El Asesino de Yanina Screpante
El stripper Carlos “Charlie” Gaplieri trabajaba todos los días en la Discoteca Gay Amerika, donde por supuesto, además de los shows de streap tease, también se ganaba unos buenos dineros como taxi boy, quizás su principal fuente de ingresos.
Una noche, como cualquier otra, otro stripper y taxi boy, Carlos “Charlie” Gabriel (Gabriel de apellido, no de segundo nombre), se acercó a Charlie y le dijo:
- Una mina quiere verte. Le dije que sos gay pero insiste con verte.
- Dale, decile que pase, soy gay, pero cuando hay dinero de por medio, puedo ser el más macho de todos los machos de la flota de camioneros de Hugo Moyano.
Así fue que una chica llegó hasta Carlos, que se encontraba totalmente desnudo…
- Hola Carlos. Ví tu show. Quede impresionada.
- Gracias, ¿Vos sos? – le dijo Carlos.
- Ah, discúlpame por no haberme presentado. Soy Yanina Screpante, la ex de Ezequiel “el Pocho” Lavezzi. Te pago lo que sea por tener una noche de sexo con vos.
- Soy caro. Pero a vos, por haber estado con el “Pocho” Lavezzi te puedo cobrar… que se yo… diez mil euros… euros… no dólares… dame cinco por adelantado…
- Con mucho gusto – dijo Screpante – Te espero en mi departamento, el Penthouse que me dejo el señor Lavezzi.
Carlos pensó “debe estar muy forrada en guita este piojo resucitado”. Rato después, el stripper estaba en el citado Pent House. La dama le dio los cinco mil euros. Y el stripper no tuvo alternativa, y realizó un streap tease privado para la dama.
Comenzó a sacarse la ropa, primero la camisa, despues los pantalones y calzoncillos, por último medias y zapatos, con música sensual, quedó desnudo y descalzo. En realidad no del todo desnudo: se quedo con unos guantes negros como única prenda. Lo curioso es que siempre tenía un Queso, sí un Queso de enorme tamaño, como parte del espectáculo.
- ¿Por qué un Queso Charlie? – preguntó Screpante.
- Porque soy el Stripper Quesón.
Carlos agarró el Queso, y con gran fuerza, se lo tiró a Screpante, que del golpe por el Queso, quedó tendida en el piso.
Yanina se fue arrastrando por el piso y quedó debajo de los pies de Carlos, que puso sus pies encima del rostro de Screpante, esta empezó a olerlos, besarlos, chuparlos, lamerlos, una y otra vez, con furia, salvajismo y fuerza. Los pies tenían un olor a Queso apestoso, intenso y asfixiante.
- Soy un Quesón – le dijo Charlie.
- Me gusta. Los pies de Lavezzi no olían a nada.
Charlie se agachó y le empezó a hacer cosquillas a Screpante, en todo el cuerpo, le chupó las tetas, ella le chupó la pija, el la penetró con una furia inusitada y salvaje, primero con el Queso, despues con los pies, primero por el culo, despues por la concha, arrastrándose por el piso.
- Soy gay pero cuando quiero dar placer, me comporto como un búfalo de las sabanas africanas – dijo Carlos.
- ¿Sabanas Africanas? Ja, ja – río Screpante – ahí tengo una lanza, dicen que era del jefe de una tribu africana, de los Masai Masai, así me la vendieron en un mercadillo de París, cuando Lavezzi jugaba en el Paris Saint Germain.
Charlie se paró, mientras Screpante seguía en el piso, Charlie agarró con los guantes negros, aquella lanza, y le dijo a Yanina:
- ¿Querés más? Abrí el culo. Vuelve el Bufalo.
- ¡Quiero más! – exclamo Screpante que le daba la espalda a Carlos, y no vio que este había agarrado la lanza, sí le puso el culo.
Carlos levantó la lanza y se la metió por el culo a Screpante.
La escena fue realmente dantesca: la lanza le atravesó todo el cuerpo a Screpante, saliendo la punta por la cabeza. Charlie la tomó y la empaló ahí, en el piso, clavándola.
- Queso – dijo Carlos mientras tiraba el Queso sobre el cadáver empalado de Yanina Screpante.
El asesino se vistió y fue a la caja donde estaban los euros. Tomó todos. Eran unos cincuenta mil euros, que nuestro querido stripper y Quesón se llevó muy alegre, regresando a la Discoteca Amerika.
Antes de irse, Charlie contempló el cadáver empalado de Yanina Screpante.
- Quería que Ezequiel Lavezzi le diera un penthouse. Se lo dio y ahora también recibiste tu Queso, je, je.
Al día siguiente, ante la prensa, el Comisario Miguel habló de “una tribu africana que comete asesinatos rituales, una especie de secta” y el caso quedó rápidamente archivado.
Así concluye nuestra historia, con Carlos, el Stripper Quesón, el asesino de Yanina Screpante.
Sajt no lo dice pero lo insinua: el Pocho Lavezzi le pago a Paglieri para que comete este asesinato, eso explica que siendo gay se lo coja a la mina
ResponderBorrareste Quesón es el más sádico de todos con estos empalamientos
ResponderBorrarcon esa nariz habrá olido el Queso de Carlos Paglieri?
ResponderBorrarAlgo morboso y letal.
ResponderBorrarHay que recordar que con el relato de María Laura Santillán, quien se bancó seis horas de sexo como sumisa, comenzaron los empalamientos, como método queson.
Nadie la extrañará.