El Asesino de Cara Delevingne

La siempre cosmopolita Londres no tardo en recuperar su habitual y frenético ritmo una vez finalizada la pandemia, y quien recorre sus barrios, sus calles, sus tiendas, se siente que esta en la capital del mundo, donde puede encontrar a gente de todas las nacionalidades, razas, idiomas y religiones.

El modelo español Carlos Sanjuan, del cual ya hemos hablado en el blog, se encontraba circunstancialmente en Londres al inicio de la pandemia, y ya no se movió más de ahí, empezó a dar clases de gimnasia vía Instagram, y se radicó definitivamente en la capital inglesa, viviendo en un coqueto departamento de la zona de Kensington, a mitad de camino entre las estaciones de metro High Street Kensington y Nothing Hill Gate.

En aquellos días de la pandemia, la modelo y actriz inglesa Cara Delevingne, hija de Charles Delevingne, admitió haber lidiado con problemas de depresión, que se remontan a su infancia marcada por la adicción a la heroína de su madre, pero ahora contó que tocó fondo en tras romper su relación con la actriz Ashley Benson.

Muy londinense (nació en Hammersmith y se crió en Belgravia), Cara Jocelyn Delevingne (su nombre completo) es una modelo y actriz británica. Ganó el premio a la Modelo del Año en los Premios de la Moda británica, en 2012 y 2014, e inició su carrera cinemtográfica en la actuación en la película Anna Karenina (2012).

Sumida en la depresión, Carlos Sanjuan, con sus enormes y olorosos pies, la encontró una tarde en un bar de Bayswater, muy deprimida y en estado de ebriedad avanzado. El dialogo entre el español y la inglesa fue totalmente en inglés (estamos en Londres), pero lo daremos traducido directamente en español, aunque aclaramos algo: cuando Carlos usa la palabra Queso, nunca la dice en inglés (“cheese”) sino que utiliza el vocablo en español (“Queso”) en forma bien marcada, intercalándolo con su inglés fluido.

“Se que te gustan las chicas y que estas mal porque rompiste con Ashley Benson” le dijo Carlos “pero no importa, igual la podemos pasar muy bien, te puedo dar una buena clase de gimnasia como las que hago en Instagram”

“No me gustan solamente las chicas, soy de género fluido, o sea que me gusta todo, puedo jugar con vos, ¿cómo te llamas?” contestó Cara.

“Carlos” le contestó Carlos “y espero te guste mi Queso”.

Rato después Carlos y Cara estaban en el departamento del modelo español, y juntos empezaron a hacer gimnasia, mucha actividad física, mucho fitness, mucho ejercicio, tanto que la modelo y actriz recuperó su sobriedad, perdiendo la ebriedad en la que se encontraba.

La gimnasia de a dúo, a ritmo de la mejor música británica (Beatles, Stones, Queen, Who, Led Zeppelin) se fue convirtiendo en un streap tease, cuando Carlos empezó a desnudarse, y Cara lo imitó, y al quedar desnudos, Carlos puso sus enormes y olorosos pies sobre Cara, esta se rindió hasta aquellos pies, los olió, chupó, lamió y besó, una y otra vez, con mucha intensidad, siempre jugando, como haciendo gimnasia, tuvieron sexo, fue bueno, aunque algo rápido, quizás el hecho de que Cara se auto percibiera “de genero fluido” le había hecho disfrutar del sexo corto o efímero.

Aunque estaba muy contenta con el sexo (Carlos lo había hecho muy bien) seguía entusiasmada con la gimnasia, y no paraba de moverse, y de hacer el fitness, Carlos se puso los guantes negros, sacó una cubetera de la heladera, y le tiró los cubos de hielo encima, a Cara le gustó mucho, y por eso, con los hielos encima, no le llamó la atención que Carlos tomara una especie de puñal tallador de hielo, creyó que sacaría más hielo de la heladera, y siguió danzando el fitness, pero Carlos se acercó a ella, se tiró encima, y la apuñaló con ese pica hielos, cuando la chica reaccionó ya era tarde, y estaba totalmente ensangrentada, no tardó en desangrarse mientras Carlos la siguió apuñalando, hasta dar por terminada la tarea.

Asesinada Cara Delevingne, Carlos fue otra vez a la heladera y sacó un enorme Queso, de origen suizo, comprado en el Mercado Londinense de Brick Lane, y lo tiró sobre el cadáver de su víctima.

- Queso – dijo Carlos Sanjuan mientras tiraba el Queso.

Carlos agarró el picahielos, y chupó la sangre de su víctima. Minutos después se fue del lugar del crimen y como si nada hubiera pasado, se fue a caminar por las calles de Londres, en dirección al Mercado de Portobello, en la zona de Nothing Hill.

Mientras estuvo ausente, se dice que cuatro mujeres, iguales a María Laura Santillan, y auto percibidas como “Las Santillanas” se encargaron de llevarse el cadáver y de limpiar la escena del crimen, dejándola intacta.

Carlos continuo caminando por Londres, y de Notting Hill fue hasta Hyde Park, pasando por Bayswater y Queensway, cruzó todo el parque, atravesó Kensington Gardens, y ya entrada la noche, regresó por fin a su departamento.

Fue realizando pequeñas paradas para comer trozos de Queso, no comió otra cosa esa noche, siempre comía Queso en abundancia como un ratoncito, un trozo de Gruyere, otro de Parmesano, otro de Camembert, otro de Stilton, y así, disfrutando de Londres y de los Quesos.

En una de esas paradas, una anciana rumana le dijo: “Puedes ser una especie de vampiro, seguro has disfrutado chupar la sangre de esta chica, la reptiliana te lo agradecerá”.

La Reptiliana era la reina de Inglaterra, su alteza real Elizabeth Windsor, esto ocurrió en el tiempo del fin de la pandemia, la vieja casi centenaria aún vivía.

Carlos sonrió y dijo en español “Queso”.

Y colorín colorado este Queso (en las Islas Británicas) se ha acabado.