El Asesino de Erika Basile


Ya se ha contado en El asesino de Julieta Kemble, que Lady Dumitrescu dejó la casa, propiedad de la Fundación Dumitrescu, en poder de los gatos liderados por Jinks.

Los vecinos adaptaron a esa situación, les agradaban los gatos, les llevaban agua y comida, el alimento balanceado, preferido por los felinos.

Pero no pasó lo mismo con una nueva vecina, una recién llegada, que resultó una fuente de conflictos. Quejándose de la atención de los comerciantes, acusando a los hombres del barrio de mirarla con las intenciones, que la basura, que el espacio para estacionar.


Especialmente entre quienes la reconocían, sabían que se trataba era Erika Basile.

-¿Y esa quien se cree que es?

-Erika Basile Alguien temible –contestó una vecina- Acusó  falsamente a Pablo Rago.

-¿Pablo Rago? ¿El de Amigos son los amigos, con Carlos Calvo?

-Ese mismo. Y por su culpa, no pudo participar de la promoción de El robo del siglo.

La conversación se desvió a comentar la película, que las actuaciones, que el argumento. Y como al pasar, se decidió ignorarla.

Pero Erika siguió buscando problemas. Recorría las calles, entraba en los negocios, pidiendo que firmaran una adhesión a una campaña, para que los medios trataran su denuncia, que había sido la justicia había sido injusta con ella.

Y ante la negativa unánime de los vecinos, descargó su ira contra los gatos, les tiró la comida que les llevaban los vecinos. Incluso alguno recibió algún baldazo con agua. Y eso fue intolerable.

La vecina uso su celular para comunicarse Fundación Dumitrescu.  Se presentó como una de las acusadoras de Gisela Barreto, que habían declarado en su contra de la contra, mediante pantallas. Siendo atendida por la búlgara Leia Stoichkov, por zoom.

Hubo un diálogo en que Leia se presentó como la representante local de la Fundación Dumitrescu.

Leia escuchó atentamente y prometió que el problema se solucionaría en un par de días.

Unos días después, Erika Basile estaba más furiosa que de costumbre. Con una escoba y baldes de agua, atacó a los gatos. Un gran error.

Jinks, el gato líder, dijo algo en el idioma de estos felinos, que para los humanos sería un maullido sin sentido. Los gatos se arrojaron sobre Erika Basile, un ataque coordinado. Y mordieron la ropa, desgarrándola, y arrancándola.

Algo digno de una película de Dario Argento. Algunos rumores dicen que hubo actos de humanofilia. Lo cierto es que empezaron a clavarle las uñas, a morderla en distintas partes del cuerpo.

Hubo gritos, chillidos, maullidos, que despertaron a los vecinos. Quienes se pusieron a ver los monitores de las cámaras de seguridad, que se habían instalado en el barrio.

La denunciadora creía que había llegado su último momento  cuando, se escuchó el ruido de un motor. Era una unidad móvil de cocina, que estacionaba. Del vehículo, con el logo de la Fundación Dumitresc,  descendió un cocinero.

-¡No hagan eso! –dijo el recién llegado- ¡Está muy mal!

La actriz pensaba que le había salvado la vida.  Y pensaba agradecérselo, a su modo.

El recién llegado se presentó, era  Carlos Fernando Martinic, el ganador de Bake Off 2021. Y le dijo que no era necesario ese agradecimiento. Sabía que Erika era más conocida por la falsa denuncia, que por su actuación.

-No pienso caer en tu trampa –pensó el cocinero.

-¿No es necesario? ¿No soy suficiente buena para un ganador de concurso? Mirá que grito y te acuso de…

La actriz fue interrumpida por el impacto de un Queso, hábilmente lanzado por el cocinero, que la dejó aturdida. Carlos se descalzó, le puso los pies sobre la cara, haciendo que Erika cayera en un estado de abandono. Y sucedió lo inevitable.

-Lo que tengo que hacer por el ritual- se dijo el cocinero, con poca satisfacción con el acto.

Y sucedió el acto, que no provocó un sismo local, ni dejó a una mujer hecha una piltrafa, sino fue rutinario. Pero dejó a la actriz en un trance, del que salió unos minutos después.

- Ahora te voy a denunciar…

- No lo vas hacer –le respondió el Quesón.

Y entonces, Carlos Fernando Martinic, la atacó con un cuchillo eléctrico inalámbrico, en una mano.  Y luego le ensartó otro cuchillo. Y así fue alternando  entre los dos cuchillos, evitando heridas mortales, para prolongar la agonía.

La denunciadora falaz fue repitiendo sus amenazas de acusación, entrecortadas por gritos. Hasta que hubo silencio.

Erika Basile estaba muerta. En sus respectivas casas, los vecinos aplaudieron.

-¡Queso! –gritó el cocinero. Y le arrojó un Queso azul, símbolo de desprecio por la víctima.

Los gatos se acercaron, nada contentos con el cocinero, que les había robado la venganza.

-¿Están enojados conmigo? –les preguntó el Quesón- Los voy a compensar con una rica comida.

Y entonces, bajaron del vehículo cuatro Santillanas vestidas como cocineras. Quienes llevaron a la olla, al cuerpo de Erika Basile. Donde fue trozada por el cocinero, convirtiéndose en ingredientes de elaboradas recetas. Lo último que quedó fue una pierna, que también fue trozada.

Parte de la comida, en que se había convertido la denunciadora falaz, fue servida a los gatos. Y unas horas después, el resto se compartió con los vecinos, quienes aplaudieron al cocinero.

Hubo una satisfacción extra para el ganador de Bake Off, compartir intimidad con las Santillanas. Quienes se portaron bien con el cocinero, dándole placer.

La actriz ya había sido olvidada, así que nadie preguntó por ella, su nombre quedo desterrado de los anales del Espectaculo. #QUESO.

Comentarios

  1. otro excelente aporte del Fauno, felicitaciones una vez más, una víctima asquerosa y repugnante, que merecía un queso azul y tirado por un Carlos de estas características, gran relato en este primer domingo de abril, el Fauno, como siempre, brindando cosas de calidad, ahora por un relato donde salgamos los dos juntos

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  2. MAS FEA QUE MATAR A LA MADRE LA BASILE, CON ESE APELLIDO, UN INSULTO AL COCO BASILE

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  3. ja ja ja ja un queso para la acosadora acosada ja ja ja ja

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  4. si mataron a esta, podrian matar a la Fardin, con un queso azul y el debut como asesino de Carlos Belloso, se lo merece

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  5. Que bien que haya gustado.
    Todo un sacrificio que hizo este Carlos, la sacrificó y hizo el sacrificio de intimar con tan poco atractiva mujer, por el bien del ritual.

    Buena sugerencia la de Paul Toombes. Que el se quede con Lady Dumitrescu o la Marquesa de ¡Avila. O con las dos.
    Y yo con Carla Conte. Y las Santillanas.

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  6. mas quesos azules para todas las acosadoras y censuradoras, las de la cultura de la cancelación, muy buen mensaje

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  7. moraleja: quien mal denuncia, acaba con un queso

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  8. igual para mí este chabón de Bake Off es gay, pero esto es una ficción, o sea que vale todo

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    Respuestas
    1. Entonces, tiene sexo con mujeres para cumplir con el ritual quesón.

      Clones de María Laura Santillán. Yo teniendo sexo con Lara Pedrosa, en un par de relatos.
      Puede pasar de todo en estos relatos.

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