El Asesino de Gisela Van Lacke
Cuenta la leyenda que unos días después del asesinato de Aline Moine, el plantel de básquet de San Lorenzo debía jugar un partido en la ciudad de Neuquén. Pero como estaba prevista una huelga de las empresas aéreas para aquel día, adelantaron el viaje y el mismo era en micro. Harían noche en una estancia de La Pampa, la estancia “Ganímedes”.
Por esas casualidades, estaba ahí también la actriz Gisela Van Lacke, que iba a hacer unas grabaciones para el programa El Garage.
- Justo tenían que venir estos Quesos – le dijo Van Lacke a don Emilio Hardoy, un veterano de unos 75 años, el dueño de la estancia.
- No le podía decir que no, señora Van Lacke. Hay lugar para todos y además el señor Marcelo Tinelli me paga muy bien. Es un dinero muy importante el que ganamos con esto.
Ninguna gracia le hizo a Van Lacke. Y no estaba dispuesta a compartir nada con los jugadores de básquet, a pesar de que eran todos lungos y patones. Cuando cenaron, ella se quedo en la habitación. Cuando terminó la cena, ella salió del casco principal de la Estancia.
Gisela se fue a un costado, y sin que nadie la viera, o al menos eso ella creyó, se metió en una establo, que servía para guardar los caballos. Había cuatro de un lado y cuatro del otro. Eran recintos bastantes grandes, al punto que podrían entrar dos caballos en cada uno de ellos.
La mujer entró a uno de los box que estaba vacío, trato de hacerlo en el mayor de los silencios para no fastidiar a los caballos que había allí. Una vez adentro, empezó a hacer lo que había ido a hacer: fumar un porro. Nada extraordinario por cierto. Pero tenía 38 años y le parecía que fumar un porro era para gente más joven.
“Al menos eso ella creyó” porque en realidad alguien la había visto entrar al granero. El mendocino Carlos Matías Sandes, uno de los basquetbolistas. Con sus 2,02 metros de altura y sus pies talle 52 a cuestas, al basquetbolista se le despertó su instinto criminal…
A diferencia de Carlos Delfino, que solía planificar los crímenes con antelación, Carlos Sandes en cambio improvisaba mucho. Cuando veía que tenía la oportunidad de cometer un asesinato no dudaba. Y al ver a Van Lacke entrar en los box de los caballos de salto y adiestramiento no dudo.
Carlos “el Quesón” Sandes regresó a su habitación, observó a su compañero de equipo Gabriel "La Tortuga" Deck durmiendo. Carlos entonces se puso los guantes negros, tomó el machete y comenzó a caminar. Abandonaba la habitación. Deck abrió los ojos y dijo:
- ¿A donde vas Carlos? ¿Otra vez asesinando chicas inocentes?
- Soy un Quesón, no lo puedo evitar. Para vos es fácil. Vos porque te llamas Gabriel, yo me llamo Carlos.
- Te llamarás Carlos, Carlos Matías, pero a mí no me gusta ser cómplice- y entonces Gabriel elevó la voz- No gusta que maten chicas inocentes.
Sandes se dio vuelta para contestarle a su amigo...
-No es tan inocente como parece.
-¿Cómo sabés?
-Le voy a hacer una prueba. Si la pasa...
Carlos siguió caminando como si nada. Al pasar por la cocina, agarró una horma gigante de Queso Gruyere, llevando el Queso como si fuese una pelota de básquet. Lentamente fue caminando al box, para encontrar a Van Lacke, para asesinarla.
- ¿A donde vas Carlos? ¿Otra vez asesinando chicas inocentes?
- Soy un Quesón, no lo puedo evitar. Para vos es fácil. Vos porque te llamas Gabriel, yo me llamo Carlos.
- Te llamarás Carlos, Carlos Matías, pero a mí no me gusta ser cómplice- y entonces Gabriel elevó la voz- No gusta que maten chicas inocentes.
Sandes se dio vuelta para contestarle a su amigo...
-No es tan inocente como parece.
-¿Cómo sabés?
-Le voy a hacer una prueba. Si la pasa...
