El Asesino de Karin Cohen
27 de Abril de 2003, día de la elección presidencial que significaría el comienzo de la era kirchnerista en la Argentina, Menem, Kirchner, López Murphy, Rodríguez Saá, Carrió y Moreau, entre otros muchos candidatos, competían por la presidencia, luego de dos años de anarquía en el país.
Karin Cohen era una figura destacada de la locución y el periodismo televisivo en la Argentina, cuyo mejor momento profesional fue tal vez en la segunda mitad de los noventa, coincidiendo con un famosa relación amorosa con Guillermo Andino, muy noventosa por cierto.
En aquel 2003, aquella relación ya era parte de la historia. Por un motivo profesional, Cohen visitó un edificio de oficinas en aquella jornada electoral. Finalizada dicha labor, Cohen se dirigía a tomar el ascensor. Una empleada de la limpieza, con acento rumano, muy anciana, parecía tener como doscientos cincuenta años, se acercó, con el carrito del servicio, y le dijo a Cohen:
- ¿Karin Cohen? ¿Es usted, verdad?
- Sí, soy yo – la locutora pensó que la rumana le iba a pedir un autógrafo y hasta ya iba a sacar una lapicera para firmarlo.
- Este adevărat că Guillermo Andino este trole?
- No le entiendo nada, señora.
- Perdón, le dije en mi lengua natal, yo soy rumana, le pregunté si Guillermo Andino es trolo. “Troooolooooo”
La rumana acentuó la palabra “trolo” y la dijo con fuerza, ahora con un acento porteño de los años 40, como hablaba Tita Merello, no con su habitual tono europeo oriental.
- Pero señora ¿Cómo me pregunta eso?
- Fute.
- ¿Qué dijo?
- Vayase a la mierda.
- ¡Qué grosera señora! ¡Qué grosera!
La mujer de la limpieza se fue, mientras Cohen estaba indignada por lo que le había dicho la rumana. Se abrió la puerta del ascensor y Cohen se subió. Apretó el botón y la puerta empezó a cerrarse. Se había cerrado en su totalidad cuando se volvió a abrir. Se abrió de par en par. Un muchacho joven, alto y patón, con aspecto de modelo, de unos veintiséis o veintisiete años en ese momento, se subió al ascensor.
- Hola – dijo el joven - ¿Karin Cohen?
- Sí, soy yo.
- Mucho gusto. Soy Carlos Alberto Reich, Charlie Reich, modelo profesional, de Dior y Karlo, en este momento, espero ser de su agrado.
Reich extendió la mano hacia Karin Cohen, la locutora, le agradeció y le devolvió el saludo. El ascensor seguía detenido. Carlos le dijo:
- ¿Es verdad que Guillermo Andino es gay?
- ¿Vos también preguntas eso?
- Sí – dijo Carlos riéndose – ja, ja.
- Mejor me bajo del ascensor.
- No – dijo Carlos.
El modelo apretó el botón, se cerraron las puertas y el ascensor empezó a bajar. Pero no llegó siquiera al piso siguiente, se paralizó…
- ¿Qué paso? ¿Se cortó la luz? – dijo Cohen.
- La luz esta encendida, de ninguna manera se corto esto. Debe ser un desperfecto, ya se va arreglar. Podemos coger mientras tanto, seguro que yo cojo mejor que Andino, que es gay.
- Ja, ja, ja – río Cohen – si tenes profiláctico, lo hacemos.
- Por supuesto que lo tengo – dijo Charlie – pero antes me vas a oler los pies.
- ¿Qué?
El modelo se sacó los zapatos, las medias y quedó con los pies descalzos. El olor a Queso era impresionante. Cohen, como extasiada o hechizada, movida por un deseo extraño, que ella no pudo ni quiso frenar, se arrodilló, y empezó a oler los pies de Carlos Reich, con intensidad, furia y pasión.
- Te chupó esa boca de locutora – le dijo Charlie.
Se besaron con fuerza y pasión, ahí ella se volvió a arrodillar y empezó a chuparle la pija, se sacó la ropa, y el la cogió con gozo y pasión.
- Seguro nunca disfrutaste así con Andino, es gay encubierto – le dijo Reich al terminar la relación.
- Ja, ja, ja, ja – río Cohen. El modelo volvió a lucir muy elegante, sacó algo del atache que llevaba.
Karin miro con una mezcla de asombro y espanto que Charlie la estaba apuntando con un arma calibre 45 con silenciador. Atinó a balbucear alguna palabra pero el asesino efectuó el primer disparo.
- Queso – dijo Carlos en voz alta mientras realizaba el primer disparo que impactó en la teta izquierda de Cohen.
- Queso – dijo Carlos en voz alta mientras realizaba el segundo disparo que impactó en el estómago de Cohen.
- Queso – dijo Carlos en voz alta mientras realizaba el primer disparo que impactó en el abdomen de Cohen.
- Queso – dijo Carlos en voz alta mientras realizaba el primer disparo que impactó en la teta derecha de Cohen.
- Queso – dijo Carlos en voz alta mientras realizaba el primer disparo que impactó en el cuello de Cohen.
- Queso – dijo Carlos en voz alta mientras realizaba el primer disparo que impactó en el craneo de Cohen.
- Queso – volvió a decir Charlie mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Karin Cohen.
Sí, porque en aquel ataché, el asesino llevaba un Queso, un Queso Gruyere, con agujeros, que arrojó así sobre el cadáver de Karin Cohen. El asesino apretó el botón del ascensor y este se elevó al último nivel, donde había una terraza, sacó el cadáver de Cohen y lo dejo ahí. Se alejó con total impunidad. Eran pasadas las seis de la tarde. Los medios ya hablaban del ballotage entre Menem y Kirchner.
La rumana de la limpieza descubrió el cadáver, pero no fue ella quien denunció el asesinato de Cohen ante la policía, solo contempló el cadáver y dijo en su idioma natal:
- Nu mi-ai răspuns dacă Andino e gay, acum sângele tău va fi al meu, ha ha.
(No me contestaste si Andino es gay, ahora tu sangre será mía, ja, ja).
Como vemos, mucho tiempo de asesinar a Nicole Neumann o a Pampita, Carlos “Charlie” Reich ya era un destacado asesino de mujeres, un Quesón, y ya había cometido el asesinato de alguna famosa.
gran asesinato, buena víctima y excelente asesino
ResponderBorrarUna pregunta que tal vez no tenga respuesta es que tenía la Lady contra Karín Cohen. Quien fue amable con la rumana, no como otras famosas.
ResponderBorrarLo seguro es que hubo sexo, morbo. Karín fue deseada, seducida.
Y seguro que fue muy eficaz, en el sexo oral, con esa boca de locutora.
No hubo saña extra ni fue devorada por roedores ni perros hambrientos.