El asesino de Guillermina Valdes, la esposa de Marcelo Tinelli
Era un día de semana, dicen que era invierno sobre Buenos Aires, una noche de intenso frío. Todos estaban en su casa viendo el programa que estupidizaba a las masas, “Videomatch” con su repetido “Bailando por el Sueño”, el programa que era un auténtico opio de los pueblos versión siglo XXI. El programa que literalmente vaciaba las mentes del pueblo, para que después, obedientes como corderos al matadero, siguieran votando una y otra vez a los mismos políticos que los venían cagando una y otra vez. A veces te cagan con el cuento de la justicia social, otras veces con el de “Cambiemos”, pero siempre te cagan…
Marcelo Tinelli, la megaestrella de la TV argentina, era quien conducía el programa, con su rimbombante “Buenas noches América” repetido una y otra vez desde los días de Videomatch en enero de 1990. “Y se lo agradezco todo a Gustavo Lutteral” decía el bocón y cuervo. Eran los tiempos de los gomazos, de Ritmo de la Noche, en fin, lo cierto es se quiso hacer el mafioso y se presentó para presidente de la AFA, pero la mafia del fútbol lo cagó y tras un 38-38 lo fulminó.
Podríamos hablar cientos de páginas sobre Videomatch y este personaje. Pero no es el objetivo de este relato. Solo diremos que mientras Tinelli estaba con su programa, su esposa, Guillermina Valdes, permanecía en la lujosa mansión que compartían en algún lugar de la ciudad…
Dicen que muchos guardias custodiaban la mansión. La mayoría suelen ser de River o de Boca, pero esa noche había tres que no eran de esas instituciones, sino uno de Belgrano, el Cordóbés, uno de Estúdiantes, de nombre León y otro de Lanús, a quien decían Nico, por lo que debería llamarse Nicolás.
Una enorme figura masculina, vestida totalmente de negro, se acercaba a los guardias. De repente, los tres lo reconocieron: era Carlos Bossio, el famoso arquero de Belgrano, Estúdiantes y Lanús. Los tres se regocijaron al verlo…
- ¡Chiquito! ¿Qué haces aca? ¡Orgullloooo cordobeessss!!!! Como la Peperina y el Fernet.
- Si te habré puteado – dijo Nico – pero después nos sacastes campeones. Yo estaba en el Bosterío esa noche.
- Dame un autógrafo Chiquito – dijo León – no lo puedo creer, estaba detrás de ti, en la cancha de Racing, el día que le metiste el gol a la Academia.
- Bueno muchachos muchas gracias a todos – dijo Bossio – gracias por ser tan afectuosos.
- ¿Vos a participar en el Bailando por un Sueño? – dijo Nico.
- Soy muy patón para hacerlo – dijo Bossio – pero sí… participaré… bailaré y cantaré…
- ¡Vaya que pies que tienes, guaso! – dijo el cordobés - ¿Cuánto calzas?
- Cincuenta – dijo Bossio. A continuación puso sus pies sobre una mesa que había allí, y con gran rapidez, se sacó los zapatos y luego las medias.
El olor a Queso que invadió el lugar fue impresionante. Imposible de describirlo con palabras. Algo asfixiante, intenso y fulminante a la vez. Tanto que los tres guardias se cayeron al piso, desmayados al no soportar el olor a Queso que despedían los pies de Carlos Bossio.
- Perfecto – dijo Bosio en voz alta – ahora voy por mi objetivo. Ja, ja, ja…
Guillermina estaba acostada en su cama, una enorme cama, equivalente a una cama de cuatro plazas para cualquier mortal, ahí se acostaba con Tinelli. Disfrutaba de la noche hasta el regreso de su esposo. No veía Showmatch. Le parecía un programa aburrido donde su esposo siempre repetía las mismas boludeces una y otra vez, como en una espiral infinita que no tenía principio ni final.
De repente, se abrió la puerta. Guillermina vio entrar a un hombre gigantón y patón. Muy alto, 1,95 metros, muy patón, con un pie 50 de calzado. Vestido totalmente de negro, con enormes guantes negros que le cubrían las manos, con la izquierda sostenía un gigantesco Queso Emmental y con la derecha, un cuchillo largo, grueso y filoso. El hombre no tenía máscara y contemplaba a Guillermina con cara de asesino, mientras la chica se acurrucaba en la cama.
Guillermina Valdés, con una mezcla de terror, pánico y sorpresa dijo:
- ¿Quién sos?
- ¿No me conoces?
- No.
- No sabés nada de futbol nena.
- La verdad que no. Lo único que se de futbol es que Marcelo es de San Lorenzo. Nada más que eso.
- Un Queso es lo que mereces por haber contestado nada más que eso.
- ¿Un Queso?
- ¿En serio no me reconoces? – insistió Bossio.
- No, pibe, no te conozco…
- Soy Carlos Gustavo Bossio. “Chiquito” Bossio, el mítico arquero de Belgrano, Estudiantes y Lanús.
- No te juna nadie “Chiquito”.
- ¿No me juna nadie? – Bossio se calentó en poco y casi acelera su plan pero se contuvo pues era pasional pero también un asesino serial que cometía sus crímenes a sangre fría – te asegura que sí me junan.
- ¿A ver, Chiquito? – Carlos ya se había dado que a Guillermina le había en gracia el apodo con el que era conocido en el mundo del fútbol, o del furbor, como también se lo llama en muchos andurriales.
- Soy el primer arquero en marcar un gol de cabeza en la historia del fútbol argentino, 12 de mayo de 1996, Racing 1 Estudiantes 1, faltaban pocos minutos, Bossio fue a cabecear y GOOOOL se la clavé al Nacho González, que la fue a buscar adentro.
- ¿Y tanto lío por un gol pelotudo?
- ¿Gol pelotudo? Visite todos los programas, Showmatch incluído, me invitaron a lo de Mirta Legrand, aún hoy, 22 años después, hago reportajes en todos lados cuando llega el aniversario.
- Un gol no es una Copa, Chiquito…
- ¿Querés Copa? Soy el primer arquero campeón de Lanús, 2 de diciembre de 2007, vuelta olímpica en la Bombonera, con Lanús nena… sabés lo que es salir campeón con Lanús? No tenes idea!
- Tengo idea, sí, lo acompañe a Marcelo cuando perdieron con Lanús una final con San Lorenzo.
- Sí, es verdad…
- La verdad Chiquito tu historia en el fútbol es muy chiquita…
- También ataje en la selección nacional, jugué varios partidos y…
- Sí, sí, el día de la pelota no dobla… ja ja… con Ecuador…
- 2 de junio de 1996. ¿Cómo sabes eso? Si no sabes nada de fútbol…
- Te acordas las fechas exactas. Ja, ja, me fijo en Wikipedia, Quesón. Ja, ja, eso dice aca, Quesón. Otro apodo tuyo.
- Ja, ja, sí, es cierto – dijo Bossio en un tono más serio – eso lo filtré yo mismo, sabes por qué…
- ¿Porqué, Quesón?
- Porque además de arquero de fútbol, soy un asesino serial de mujeres, soy el Quesón, asesiné a cientos de minas como vos, a todas les tiré un Queso.
- ¿Y venías a asesinarme a mí hoy, verdad?
- Ya me pudriste nena… vine a Quesonearte… iba a someterte a mis Quesos y después te iba a asesinar… pero ahora no… te voy a asesinar – Carlos levantó entonces el cuchillo, dispuesto a hundirlo en el corazón de Guillermina.
Ahora sí, la esposa de Marcelo Tinelli sí se aterrorizó en serio, pues recién en ese momento se dio cuenta que estaba ante un asesino serial sediento de sangre, una especie de depredador dispuesto a todo.
- ¡Socorro! ¡Guardias! ¡Ayudenme! ¡Por favor!
- No grités no vendrá nadie… están todos muertos…
- ¡Por favor Chiquito! ¡No me asesines! ¡Puedo complacerte!
- Bueno – dijo Carlos, hundió entonces el cuchillo sobre el colchón, sin apuñalar a Guillermina – vamos a ver como me podes complacerte.
Bossio entonces con gran rapidez, se sacó los zapatos, las medias y puso sus pies sobre el rostro de la chica, que no pudo aguantar el olor a Queso tan asfixiante e intenso, y tal como ocurrió con los guardias, quedó fulminada.
Así Bossio durmió a Guillermina y luego sacó de la nada unas sogas y ató de pies y manos a la chica, que permaneció dormida algunos minutos…
- ¿Porqué me ataste? – dijo Valdés al volver en sí – te hubiera complacido lo mismo.
- No sé, soy Quesón – dijo Bossio – suelo hacer esto con mis víctimas.
- ¿Vos asesinastes a Karina Mazzocco, Belen Francese, Ingrid Grudke, Valeria Mazza, Viviana Canosa, Soledad Solaro, Zaira Nara, Wanda Nara y a las demás?
- A Grudke, Mazzocco y Francese las asesiné yo. A las demás que nombraste las asesinaron otros Quesones.
- ¿Por ejemplo?
- A Valeria Mazza y a Zaira Nara las asesinó Carlos Delfino. A Solaro y Canosa, el rugbier asesino, Carlos Ignacio Fernández Lobbe y a Wanda Nara, Carlos Matías Sandes.
- ¿Carlos Matías Sandes asesinó a Wanda Nara? ¡Ese muchacho es muy Quesón! ¡Juega al básquet en San Lorenzo!
- Sí, tenés razón, juega al básquet en San Lorenzo…
- Lo lógico hubiera sido que me viniera a asesinar Sandes…
- Puede ser que tengas razón nena… pero bueno… sabés que ahora mandan las redes sociales… Sandes ha cometido y comete muchos asesinatos. No hubiera tenido problemas en llegar hasta aca, pero bueno… la gente me votó a mí.
- ¿Te voto a vos?
