Los Asesinos de Silvina y Vanina Escudero
Un prestigioso estudio jurídico, a las tres de la tarde, en un día hábil en la ajetreada vida de la Ciudad de Buenos Aires. Su dueña, la doctora Paula Oliveira, regresó luego de un intenso juicio. Su fiel empleada, también abogada, la doctora Gabina Freire, la estaba esperando.
- Hola doctora Oliveira, la estaba esperando, necesitaba irme temprano hoy, tengo que comprar unas cosas, mañana es el cumpleaños de mi tía Ifigenia…
- ¡Ay, no Gabina! – exclamó Oliveira - ¡Te necesito hoy! ¡Ahora van a venir las hermanas Silvina y Vanina Escudero, dicen que firmaron una serie de contratos que les resultan irregulares, y necesitan asesoramiento jurídico, necesito tu presencia, ellas van a llegar en un rato, a cambio, te dejo todo el día de mañana libre, completo, para que puedas estar con tu tía Ifigenia.
- De acuerdo – dijo resignada Gabina, sin mucho convencimiento, pero acostumbrada a tener que ceder siempre ante los demás.
La doctora Oliveira se acomodó en su despacho. Gabina, aunque abogada, era una especie de sirvienta de Oliveira, y le servía el café todos los días.
- ¿Y tu tía Ifigenia cuantos años cumple?
- Como 110, no se muere nunca la vieja, a veces pienso que es un fenómeno de la naturaleza. Es la hermana de mi bisabuela, que murió hace más de cuarenta años, yo soy la última parienta que le queda.
- Ya le va a tocar…
- Hierba mala nunca muere.
Sonó el timbre.
- Gabina, anda a abrir la puerta.
- Ya voy, doctora Oliveira – siempre respetuosa Gabina, trataba de usted a su colega abogada, y jamás le decía por su nombre, siempre como “doctora OIiveira”.
Gabina abrió la puerta, pero no estaban las hermanas Silvina y Vanina Escudero ante ella, sino dos hombres muy altos, muy patones, muy parecidos pero no idénticos, un par de gigantes del rugby, porque tenían todo el aspecto de ser rugbiers. Gabina se asustó un poco, y sintió un fuerte olor a Queso.
- Soy Carlos Gerardo Lazcano Miranda – dijo uno de los rugbiers – pero todos me conocen como “Charly”, rugbier no activo del club Huirapuca de la Provincia de Tucumán.
- Y yo soy su hermano, Carlos Isaac Lazcano Miranda, “Carlitos” para los conocidos, también rugbier no activo del club Huirapuca de la Provincia de Tucumán.
- Qué curioso. Dos hermanos que se llaman igual, Carlos, aunque se diferencian uno del otro, como “Charly” y “Carlitos” – reflexionó en voz alta Gabina - ¿Qué buscan acá?
- Buscamos a la doctora Oliveira. Necesitamos una abogada experta en contratos vinculados al mundo del deporte – dijo Charly.
- La UAR nos debe premios del Mundial Juvenil que ganamos con “Los Pumitas” en 1998, por eso debemos ver a la doctora Oliveira – completó Carlitos.
- A ver… voy a ver si la doctora Oliveira puede atendernos.
- No tiene alternativa – dijo Charly, sacando un enorme cuchillo de sus pertenencias, sosteniéndolo con unos guantes negros.
- Somos Quesones – dijo Carlitos – mientras mostraba un enorme Queso Gruyere.
Los rugbiers entraron rápidamente al estudio jurídico, cerraron la puerta, y avanzaron por el vestíbulo, ingresando con furia al despacho de Oliveira.
- ¿Quiénes son ustedes? – dijo la abogada aterrorizada mientras los dos rugbiers avanzaban hacia ella.
- Los Mellizos Quesones – repitieron al unísono los hermanos Lazcano Miranda.
Carlos Gerardo, cuchillo en mano, atacó con violencia a la abogada y la apuñaló salvajemente, fueron treinta, cuarenta cuchillazos, uno detrás del otro, al terminar, Carlos Isaac, levantó el Queso y lo tiró sobre el cadáver de la abogada.
- Queso – dijo Carlos Isaac Lazcano Miranda.
