El asesino de Yanina Latorre
Estaba avanzada la tarde, caían las primeras oscuridades de la noche, cuando Yanina Latorre salía de su lujoso departamento, ubicado en una de las zonas más caras de la ciudad. