El Asesino de Cecilia Milone
Era una noche de luna llena en Buenos Aires, el aire cargado de un aroma a Queso que flotaba como un presagio. Cecilia Milone, la diva del teatro musical, aún resonaba en los titulares tras sus explosivas declaraciones sobre Chico Novarro, echando leña al fuego de un escándalo que había sacudido a la farándula. Recién separada de Nito Artaza, Cecilia buscaba refugiarse en la soledad de su lujoso departamento en Palermo, esperando provocar alguna que otra noticia que le devolviera protagonismo.
Se había olvidado de unas palabras de una anciana rumana, cuando se casó con Artaza por iglesia en la Provincia de Corrientes: “Nunca te separes ni te divorcies de Nito Artaza, el no lo sabe, pero te protege, en forma inconsciente e involuntaria, de lo contrario los Bossio o los Izquierdoz ya te hubieran Quesoneado”.
Esa misma noche, mientras disfrutaban de unos buenos chamames correntinos, Artaza le preguntó: “¿Qué te dijo esa dulce anciana en la iglesia?”, y Milone le contestó “Nada, ja, ja, una vieja idiota, algo de Bossio o Izquierdoz”.
“¿Carlos Bossio? ¿Carlos Izquierdoz? No te rías son Quesones” dijo Artaza, y Milone, con total desparpajo, y en tono de burla dijo “¿Comen mucho Queso? ¡Ja, ja, ja, ja!”.
Producido el divorcio, a principios de 2024, una anciana tucumana, Doña Dominga, famosa por sus empanadas, le advirtió mientras Milone caminaba por Palermo “Ya no tienes protección, Milone” pero Milone se río y se burló de la anciana, “Estas viejas locas, antes la correntina con acento rumano, ahora la tucumana, ¿Hay una vieja de estas por cada provincia? Anda a vender empanadas a la Plaza Independencia de Tucumán, ja, ja, ja”.
Doña Dominga la miró con desprecio y le dijo en latín "Tibi praesidium obtulimus, et illud accepisti, sed pactum violasti, stulta." (“Te ofrecimos protección, y la tuvistes, pero has violado el pacto, pelotuda”).
Así llegamos a la noche de la luna llena. Milone no solo se había olvidado de esas dulces ancianas, sino que además tras generar un escándalo por decir que “Chico Novarro fue el amor de mi vida”, ahora cantaba las celebres canciones del popular cantor (fallecido en 2023 a los 88 años), “El Orangutan”, “El camaleón”, “Un sombrero de paja”, “Algo contigo” y otros clásicos.
“Minga voy a pagar los derechos a los hijos, voy a cantar todas las canciones en mi nueva revista, que titularé MILONAZO”.
Justo ahí sonó el timbre con un eco ominoso. Cecilia, envuelta en una bata de seda, cantando El Orangután abrió la puerta y se encontró con una figura imponente: un hombre alto, de casi 1,90 metros, disfrazado con la icónica máscara de Scream. zapatillas resonaban en el suelo, y un olor penetrante, a Queso intenso y apestoso inundó la habitación.
—¿Quién sos? —preguntó Cecilia, con una mezcla de intriga y temor.
El hombre se quitó la máscara lentamente, revelando el rostro curtido de Carlos "el Cali" Izquierdoz, el futbolista conocido no solo por sus tackles en la cancha, sino por su reputación como un temido Quesón, un asesino serial con una obsesión por los pies y los Quesos. Sus ojos brillaban con una chispa sádica.
—Soy Carlos Izquierdoz, pero todos me dicen "el Cali" —dijo con una voz grave, mientras dejaba caer la máscara al suelo—. ¿No me conoces? Soy futbolista, jugué en Boca Juniors, ahora volví a Lanús. Escuché que andás hablando de más, Cecilia. Y los Quesones no toleramos bocas sueltas.
- ¿Boca Juniors? Vos sos el que corriste al Pity Martínez en la final de 2018, Artaza es de River, y como festejo, ja, ja, ja.
Sin contestar nada a aquella burla (siempre sentía una herida cuando le hablaban de esa final), el Cali cerró la puerta tras de sí y se acercó. Sus pies, calzados en zapatillas gastadas, desprendían un olor a Queso que era a la vez repulsivo y extrañamente hipnótico. Cecilia, ahora en silencio, retrocedió, pero algo en su interior, tal vez la adrenalina o el morbo, la mantuvo paralizada.
—No te voy a mentir, Ceci —dijo el Cali, quitándose las zapatillas con deliberada lentitud—. Mis pies son mi arma secreta. Grandes, olorosos, perfectos para una diva como vos. Quesos.
Cecilia intentó protestar, pero el Cali ya se había sentado en el sofá y, con un movimiento rápido, la obligó a arrodillarse frente a él. Sus pies, enormes, con dedos largos y uñas descuidadas, desprendían un olor que parecía envolver la habitación en una nube densa.