- ¿Quién debe asesinar a Guillermina Valdes, la esposa de Marcelo Tinelli? Eso difundieron en las cuentas de los Quesones. Votaron más de 45.000 personas. Gané yo con 15.865 contra 15.819 de Sandes, fue muy reñido, pero gané yo… y aquí estoy… Delfino te hubiera cortado la cabeza, sacó apenas 8.732 votos, la gente no lo votó a él, y te salvaste de Fernández Lobbe, salvaje como rugbier, sacó 7.094 votos… te hubiera violado…
- ¿Vos no me vas a violar?
- Noooo… tendremos sexo pero en forma consentida…
- Hubiera preferido que me violaras… tenes un Queso que apestas…
- Ojala lo resistas…
Carlos Bossio otra vez tuvo ganas de asesinar a Guillermina, pero se contuvo, lo que hizo a continuación fue ponerle los pies encima de la cara, pies llenos de olor a Queso, apestante, intenso, asfixiante…
Valdes apenas lo aguantó esta vez, y se vio como llamada a olerlos, chuparlos, besarlos y lamerlos una y otra vez.
Entonces le tiró el Queso y con el Queso jugaron. No se como se juega con el Queso, eso es algo que os dejo a vuestra imaginación.
Luego tuvieron sexo. Bossio esperaba otra cosa. La paso bien, pero no fue lo que esperaba. Sintió una cierta desilusión.
- ¿Y Tinelli se acuesta con vos? La verdad que me imaginaba otra cosa… sos bastante insípida teniendo sexo…
- Y vos muy patoso… como dicen los españoles…
- Bueno basta, ahora sí, se cumplirá el destino.
Ya no hubo más palabras. Carlos levantó el cuchillo y lo hundió en el estomágo de Valdes. Le aplicó un corte de derecha a izquierda, después otro corte de izquierda a derecha, después un cuchillazo en el pecho, y otros dos cortes, después un corte profundo en el cuello… esta vez batió el record de cuchillazos… la siguió apuñalando hasta superar las 180 puñaladas con cortes en todo el cuerpo.
Debió usar cinco cuchillos, todos enormes, cuando terminó, el asesino le tiró el Queso, esta vez sobre el cadáver…
- Queso - dijo en voz fuerte el asesino.
Bossio abandonó la habitación, al salir, otra vez estaban los guardias en su lugar, ya recuperados del desmayo que sufrieron…
- Buenas noches señores.
- Buenas noches señor Bossio – contestaron los tres guardias al unísono, todavía atontados como si hubieran fumado varios porros tras oler los pies del futbolista y asesino.
Un rato después, en Showmatch, se escuchaba la voz del conductor anunciar:
- Hoy un nuevo integrante se suma al Bailando, seguro se acuerdan de él, hablo de Caaarrrloooossss Guuuuuuustaaaaavooooo “Chiiiiiiiquiiiiiitooooo” Boooossssioooo el mítico arquero de Belgrano, Estúdiantes y Lanús.
Y ahí nomás apareció Bossio bailando y cantando con sus patosos y quesones pies talle 50… interpretando al Che en la mítica opera Evita
“Oh what a circus, oh what a show
Argentina has gone to town
Over the death of an actress called Eva Peron”
Lo que ocurrió después cuando Marcelo Tinelli se enteró que a Guillermina Valdes la habían quesoneado es algo que no voy a relatar aquí y os dejo a vuestra imaginación…
“Asesinar a la esposa de
Marcelo Tinelli es como asesinar a la reina… a la esposa del rey” dijo Carlos
Bossio ante una cámara y agregó una palabra que desconcertó a todos “Queso”.
Solo diré que Carlos Bossio siguió tirando Quesos… y bailando en Showmatch porqué el mundo siguió girando, y las orbitas de Marte y Venus no se alteraron.
mas largo que la concha de la lora pero se ve prometedor gracias
ResponderBorrarBuen cuento. Ya tengo con que pajiarme xd
ResponderBorrarestuvo divertido este relato de bossio valdes,jaja era insipida que hdp
ResponderBorrarchiquito estaria bien que quesonee a sol perez, si ya quesoneeo a mazzoco que era un camion no va a poder con esta smurf putona
ResponderBorrarHEROE
ResponderBorrarpor eso no me gusta consumir QUESO
ResponderBorrarLos quesoneos son cada vez más crudos y sádicos. Te digo que tenés que bajar el tono pibe, porque te van a denunciar fiero por gore. En los setenta no te la hubieran dejado pasar. No sé si te queda claro. Estamos?
ResponderBorrarBossio le dijo a Guillermina que los guardias estaban muertos.
ResponderBorrarTeniendo en cuanta que los quesones no matan hombres, sólo mujeres, eso podría significar que le mintió. Algo que pueden hacer los quesones, aunque ofrecen a las víctimas la oportunidad de sobrevivir si se entregan.
O que tuvo la ayuda de una quesona.
no los mató... solo sufrieron un desmayo...
Borrar"Bossio abandonó la habitación, al salir, otra vez estaban los guardias en su lugar, ya recuperados del desmayo que sufrieron…"
el asesino le dijo a su víctima que los guardias estaban muertos, obviamente Carlos Bossio le mintió a Guillermina