El Asesino de Luli Fernández
Hace un tiempo atrás, unos meses, quizás ya un año, se encontraba el basquetbolista y asesino Carlos Matías Sandes con Lady Dumitrescu, su amante, disfrutando de una intensa noche de sexo, dicen que cuando ya habían gozado bastante, la rumana le preguntó:
- A ver Carlos decime, ¿A que mina quesoneada por otro Quesón te hubiera gustado quesonear?
- Pampita – la respuesta de Carlos fue precisa y contundente, no dio lugar a dudas – me hubiera gustado asesinarla con mi machete, je, je, Charlie Reich hizo un buen trabajo, pero me hubiera gustado hacerlo a mí.
- Veo que respondiste sin titubear ni dudar un segundo, Carlos – le dijo Dumitrescu - ¿Sabes que hay una modelo y conductora muy parecida a la Pampita, se llama Luli Fernández, vos ya asesinaste a varias minas con esa apellido, Laurita, Cinthia, Claudia la del Garage.
- Fue una casualidad, no tengo nada contra ese apellido, que no haya interpretaciones políticas equivocadas quiero aclarar por si acaso.
- Eso esta claro Carlos, esta claro, ja, ja – las risotadas de Dumitrescu siempre resonaban con intensidad y generaban algún temor en quien las escuchaba, aunque no en un asesino de la talla de Carlos Matías Sandes.
- La verdad no la conocía, si no fuera asesino, si no fuera Quesón, no le daría bola al mundo del espectáculo.
- Fue pareja de Pablo Mouche, ex jugador de Boca, vos que jugas al básquet en Boca.
- Ah, mira vos, mucha bola al fútbol no le doy, menos a la vida extra deportiva de los jugadores, lo mío es el básquet.
El basquetbolista tomó su celular y googleó a Luli Fernández, no dudo: debía asesinarla, debía tirarle un Queso, hasta empezó a ponerse ansioso, al pararse tomó el machete, con guantes negros, se comió un gran trozo de Queso, y dijo:
- Luli Fernández, #Queso.
En ese momento efectuó un machetazo sobre el Queso y lo partió en dos.
- Debo anticiparme, que no la asesiné otro Quesón – dijo Carlos.
- Tranquilo Carlos, tranquilo, esta tarde buscala en un Spa, tu instinto Quesón te va a llevar al lugar donde esta Luli Fernández.
Una vez por semana, Luli Fernández (María Lucila Fernández Fittipaldi) concurría a un lugar para que le realizaran varias tareas de belleza, estética, relajación y masajes. Una mujer, de unos cuarenta y pico de años, llamada Jimena, era quien le hacía los masajes. En aquella tarde soleada, Luli esperaba en una camilla, boca abajo, que la masajista viniera a realizar sus masajes.
- Ya voy Luli – le dijo la masajista, pero mientras caminaba, de repente, como de la nada, apareció un gigantesco cuchillo tipo machete sobre su garganta y ¡aaaaaaajjjjjjjjjjj! le cortaron el cuello, la sangre se esparció por todos lados, y mientras caía muerta al piso, un Queso cayó sobre el cadáver.
- Queso – dijo Carlos Matías Sandes, el asesino, que tras asesinar a la masajista entró al lugar donde estaba Luli.
Luli escuchó que alguien entró al consultorio donde estaba, se dio cuenta que no eran los suaves pasos de la masajista, era alguien que pisaba fuerte: Carlos Matías Sandes mide 2,02 metros de altura y calza cincuenta y dos, el olor a Queso que emanaban esos pies eran muy fuertes.
- ¿Sos vos Jimena? – preguntó Luli.
No hubo respuesta, lo que si sintió fue que le tiraron algo que le golpeó fuertemente la espalda: era un Queso, Luli se dio vuelta, y se cayó de la camilla, quedando en el piso, vio que un Queso estaba encima suyo, y de repente, un enorme pie derecho, un pie de colosal tamaño, estaba sobre su cara.
- Soy Carlos Matías Sandes, Luli, basquetbolista de la Liga Nacional, juego en Boca, ¿Queres divertirte con mis Quesos?
