LA NOCHE DE CARLOS #QUESO (UN SIMPLE RELATO QUESÓN)
(Post publicado originalmente en junio de 2021, versión mejorada, ampliada y actualizada) El muchacho era alto, muy alto, casi dos metros de puro músculo y hueso, y sus pies… Dios, sus pies eran legendarios. Calzaba un cincuenta fácil, dos losas de carne sudorosa que parecían haber sido diseñadas para aplastar mundos. Llevaba zapatillas blancas gastadas que, al sacarselas, liberaban una nube densa, cálida, con ese olor penetrante y cremoso a Queso curado, a Queso apestoso y sudor de gimnasio. Se llamaba Carlos. Todos los Carlos huelen así. Todos los Carlos asesinan. Ella era joven, bellísima, con una piel que brillaba bajo las luces tenues del motel. No dijo su nombre. Nunca lo dicen. Se conocieron esa misma tarde en la pista de hielo. Él patinaba como si el hielo le perteneciera, con esos pies monstruosos metidos en patines que parecían botes. Ella tropezó adrede. Él la sostuvo. Una hora después estaban en una habitación de hotel barato, con las cortinas cerradas y el...