Carlos siguió caminando como si nada. Al pasar por la cocina, agarró una horma gigante de Queso Gruyere, llevando el Queso como si fuese una pelota de básquet. Lentamente fue caminando al box, para encontrar a Van Lacke, para asesinarla.
Así como Van Lacke no se dio cuenta que Sandes la vio, tampoco el basquetbolista advirtió que Gabriel lo siguió.
- Debo parar esto - pensó Gabriel - no se como, pero debo pararlo, es horrible todo esto, Carlos es un asesino, a mí me considerarán un simple cómplice.
Cuando Carlos traspasó la puerta, Deck se encontró con Don Emilio, el dueño de la estancia.
- Debo parar esto - pensó Gabriel - no se como, pero debo pararlo, es horrible todo esto, Carlos es un asesino, a mí me considerarán un simple cómplice.
Cuando Carlos traspasó la puerta, Deck se encontró con Don Emilio, el dueño de la estancia.
- Van a quesonear a una mina en su propiedad, don Emilio.
- Tranquilo señor Deck – dijo don Emilio, el dueño de la Estancia – el destino lo quiso así. Nada podemos hacer para evitarlo. El “Quesón” (así llamaban todos a Sandes) ya está rumbo al establo. Le dijimos a los invitados, que no se alejen de los lugares seguros. Sobre todo a ella. Cuando lo ví me dí cuenta que era un Quesón. Solo un Carlos huele de esa manera.
- ¿Pero debemos quedar callados sin hacer nada? Me siento impotente.
- No se sienta impotente señor Deck, use un poco de viagra, ja, ja.
- No sé, yo no me lo tomó a la ligera.
- Tranquilícese un poco, señor Deck, imagina muchas cosas, quedese tranquilo.
- A Fabricio Oberto le pasaba lo mismo que a mí cuando veía que Carlos Delfino, que también era Quesón, salía de la habitación… e iba a asesinar a chicas inocentes
- ¿Pero debemos quedar callados sin hacer nada? Me siento impotente.
- No se sienta impotente señor Deck, use un poco de viagra, ja, ja.
- No sé, yo no me lo tomó a la ligera.
- Tranquilícese un poco, señor Deck, imagina muchas cosas, quedese tranquilo.
- A Fabricio Oberto le pasaba lo mismo que a mí cuando veía que Carlos Delfino, que también era Quesón, salía de la habitación… e iba a asesinar a chicas inocentes
- Lo de inocentes es relativo. Sabe como es la ley de los Quesones. Hay muchas víctimas inocentes es cierto pero también hay muchas que merecen el Queso… - insinuó Don Emilio y al mismo tiempo cambió de tema - ¿Es cierto que Oberto presenció un par de esos asesinatos?
- Así dicen. Igual Carlos Delfino nunca dejo de asesinar. Incluso dicen que ahora comete más asesinatos que antes. Yo nunca ví al Quesón asesinar a una chica. Pero no soy idiota. Caro Uriondo, Wanda Nara, Vicky Xipolitakis, Laura Fernandez, Aline Moine, siempre estaba el Quesón esta cerca, no tengo dudas que es el asesino, me siento cómplice de estos asesinatos.
- Así dicen. Igual Carlos Delfino nunca dejo de asesinar. Incluso dicen que ahora comete más asesinatos que antes. Yo nunca ví al Quesón asesinar a una chica. Pero no soy idiota. Caro Uriondo, Wanda Nara, Vicky Xipolitakis, Laura Fernandez, Aline Moine, siempre estaba el Quesón esta cerca, no tengo dudas que es el asesino, me siento cómplice de estos asesinatos.
- Tranquilo señor Deck. Hagale honor a su apodo, “La Tortuga” – lo tranquilizó Don Emilio.
Mientras tanto, Van Lacke estaba en el establo fumando un porrito. De repente, como surgido de la nada, ante ella estaba Carlos Matías Sandes, que con guantes negros en las manos, levantó el machete.
Obviamente, aunque fumada estaba, la mujer se horrorizó al ver la basquetbolista, y su humanidad de 1,65 metros nada podía hacer ante los 2,02 metros de Sandes.
El basquetbolista no descargó ahora el machete sobre la mujer, que aterrorizada, presa del pánico y del terror, quedó como aprisionada contra la pared.
