El Asesino de Serena Romanini #SkyCheese

La carrera como modelo de Serena Romanini es menos conocida que la de su hermana Carla (sí, Carla, la Quesona Asesina, la bella, letal, sanguinaria, cruel y rubia modelo asesina de hombres, también conocida como la Asesina de los Matías), pero no por ello menos exitosa. Hoy pasa su tiempo brillando en el modelaje para la MzAgency, entre las ciudades de Buenos Aires y México.

Un fin de semana decidió visitar a su hermana Carla en Nueva York, la ciudad donde la rubia asesina residía ahora por razones laborales, no la veía desde hacía un tiempo y deseaba un encuentro familiar.

El viaje en avión fue algo accidentado debido a las turbulencias. Serena no tenía claro si fue fruto de su imaginación o tal vez de algún sueño pero vio que llovían Quesos del cielo, sí, hormas enteras y trozos gigantes de Quesos Gruyere o Emmental.

 

“Llueven Quesos del cielo, es increíble, lo estoy viendo” le comento al pasajero que tenía al lado.

“El cambio climático esta provocando estragos” dijo el pasajero y agregó “Lo importante es que lleguemos a Nueva York”

“Yo voy a visitar a mi hermana, ¿Usted va por vacaciones?”

 

“Por trabajo, soy futbolista, voy a firmar en el Cosmos de Nueva York, soy Carlos Gustavo David Quintana, jugué en Lanus, Patronato, Talleres, Rosario Central, ahí y en el granate fui campeón, tengo una gran trayectoria, mido 1,92 metros y calzo 49, me dicen el Hacha, porque soy como un hacha cortante en la cancha, ahora jugaré en la liga donde compite Lionel Messi”.

“Yo de futbol no se nada” dijo Serena “pero me di cuenta que eras deportista, por tu cuerpo, y esas patas, que pies grandes y olorosos que tenes, y te llamas Carlos, que lindo nombre, mi hermana se llama Carla, son tocayos, siempre tuve la fantasia de tener sexo con un futbolista salvaje, ay, no se que estoy diciendo, que manera de decir idioteces, pavadas y estupideces, parezco drogada, deben ser las turbulencias”

“Ja, ja, ja” río Quintana “O los Quesos del cielo”

 

Serena quedo un poco avergonzada ante esa situación y por suerte se quedo dormida, el avión por fin llegó a destino. Carlos Quintana fue muy amable y la ayudo a bajar el equipaje de mano y de cabina, luego cada uno siguió su camino. Serena tardo en llegar al departamento de su hermana, ubicado en la zona más cara y paqueta de Nueva York, la famosa Park Avenue.

Serena ingresó al departamento gracias al portero, un puertorriqueño que la condujo hasta ahí,  y llamó a su hermana “¡Caaaaaaarlaaaaaa!” pero no apareció la rubia, no había nadie, el departamento estaba vacío.

 

“Bueno, seguro, su hermana vuelve más tarde, siempre esta muy ocupada, cualquier cosa, avíseme” le dije el puertorriqueño y se fue.

Serena quedo sola, guardo sus cosas y llamo al celular de su hermana, no contesto, mando mensaje, no lo vio, vio su estado y decía “Quesoneando a un Matías, Queso”.

“Qué raro todo esto, ¿Qué esta diciendo mi hermana con ese estado de WhatssApp” pensó Serena.

 

Serena comenzó a recorre el departamento, y le llamo la atención un QUESO de ORO sobre un gran mueble.

“¿Y esto? ¿Qué es este Queso de Oro? ¡Antes la lluvia de Quesos y ahora esto!” exclamó.

“Queso de Oro 2023 a Carla Romanini, Asesina Serial de Hombres, la Quesona Rubia, la Quesona Asesina de los Matías” decía la inscripción en el QUESO DE ORO.

