El Asesino de Roxana Zarecki
Era una tarde cualquiera en la cual Carlos Gonella, el Fiscal Quesón, se encontraba en la fiscalía, trabajando en uno de los muchos casos que tenía asignados, siempre dividiendo su tiempo entre lo urgente y lo importante. Como era habitual en la rutina laboral de Carlos, veía y estudiaba los expedientes mientras comía unos buenos trozos de Queso. La picada de Quesos incluía Gruyere, Parmesano, Emmenthal, Provolone, Cheddar, Gouda y Sardo, de todo un poco. Como un ratoncito, Carlos iba devorando el Queso hasta que el plato quedo vacío.
Justo en aquel momento, cuando el plato quedo vacío, tocaron la puerta del despacho de Carlos. Se escuchaba que una mujer hablaba en voz fuerte con el secretario de Gonella. “El Fiscal está muy ocupado” decía el secretario, también abogado, Carlos Sebastián Beneitez, “Debo hablar con el en forma directa, no quiero intermediarios” decía la mujer.
Al escuchar aquello, Carlos se levantó y abrió la puerta.
- ¿Qué sucede?
- Tengo que hacer una denuncia muy seria – dijo la mujer, muy bella y atractiva por cierto.
- Yo le tomó la denuncia – dijo el Secretario Carlos Beneitez – el Doctor Gonella está muy ocupado.
- No, no, Carlos – le aclaró Gonella – deja pasar a la señora….
- Roxana Zarecki. Me llamo Roxana Zarecki, también soy abogada, pero no ejerzo.
- Pase, señora Zarecki – le indicó Carlos Gonella, haciéndole señas a la mujer que ingresara al despacho, mientras le hacía gestos a Beneitez para que se tranquilizara – Todo bien Carlos, yo me ocupo.
- Muy bien Doctor Gonella.
Roxana Zarecki quedó parada y le dijo a Carlos Gonella:
- Estoy desesperada, aterrorizada y espantada. Hoy recibí un Queso por correo.
- ¿Un Queso por correo?
- Sí, tenía un papel con una leyenda “Morirás asesinada, el Quesón”. Imagínese como estoy, con la ola de asesinatos Quesones que se esta produciendo. ¿Escucho las últimas noticias? Han asesinado a Virginia Gallardo, Stefanía Xipolitakis, Karen Reichardt, Evelyn Von Brocke, Bettina O’ Connell la lista es interminable.
- Sí, estoy al tanto de todo – dijo el Fiscal – bueno, radicaremos la denuncia. ¿Usted era modelo no?
- Sí, muy exitosa en los Noventa y los 2000, ahora me dedicó a otros menesteres.
- ¿Y dígame, el Queso era como este?
Carlos Gonella abrió un armario y había allí un Queso muy grande, una horma gigante de Emmenthal, donde sobresalían sus grandes y voluminosos agujeros.
- Exactamente igual – dijo Zarecki.
- Perfecto. Ya se quien es el Quesón que le envío ese Queso y que desea asesinarla.
- ¿Quién? – preguntó aterrorizada Roxana Zarecki.
- Yo. Yo soy el Quesón, Carlos Gonella, el Fiscal Quesón.
- ¡Nooooooooooooooooooooooooooo! – gritó aterrorizada Roxana Zarecki - ¡Ayudenme! ¡Este tipo es un depravado! ¡Un asesino serial! ¡Un loco demente!
- No se moleste en gritar. El único que puede escucharla es el Secretario Beneitez, tan Quesón como yo.
Carlos Gonella agarró el Queso Emmenthal, el que estaba en el mueble, y lo tiró sobre Zarecki, con gran precisión, tanto que la ex modelo cayó inconsciente al piso. Gonella, muy bien vestido, con guantes negros, sacó unas cuerdas y ató a la ex modelo.
Al recobrar la conciencia, Zarecki se encontró atada, sin poder moverse, con un enorme y oloroso pie sobre su rostro.
- Espero te guste mi Queso – dijo Carlos Gonella, y a continuación obligó a la mujer a oler, chupar, besar y lamer aquellos gigantescos pies, primero el derecho, despues el izquierdo.
Zarecki lo hizo con asco al principio, pero fue entrando en trance y extasis, y lo pasó a hacer en forma gustosa, con cierto placer, cuando el placer fue en aumento, Gonella se sacó el calzoncillo, y le dijo:
- Chupame la pija, yo te chupo las tetas.