- Estás en un estado lamentable – dijo Carlos – ja, ja, ja, ja – río
con crueldad.
Sandes entonces levantó su enorme pie derecho y lo aplastó hacia la mujer, que comenzó a olerlo. El olor a Queso era impresionante. Un Queso asfixiante, penetrante, intenso… Van Lacke lo olió, chupó, lamió y besó como un zombie, sin saber que hacer, solo guiada por el instinto. Luego Sandes hizo lo mismo con su pie izquierdo.
- Te asesinaría ahora, después de cogerte claro, pero no me gusta quesonear minas así, en estado semiinconsciente, te asesinaré pero estando consciente – dijo Sandes en voz alta.
Entonces sacó el clásico pañuelo mojado de los Quesones y durmió a Van Lacke por algunos minutos.
Sandes tenía intención de atarla de pies y manos pero solo la ató de los pies y la cintura aún le faltaban las manos, pero en ese momento escuchó una pasos. Decidió salir afuera. Encontró a su amigo, a Gabriel Deck.
- ¿Ya la asesinaste Carlos?
- ¡Qué plomazo, Tortuga Deck, que plomazo! ¡Te dije que era una prueba!
- Decime que no la asesinaste, no quiero ser cómplice de este asesinato.
- Tranquilo, te dije que era una prueba. Anda a dormir Gabriel.
- Voy a dormir – dijo Deck, como obediente de repente, se dio vuelta y regresó a la mansión.
- Ya veremos, pobre Tortuga Deck – reflexionó Sandes – ojala reflexioné y se de cuenta que con estas boludeces puede terminar siendo víctima de alguna Quesona.
Mientras pasaban estas cosas, el efecto del éter pasó y Gisela despertó en mal estado. Con dolor de cabeza, alarmada. La cabeza le daba vueltas por todos lados. No sabía si estaba en la orbita de Jupiter o de Saturno, pero se ubicó en el lugar.
Recordó que un hombre alto, con un olor a Queso apestante le había puesto los pies encima. Recordó lo que oyó de los Quesones, y se dio cuenta que estaba en peligro.
Estaba atada, por la cintura y los pies, pero como libres tenía las manos, y reptando como un animal, tomó su celular, para pedir ayuda, con esa nueva aplicación.
Marcó el icono de “PELIGRO QUESO”, que enviaría su posición. Enviando mensaje y ahí le salió la leyenda fatal: Comprueba que eres una persona real.
Gisela se encontró con Escaparates de tiendas, bocas de incendio, pasajes de peatones, semáforos, una y otra vez.
- Eres un robot, eres un robot, eres un robot – salía la aplicación de “PELIGRO QUESO”.
- Nooo – gritó desesperada Van Lacke – malditas bocas de incendios.
Sandes estaba otra vez en el lugar. Sin decir palabra, se dispuso a machetear a la famosa, tirada en el piso, sin poder mover las piernas.
- ¿Por qué a mí? - gritó Gisella - ¿Por que no Ursula? ¡Me refiero a Ursula Vargues!
- Serías capaz de sacrificar a otra para salvarte. Que mala sos. Y pensar que alguien pidió por tu vida.
Carlos Matías Sandes enarboló el machete. La iba a asesinar. Gisela parecía no tener escapatoria posible.
En eso, sonó el teléfono del asesino.
- ¡Hola Carlos! ¡Sí, acá Carlos! ¿Tenés a Ursula? Que casualidad, yo tengo a Gisella quiere que la sacrifiquen a Ursula en su lugar. Tengo una idea.
Gisela escuchó todo estupefacta. No solo estaba ante un asesino psicópata, cruel y sanguinario, sino que ahora la quería exhibir en las redes sociales, en su sucia cuenta @quesocmsandes.
- ¿Queres salvar a tu amiga o queres ser asesinada en lugar de ella, ja, ja?
- ¡Nooo! ¡Piedad! ¡No quiero morir! ¡No quiero que me tiren un Queso! ¡No quiero ser quesoneada! ¡No usen esa aplicación solo salen bocas de incendio! ¡Socorro! ¡Salvenme!
Sandes grabó todo eso que dijo Gisella, hablando como si fuera para El Garage, salvo por estar atada. Como si fuera una película interactiva. Había que elegir entre ella y Ursula, para sacrificarla.
- La votación en twitter e Instagram ya arrancó, los fans de los Quesones lo decidirán.
Gisela se alarmó, cuando Sandes le destrozó la ropa, paso a paso, dejando la lencería para el final. Lo hizo con el machete, suavemente.
La conductora de El Garage, quedó completamente desnuda, atada, indefensa. Sandes subió los pies hacia su cara. El olor a Queso era apestante. Fuerte. Intenso.
Gisela quedó en ese estado hipnótico. No protestó cuando Sandes la penetró, con un pie en la vagina y el otro en el culo. Incluso sintió placer con el sexo anal, con sexo más convencional.
Luego se estremeció al ser bañada con una manguera, el frío hizo que pusieran duros los pezones. Para que describir lo que mostraron los videos.
- Que curioso - le dijo Sandes a Gisela, mientras la secaba - Quedaron en un empate. El último voto lo emitió el basquetbolista @cabezadelfino, dictaminando el empate.
- ¡Nos salvamos las dos! – Gisela, lo interpretó como un indulto de los fans de los Quesones – me querías quesonear, y me salvó un Quesón, ja, ja, justo, vos que sos un Quesón, ¿Y ahora, y ahora? Nadie tirará un Queso esta noche.
- ¡Las dos serán quesoneadas! El empate dice que las dos serán quesoneadas, ja, ja, lo que hizo mi amigo y colega Quesón @cabezadelfino fue una jugada magistral. Como corresponde a un Quesón de su envergadura. Le vas a hacer compañía a tu amiga. Dos Quesos serán tirados esta noche.
Carlos Matías Sandes puso el machete sobre el ombligo. Lo retiró...y atacó con crueldad.
- ¡No quiero morir!
- Fallaste la prueba - fueron las últimas palabras que la famosa escuchó.
A continuación, Carlos levantó el machete y ahora sí comenzó a asesinarla. Le dio muchos machetazos. Uno tras otro, con heridas en todo el cuerpo, principalmente el pecho, el cuello y la cabeza, bien al estilo Jason de “Friday the 13th”
Luego hubo un par de marcas sangrientas en el cuerpo esbelto. Y el corte final en el cuerpo.
Al finalizar, Carlos Matías Sandes contempló al cadáver de su víctima, tomó el Queso, lo arrojó sobre el cadáver mientras decía en voz alta:
- Queso.
Sandes se comunicó con Carlos Ignacio Fernandez Lobbe. La conductora y la ex conductora habían tenido el mismo final.
Limpió el machete con la paja que servía para darle de comer a los caballos. Y abandonó la escena del crimen con total impunidad.
Obviamente, aunque fumada estaba, la mujer se horrorizó al ver la basquetbolista, y su humanidad de 1,65 metros nada podía hacer ante los 2,02 metros de Sandes.
El basquetbolista no descargó ahora el machete sobre la mujer, que aterrorizada, presa del pánico y del terror, quedó como aprisionada contra la pared.
- Estás en un estado lamentable – dijo Carlos – ja, ja, ja, ja – río
con crueldad.
Sandes entonces levantó su enorme pie derecho y lo aplastó hacia la mujer, que comenzó a olerlo. El olor a Queso era impresionante. Un Queso asfixiante, penetrante, intenso… Van Lacke lo olió, chupó, lamió y besó como un zombie, sin saber que hacer, solo guiada por el instinto. Luego Sandes hizo lo mismo con su pie izquierdo.
- Te asesinaría ahora, después de cogerte claro, pero no me gusta quesonear minas así, en estado semiinconsciente, te asesinaré pero estando consciente – dijo Sandes en voz alta.
Entonces sacó el clásico pañuelo mojado de los Quesones y durmió a Van Lacke por algunos minutos.
Sandes tenía intención de atarla de pies y manos pero solo la ató de los pies y la cintura aún le faltaban las manos, pero en ese momento escuchó una pasos. Decidió salir afuera. Encontró a su amigo, a Gabriel Deck.