“¿Pero que es esto?” exclamó Serena, entre asombrada y asustada, y vio que junto al QUESO DE ORO había un control remoto, lo agarro y se prendio una pantalla, allí comenzó a ver un video… no podía creer lo que estaba viendo… su hermana, su querida hermana Carla, era una asesina, una cruel y sanguinaria asesina, la Quesona Asesina, una asesina de hombres tiraquesos, una asesina que había empezado asesinando a chabones varios pero que con el tiempo se fue especializando pura y exclusivamente en los Matías, por eso se la conocía como “la Asesina de los Matías”.

“¡Nooooooooooooooooo!” gritó de terror Serena “¡Mi hermana no puede ser una asesina!”

Con horror, Serena vio las imágenes de Carla asesinando y quesoneando a los chabones, que eran los “Quesoneados”, pero lo que más impresión le causo fueron las “pictures” de Carla clavándole el machete a Matías Solanas, cortándole el pescuezo a Matías Spano, apuñalando con dos cuchillos a Matías Candia o atravesarle la katana a Matías Almeyda, muy fuerte todo.

 

Serena veía todo eso entre llantos y sollozos, mientras iba tomando un whisky, el mismo whisky que bebían en las filmaciones artistas como John Wayne o Frank Sinatra, no olvidemos que estamos en Nueva York, el whisky prohibido en los míticos años de la “ley seca”.

Carla vio la extensa lista de los ochenta Quesoneados por Carla, y el famoso mural, con la foto de cada uno, su nombre y el hashtag #Queso, señal de que fueron Quesoneados.

Pero lo peor es que ya había una lista de potenciales o probables nuevos Quesoneados…

Ahí se dio cuenta que sí el estado de WhatsApp de Carla era “Quesoneando a un Matías, Queso” significaba que en ese momento estaba asesinando a un chabón, a un Matías, y tirándole un Queso, o sea quesoneando a un quesoneado.

 

¿Estaría acaso Carla quesoneando a Matías Rapen, del conjunto musical la T y la M, con dos cuchillos al estilo Matías Candia? ¿O acaso estaba quesoneando a Matías Lucuix, entrenador de Fútbol Cinco, con una katana, al estilo Matías Almeyda? ¿O el quesoneado era Matías Carrica, músico argentino, degollado como Matías Spano o Matías Candia? ¿Podría ser el quesoneado el modelo Matías Valenzuela, apuñalado con un machete estilo Matías Solanas? También Matías Mansilla, el arquero de Estudiantes, podía ser un candidato a recibir múltiples cuchillazos o puñaladas.

Horrorizada, Serena se bebió toda la botella de whisky, hasta no dejar siquiera una gota. Totalmente borracha, sintió que todo le daba vueltas, que las luces se prendían y se apagaban, que caía en una especie de barril sin fondo, no sabía si estaba despierta o dormida, si estaba en esta dimensión o en una paralela…

De repente, Serena se vio en un cuarto, y frente a ella, estaban los espectros de Matías Solanas, Matías Spano, Matías Candia y Matías Almeyda, eran los más visibles y reconocibles, atrás también estaban otros espectros, pero con formas y figuras confusas y poco claras…

 

“Tu hermana Carla, es una asesina, tu hermana nos asesino, nos quesoneo, nos convirtió en esto que somos ahora, unos quesoneados, nos vengaremos, asesinándote a vos, deberás darnos tu sangre para vengar nuestros asesinatos, nos asesino porque nos llamamos Matías, no hay otra causa, ningún Matías le hizo daño, todo lo contrario, hasta a un amigo íntimo, Matías Arado, y al novio de una de sus mejores amigas, Matías Criado, los asesinó a cuchillazos, y les tiró un Queso, ¿Por qué nos quesoneo? ¿Por qué nos odia? ¡Vos que sos de su misma sangre vengaras nuestros crímenes”.

“¡Nooooooooooooooooooooooo!” gritó de terror Serena, mientras los Matías la rodeaban y como vampiros, comenzaban a poner sus dientes sobre su cuello, y le chupaban la sangre.