Tendida sobre el piso, con el pie sobre su rostro, nada podía hacer Luli, Carlos tenía su pie derecho sobre el rostro y al mismo tiempo la mantenía quieta pisándola con el pie izquierdo sobre el pecho, lo cierto es que a Luli empezó a oler, chupar, besar y lamer el pie del basquetbolista, entró como en trance, el olor era asqueroso para cualquier mortal, pero Luli estaba en trance, y empezó a hacerlo con intensidad, luego Carlos intercambió los pies.
- Veo que te gustan mis Quesos, Luli, a ver date vuelta.
Estaba como hechizada, no contestó nada, pero obedeció lo que decía el basquetbolista, y se dio vuelta, y entonces ahí, Carlos la sodomizó, la cogió con cada uno de los pies y luego la penetró por el culo, y tras varias patadas en el culo que sirvieron como entremes en una penetración y otra, la dio vuelta, y la penetró por la vagina, gran gozo para Luli, que jamás sintió eso con Pablo Mouche, por ejemplo.
- ¿Cojo mejor que Pablo Mouche? – le preguntó Sandes.
- Por supuesto, quiero más – Luli no quedó como una piltrafa, como si le pasaba a otras víctimas de Sandes.
- ¿Queres más? Date vuelta entonces.
Luli quedó otra vez boca abajo, y esperaba una nueva sodomización por parte de Sandes, pero el basquetbolista agarró el machete y ¡zas! le aplicó una brutal herida en el todo el cuerpo, que la podría haber partido en dos, el tajo fue brutal, la sangre se repartió por todos, una herida vertical, a continuación, Carlos le efectuó otras varias heridas horizontales, los machetazos fueron tremendos, la podría haber cortado en pedacitos si quería, la podría haber decapitado, pero no lo hizo, tras entretenerse con otras heridas y dándose cuenta que Luli estaba muerta, el asesino dio por finalizada su sangrienta tarea.
- Queso – dijo entonces Carlos Matías Sandes mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de su víctima.
El basquetbolista se fue de la escena del crimen con total impunidad, aunque antes de abandonar el lugar vio que tres empleadas del Centro de Estética estaban en unos mostradores, sin ninguna clase de público que esperara. Carlos agarró el machete y gritó:
- ¡Queeeeeeeeeeessssssoooooooooooooo!
Y tras irrumpir con furia donde estaban las tres empleadas, las asesinó a machetazos en forma cruel y violenta, con heridas salvajes por todos lados. Al finalizar la tarea, tiró los Quesos, uno en cada víctima, uno sobre Lorena, otro sobre Giselle y otro sobre Jacqueline, tal los nombres de las víctimas.
- Queso, Queso, Queso.
- Que bueno que traje seis Quesos – dijo Carlos Matías Sandes – y todavía me sobra uno.
El asesino abandonaba el centro de estética, pero justo en ese momento, ingresó una chica, y le preguntó:
- ¿Esta abierto el centro de estética?
- Queso – respondió el basquetbolista, y le clavó el machete en el cuello, provocándole a Soledad (tal el nombre de la chica), una herida sanguinaria, mortal y precisa.
- Queso – dijo el basquetbolista tirando el sexto Queso que tenía sobre la infortunada chica, apenas una víctima colateral.
Ahora sí, el asesino abandonó el Centro de Estética, acababa de asesinar a seis mujeres, un crimen que quedaría para la antología de los Quesones, sin dudas. Dicen que un doble de la Princesa Leia se hizo presente en el lugar y se llevó muestras de sangre de las seis mujeres asesinadas. El Comisario Miguel se hizo presente en el lugar y anunció que todo era obra de una secta maléfica, que consideraba que esos centros de estética era obras demoníacas. La conmoción que existió en la sociedad, solo duro unas horas, al día siguiente los medios ya hablaban de lo único que importaba: el fútbol. Y esa misma, otra intensa relación sexual disfrutaron Carlos Matías Sandes y Lady Dumitrescu
Sandes demuestra una furia salvaje con sus víctimas, practicamente las destroza, en cambio, es dulce y complaciente con Dumitrescu, muy bien eso, aca además asesina a varias minas de un saque, se nota que es un asesino muy violento, que fuerza debe de tener para llevar todos esos Quesos, muy buen relato
ResponderBorrarbueno todavía quedaban minas por asesinar y eso es bueno, que raro que a esta aún no le habia llegado el Queso
ResponderBorrarESTE TIPO EN LA REALIDAD TE DEBE DESMAYAR DEL OLOR A QUESO, A MI LA VERDAD NUNCA ME CIERRA COMO QUESÓN (PERO A DUMITRESCU LE GUSTA QUE SE LA COJA)
ResponderBorrarsiempre mata con la camiseta de Boca?