- ¿Ya la asesinaste Carlos?
- ¡Qué plomazo, Tortuga Deck, que plomazo! ¡Te dije que era una prueba!
- Decime que no la asesinaste, no quiero ser cómplice de este asesinato.
- Tranquilo, te dije que era una prueba. Anda a dormir Gabriel.
- Voy a dormir – dijo Deck, como obediente de repente, se dio vuelta y regresó a la mansión.
- Ya veremos, pobre Tortuga Deck – reflexionó Sandes – ojala reflexioné y se de cuenta que con estas boludeces puede terminar siendo víctima de alguna Quesona.
Mientras pasaban estas cosas, el efecto del éter pasó y Gisela despertó en mal estado. Con dolor de cabeza, alarmada. La cabeza le daba vueltas por todos lados. No sabía si estaba en la orbita de Jupiter o de Saturno, pero se ubicó en el lugar.
Recordó que un hombre alto, con un olor a Queso apestante le había puesto los pies encima. Recordó lo que oyó de los Quesones, y se dio cuenta que estaba en peligro.
Estaba atada, por la cintura y los pies, pero como libres tenía las manos, y reptando como un animal, tomó su celular, para pedir ayuda, con esa nueva aplicación.
Marcó el icono de “PELIGRO QUESO”, que enviaría su posición. Enviando mensaje y ahí le salió la leyenda fatal: Comprueba que eres una persona real.
Gisela se encontró con Escaparates de tiendas, bocas de incendio, pasajes de peatones, semáforos, una y otra vez.
- Eres un robot, eres un robot, eres un robot – salía la aplicación de “PELIGRO QUESO”.
- Nooo – gritó desesperada Van Lacke – malditas bocas de incendios.
Sandes estaba otra vez en el lugar. Sin decir palabra, se dispuso a machetear a la famosa, tirada en el piso, sin poder mover las piernas.
- ¿Por qué a mí? - gritó Gisella - ¿Por que no Ursula? ¡Me refiero a Ursula Vargues!
- Serías capaz de sacrificar a otra para salvarte. Que mala sos. Y pensar que alguien pidió por tu vida.
Carlos Matías Sandes enarboló el machete. La iba a asesinar. Gisela parecía no tener escapatoria posible.
En eso, sonó el teléfono del asesino.
- ¡Hola Carlos! ¡Sí, acá Carlos! ¿Tenés a Ursula? Que casualidad, yo tengo a Gisella quiere que la sacrifiquen a Ursula en su lugar. Tengo una idea.
Gisela escuchó todo estupefacta. No solo estaba ante un asesino psicópata, cruel y sanguinario, sino que ahora la quería exhibir en las redes sociales, en su sucia cuenta @quesocmsandes.
- ¿Queres salvar a tu amiga o queres ser asesinada en lugar de ella, ja, ja?
- ¡Nooo! ¡Piedad! ¡No quiero morir! ¡No quiero que me tiren un Queso! ¡No quiero ser quesoneada! ¡No usen esa aplicación solo salen bocas de incendio! ¡Socorro! ¡Salvenme!
Sandes grabó todo eso que dijo Gisella, hablando como si fuera para El Garage, salvo por estar atada. Como si fuera una película interactiva. Había que elegir entre ella y Ursula, para sacrificarla.
- La votación en twitter e Instagram ya arrancó, los fans de los Quesones lo decidirán.
Gisela se alarmó, cuando Sandes le destrozó la ropa, paso a paso, dejando la lencería para el final. Lo hizo con el machete, suavemente.
La conductora de El Garage, quedó completamente desnuda, atada, indefensa. Sandes subió los pies hacia su cara. El olor a Queso era apestante. Fuerte. Intenso.
Gisela quedó en ese estado hipnótico. No protestó cuando Sandes la penetró, con un pie en la vagina y el otro en el culo. Incluso sintió placer con el sexo anal, con sexo más convencional.
Luego se estremeció al ser bañada con una manguera, el frío hizo que pusieran duros los pezones. Para que describir lo que mostraron los videos.
- Que curioso - le dijo Sandes a Gisela, mientras la secaba - Quedaron en un empate. El último voto lo emitió el basquetbolista @cabezadelfino, dictaminando el empate.