Así lo hicieron, con gran disfrute y goce, tanto que la Fiscalía debe haber provocado un temblor en toda la zona de Tribunales, que se multiplico cuando Carlos la penetro por la vagina, y tuvieron una relación sexual muy intensa. También el Fiscal agarró el Queso y simuló cogerla con el mismo por el culo.
- Debiste ser asesinada por Carlos Bossio allá en los 90 – dijo Carlos Gonella – pero bueno, no importa, nunca es tarde cuando hay un Queso de por medio, y más sí a este Queso me tocó tirarlo a mí, ja, ja.
El Fiscal agarró un cuchillo, un cuchillo de un enorme tamaño, casi gigantesco, y empezó a rozárselo a Zarecki por todo el cuerpo, que empezó a sentir el frío del cuchillo en su cuerpo, hasta que le dijo:
- Te asesinaré, Roxana Zarecki.
No hubo más palabras, pero sí puñaladas, decenas de puñaladas, las decenas se convirtieron en una centena, con cortes en todo el cuerpo, tajos y heridas muy profundas, ciento veintisiete puñaladas.
- Queso – dijo Carlos Gonella mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de su víctima.
Al terminar, el Fiscal llamó a su Secretario, y le indicó:
- Ya la asesiné, le tiré el Queso, la quesoneé, una buena queseada por cierto, quizás nuestra bienes amadas Lady Dumitrescu y la Marquesa de Avila puedan encontrarle alguna utilidad al cadáver de esta quesoneada.
- ¡Yo también soy Quesón! – dijo Carlos Beneitez - ¡Hubiera compartido, Doctor Gonella!
- Un buen Quesón busca sus propias víctimas, Carlos, me extraña, yo me tomé el trabajo de buscar alguna modelo noventosa que no hubiera sido quesoneada y me encontré con esta minita, le mandé el Queso y ella vino solita para acá. Lo demás es Queso.
- Es verdad, doctor Gonella, deberé buscar una buena víctima para seguir quesoneando en forma activa.
- Deja que el Queso fluya por sí solo, ja, ja, consejo de Quesón.
Y con este consejo de Quesón, de Quesón a Quesón, finaliza este Relato Quesón.
¿Alguien sabe quien es esta chica? Sin duda, merece la visita de un Quesón, merece un Queso, si es que ya no fue quesoneada antes...
QUE GRANDE CARLITOS GONELLA!!!! MI QUESÓN FAVORITO
ResponderBorrarlos Tribunales se convirtieron en un auténtico baño de sangre
ResponderBorrarSe venía salvado hasta que el fiscal supo de ella. Y así le tendió una trampa con ese anónimo. Y seguro que alguien le sugirió a Roxana el denunciar ante el fiscal. Podría haber compartido con Beneitez, pero seguro que encontrará a alguna.
ResponderBorrarVampirización, clonación, o embalsamamiento para la escuela de arte, a la que fue llevada Andrea Frigerio embalsamada. Y en peor de los casos, alimento para las vampiras de Lady Dumitrescu o la Marquesa de Avila.
Ahora seguro que dos Santillanas irán a limpiar. Y tal vez hacer un número de streap tease.
la foto de la mina al final merece un QUESO y el Quesón debería ser Carlos Machado
ResponderBorrarhay que buscar una víctima para Beneitez "el Queso de Pehuajó" algo acorde con su mentalidad pueblerina
ResponderBorrary quien debería ser esa "pueblerina"?
BorrarDelfina Chaves la de Argentina, Tierra de Amor y Venganza
BorrarY nadie investiga las Bodegas de Queso clandestinas en Tribunales que tiene Carlos Gonella?
ResponderBorrarUn error de etiquetas. Acá no es Anitta sino
ResponderBorrarRoxana Zarecki
gracias! ya lo corregí!
Borrarque gran asesino este Carlos Gonella, bien siniestro, letal y sanguinario, maestro del poder judicial y del cuchillo
ResponderBorrarEl primer fiscal que no termina asesinado, me encantó el relato, no lo había leido, me dio morbo como se mandó todos los quesos como un roedor, me imagino a Sainz en esa situación y ufff, fue novedoso el ámbito legal y me excitó mucho la simulación de cogerla con el queso, no pude evitar tocarme, la verdad no sabía quién era la quesoneada y por un momento pensé que el secretario también participaría de la masacre, me causó gracia por cierto que la noqueara con el queso jaja, pero me gustó fue entretenido, esperamos que sigas escribiendo más de estos relatos quesones que mezclan lo bizarro con lo sexual un saludo QUESUDO a mi autor favorito
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