Los Asesinatos de Charlie Paglieri, el Stripper Quesón
CHARLIE PAGLIERI, UN QUESÓN EN ACCIÓN
Un muchacho llamado Gonzalo Verde tenía una peluquería, ubicada en la zona más cheta de “Palermo Hollywood”, pero cuenta la leyenda que por vacaciones en Europa, debía alejarse un tiempo de Baires. Y quien quedó a cargo de la peluquería fue el stripper Carlos “Charlie” Gaplieri.
Charlie no era peluquero, pero debía ser el encargado de cerrar todos los días el negocio y guardar la recaudación. Lo estaba haciendo bien, le debía a Gonzalo Verde muchos favores y no le podía fallar. Ya dijimos que Charlie era stripper, y además gay, todas las noches trabajaba en un bar gay.
Una noche, Charlie fue a la peluquería, cuando ya faltaba poco para que Gonzalo regresara de Europa. Como siempre, algo habitual en Charlie, los pies le sudaban mucho, siempre tenía olor a Queso.
Ingresó a la peluquería, solo quedaba una peluquera, Romualda, una chica venida del Paraguay, y dos clientas, la señora Pereyra Lucena y la señora Montes de Oca, son cuarentonas veteranas de la Sociedad Rural. Eran dos mujeres muy atractivas (la paraguaya también era muy sexy), pero como Charlie era gay, no les dio ni cinco de pelota.
- Qué lindo chico – dijo Pereyra Lucena – que rubio, blanco, hermoso.
- Esta para comérselo como un Queso – dijo Montes de Oca.
- No se molesten – aclaró la paraguaya y en voz baja añadió – es gay.
- Qué desperdicio – dijo Pereyra Lucena.
- Que lastima. Esta para partirlo como un Queso – añadió Montes de Oca.
- ¿Cómo se llama? ¡Los pies que tiene! ¡Son enormes! – dijo Pereyra Lucena.
- Carlos. Me llamo Carlos, pero todos me conocen como Charlie – dijo Carlos, que había escuchado toda la conversación - ¿Así que tengo los pies muy grandes?
- ¿Cuánto calzas? – preguntó Montes de Oca.
- 46 – dijo en forma cínica Carlos.
- Bueno, ¿Así que te gustan los chicos? – dijo Pereyra Lucena.
- Soy gay – contestó Carlos – pero también soy Quesón.
- ¿Quesón? – dijo Montes de Oca - ¿Qué es un Quesón?
- Un Queso grande, ja, ja – añadió la paraguaya en tono de burla.
- Vaya, vaya, veo que tienen ganas de divertirse – dijo Carlos – les haré un streap tease a las damas y a usted, señorita Romualda. Así aprenden lo que es un Quesón.
Carlos empezó a hacer el streap tease, las tres mujeres quedaron extasiadas ante la belleza de Carlos, y el tamaño de su miembro viril. Levantó el pie derecho y lo puso sobre el rostro de Montes de Oca, mientras el pie izquierdo lo puso sobre el rostro de Pereyra Lucena.
- ¡Qué olor a Queso! – exclamaron las dos damas.
Despues invirtió los papeles, el pie derecho sobre Pereyra Lucena, y el izquierdo sobre Montes de Oca. La paraguaya exclamó:
- ¿Para mí no hay nada?
- Para vos también hay Queso – exclamó Charlie.
Entonces la paraguaya empezó a oler, chupar, besar y lamer los pies de Charlie, tal como hicieron Pereyra Lucena y Montes de Oca.
- Soy gay – dijo Carlos – pero puedo hacerlas disfrutarla todavía más, arrodíllense, y abran sus culos. Si lo quieren hacer, háganlo, sino váyanse.
Las tres se quedaron, se arrodillaron y abrieron sus culos. Carlos, sentado en esas sillas de peluquería, las cogió a las tres al mismo tiempo, con su pie derecho a Montes de Oca, con su pija a la paraguaya, y con su pie izquierdo a Pereyra Lucena, las penetró a las tres simultáneamente en el culo, de esa manera.
- ¡Queso! ¡Queso! ¡Queso! ¡Queso! ¡Queso! – exclamaban al unísono las tres minas.
- Quedense así – les dijo Charlie – ahora voy por más.
Charlie fue a buscar entonces unas lanzas y regresó. Las tres minas, estaban arrodilladas, no lo veían. En ese momento Carlos le metió la lanza por el culo a Pereyra Lucena, y a partir de allí por todo el cuerpo, hasta penetrarle en la cabeza, de esta mano la punta salía por la cabeza y el palo por el culo. Hizo lo mismo con Montes de Oca, y también con la paraguaya. Así las asesinó a las tres. Carlos agarró lanza por lanza y las clavó en el piso, quedando empaladas las tres minas.
Fue entonces a la heladera, agarró tres Quesos, y los clavó lanza por lanza, sobre el cadáver de cada mina asesinada, mientras decía:
- Queso. Queso. Queso. Ahora saben porque soy un Quesón.
Con la frialdad que solo tienen los grandes asesinos, llamó a la policía. El Comisario Miguel y el Oficial Ramírez no tardaron en llegar.
- Vine a la peluquería y me encontré con esto. Mi amigo Gonzalo esta en Europa, va a regresar y se va a encontrar con esto.
- Debe haber sido una secta que empaló a estas tres minas – dijo el Comisario Miguel – la secta de los Boro Boro, o los Masai Masai.
- No pasa nada, enseguida los muchachos limpian todo – acotó el Oficial Ramírez.
- ¿Y el Fiscal? – preguntó Carlos.
- Carlos Gonella – dijo el Comisario Miguel – no habrá problemas. Su amigo no se enterara de nada. Pero habrá veinte dólares para mí y otros veinte mil para el oficial Ramírez a cambio de esto. Esto no sale gratis señor Carlos.
- Ya lo sé. No hay problemas. Los dólares los tendrán. Por favor limpien todo, en un rato me voy al show de strippers – dijo Carlos.
- ¿Quiere colaborar con un bono para la Fundación Amigos de la Policía Federal Argentina? – dijo el Oficial Ramírez.
- Con mucho gusto. Pasó los dólares ahí. Pero cuarenta es mucho. Diez y diez. Los tienen ahora mismo. Se los llevan en el bolsillo – dijo Carlos.
- Diez y diez son veinte. Yo arreglaría, pero esta el fiscal. Cinco más para el fiscal Carlos Gonella – dijo el Comisario Miguel.
- Pero es Quesón como yo. Para un Quesón no hay nada mejor que otro Quesón – dijo Carlos.
- Es verdad. Bueno deme los diez a mí, los diez a Ramírez y asunto terminado – señaló el Comisario Miguel.
Charlie sonrío y entregó el dinero. Con algunos shows gays para los miembros del Congreso lo recuperaría. Siempre supo que los policías eran corruptos pero no imaginó que podrían verderse tan fácil al mejor postor.
Días después, Gonzalo regresó de Europa. Encontró todo bien, pero le llamó la atención que no estuviera Romualda, la peluquera paraguaya.
- Se fue de vuelta a Asunción – le dijo Carlos.
- No era de Asunción, era de otro pueblo, creo que se llama Itapuá o algo así.
- Pero ahora va a vivir a Asunción.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…….
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