantes puestos y machete en la mano, se sorprendió al ver que Ivana estaba muy contenta, pero de ninguna forma estaba saciada.
-Estuve con otras chicas, a esta altura ya estaban agotadas. ¿Vos querés más?- Dijo Sandes, con el machete en la mano.
-Es que yo entreno- tocando su cuerpo, diseñado para el placer- Por eso tengo resistencia física.
Ivana tomó el machete, creyendo que era parte de un juego se sexual, algo que había hecho alguna vez. Lo uso para rozar su cuerpo caliente, con el frío acero. Y nuevamente hubo sexo. Se dice que la habitación tembló
-¿Para qué era esto?- dijo sensualmente.
-Para matarte. De placer.. y de esta forma.
Ivana se sorprendió al entender el significado. Intentó un movimiento defensivo, de alguna rutina gimnasia. Pero es movimiento fue interrumpido por el machetazo que recibió. Gimió de dolor.
Lo que fue excitante para Sandes. Con una energía que parecía un superpoder quesón, penetró a Ivana.
Y se alternaron las penetraciones a Ivana, en las más diversas posiciones con los machetazos.
Hasta que un machetazo decapitó a Ivana. Con morbo, Sandes hizo que la cabeza de Ivana tuviera contacto con el resto de su cuerpo, regiones de su cuerpo a la que no habría llegado cuando estaba viva, ni en el más asombroso acto de contorsionismo.
Se dice que unos ratones aparecieron para hacerse un banquete.
-Ni se les ocurra-dijo Sandes- esgrimiendo el machete.
Se dice que el cuerpo de Ivana fue preservado, para ser embalsamado y para la clonación. Y que una figura misteriosa entró en la habitación, luego de que Sandes abandonó la escena del crimen con toda impunidad.
Rato después, Sandes estaba otra vez con sus compañeros de equipo. Gabriel La Tortuga Deck le dijo:
- ¿Cómo te trato Buenos Aires a tu regreso, Carlos?
- Buenos Aires se ve Tan susceptible – dijo Carlos Sandes - Ese destino de furia es Lo que en sus caras persiste Me dejarás dormir al amanecer Entre tus piernas Entre tus piernas Sabrás ocultarme bien y desaparecer Entre la niebla Entre la niebla Un hombre alado Prefiere la noche.
muy buena la nueva imagen donde Sandes parece arrancarle las tetas con el machete lleno de furia
ResponderBorrarmaravilloso crimen, Nadal merecía terminar en pedacitos de queso
ResponderBorrarOtro excelente relato. Muy morboso está vez. Me encanta cuando se la cogen con los pies. Dio mucho morbo que la penetrara mientras la mataba a machetazos. Y cómico lo de los ratones pero muy original y súper gore que profanara el cuerpo luego del crimen impecable en cierre final con el poema
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