ResponderBorrara Pampita la hubiera asesinado así
ResponderBorrarMe gusta la motivación de Sandes, mantener la pasión con Lady Dumitrescu. Y seguro que la vampira rumana debe ser apasionada, con un par de siglos de experiencia. Juntos son como una mujer fatal y un gangster del policial negro. Claro que ahora es Paul Toombes quien está cerca de la rumana.
ResponderBorrarO sea que ahora le tocó al clon de Pampita, sólo por parecerse a ella. La competitividad de los quesones es una razón más para que las famosas tengan miedo. Y tal vez no las proteja el aislamiento social.
Sandes cumplió todo el procedimiento, liquidar a una mujer como previo a laal muerte planeada. Sexo con todo, luego muerte. Algo que llevó más al extremo con Alessandra Rampolla, con quien siguió teniendo sexo, luego de empezar a matarla.
Está bien que aparezca Leia, que ya debe estar como en El regreso del Jedi, en condiciones de lucir la bikini de metal. Podría hacer clones y vampiras de las Luli y las demás.
Ya que la mencionaron, estaría bueno que Pampita y Nicole Neumann hayan sido vampirizadas. Para que la rubia la castigue a la morocha, diciendo -Tomá, mucamita. Y ambas se alimenten de famosas de segundo orden.
Las risotadas de la Lady deben de ser música para los oídos de Sandes.
ResponderBorrarMuy buena la pose de Luli, en la foto con su asesino.
Y no se olviden los quesones de Victoria Onetto (obviamente, no confundir con Vanina, que está protegida por ser una Leona). Podría ser para un quesón que haya quedado relegado, como Habiangue, el quesón del tango.
Otro tema. ¿Cómo estará Kramer con la cuarentena, con la esposa y los hijos? ¿Cómo hará que se entretengan, con cuentos sobre Lady Dumitrescu? ¿Y la esposa, que se quedó sin algunas novelas, con grabación suspendida?
Una idea para una de estas fanfictions de sexo, sangre y quesos. En el intermedio del Super Bowl 2020, con Jennifer López y Shakira.
ResponderBorrarLa reapareción de Jennifer López, su anuncio de su participación en el show de Super Bowl tuvo mucha trascendencia. El video del del recital, teniendo sexo con Carlos Vives había despertando tanto un gran escándalo, como una renovada admiración a la estrella, que se había atrevido a tanto. Y se hablaba de una película para la creciente productora Piruli Films.
Tanto su presencia era una desmentida a esas leyendas urbanas, sobre famosas asesinada en ritos ancestrales. Ella había dado un gran show y seguía viva.
Lo que no se supo es que Jennífer López había sido asesinada por Carlos Vives, vampirizada por Lady Dumitrescu, para convertirse en una concubina no muerta de Orlok Dumitrescu, un vampiro europeo.
Como no se supo que la diva se había adaptado con mucho gusto a su nueva condición, desplegaba sus dote para moverle el culo al noble vampiro. Y que estaba dispuesta a ser cómplice de
El asesino de Shakira.
Y aparece lo del show. Obviamente, hay sexo. Y el asesino es Charly Alberti.
Luego Shakira es vampirizada por Lady Dumitrescu.
O por Jennífer López, para beba un poco de la sangre de Shakira, quien podría ser una vampira de segundo grado. Y que las dos compitan por quien se mueve más ante Orlok.