- ¡Nos salvamos las dos! – Gisela, lo interpretó como un indulto de los fans de los Quesones – me querías quesonear, y me salvó un Quesón, ja, ja, justo, vos que sos un Quesón, ¿Y ahora, y ahora? Nadie tirará un Queso esta noche.
- ¡Las dos serán quesoneadas! El empate dice que las dos serán quesoneadas, ja, ja, lo que hizo mi amigo y colega Quesón @cabezadelfino fue una jugada magistral. Como corresponde a un Quesón de su envergadura. Le vas a hacer compañía a tu amiga. Dos Quesos serán tirados esta noche.
Carlos Matías Sandes puso el machete sobre el ombligo. Lo retiró...y atacó con crueldad.
- ¡No quiero morir!
- Fallaste la prueba - fueron las últimas palabras que la famosa escuchó.
A continuación, Carlos levantó el machete y ahora sí comenzó a asesinarla. Le dio muchos machetazos. Uno tras otro, con heridas en todo el cuerpo, principalmente el pecho, el cuello y la cabeza, bien al estilo Jason de “Friday the 13th”
Luego hubo un par de marcas sangrientas en el cuerpo esbelto. Y el corte final en el cuerpo.
Al finalizar, Carlos Matías Sandes contempló al cadáver de su víctima, tomó el Queso, lo arrojó sobre el cadáver mientras decía en voz alta:
- Queso.
Sandes se comunicó con Carlos Ignacio Fernandez Lobbe. La conductora y la ex conductora habían tenido el mismo final.
Limpió el machete con la paja que servía para darle de comer a los caballos. Y abandonó la escena del crimen con total impunidad.
- ¿Ya volviste Quesón?
- Sí.
-Falló la prueba- le dijo a Deck- De haber suplicado por su amiga, le habría personado la vida.
-Entonces es el destino.
- Por supuesto, estuve observando el cielo. Es esplendido como se ven las constelaciones, principalmente la gran nebulosa de Orión, y Venus es un espectáculo… ni te cuento Jupiter…
- Qué bueno – dijo Deck – bueno vamos a dormir.
Y los dos basquetbolistas durmieron. Al día siguiente el equipo de San Lorenzo continuó su gira.
El video que mostraba a Gisella. siendo poseída y quesoneada, fue todo un éxito. Fue borrado y vuelto a subir una y otra vez.
Y se hicieron ediciones, compilando los momentos finales de la famosa, con sus mejores momentos en El Garage. Con el añadido de una canción ritmica, de autor anónimo.
-Gisela Van Lacke. Desnuda y poseída.
Gisela Van Lacke. Desnuda y quesoneada.
Gisella Van Lacke.
Agradecemos la brillante contribución de EL FAUNO en este RELATO
muy bueno
ResponderBorrarsandes es un capo,domina lo que hace,y sabe cortar mejor que nadie con el machete en la ciudad,si queres una buena noticia,y alguien de quien sospechar sandes es el indicado,pero no vayas a caer en la mira de sandes x qe cagaste,es muy jodido despues de chiquito,es recontra jodido,queso de primera,no media palabras.
ResponderBorrarMal. No la aprovechó antes de matarla.
ResponderBorrarEl asesino de Gisella Van Lacke-versión alternativa.
ResponderBorrarTranquilo señor Deck – dijo don Emilio, el dueño de la Estancia – el destino lo quiso así. Le dijimos a los invitados, que no se alejen de los lugares seguros. Sobre todo a ella.
-No me gusta ser cómplice- elevó la voz- No gusta que maten chicas inocentes-
Sandes se dio vuelta.
-No es tan inocente como parece.
-¿Cómo sabés?
-Le voy a hacer una prueba. Si la pasa...
Sandes la encontró en mal estado, como si también hubiera bebido alcohol.
-Estás en un estado lamentable-dijo durmiéndola, con el clásico pañuelo mojado de los quesones.
Gisela despertó en un mal estado. Con dolor de cabeza, alarmada. Tratando de esconderse, tomó su celular, para pedir ayuda, con esa nueva aplicación. Marcó el icono de peligro queso, que enviaría su posición. Enviando memsaje. Comprueba que eres una personal real. Gisela se encontró con Escaparates de tiendas, bocas de incendio.
