El Asesino de Sabina Jakubowicz
Ya conocemos de sobra a Carlos Machado Mattesich, el modelo paraguayo de gran éxito en Europa, y que desde hace tiempo distribuye su tiempo entre Varsovia, la capital de Polonia, y Milán, la rica y opulenta ciudad del norte de Italia, para muchos capital de la moda. Carlos parece haber olvidado sus raíces guaraníes, sus comienzos en el modelaje en Buenos Aires, su origen sudamericano, y ahora en sus redes sociales se presenta totalmente europeizado y solo escribe en inglés, pero ese no es el tema de nuestro post.
Carlos Machado es un Quesón, con cierta afición al vampirismo, y como sabemos anda asesinando bellas mujeres y tirando Quesos por toda Europa, practicando por supuesto el fetichismo de los pies a ultranza, como corresponde a un buen Quesón (aunque suena redundante y repetitivo).
Conseguir víctimas era muy fácil para Carlos, prácticamente tenía todos los catálogos de modelos a su disposición, dejando cataratas cadáveres de mujeres quesoneadas por toda Europa, de Lisboa a Estambul, de Glasgow a Moscú, y de Sicilia a Palermo.
Se encontraba Carlos en Varsovia, trabajando para X Management Warsaw, y realizo un trabajo con Sabina Jakubowicz, la modelo polaca con un imparable ascenso.
La modelo, influencer y licenciada en economía, venía demostrando que la moda es una industria repleta de creatividad y manifiestos únicos.
Juntos, Carlos y Sabina, realizaron una importante producción de fotografías, y al finalizar, Carlos le dijo en español: “¿Querés que te tire un Queso?”.
La polaca obviamente no entendió un carajo y entonces Carlos le dijo en inglés: “Do you want sex?” o sea le pregunto si quería sexo, así de simple, y mientras lo hacía se sacó los zapatos, las medias y quedo descalzo, la polaca nada contesto
pero miraba como queriendo demostrar estar excitada y con ganas de tener sexo, siempre en silencio, Carlos se fue sacando la ropa, realizando un streap tease delante de la polaca, hasta quedar totalmente desnudo.
“I want sex, now, you are a beautigul guy” (Quiero sexo, ahora, sos un tipo fantástico) le dijo la polaca en inglés, el idioma de intercambio.
Apenas unos minutos después, estaban los dos tirados en el piso, ella le chupaba, olía, lamía y besaba los pies con gran intensidad y fogosidad, los enormes y mal olientes pies de Carlos apestaban a Queso, el empezó a decir “Queso, Queso, Queso” en español y ella empezó a repetir entonces “Queso, Queso, Queso” en español, siguieron jugando a los pies,
todo de una manera salvaje y furiosa, el sexo continuo su curso, y Carlos, con ciertas tendencias vampíricas, simuló como si le mordiera el cuello, y luego le realizo “mordiscos” y “mordidas” en todo el cuerpo, no la lastimo, todo con suavidad y pasión, como cuando ella le chupó la pija, o el le chupó los pies, la penetración fue algo tan sublime como furioso, suave y delicado.
Sabina quedó maravillada, y siguió tirada en el piso, Carlos se vistió nuevamente y se puso los guantes, entonces tomó un Queso de colosal tamaño y un gran cuchillo, se acercó a la polaca, que lo miraba sin entender nada.
Carlos entonces se tiró encima de ella y ¡zas! le dio una brutal cuchillada en el estomago, atravesándole el cuerpo, luego una segunda cuchillada en el pecho, la podría haber partido en dos, una tercera cuchillada, en el cuello, le podría haber cortado la cabeza, y así, le dio otras cuchilladas muy profundas, doce en total, las suficientes para asesinarla salvajemente.
- Queso – dijo en voz alta Carlos, tirándole el Queso sobre el cadáver.
Un Quesón hubiera terminado ahí la faena, pero Carlos fue más allá, y coloco sus dientes sobre el destrozado y sangrante cuello de la modelo asesinada, y ahí, como un vampiro, le chupó la sangre. Carlos quedó muy satisfecho, y eufórico, se retiró, con total impunidad, de la escena del crimen.
Al día siguiente, viajaba en tren de Varsovia a Cracovia, y Lady Dumitrescu, una rumana, que ahí jugaba casi de local, pues Rumania esta cerca de Polonia, aunque no son limítrofes, le murmuró al oído en el tren, en su idioma natal, el rumano:
- Carlitos, ești cel mai bun elev al meu, un candidat demn de a fi moștenitorul adoptiv al clanului Motul sau Dracul (Carlitos, sos mi mejor alumno, un digno aspirante a ser heredero adoptivo del clan de los Motul o de los Dracul).
- Ahora a convocar a los Euro Quesones, debemos llenar de Quesones a toda Europa – dijo Lady Dumitrescu, ahora en perfecto castellano con tonada bien porteña, criolla y argentina – así lo quería la Reptiliana. Por eso he vuelto para cumplir con su sueño.
Carlos sonrío y contestó, con su acento paraguayo:
- Queso.
Y colorín colorado este Queso (en el este de Europa) se ha acabado.
Galería de Euro Quesones
SE VIENEN LOS EUROQUESOS Y LOS QUESOS VAMPIROS!!!!!!
ResponderBorrarun gran asesino como todos los Carlos, este es de la vieja guardia, como Carlos Eisler o Carlos Reich
ResponderBorrarpobre la polaca, Carlos la conocio y enseguida le tiro un queso, no le dio tiempo para nada
ResponderBorrarví el instagram de este Carlos y de la mina, estas publicaciones son de hoy, este asesinato es bien fresquito, como los quesos que tiran en estos cuentos
ResponderBorrares paraguayo el asesino pero se especializa en asesinar mujeres en Europa, propongo extender más lo de las caracteristicas vampiricas de este Carlos y de esos euro quesones, todos con pinta de vampiros
ResponderBorrarlas agencias de modelos, proveedoras de víctimas y de personajes, no falla
ResponderBorrary pinta que Carlos Machado puede ser el mejor servidor de Dumitrescu, pero como quedo la relacion de Dumitrescu con Sandes? eran amantes no? ja ja ja los Quesones son una novela de la puta madre
ResponderBorrarUna novela con sangre y quesos.
BorrarCreo que se debería restablecer esa relación de amantes, aprobada, incluso fomentada por Maru Sandes-
todo bien, este queson me gusta mucho, es siniestro, esa mirada de asesino que tiene es espectacular, pero que vuelva Carlos Eisler, incluso podría cometer algun asesinato en conjunto con Carlos Machado
ResponderBorrarel modelo existe, y los asesinatos tambien? misterio
ResponderBorrarla pasan bien las minas pero igual las quesonean sin piedad
ResponderBorrarEs como concederles un último deseo. A veces, como un anéstesico para que mueran sin dolor.
BorrarInteresante lo de la foto de la modelo. Parece que estuviera en un trance hipnótico, como el influjo quesón.
ResponderBorrarEstá bien el sexo furioso, con el toque vampírico.
Un posible futura víctima. Amber Heard, como un castigo por calumniar a Jonny Depp.