“¡Nooooooooooooooooooooooo!” volvió a gritar Serena, pero ahora se vio despierta, con una botella de whisky vacía y el Queso de Oro frente a ella, más el videíllo del que ya hicimos referencia.

 

“Ja, ja, ja” comenzó a reírse Serena, ya tranquila “Fue todo un sueño, un sueño horrible, una pesadilla, pero solo un sueño, ahora entiendo todo, esto es una película que filmó Carla, no asesinó a nadie, mira si iba a asesinara a esos chabones, mira si iba a asesinar a Emilio Di Marco, su propio novio, o a todos esos Matías, ja, ja, bueno, no me parece divertido, podría haber hecho algo mejor, pero es solo una historia, una ficción, gratis no lo hará, le pagaran bien, y la verdad que le queda muy bien el papel de asesina, ja, ja, ahora ya no le diré más Carla, le diré Quesona” y Serena se reía sola, ya relajada y aliviada, había entendido todo, o creía haberlo hecho…

Tocaron el timbre…

“¡Debe ser Carla! ¡O mejor dicho la Quesona, ja, ja” dijo Serena.

Serena abrió la puerta y preguntó: “¿Sos vos Carla?”

 

“No, soy Carlos” fue la respuesta, y ante ella estaba Carlos Gustavo David Quintana, el futbolista alto (1,92) y patón (calza 49) que había sido compañero de viaje en el avión.

“¡No lo puedo creer! ¡Estamos en departamentos contiguos!” exclamó Carlos “Venía a pedirte una tacita de azúcar, ja, ja, mira lo que son las cosas, iba a ir a un departamentucho de mala muerte en Brooklyn, y a final termine aca, en el corazón de Manhattan, en Park Avenue, pago todo Lionel Messi, ja, ja, ja”

“Increíble dijo Serena “pasa Carlos, mira, me tomé una botella entera de whisky y tuve un sueño muy traumatico, ja, ja, primero soñé que mi hermana era una asesina serial y mataba chabones que se llamaban Matias, después que los espectros de estos se levantaban de las tumbas, se convertían en vampiros y me atacaban para vengarse”.

 

“Pero que sueño tan loco aunque divertido” dijo Carlos Quintana “Bueno yo he tenido sueños parecidos, que era un verdugo medieval, que solo ejecutaba mujeres, y les tiraba un Queso, usaba un hacha, con el que las partía en dos, debe ser porque me llaman el Hacha Quintana, ja, ja, es un sueño recurrente, lo tengo siempre, eso sí, las mujeres antes de ser ejecutadas, huelen mis pies y disfrutan de sexo, les corto la cabeza pero mueren divertidas, ja, ja, después les tiro un Queso”

 

“¿Tirar un Queso? Como mi hermana a los chabones, que curioso, mira hasta le dieron el Queso de Oro por eso”

“¿Queso de Oro? Yo nunca lo gane, quizás ahora lo merezca por esto, ja, ja”.

“Haz meritos para ganarlo, Hacha Quintana, dale quiero oler tus gigantescos y olorosos pies, después de tomarme esa botella de whisky estoy para cualquier cosa”

 

“Y estamos en Nueva York, hagamos de cuenta que estamos en alguna película de Scorcese o Woody Allen, y yo tengo mi Queso, por eso vistes volar Quesos en el cielo, no es un Queso de Oro”

Serena se desnudo como si fuese un streap teases, mientras Carlos se sentó en una especie de trono y adoptó la postura de macho dominante, instantes después, la modelo estaba bajo sus pies, oliéndolos, chupándolos, lamiéndolos y besándolos, al principio casi no aguantaba el olor, después sentía gozo y placer. 

Y como macho dominante, Carlos le fue dando patadas y latigazos, le chupó las tetas y la concha, luego la cogió por atrás y por adelante, prácticamente la hizo puré a la pobre Serena, que pese a eso, disfrutó todo aquello con un gozo indescriptible.

