El Asesino de Araceli González
Este que voy a contaros ocurrió en un hotel de categoría la Provincia de Córdoba, en alguna zona de las Sierras, de gran movimiento turístico. Carlos “Charlie” Elder el rugbier y paisajista se encontraba disfrutando de unos tragos desde una terraza, donde observaba la belleza del paisaje de las sierras cordobesas. El atardecer daba paso a una bella noche de primavera, próxima al comienzo del verano. Muy brillante en el cielo se veía el planeta Venus, y todas las constelaciones.
- Venus, la diosa de la belleza – dijo Charlie Elder.
No terminaba de decir esto cuando vio que en aquella misma terraza del hotel estaba Araceli González, Charlie no lo podía creer.
- La diosa de la belleza en la Tierra. Las pajas que me hice con esta mina.
González desaparecio rápidamente, Charlie intentó seguirla, pero desapareció de su vista.
- Que ganas de quesonearla – pensó Carlos Elder - ¿Qué haría Carlos Ignacio Fernández Lobbe, mi compañero del rugbier y de los Quesos, si estaría aca? La quesonearía. ¿Qué debo hacer yo, que soy un Quesón igual que el, aunque no use cuchillos ni la voy a secuestrar? La quesonearé. No tengo opción.
Inmersa en su habitación y ajena a los deseos sexuales y criminales de Carlos Elder, Araceli González se metió dentro de la ducha y se dio un baño muy placentero. Al salir con el cabello mojado y la toalla cubriéndole el cuerpo, estaba muy satisfecha por la ducha que se dio. Vio un par de zapatos negros, de gran tamaño, un talle 46/47, a Araceli le llamó la atención, tanto, que se le cayó la toalla, y quedó desnuda, agarró uno de los zapatos, el derecho, y lo olió.
- ¡Uffffffff! – exclamó la ex esposa de Adrián Suar, asombrada por el fuerte olor que despedían aquellos zapatos.
- ¿Te gusta el olor? – se escuchó una voz masculina.
Araceli, que estaba desnuda, agarró la toalla y se volvió a cubrir el cuerpo, quedo un poco asombrada y asustada al escuchar aquella voz, pero quedó aún mas estupefacta, al ver frente a ella a un hombre, muy alto, patón, con aspecto de rugbier, ante ella, de cuyo cuerpo despedía un fuerte olor a Queso.
- ¿Quién sos? ¿Qué haces aca? – dijo González.
- Mi nombre es Carlos Alejandro Elder. Me podes decir Charlie, como me llaman mis amistades, o bien simplemente Carlos. Carlos.
- No se quien sos ni que haces aca, pero ándate por favor, voy a llamar a la seguridad del hotel.
- No hay problemas, Araceli. Solo quería saludarte.
- ¿Solo querías saludarme?
- Soy fan tuyo desde la época de “La Banda del Golden Rocket”.
- Eras muy chico.
- Tenía diez años, u once, es más o menos lo mismo. Mis primeros pajas en aquellos noventa eran mirando tus fotos y tus videos, en VHS claro, cuando no había celular, y tenía que esperar que mis viejos se fueran para hacerlo.
- Que interesante.
- No te quiero molestar Araceli. Me voy.
Carlos dio media vuelta y se aprestaba a abandonar la habitación. Ya tenía las manos en el picaporte de la puerta, se iba a ir…
- ¡No! ¡Quedate, Carlos!
- ¿Me quedo?
- Sí – dijo Araceli cambiando de idea muy rápidamente – ya que te hacías la paja conmigo, quiero ofrecerte este streap tease, han pasado muchos años, espero seguir siendo atractiva para vos.
Con la toalla mojada, Araceli se acerco al celular y puso la música de “Nueve Semanas y Media”, amplificada, mientras hacía un baile ante Charlie Elder. El rugbier y paisajista contempló aquel streap tease con gran gozo y satisfacción.
- Quiero chuparte las tetas – le dijo Carlos a Araceli.
- Lo harás – respondió la ex esposa de Suar – pero yo antes quiero oler esos pies.
Se tiraron en la cama, Carlos extendió los pies, con medias sobre el rostro de Araceli, esta las olió, chupó, lamió y besó con intensidad, sobre todo la chupada de medias fue impresionante, tras chupar una y otra vez, le sacó las medias, quedando Carlos descalzo, ahí repitió la lamida y chupada de pies, con gran goce e intensidad, una y otra vez, con cierto salvajismo, los olió, los lamió, con fuerza.
Carlos la tomó de las tetas, y empezó a chuparlas, los pezones, uno por uno, con gran fuerza, violencia, en forma realmente increíble, entonces ahí, mientras le chupaba los pezones, Carlos la penetró por la vagina, con fuerza, salvajismo, violencia, a Araceli le gustó mucho, muchísimo, estaba repleto de gozo y placer, la cama parecía darse vuelta, moverse de un lado a otro, los dos, Carlos y Araceli disfrutaron de aquella experiencia, fue algo sublime, de un gozo total.
- Siento que no volveré a sentir algo tan maravilloso – dijo Araceli.
- Lo sabía – dijo Carlos - ¿Entonces Suar jamás te hizo gozar así?
- Así, con este grado de placer, nunca, nunca, te lo aseguró.
- Yo te voy a dar más placer del que te dí hasta ahora, se trata de un juego sexual.
- ¿Un juego? Ja, ja, no puede haber mejor que esto que me diste, Carlos.
- Lo hay. La primera parte del juego es este Queso. No te lo dije hasta ahora, pero soy un Quesón.
- ¿Un Quesón?