—Olé, Cecilia —ordenó el Cali, su voz un susurro cargado de amenaza—. Es la tradición de los Quesones.
Como en un trance, Cecilia acercó su rostro a los pies del futbolista. El olor era abrumador, una mezcla de sudor, cuero viejo y algo que recordaba al Gruyere añejo. Un olor propio de un futbolista, de un veterano de muchas batallas.
Contra su voluntad, Milone, comenzó a oler, luego a lamer, atrapada en el ritual macabro del Quesón. El Cali sonreía, disfrutando del poder que ejercía. Lamió, besó, chupó y olió, con énfasis, con gozo, con satisfacción, Milone recordó a las viejas y las maldijo:
“Hijas de puta, me querían privar de este placer, viejas de mierda, malditas sean”
La noche se volvió un torbellino de pasión salvaje. Cecilia, atrapada entre el miedo y una atracción inexplicable, pero envuelta en el gozo y la felicidad, se entregó al Cali en un frenesí de intimidad que hizo temblar las paredes del departamento. Los gemidos resonaban, mezclados con el olor a Queso que parecía impregnarse en cada rincón. El acto sexual fue fuerte e intenso…
“Nunca Artaza me cogió así, tampoco Novarro” dijo Milone y al terminar el sexo, intentó reponerse, cantando, otra vez “Algo contigo”.
Un cuarto de hora despues, cuando el clímax pasó, el Cali se levantó, su rostro ahora frío y desprovisto de emoción. De su mochila y con los guantes negros, sacó un cuchillo de 45 centímetros, con una hoja brillante que reflejaba la luz de la luna llena que se colaba por la ventana.
—Hora del Queso, Cecilia —dijo, mientras se ponía nuevamente la máscara de Scream.
Cecilia intentó gritar, pero el Cali fue más rápido. Con una furia salvaje, la atacó, asestándole decenas de cuchillazos. La sangre salpicó las paredes, los muebles, el suelo. Cecilia, la diva de mil escenarios, dio un último suspiro mientras su vida se desvanecía en un charco carmesí. Fue todo muy violento, salvaje, la sangre se esparció por todas partes. Carlos Izquierdoz lo hizo como si se estuviera cobrando una vieja deuda…
- Quizás si lo hacía en 2018, cuando debí hacerlo, ganaba esa final, bueno, ya esta, ya fue, no entiendo porque protegían a esta idiota, y la protegían Artaza y Novarro, o era Novarro y no Artaza, o era al reves?
El Cali, jadeando, contempló su obra. De su mochila extrajo un Queso Gruyere gigantesco, de al menos un metro de diámetro, y lo arrojó con fuerza sobre el cadáver de Cecilia.
—Queso —dijo en voz alta, su voz resonando en el silencio de la noche.
Con la satisfacción de un trabajo bien hecho, el Cali se puso la máscara y abandonó el departamento, dejando tras de sí el olor a Queso y el eco de un crimen que nadie relacionaría con él. En la calle, bajo la luna llena, pensó en su próxima víctima. Porque para un Quesón, un asesinato es solo un Queso más en la lista.
La deuda estaba saldada. Debía hacerlo el, aunque Milone entraba en el target de las víctimas de Carlos Bossio, por eso, cuando supo que lo podía hacer, Carlos Izquierdoz no dudo, y sabía que tanto Lady Dumitrescu como Doña Dominga estarían satisfechas. QUESO.
una quesoneada muy esperada, no se entiende como sobrevivio tanto, pero algo se desprende del cuento, debio ser para Carlos Bossio, pero la elección de Carlos Izquierdoz es acertada
ResponderBorrarja ja ja ja siempre garpan los relatos quesones, me impresiona Izquierdoz, es como un padawan de Bossio
ResponderBorrarotra gran pieza de los Relatos Quesones este cuento, Carlos Izquierdoz siempre da buenos Quesos, Milone se lo merecía
ResponderBorrarChico Novarro la protegía, al fin se supo la verdad
ResponderBorraresta perfecto el cuento, queda claro porque Milone sobrevivio tanto y Carlos Izquierdoz, un quesón en constante crecimiento
ResponderBorrartodos estos relatos se ajustan a lo clásico de los Quesones, todos buenos, Nito Artaza y Chico Novarro entonces protegían a esta mina, pero ella traiciono los códigos, e Izquierdoz (que siempre tiene en su cabeza la final de la Libertadores), un gran asesino
ResponderBorrarahora juega en Lanus, pero Queson esta para los equipos grandes
ResponderBorrarque grande el Cali, hay que quesonear a Milone!!!!
ResponderBorrarSIGUE ESTANDO BUENA MILONE AUNQUE SEA VIEJA
ResponderBorrarme cague de risa cuando leí en el relato las canciones de Chico Novarro
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