Gabina contempló aterrorizada el asesinato, y quedó como petrificada viendo todo. Tan espantada estaba que quedó como en una especie de shock, paralizada, e inconsciente.
- Deberíamos asesinar también a esta mina – dijo Carlos Gerardo, todavía con el cuchillo ensangrentado en las manos.
- No mientras este en coma – dijo su hermano – bueno, hemos hecho una gran pareja, como “Matamujeres” y “Tiraquesos” (1)
- Yo la asesiné y vos le tiraste el Queso, ja, ja, ja.
Mientras Gabina quedó ahí, dura, totalmente inconsciente ante el pánico que sufrió por ver ese asesinato, sonó el timbre.
Carlos Isaac fue a abrir la puerta, mientras su hermano guardaba el cádaver de la abogada, con el cuchillo clavado, y el Queso incluído, dentro de un armario. Había sangre por todos lados, pero bueno, al rugbier no le importó. Acomodó a la dormida Gabina en un sofá, en una habitación contigua al despacho de la asesinada abogada Oliveira. Los Mellizos llevaron una gran valija donde había cuchillos y Quesos.
- Buenas tardes señoras Silvina y Vanina Escudero – dijo Carlos Isaac mientras abría la puerta.
- Buenas tardes, ¿Y la doctora Oliveira? – preguntó Silvina.
- Debió viajar de urgencia a Ghana para participar de una conferencia para proteger a los antílopes en Africa.
- ¿Y ahora? ¡Firmamos unos contratos y necesitamos asesoramiento jurídico! – exclamó Vanina.
En ese momento, se abrió la puerta del despacho, Carlos Gerardo Lazcano Miranda salió y dijo:
- No importa, que la doctora Oliveira este en Africa protegiendo a los antílopes, yo soy Carlos Gerardo Lazcano Miranda, “Charly”…
- Y yo Carlos Isaac Lazcano Miranda, “Carlitos” – dijo su hermano – nosotros vamos a asesorarlas con esos contratos.
En ese momento, “Charly” se sacó las zapatillas, las medias y sus enormes pies talle 49 quedaron descalzos. Su hermano “Carlitos” lo imitó. Un fuerte, intenso, apestante, sofocante, asfixiante olor a Queso invadió el lugar. Las hermanas Escudero quedaron como en trance, se arrodillaron, y rápidamente acudieron a los pies de los mellizos. Silvina comenzó a oler, chupar, lamer y besar los pies de “Charly”; Vanina hizo lo mismo con los pies de “Carlitos”; despues se invirtieron los roles, una auténtica fiesta de pies.
- Ustedes dos son como dos hombres perfectos – dijo Silvina Escudero.
- Nunca me imaginé que la iba a pasar tan bien y habíamos venido a hablar de aburridos contratos – dijo Vanina.
- Quiero probar tu culo – dijo Charly.
- Yo la concha de la dos – dijo Carlitos.
- Quiero chupar las pijas de las dos – señaló Vanina.
A continuación, el juego sexual se multiplicó. Primero, Silvina y Vanina chuparon las pijas de los dos rugbiers, despues ellos comenzaron a acariciarlas por todo el cuerpo, con mucho suavidad y elegancia, algo impropio de un par de rugbiers, lo que sí fue propio de los rugbiers fueron las patadas que le dieron en el culo a las dos hermanas, estas lo disfrutaron, claro que también les chuparon el culo y la concha.
- Quiero tocarte las tetas – dijo Charly.
- Yo quiero chupar los pezones – dijo Carlitos.
- Lo harán – dijo Silvina – pero antes…
- … antes queremos hacerles cosquillas en los pies – completó la frase Vanina.
Eso fue lo que hicieron, las dos empezaron a hacerle cosquillas a los dos rugbiers, con plumas, primero en los pies, despues en todo el cuerpo, los rugbiers disfrutaron mucho todo eso, despues ellos les chuparon las tetas y los pezones.
Llego el momento de la penetración. Dicen que Silvina fue penetrada en el culo por Carlos Gerardo y por la concha por Carlos Isaac; mientras que Vanina exactamente al revés, Carlos Isaac la penetró por el culo y Carlos Gerardo por la concha.
