La asesina de Ricardo Centurión
Cuenta la leyenda que era un día soleado en el Tigre, donde Ricky Centurión se encontraba disfrutando de una espléndida jornada primaveral, ya próxima al verano, en una semana entre dos partidos muy relevantes para el futuro de su equipo en el Campeonato de Primera División.
Sí, al hablar de Ricky Centurión estamos hablando de Ricardo Adrián Centurión, el futbolista cuya trayectoria incluye Boca Juniors y el Racing Club de Avellaneda.
Estaba Centurión en su yate, cuando de repente, ante él, como surgida de la nada, apareció una chica, vestida totalmente de negro, y sosteniendo un gran arma en sus manos, apuntando al futbolista.
- ¿Quién sos? – dijo Ricardo Centurión.
- Soy Ravelia, la Quesona Asesina, ja ja ja…
- ¿Porqué?
- Me pagan por hacer esto, no lo haga gratis, aunque de todas formas disfutaré mucho el asesinarte, porque me fascina amasijar chabones como vos, bien wachiturros.
- ¿Quién te paga para matarme?
- ¿Daniel Angelici tal vez? ¡Ja, ja, ja!
- ¿Angelici me mando a matar?
- Ja, ja, no sé, quizás no me mando nadie, solo te asesinó porque soy una asesina, y me gusta ejecutar wachiturros como vos… Basta de tertulias, Ricky, soy la Quesona y te asesinaré…
- ¿Porqué la Quesona?
- Porque además de liquidar chabones molestos como vos, a cada uno de los tipos a los que mato les tiró un Queso sobre el cadáver.
- Tengamos sexo - le dijo Centurión, que se seguía riendo de la asesina y pensaba que todo era una broma - mejor sexo que Queso, ja, ja, se mucho de los Quesones, me lo contó Carlos Tevez.
- Yo asesiné a Carlos Tevez - le dijo la Quesona.
- ¿Vos lo matastes? - dijo Ricardo - Mira que divertido, ¡Pum! ¡Queso! - y Centurión hizo el gesto como si disparara un revolver.
- Ja, ja, ja - río la asesina - correrás su misma suerte, pero sí tengamos sexo.
La asesina en ningún momento dejó de tener el arma en sus manos, pero se agachó y Ricardo Centurión la cogió, la pasaron bien, fue una cogida rápida, pero con mucho goce y satisfacción para ambos.
- ¿Me vas a matar ahora? - dijo ahora Centurión que seguía pensando que todo aquello era una broma - dale dispara ese revolver de juguete que tenes, yo se mucho de armas, pero siempre supe que todo esto es una joda.
- ¿Una joda? - dijo la asesina.
No hubo más dialogo entre la asesina y el futbolista, la asesina apuntó a Centurión y disparó un balazo, que se incrustó directamente en la nuca de Centurión. Un segundo balazo impactó en el cuello del futbolista. Un tercero y un cuarto en el pecho. Un quinto en el pie izquierdo, un sexto en el pie derecho, un séptimo en el estómago y un octavo otra vez en la nuca, para rematarlo definitivamente.
- Ja, ja, te hice tantos agujeros como a un Queso Gruyere – dijo la asesina.
- Ricardo Centurión. #Queso – dijo en voz alta mientras agarro el Queso y lo tiró sobre el cadáver ensangrentado del futbolista.
Y desapareció tan misteriosamente como había llegado…
te hace mal el paco, entendé carlitos
ResponderBorrarUna asesina es una variante.
ResponderBorrarOtra variante sería masacrar veganas, como Agustina Cherri y Silvia Martinez Cassina. Luego arrojarlas a una pulverizadora. O aplastarlas. Para convertirlas en una pasta espesa, que se convierta en...queso.
Parece de uno de tus relatos. En Rosario, "mecheros" robaron 25 Kg de...queso. 25 Kg. en hormas de queso. ¿Estarán juntando material para más crimines quesones?
ResponderBorrarque duda cabe? Obvio
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