De una mochila, Carlos sacó una horma de Queso Pategras, de cascara colorada, lo tiró sobre Araceli González.
- ¡Queso! – grito el rugbier.
Carlos agarró una soga, la tomó con sus guantes negros, Araceli lo contempló con una mezcla de susto y asombro, aunque el placer que sentía era tanto, que estaba como entregada, y Araceli no iba a resistirse ni a negarse a nada que le sugiriera Carlos. Carlos le rodeó el cuello con la soga a Araceli.
- ¿Y ahora Carlos?
- Ahora, morirás Araceli.
Pero ya era tarde, Carlos le rodeó el cuello con la soga a Araceli, y empezó a estrangularla, la mujer intentó oponer alguna resistencia, pudo levantar las piernas con la intención de darle alguna patada, pero la fuerza y la furia del asesino se impusieron, y el estrangulamiento, aunque lento, fue firme y sostenido.
- Aaaaaaaaajjjjjjjjjjjjjjjjj – Araceli González exhalaba su último suspiro, mientras se iba quedando sin aire, hasta que finalmente fue asesinada.
El estrangulador entonces agarró nuevamente el Queso con sus manos, enfundadas en guantes negros.
- Queso – dijo Carlos Elder mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Araceli González.
El estrangulador se retiró de la habitación con total impunidad, la habitual impunidad que suele rodear a los Quesones. Sin mayores contratiempos, se dirigió a su habitación, tomó su equipaje y fue a la recepción del hotel.
- Check Out – dijo Carlos Elder.
- ¿Se va señor Elder? – respondió el conserje – tiene paga la habitación una noche más.
- Tómenlo como una propina.
- Gracias señor Elder.
Carlos Elder se fue del hotel, miró al cielo. Las constelaciones brillaban en su esplendor. La Cruz del Sur, las Tres Marías, el gran cinturón de Orión, Jupiter brillante, Saturno en su plenitud. Una noche perfecta, para seguir quesoneando.
Así fue asesinada Araceli González, por Carlos “Charlie” Elder, un Quesón Estrangulador.
excelente relato, ahora que Elder vaya por Florencia Torrente, teniendo en cuenta que este estrangulador ya tiene varias Florencias asesinadas en su haber
ResponderBorrarera hora que quesonearan a Araceli Gonzalez, creía que el Quesón ideal era Carlos Ignacio Fernandez Lobbe, pero Carlos Elder estuvo a la altura de las circunstancias
ResponderBorrarmuy bueno una historia simple dónde se ve el instinto del Quesón
ResponderBorrarun acto de justicia este asesinato
ResponderBorraraunque en el cuento no lo dice Suar contrató a Carlos Elder para asesinar a esta mina
ResponderBorrarElder es un quesón destacado, tal vez más que los cuatro que son considerados los más destacados. Elder tiene sus procedimientos para acechar, para seducir. No necesita el rapto.
ResponderBorrarAunque no haya sido el ámbito del asesinato, una ducha es un lugar de peligro. De peligro o de oportunidad para que se le caiga la toalla a una mujer.
Es curioso que Elder haya podido meterse en la habitación. Se ve que la seguridad no era la mejor. Y que curioso que Araceli se haya entregado así, a alguien que se masturbaba con ella.
Tiene algo de morbo lo del estrangulamiento. En una próxima víctima, podría usarlo como juego sexual. Que el estrangulamiento sea algo consensuado. Pero sin que la víctima sepa que Elder lo llevará hasta el extremo de matarla.
Podría ser Florencia Torrente, en algún momento. Florencia es un nombre peligroso, el mismo Elder se ha ocupado de más de una.
Hay una película en que Carlos Belloso mata a María Fernanda Callejón.
Belloso estuvo en Casados con hijos, como un asesino en serie. También actuaron Mónica Gonzaga y Mónica Guido. Pudieron haber sido víctimas de este Carlos.
Graciela Alfano se merece una muerte por un quesón cruel, como Fernández Lobbe o Sandes. Que se tomen el tiempo en matarla, con agonía.
ResponderBorrarY que sea entregada a las famosas vampirizadas, del prostíbulo vip de la Marquesa de Avila. Como vampiras necesitan sangre. Claro que además de beber su sangre, podrían devorarla, empezando cuando todavía esté viva.
JA JA OPINO IGUAL QUE ALFARO MERECE QUE LA QUESONEEN PERO QUE SEA CARLIN CALVO EL QUESÓN SUPREMO EN UN CUENTO NOVENTOSO JA JA
BorrarALFANO ALFANO CON N
BorrarNO ALFARO EL DE BOCA
Graciela Alfano en los 90, puede ser.
BorrarPero las famosas vampirizadas, del prostíbulo, necesitarán alimentarse. Así que podría ser Marcela Tauro. Nadie extrañará a una chimentera.
Una próxima candidata al queso. Karen Reichardt.
ResponderBorrarhttps://www.youtube.com/watch?v=fdNKtSJvNHk
Llamativa y diciendo estupideces, para que esté en la mira de Fernández Lobbe.
Otra víctima para Carlos Machado.
ResponderBorrarTras El asesino de Alessandra Ambrosio, la marca Victoria'Secret arregla sus conflictos con Victoria'Secret, pagando deudas. Tanto que paga un contrato para deshacerse de una ex modelo, convertida en detractora.
https://es-us.vida-estilo.yahoo.com/karlie-kloss-reniega-sus-tiempos-en-victorias-secret-122808690.html
Fe de erratas: la marca Victoria'Secret arrega sus conflictos con la Fundación Dumitrescu.
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