Las hermanas Escudero quedaron exhaustas, pero plenas de gozo y satisfacción. Vanina le dijo a Silvina:
- ¿Para que mierda hemos venido acá?
- Era por unos contratos. Pero terminamos teniendo una fiesta sexual.
- Y la fiesta no terminó – dijo Carlos Gerardo.
En ese momento, los dos rugbiers tiraron dos Quesos sobre las hermanas Escudero, como si fuese un try, un scrum, un penal, eran dos enormes hormas de Queso Emmenthal. El Queso que tiró Carlos Isaac cayó sobre Silvina, el que tiró Carlos Gerardo sobre Vanina.
Cuchillo en mano, en ese momento, Carlos Gerardo se tiró sobre Silvina, y Carlos Isaac sobre Vanina; las empezaron a apuñar salvajemente, de una manera feroz. Los asesinatos fueron similares: primero les clavaron el cuchillo sobre el pecho, hundiéndolo hasta el mango, despues les dieron puñaladas sobre las tetas, el estomago, el abdomen, cortes en los brazos, las piernas, el cuello, sangre tras sangre, que se desparramó por todos lados. Asesinadas ambas hermanas Escudero, los Mellizos Quesones tomaron otrta vez los Quesos. Y se repitió lo anterior. El Queso que tiró Carlos Isaac cayó sobre Silvina, el que tiró Carlos Gerardo sobre Vanina.
- Queso - dijo Carlos Gerardo Lazcano Miranda.
Los rugbiers dieron por terminada la tarea. Ya se estaban por ir, cuando Carlos Isaac le dijo a Carlos Gerardo:
- ¡La secretaria de la abogada! ¡Sigue ahí dormida, como en coma!
- Que siga ahí, no voy a disfrutar asesinarla de esa forma, ¿Vos la queres asesinar?
- No – dijo Carlos Isaac – muy boluda para mi gusto. Aunque Carlos Delfino en nuestra posición la hubiera asesinado.
- Somos Quesones como Carlos Delfino – dijo Carlos Gerardo Lazcano Miranda – pero no somos Carlos Delfino ni Carlos Matías Sandes ni Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
- Siempre nos subestimaron – dijo Carlos Isaac – y nos cagaron víctimas que debieran haber sido nuestras, como Wanda y Zaira Nara.
- Por eso, con este doble asesinato nos tendrán en cuenta como corresponde, hasta Carlos Melia… ¡Carlos Melia! nos subestima y nos consideraba unos “Quesones menores”.
- Porque estuvimos muy activos hace años, en 2000, 2001, despues empezamos a quesonear menos…
- Pero aca estamos… dicen que Carlos Bossio siempre quiso quesonear a Silvina Escudero, pero bueno, lo hemos hecho nosotros.
- La hubiera quesoneado, pero bueno siempre quesoneo a otras minas… y quesoneo a muchas minas buenas… Guillermina Valdes, Victoria Vanucci, Sofía Zamolo, Jessica Cirio, Sol Perez, Belen Francese, Ingrid Grudke, Karina Mazzocco, no creo que se enoje por eso.
- Nooo, que va….
- Entonces dejamos a la mina esa ahí…
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii….
Los mellizos se fueron de la escena del crimen. Un par de horas después, Gabina, la secretaría de la abogada asesinada, se despertó…
- ¿Dónde estoy?
En ese momento sonó su celular. Gabina lo atendió.
- Lamentamos informarle que su tía Ifigenia ha muerto hoy, a los 109 años y 364 días de vida. Justo un día antes de cumplir los 110.
- ¡Uyyyyyyyyyy! – dijo Gabina - ¡Dicen que no hay mal que dure cien años, pero este duró ciento diez! Bueno, habrá que heredar las cientos cuentas en Suiza y propiedades que esta vieja de mierda tiene, o tenía mejor dicho.
- No – le dijo una voz femenina – En su testamento le legó todo a la Fundación Dumitrescu. Para compensar este estudio jurídico queda para vos, despues de que quesonearan a la doctora Oliveira.
