La Asesina de Matías Solanas Versión 2.0


Cuando finalizó una rutinaria jornada de entrenamiento del equipo de básquet de San Martín de Corrientes, uno de sus integrantes, el entrerriano Matías Solanas (@solanasmatute_8) se fijó los mensajes que tenía en su celular, tanto en WhatsApp como en Instagram.

Precisamente en Instagram había uno que le llamó mucho la atención, se lo mandaba una cuenta denominada @carla_asesina y autodenominada “la Quesona” y en la misma, había una ilustración con el mismo, un Queso atrás de el (sí, un enorme Queso, de colosal tamaño, y con voluminosos agujeros), y detrás una asesina, con una espada, como lanzando el golpe mortal con el que lo asesinaría.



La ilustración venía acompañada de un mensaje: “Hola @solanasmatute_8 , te gusta estar en una fan fiction de un asesinato en el rol de víctima, con una ASESINA y un QUESO?”,  así escrito con ASESINA y QUESO en mayúsculas.

“Yo, @carla_asesina, la Quesona, vos, matutesolanas_8, el Quesoneado” decía otro mensaje.

Semanas atrás, Matías había recibido mensajes extraños de una mujer que le mostraba poses sexys, provocativas, con fotos de sus pechos y sus pies, eran mensajes insistentes de diferentes cuentas, que siempre llevaban la palabra “Quesona”. Era la misma, no había dudas.

Matías siempre terminaba bloqueando aquellas cuentas, y no pasaba nada, pero esta vez parecía una amenaza de muerte, un acoso demente de alguna fan, un mensaje intimidatorio, hubo otros mensajes insistentes y un enlace a una historia, sí un cuento muy extraño, titulado “La Asesina de Lizardo Ponce, Matías Solanas y Santi Maratea” (http://cuentossangrientos.blogspot.com/2021/03/carla-romanini-la-quesona-asesina-1516.html).

Una historia muy bizarra, donde Solanas se veía involucrado con los mediáticos Lizardo Ponce y Santi Maratea, y los tres terminaban asesinados por Carla Romanini, una bella modelo rubia, una sanguinaria e implacable asesina serial, autopercibida como “la Quesona”.

- ¡Qué locura! ¿Quién pudo escribir esto? Aunque no estaría mal coger con esa rubia, aunque me va asesinar y a tirar un Queso, pero ¿Qué estoy diciendo? Voy a denunciar todo esto, que me hagan un cuentito, bueno, puede ser, pero que me maten así, y encima que una mujer sea la asesina, y le dicen la Quesona, que locura, que locura – pensó Matías al leer aquella ¿loca? Historia.

Pasaron unas semanas y la verdad que Matías se olvidó totalmente del asunto, hasta que convocado por la selección nacional fue a jugar un par de partidos a Buenos Aires en las denominadas “ventanas FIBA” clasificatorias al Mundial de Basquet.

Matías estaba muy contento, eufórico al estar rodeado de jugadores a los que admiraba, algunos incluso desde que era muy chico en su Paraná natal, y los veía por televisión, jugando incluso partidos de la NBA. Finalizados los partidos de la ventana FIBA, regresó al Hotel, para volver al día siguiente a Corrientes, para continuar compitiendo para San Martín en la Liga Nacional.


Pero grande fue su sorpresa, cuando la rubia, sí, la bella rubia de las fotos, estaba en el pasillo del piso donde se encontraba la habitación, esperándolo, con un enorme Queso, sí, Matías la reconoció inmediatamente… y con una mezcla de asombro y terror exclamó:

- ¡Caaaaaaaaaaaaaaaaaarlaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

- ¿Cómo estas Matute? – le dijo Carla, sí, era ella, la bella modelo Carla Lucía Romanini – gracias por reconocerme, soy @carla_asesina, ¿Te gustó verte en esa historia de Queso, sexo y asesinatos, donde yo hago de asesina y vos de víctima?