-Nooo-
El grito ayudó a que Sandes la encontrara. Sin decir palabra, se dispuso a machetear a la famosa.
-¿Por qué a mí?-gritó Gisella-¿Por que no Ursula?
-Serías capaz de sacrificar a otra para salvarte. Que mala sos. Y pensar que alguien pidió por tu vida.
Sandes enarboló el machete.
En eso, sonó el teléfono del asesino.
-¿Tenés a Ursula? Que casualidad, yo tengo a Gisella quiere que la sacrifiquen a Ursula en su lugar. Tengo una idea.
Sandes grabó a Gisella, hablando como si fuera para El Garage, salvo por estar atada. Como si fuera una película interactiva. Había que elegir entre ella y Ursula, para sacrificarla.
Gisela se alarmó, cuando Sandes le destrozó la ropa, paso a paso, dejando la lencería para el final. La conductora de El Garage, quedó completamente desnuda, atada, indefensa. Sandes subió los pies hacia su cara.
Gisella quedó en ese estado hipnótico. No protestó cuando Sandes la penetró, con un pie en la vagina y el otro en el culo. Incluso sintió placer con el sexo anal, con sexo más convencional.
Luego se estremeció al se bañada con una manguera, el frío hizo que pusieran duros los pezones. Para que describir lo que mostraron los videos.
-Que curioso-le dijo Sandes a Gisella, mientras la secaba-Quedaron en un empate.
-¡Nos salvamos las dos!
-No. Le vas a hacer compañía a tu amiga.
Sandes puso el machete sobre el ombligo. Lo retiró...y atacó con crueldad.
-¡No quiero morir!
-Fallaste la prueba- fueron las últimas palabras que la famosa escuchó. Luego hubo un par de marcas sangrientas en el cuerpo esbelto. Y el corte final en el cuerpo.
-Queso.
Sandes se comunicó con Fernandez Lobbe. La conductora y el ex conductora habían tenido el mismo final.
-Falló la prueba- le dijo a Deck- De haber suplicado por su amiga, le habría personado la vida.
-Entonce es el destino.
El video que mostraba a Gisella. siendo poseída y quesoneada, fue todo un éxito. Fue borrado y vuelto a subir una y otra vez.
Y se hicieron ediciones, compilando los momentos finales de la famosa, con sus mejores momentos en El Garage. Con el añadido de una canción ritmica, de autor anónimo.
-Gisela Van Lacke. Desnuda y poseída-
Gisela Van Lacke. Desnuda y quesoneada.
Gisella Van Lacke.
excelente Fauno, estas contribuciones son brillantes, vamos por más!
Borrarel relato es excelente pero no queda claro si ese box tenia caballos o no, yo creo que los animales relinchaban sin parar mientras Carlos Matías Sandes asesinaba a Van Lacke lo cual le llamo la atención a Don Emilio, aunque el comportamiento de este sujeto es bastante sospechoso y quizás es un sirviente o un hermano perdido de Lady Dumitrescu
ResponderBorrarlos Quesones son asesinos de mujeres pero esta frase "- Ya veremos, pobre Tortuga Deck – reflexionó Sandes – ojala reflexioné y se de cuenta que con estas boludeces puede terminar siendo víctima de alguna Quesona" confirma mi teoría... si sos un chabón y haces que le molesta a los Quesones... te mandan una Quesona
ResponderBorrarno lo maten a Gabriel Deck pobre muchacho... es uno de los nuestros
BorrarQuedó muy bien ensamblado lo que escribí con la versión original y lo agregado. Y de paso, quedo mi opinión. Me pareció que un votación por quien es sacrificado, podría un detalle perverso, al estilo de relato. Y al tema planteado, para justificar los crimenes, que tal tal vez las víctimas son sean inocentes.
ResponderBorrarEs curioso el comportamiento del dueño de la estancia. Podría estar conectado con Lady Dumitrescu, antes de darse conocer ante los quesones. La noble vampira quiere poder y el dinero, las propiedades, son una forma de poder. Y además tuvo el ámbito que facilitó el crimen. Como la grabación del video.
