El asesino de Soledad Solaro

Mediados de 2004, Soledad Solaro estaba en amoríos con el rugbier Gonzalo Quesada. Precisamente, aquella noche iba a salir con su novio. La modelo abandonó su departamento y abajo, la estaba esperando un auto para llevarla a la cita. Un hombre muy alto y patón, con aspecto de rugbier, con olor a Queso, la estaba esperando. Soledad le vio cara conocida, estaba segura que ya lo había visto en otras ocasiones. - Qué olor a Queso que tiene esta patón - pensó Soledad - creo conocerlo de algún lado. - Buenas noches, señora Soledad Solaro – le dijo el chofer. - Buenas noches, ¿No nos conocemos ya? - No, es la primera vez que hago un servicio para usted. Jamás vine a este departamento. - Muy bien, se debe parecer a alguien, entonces. ¿Su nombre? - Carlos – fue la respuesta y volvió a pronunciar su nombre con mayor enfásis – Caaarrrloooossss, aunque puede llamarme Carlitos. - Bueno, tanta confianza no, Carlos, ...