- La verdad no le encuentro la gracia, Carla o Quesona, como te gusta que te llamen, ¿Acaso te gusta andar por ahí por asesinando gente? 

- Asesinando gente no, cualquier gente no, estimado Matías, asesinando chabones como vos sí. Yo @carla_asesina, la Quesona, vos @matutesolanas_8, el Quesoneado.

- Vos sos una loca, Quesona, ándate, voy a llamar a la seguridad del hotel, ni siquiera te conozco, una cosa es mandar mensajitos por Instagram y otra cosa es este acoso presencial. Aire.

- Te ofrezco sexo, Matías, que rima con QUESO – y Carla le tiró el Queso encima, al mismo tiempo que lo agarraba de la ropa – nos vamos a divertir mucho, Matías, te lo aseguro. Voy a chuparte, olerte, besarte y lamerte los pies, te voy a chupar la pija, vamos a hacer el amor, quiero ser tuya, no te podes resistir, estoy seguro que mientras me ves la pija se te esta parando, deseando meterla bien adentro de mi concha, Matías.

- Ya te dije que no quiero nada, metete tu concha en el orto, y anda a tirarle ese Queso a los ratones, NO ES NO – le dijo Matías a Carla en forma enérgica y levantando la voz  - por favor no me molestes más, te lo digo por última vez, si no, te denunció por acoso. Tomatelas, Caaaaaaaaaaaaaaaaaarlaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Tomatelas, Queeeeeesssssssssooooooooooonaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

Matías desvió la vista para otro lado, ya no miro más a Carla y siguió caminando para adelante, la rubia se quedó masticando bronca y dijo en voz alta:

- Me la vas a pagar Matías, este rechazo te costará un Queso – y mientras decía esto, Carla paso sus dedos sobre su cuello en una clara amenaza de muerte a Matías – Yo, la Quesona, vos el Quesoneado.

Matías entró a su habitación, sin mirar para atrás, y dando un portazo cerró la puerta. Aunque se comportó en forma enérgica, estaba muy atemorizado, y tenía un auténtico pánico, permaneció como media hora duro, dentro de la habitación, sentado, sin moverse, mientras pensaba:

- ¿Y si esta loca vino a asesinarme en serio, y si me va a quesonear? Quizás tenga que defenderme, tengo que conseguir algún arma, no me queda otra, es ella o yo. 

Llamó entonces a la seguridad del hotel y dio aviso del incidente:

- Por favor vengan, soy Matías Solanas, el quesoneado, perdón, el basquetbolista que se aloja en la 721, vengan rápido, ha pasado algo muy grave, una loca vino a acosarme y me amenazó de muerte. 

Salió de la habitación, se fijó en el pasillo, rastreo todo, y ni señales de Carla, volvió a entrar entonces a la habitación, muy temeroso de sí mismo, cuando entró a la habitación, muy despacio, no se dio cuenta que en forma muy sigilosa, la mano de una mujer envuelta en unos guantes negros, blandió un enorme machete, un cuchillo machete capaz de partir la más gruesa de las maderas, justo detrás de el, y de repente se escuchó un alarido:

- ¡MMMMMMMMMaaaaaaaatttttttttttíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaaasssssssssssssssss!

 

Y entonces la asesina rápidamente, sin que Matías pudiera siquiera reaccionar, le clavó el machete en la espalda, provocándole una brutal herida, atravesándolo con el arma a Matías, que cayó herido de muerto, mientras balbuceaba sus últimos suspiros.

- Queso, Matías Solanas – dijo Carla en voz alta mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de su víctima pronunciando en voz alta el nombre y apellido del asesinado.