Y creo que más de uno que comentan, se habría comportado como Deck.
Quedó muy perverso lo que pasó con Gisella Van Lacke.
Debe ser quesoneado Gabriel Deck? el chabón no es Quesón pero es muy alto y seguramente tiene patas muy grandes; se lo ve bastante tiernito como que le falta un golpe de horno; el tipo de víctima que más le gusta a Ravelia Zamas que ya amasijó a muchos basquetbolistas; obviamente si lo quesonea debe ser estrangulado con varias torturas previas; se animará Ravelia, tiene la asesina el Queso preparado o por alguna extraña razón le perdonará la vida?
ResponderBorrarpropongo la siguiente historia:
Borraruna Quesona de poca monta (¿Carla Quevedo?) recibe la mision de asesinar a Gabriel Deck; la asesina lo seduce y van a un lugar secreto; ahí tienen un intenso juego sexual; finalmente la asesina decide comenzar a estrangular a Deck; cuando lo esta haciendo llega Carlos Matías Sandes con su machete y asesina a Quevedo; Deck ahí se salva pero al ser salvado por un Quesón queda con la obligación de proveerle víctimas; por otra parte quizás todo fue una conspiración de Ravelia Zamas para sacarse de encima a Carla Quevedo
mucho quilombo que Deck le provea de víctimas en forma voluntaria o involuntaria a Carlos Matías Sandes y listo, me parece a mí, es mi opinión
BorrarEl detalle es que Carla Quevedo tiene mucho potencial como una Carla asesina. No está para desperdiciarla. Además en un relato de Carla Conte, con Carlos Lampe, se reveló que hay una tregua.
BorrarSería un desperdicio. Tiene más sentido que sea otra conductora que haya tenido El Garage, como Fernanda Villaverde, Alejandra Martínez, o alguna otra conductora, podría tratar de vengar a Ursula Vargues y Gisella Van Lacke. Y fallar, pasando por un final parecido.
Esta podría ser una frustrada asesina, en busca de venganza.
BorrarClaudia Fernández
https://www.youtube.com/watch?v=ub7q-gIz3jI
hay que quesonearla... creo que el Quesón tiene que ser Carlos Matías Sandes... te animas Fauno a hacer un bosquejo de como sería el relato? si queres x supuesto! un abrazo!
BorrarEl Asesino de Claudia Fernández.
BorrarLos asesinatos de Ursula Vargues y Gisella Van Lacke, a pesar de que los medios habían usado los crímenes quesones para tener rating. Impactó lo simultaneo de los asesinos, como la morbosa votación, cuyo empate condenó a las dos.
Fernanda Villaverde y Carolina Prat, anteriores conductoras del programa, pidieron justicia. Hubo un programa especial, con las mejores notas de Ursula Y Gisella. Incluso algo inédito, Ursula recomendando ver el progrma, con su sucesora.
Se seleccionó a una conductora, Claudia Fernández. Quien fue aceptada de inmediato, gustó mucho su sugestivo clip de presentación. Los obsesivos de los autos casi que fueron una guardia personal para la rubia conductora. Lo que le permitió que siguiera viva.
Pero el público pedía venganza. Y Claudia Fernández quiso darles venganza...
Acá puede intervenir Lady Dumistrecu, para darle una pista, llevándola a una trampa.
Claudia Fernández entabla una relación con Deck, creyendo que es el asesino. Para seducirlo, acá podría haber una escena intensa, y envenenarlo. Pero interviene Sandes, que podría una rutina similar a la que uso con Gisella. Y usar el machete, no necesariamente con records de heridas. Podría ser como en la participación de Sandes en la masacre de Sex and the city. Con vasija y todo. O que accidentalmente Deck se tomó el veneno que Fernández pensaba usar para suicidarse, que por suerte lo salvaron a tiempo. Y arrepentida de lo que provocó, la famosa se fue del país, abandonado el espectáculo.
Luego Sandes le dice a Deck que Cladia Fernández dejó el espectáculo y el país.
Podría terminar ahí. O con Cladia Fernández convertida en una vampira más al servicio de la noble rumana.