El Asesino de Paula Medici
La bella, joven y agraciada modelo Paula Medici estacionó el auto en un valet parking, y tras descender del mismo, comenzó a caminar por el lugar. Mientras lo hacía, comenzó a sentirse observada, como si alguien la estuviera mirando. Miró a un lado, miró al otro, no vio nadie, siguió caminando. De repente, como salido de la nada misma, frente a ella apareció un hombre de unos treinta y pico de años, muy alto y patón, vestido de forma muy elegante, con dos guantes negros que le cubrían las manos y dos enormes zapatos talle cincuenta en sus grandes pies.
-
¡Carlos! – dijo sorprendida Paula, al reconocer
al muchacho.
-
Hola Paula – fue la respuesta de Carlos. Era
Carlos Bossio, a la vez esposo de otra modelo, Giselle Tigana, y yerno de la
afamada diseñadora de modas, Anne Marie Amoros.
-
¿Qué haces por aca?
-
Estamos organizando un nuevo evento, del que
por supuesto vas a formar parte, ya te lo estoy adelantando, tu presencia
siempre es motivo de éxito.
-
Gracias, Carlos – contestó Paula, muy contenta
por el elogio. Carlos no era un muchacho digamos guapo, más bien lo contrario,
pero a Paula le generaba cierta atracción.
-
¿Vas por alla, Paula?
Los
dos comenzaron a caminar juntos. Mientras lo hacía, Carlos le dijo a Paula:
-
¿Sabes una cosa, Paula?
-
Decime Carlos.
-
Me gustaría tener sexo con vos – así, directa y
contundente fue la propuesta de Carlos.
-
¿Me lo estás diciendo en serio? – Paula, lejos
de horrorizarse por la propuesta, le gustó escuchar eso de boca de Carlos.
-
Por supuesto...
-
Estamos casados Carlos, vos con Giselle, yo con
Mario.
-
¿Y qué? Hoy no nos vamos a divorciar. Esta
mañana estabamos casados, a la noche seguiremos casados, pero ahora a la tarde,
nos podemos permitir un momento de diversión.
A
Paula le gustaba mucho la idea, no podía disimularlo, y estaba dispuesta a
aceptar la propuesta, le dijo entonces a Carlos:
-
¿Y donde lo hacemos?
-
Tengo un departamento, el mismo donde vivía
antes de casarme con Giselle. Quedó bien armado. Vamos allá...
-
¿Dónde está?
Rato
después, Paula y Carlos estaban en el departamento. Paula estaba acostada,
viendo a Carlos totalmente desnudo, todavía parado frente a la cama, para la
chica era algo fascinante. Le dijo:
-
¿Sabes una cosa, Carlos? Siempre me gustastes
mucho...
-
Lo sé, por eso me animé a hacerte esta
propuesta. A mí también siempre me gustaste mucho...
-
Tus pies, tus pies son hermosos, ¿Cuánto
calzas, Carlos?
-
Cincuenta.
-
¿Tanto?
-
Sí, miralos los pies – Carlos levantó su pie
derecho y lo pusó sobre el rostro de Paula. El olor a Queso era muy intenso,
apestoso, pero a Paula le gustaba.
-
¡Qué olor a Queso que tenés Carlos!
-
¿Vistes? Es apestoso, pero a las chicas le
gusta, no lo puedo evitar...
Durante
varios minutos Paula lamió, besó, chupó y olió el pie derecho de Carlos.
-
Si te gustó el derecho, te va a gustar también
mi pie izquierdo – le dijo Carlos, mientras ponía su pie izquierdo sobre el
rostro de Paula, que repitió lo mismo que había hecho minutos antes con el pie
derecho.
Cuando
terminó, Carlos le dijo a Paula:
-
Espero ahora oler tus pies.
-
Aca los tenés.
Carlos
olió los suaves y femeninos de Paula, pero no olían a nada, estaban demasiado
limpios y perfumados.
-
Bueno, yo soy un Queson, pero vos no sos una
Quesona...
-
Bueno, Carlos...
-
No importa. Pero vinimos a tener sexo, dejemos
por un momento el juego de los pies.
A
continuación, Paula y Carlos mantuvieron una intensa relación sexual. Cuando
terminaron, los dos estaban más que contentos, sentían haber tenido una
experiencia realmente fantástica.
-
Me imaginaba que eras bueno en la cama, Carlos,
pero la verdad superó cualquier imaginación.
-
Opino lo mismo de vos, Paula.
-
¿A dónde vas? – le dijo Paula, al ver que
Carlos se levantó de la cama y empezó a salir de la habitación.
Paula
se quedó esperando, todavía contenta por la tarde que había pasado. Apenas unos
minutos después, el muchacho estaba frente a ella, con un enorme Queso Gruyere
en las manos.
-
¿Y ese Queso, Carlos?
-
Te gustó mucho el Queso de mis pies, ahora te
va a gustar este Queso también.
Carlos
tomó el Queso y lo tiró sobre la chica, a la vez que sacó de su espalda un
gigantesco cuchillo, y se tiró sobre Paula.
-
¿Qué haces Carlos con este cuchillo?
-
Morirás asesinada, Paula, yo soy el Queson, el
asesino serial de mujeres.
La
chica intentó defenderse, y opuso toda la resistencia que pudo, pero la furia
del asesino pudo mucho más. No le resultó fácil a Carlos asesinar a Paula, pero
cuchillada va, cuchillada viene, puñalada va, puñalada viene, le asestó como
cien puñaladas, una tras otra, hasta que finalmente finalizó su tarea macabra.
Cuando
terminó, Carlos tomó el Queso y lo tiró sobre el cadáver de la chica, diciendo
en voz alta:
-
¡Queso!
Rato
después, el asesino comenzó a limpiar la escena del crimen, y metió el cadáver
de Paula, con el cuchillo clavado en el estomago, y el Queso, en una bolsa de
dormir. Espero que pasaran algunas horas, y sacó la bolsa de dormir por el
pasillo, esperando que nadie lo descubriera. Fue directamente al
estacionamiento, y metió la bolsa en el auto, rato después, lo tiró en una
plaza, donde chicos de la primaria solían jugar al fútbol.
muy bueno, de lo mejor
ResponderBorrarTiene morbo este relato. No hace falta ser un cheto para disfrutar de una famosa, al estilo quesón.
ResponderBorrargoogleas Paula Medici y como relacionado te sale "Carlos Bossio" de la mina no se supo más nada parece... Chiquito Bossio no la habrá asesinado en serio?
ResponderBorrareste titulo debería llamarse "el Asesino de Paula Medici" pero dado que en Google ocupa un lugar relevante lo dejamos como fue publicado en su momento, un error, sin duda, que le vamos a hacer
ResponderBorrarSupongo que uno publica estos textos de manera de recibir criticas en especial constructivas. Creo que le falta mucho al relato para atrapar al lector. El título genera una expectativa que se deshace en una oración.
ResponderBorrarCreo que debería expandirse el relato, describiendo la escena de sexo, prolongándola, en lugar de limitar la a una oración.
BorrarCasualidad???? La familia MEDICI, vive en el sur de la provincia de Santa Fe. En un lugar conocido como COLONIA MEDICI. Allí ellos fabrican y comercializan justamente QUESOS ARTESANALES.
ResponderBorrarCarlos Bossio en todo su esplendor!!!!!
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