La asesina de Hernán Drago
Cuando todavía los ecos del crimen de Cristián “el Ogro” Fabbiani no se habían apagado, Ravelia la Quesona Asesina puso sus ojos en Hernán Drago, un ex modelo devenido en contador público. Era un muchacho muy alto y apuesto, irresistible para cualquier mujer.
Aquel día era un viernes. Hernán Drago estaba en su contaduría, como cualquier otro día, cuando pensaba ocuparse de la empresa Barclays & Mason, uno de sus clientes más importantes y recientes. Drago, un hombre de unos treinta y pico de años largos, le dijo a su secretario y asistente personal:
- Puede retirarse Matías, ya es tarde, yo me ocupo del tema.
- Muy bien, señor Drago.
- ¿Durante mi ausencia hubo alguna novedad?
- Sí, mandaron este paquete.
Hernán se acercó al paquete, lo abrió y para su sorpresa, se trataba de un Queso. Era un Queso pategras, con cáscara roja.
- ¿Quién envió esto?
- No lo sé, no tiene remitente, pero se lo envían a usted, fíjese, dice “Sr. Hernán Drago”. Quizás sea una atención de Barclays Mason, ellos comercian alimentos.
- Puede ser, sí, puede ser – contestó Drago, que de todas formas continuaba intrigado ante el Queso que había recibido.
Matías, el asistente, se retiró de la oficina, y pasaron un par de horas. Era invierno, cuando las noches son más largas, y Hernán seguía trabajando aún cuando el resto del edificio estaba ya casi vacío. Faltaba poco para terminar y empezaba a guardar las cosas para retirarse, cuando en forma sorpresiva sonó el timbre. Hernán se sorprendió, pues no esperaba a nadie, y se acercó a la puerta para preguntar quien era.
- ¿Quién es? – preguntó Drago.
- ¿El señor Hernán Drago? – fue la
respuesta, era una voz de mujer.
- Sí, soy yo.
- Por favor, soy la señorita Ravelia
Zamas, de la empresa Barclays Mason, es un tema urgente, muy importante. Aunque los que me conocen me llaman "Quesona".
Barclays Mason era
una de los clientes más importantes y a la vez recientes que tenía Drago en su
contaduría. El contador abrió la puerta y al hacerlo, vio que se trataba de una
mujer joven y rubia, muy bien vestida, con dos guantes negros que le enfundaban
las manos. Era Ravelia, la Quesona Asesina.
- Buenas noches, señor Drago, espero
poder hablar con usted. Es algo muy importante y urgente. Ya le dije, me llaman "Quesona".
- No esperaba su visita, señorita "Quesona". ¿No
podría venir el lunes? ¿Se trata de algo tan urgente? – le dijo Drago.
- No. Esto debe resolverse hoy, señor
Hernán Drago – contestó la asesina – podemos hablar por las buenas, o podemos
hablar por las malas.
- ¿Y como serían las buenas? - dijo Hernán.
Ravelia no contestó palabra alguna, en cambio, se desnudó ante Hernán, ofreciendole un streap tease, el modelo, se acordó de sus tiempos en el modelaje, se paró y también se desnudó. Los dos se tiraron al piso, y tras jugar con los pies uno del otro, tuvieron una relación sexual, más que apasionada. Disfrutaron mucho, tanto Hernán como Ravelia.
- ¿Y como serían las buenas? - dijo Hernán.
Ravelia no contestó palabra alguna, en cambio, se desnudó ante Hernán, ofreciendole un streap tease, el modelo, se acordó de sus tiempos en el modelaje, se paró y también se desnudó. Los dos se tiraron al piso, y tras jugar con los pies uno del otro, tuvieron una relación sexual, más que apasionada. Disfrutaron mucho, tanto Hernán como Ravelia.
Al terminar, los dos se volvieron a vestir, Hernán le dijo:
- Esta era la buena, ¿Como era la mala, Quesona?
No terminaba de decir esto, cuando la chica abrió la cartera, sacó un revolver con calibre 45 largo con silenciador y apuntó hacia el muchacho, que asustado dijo:
- Esta era la buena, ¿Como era la mala, Quesona?
No terminaba de decir esto, cuando la chica abrió la cartera, sacó un revolver con calibre 45 largo con silenciador y apuntó hacia el muchacho, que asustado dijo:
- ¿Qué significa esto?
- ¿No me conocés, Hernán? Soy Ravelia, la
Quesona Asesina. Esta es la mala.
Hernán Drago estaba
sorprendido. La chica entonces disparó el revolver en ocho ocasiones. Los
balazos cayeron en todo el cuerpo de Hernán Drago, que se tumbó de bruces sobre
el suelo, cayendo muerto, totalmente ensangrentado. La asesina esbozó una
sonrisa de satisfacción ante el crimen que había cometido.
La asesina tomó el Queso
que ella misma había enviado y que se encontraba sobre la mesa y lo tiró sobre
el cadáver de su víctima. Mientras hacía esto, dijo en voz alta:
- Hernán
Drago. #Queso.
si lo mataron, quien es el que esta en el programa con guido kafka?
ResponderBorrarlos había asesinado a todos, donde ella pasa, queda un QUESO
ResponderBorrarme gusta más Ravelia cuando estrangula o decapita a los chabones, pero con el silenciador es también una muy bella asesina
ResponderBorrareste cuento podría reescribirse con Drago ferozmente apuñalado por Ravelia
ResponderBorrarhttps://www.telebajocero.com/hernan-drago/falta-higiene-hernan-drago-se-quito-los-zapatos-y-guido-kaczka-descubrio-un-desagradable-descuido-n19464 interesante aporte teniendo en cuenta lo importante que son los pies para los Relatos Quesones, y que Ravelia es una gran fetichista de los pies
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