Exhausta, Serena quedo tendida en el piso, ya no daba más, cerro los ojos, y sintió que se durmió algunos minutos, al despertar, lo vio a Carlos frente a ella, vestido de verdugo medieval, portando un hacha y un gigantesco Queso, con múltiples agujeros.

 

“¿Qué significa esto? “ dijo Serena.

Carlos sacó un pergamino e hizo que leía una proclama, a la usanza medieval.

“Hoy ejecutaremos a una inocente, pero que con su sangre pagará los múltiples y terribles asesinatos que ha cometido su hermana, la sentencia será ejecutada”.

“¡Noooooooooooooooooooooooo!” gritó de terror Serena “Si alguien tiene que pagar por los crímenes de Carla, que sea ella misma, yo soy inocente, no soy una asesina, ella es la asesina”

“Ella la asesina, y vos su hermana, la asesinada” sentenció Carlos.

Ya no hubo más palabras, el asesino descargó el hacha, fueron dos hachazos limpios, precisos y cortantes, no la partió en dos, la partió en tres, que cada uno imagine como quedaron los restos de Serena Romanini.

“Queso” dijo Carlos Quintana y tiró el Queso sobre el cadáver de Serena.

“Llovieron Quesos en el cielo, ahora este Queso cae sobre vos” dijo Carlos.

Con total impunidad, Carlos Gustavo David Quintana, se alejó de la escena del crimen.

El cadáver de Serena Romanini apareció flotando en el río Hudson, envuelto en una bolsa, cortado en tres partes y totalmente desangrado, como se desangra un cerdo para ser vendido en una carnicería.

 

De Carla Romanini nadie supo nada, ni siquiera si se enteró o le importo que su hermana corriera esta suerte, ella quería el Queso de Oro, ya lo tenía, y era feliz con eso, sin importar lo que pasara con los demás.

Para las crónicas policiales fue solo un crimen más en la ciudad de Nueva York, nada nuevo bajo el sol de la gran manzana, lo mismo de siempre.

 

LA SAGA DE QUESOS EN EL CIELO #SKYCHEESE

En algunos lugares del mundo se produjo un extraño fenómeno: llovieron Quesos del Cielo, onda Gruyere o Emmental, sí, hormas enteras o trozos muy grandes de la misma. Famosos youtubers (“Mundo Desconocido”, “Atraviesa lo desconocido”, “VM Gran Misterio”, “Rimbel35”, “Libertalya” y “Oliver Ibañez” se dedicaron al tema. 

 

Nuestras conocidas Lady Dumitrescu, Leia Stoichkov, la Marquesa de Avila y la nazi Astrid Breitner, convocaron a una médium tucumana, Doña Dominga, para esclarecer el enigma… 

 

“Los Quesos del cielo, es el malestar de las fuerzas del más allá, a los Espíritus de Carlos Calvo y Carlos Monzón, Quesones Asesinos, y a los espectros de muchos quesoneados, como Matías Candia, Matías Solanas, Matías Spano y Matías Almeyda, les ha molestado mucho el Queso de Oro a Carla Romanini, y por eso se produjo esta gran tribulación, solo hay una forma de reparar esto. Exigen Quesos y sangre, y la tendrán, esto es el evento del Cheese Sky, o los Asesinatos de los Quesos en el Cielo, hay que quesonear a muchas minas y a un par de chabones, nueva sangre para calmar a los espíritus y rejuvenecernos a nosotras”.

La primera sangre de Serena Romanini fue para nuestra querida Lady Dumitrescu

 

¿Quiénes serán las Quesoneadas? ¿Quiénes serán los Quesoneados? Ya conocemos a uno de los chabones (el falso y/o el pseudo Pablo Tamagnini, la séptima víctima), habrá algún otro quesoneado? ¿Y las muchas Quesoneadas? Ya conocemos a una (Serena Romanini, hermana de Carla, la Quesona Asesina) ¿Quiénes serán las próximas?

QUESO

 

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