Gabina se dio vuelta y ante ella había una empleada de la limpieza, dotada de una gran belleza y juventud, estaba radiante, como un sol en verano. Más que una empleada de limpieza parecía una vedette o una bailarina de "Bailando por un sueño". Al lado de ella, un tipo igual a Hitchcock, aunque Gabina desconocia la historia del cine, y por lo tanto, no sabía quien era Alfred Hitchcock.
- ¿Quién es usted? – preguntó Gabina.
- Eso no importa, ja, ja, ya nos volveremos a ver. El estudio jurídico es suyo, la doctora Oliveira partió a Ghana. No volverá.
- Es muy bella - dijo Hitchcock - parece Kim Novak en "Vértigo".
- Es muy bella - dijo Hitchcock - parece Kim Novak en "Vértigo".
La bella mujer desapareció. Tambien Hitchcock. Gabina fue al despacho, estaba todo limpio y ordenado, ahí se sentó en el lugar de la doctora Oliveira, y contempló los tribunales desde una ventana. Se miró al espejo y se vio cambiada: ya no tenía anteojos, ni el pelo recogido, ahora veía sin lentes, con el pelo suelto, y las tetas le habían crecido.
- ¡Ohhhhhhhhhhhh, desde ahora, seré Gabina, la nueva abogada sexy, reemplazaré a la quesoneada Fernanda Herrera!
(1) Carlos Isaac Lazcano Miranda hace referencia a los asesinatos de “Matamujeres” y “Tiraquesos”, una dupla de asesinos conformada por Carlos Alberto López y Carlos Alberto Montes, dos jóvenes de 21 años por aquel entonces, que aterrorizó al Conurbano Bonaerense a fines de los 80 y principios de los 90. En total, se los encontró culpables de una docena de homicidios, las víctimas eran mujeres de entre 20 y 30 años que vivían solas. Los asesinos entraban con el objetivo de robar la vivienda y terminaban asesinando a las mujeres. No se reportaron casos de violación previa aunque sí es probable que las víctimas hayan tenido sexo consentido con sus asesinos. Según la investigación, Carlos Lopez (“Matamujeres”), era el que asesinaba a las mujeres, degollandolas con un cuchillo, mientras Carlos Montes (#Tiraquesos”) tiraba el Queso sobre sus víctimas. López era alto y rubio, descendiente de alemanes por línea materna; Montes, morocho, era descendiente de mapuches. Fueron apresados a mediados de 1990 y condenados a cadena perpetua; sin embargo beneficiados por distintas medidas judiciales, alentadas y promovidas por el Fiscal Carlos Gonella y el abogado Carlos Sebastián Beneitez, Montes fue liberado en 2002 y López en 2009. Se desconocen sus paraderos y actividades actualmente, aunque por fuentes policiales se sabe que están vivos.
crack! todavía no las habían quesoneado? ja ja ja
ResponderBorrarque sanguinarios los mellizos... muy quesones
ResponderBorraresta abogada debe ser la primera mina que sobrevive a un ataque de los Quesones... Delfino o Bossio no la hubieran dejado con vida, tampoco Melia al que mencionan en el relato, no se el Chino Luna, ahora para compensar esto debería ser una gran proveedora de víctimas de los Quesones...
ResponderBorraryo también las quesonearía a las dos juntas
ResponderBorrarEstuvieron un poco apresurados, dejaban vivir un poco más a las Escudero, bajo el influjo quesón, habrían cedido a la tentación entre ellas, del morbo que han jugado en Bailando por un sueño. El morbo del incesto lesbico, que les ha pedido algún jurado. Pero estuvo bastante completo el relato. Con los mellizos disfrutando de la "Escudería"
ResponderBorrarQue afortunada la abogada, sobrevivió, pasó a tener un estudo jurídico y se puso más atractiva. Eso último parece un regalo de Lady Dumitrescu, que debe de tener abundancia de reserva de sangre.
Buena la foto de portada, parece confirmar el morbo entre las dos.
Para los mellizos se podría reservar a las Kardashian y las Jenner. Kim Kardashian podría ser un desafío para los patadas, hasta es posible que tengan que darles patadas juntos.
ResponderBorrarla historia que se cuenta abajo de 'matamujeres" y "tiraquesos" es real?
ResponderBorrar"Nos volveremos a ver". ¿Lady Dumitrescu la contratará como abogada?
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