La asesina tomó las zapatillas de su víctima, y se las llevó como un fetiche trofeo, un recuerdo del joven al que había asesinado. Mientras la asesina huyó con total impunidad, y sin ser vista por absolutamente nadie, llegó la seguridad del hotel, luego de una demora muy grande…

- ¡Oh, no! ¡Lo han asesinado y le tiraron un Queso! – exclamó James Pufrock, jefe de la seguridad del hotel - ¡La asesina debe estar dentro del hotel! ¡Hay que cerrar todo!

Pero la asesina huyó aunque esa es otra historia…

Fragmentos adaptados del guión de la serie “Carla, la Asesina de los Matías”, uno de los nuevos proyectos de Alfredo Jichock, co producción de Netflix, Piruli Filmes y Dumitrescu Films Group, próxima a filmarse, y que tendrá como elementos principales los asesinatos de Matías Fioretti, Matías Candia, Matías Solanas y Matías Spano, a pedido de los fans…

Cómic Bonus Track: 

La Asesina de Matías Solanas

























Matías Solanas, a punto de ser asesinado por Carla Romanini; se observa el Queso, de gran tamaño, que la asesina tiró sobre el cuerpo de la víctima, una vez cometido el asesinato























Comentarios

  1. Que fastidio Blogger. Tengo cuenta y me sirve para comentar. Sólo me queda comentar como Anónimo.

    O sea que si Carla Romani está tras de alguien, sobre todo si se llama Matías, le conviene entregarse a su suerte. Y por lo menos, tener una intensa experiencia sexual. Por lo que de lo contrario, el riesgo es ser asesinado pero sin tener tan intensa experiencia. Sería como renunciar al último deseo.

    Parece interesante lo que se anuncia.

    Rosalía sería una interesante víctima buscada por la Marquesa.
    Y todo el ritual podría pasar en el escenario, frente al público. Con esta famosa teniendo sexo con el quesón. Y tal vez con la Marquesa.

    El Fauno.

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    Respuestas
    1. proba Fauno, a mí también me costó, pero sale un cartel en blanco, y ahí se puede meter el nombre como antes, fijate, yo lo hago así

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  2. insisto: estos chabones deben volver como asesinos, y que maten tanto hombres como mujeres, tirando pizzas o cualquier cosa, así el monopolio criminal de las quesonas y los quesones, o las carlas o los carlos empieza a estar en riesgo

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  3. rechazo el sexo que le ofrecía Carla, esta bien, igual lo hubieran asesinado lo mismo, pero por lo menos hubiera muerto contento y con el Queso adentro

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  4. tiene cara de chabon buenito y eso hace mas cruel a estas asesinas, Carla no perdona a nadie, y encima le rechazó el sexo

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  5. este sintió terror en serio, no es joda, no esta mal de vez en cuando relatos donde no hay sexo, para que haya más terror

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  6. ¿como va a llegar tarde el chabón del hotel? ¡complice de asesinato!

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  7. hizo bien la Carla en partirlo como un queso

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  8. Había una vez un basquetbolista llamado Matias Solanas. Matias era conocido por su habilidad en la cancha y su amor por el queso. Pero lo que Matias no sabía era que una cruel asesina serial llamada Carla Romanini estaba planeando asesinarlo.
    Carla había estado siguiendo a Matias durante semanas, estudiando sus movimientos y planeando el momento perfecto para atacar. Finalmente, una noche mientras Matias caminaba solo por una calle oscura, Carla decidió que había llegado el momento.
    Carla se acercó sigilosamente a Matias y sacó un machete afilado. Estaba a punto de clavarle el machete en el cráneo o en la espalda cuando algo sorprendente sucedió. Matias se dio cuenta de que estaba en peligro y, con una velocidad increíble, sacó su propia arma secreta: un queso gigantesco.
    Matias lanzó el queso hacia Carla y la golpeó en la cabeza. Carla cayó al suelo sin vida y Matias se salvó de ser asesinado. Desde ese día en adelante, Matias fue más cuidadoso al caminar solo por las calles oscuras y siempre llevaba consigo su queso gigantesco para protegerse.
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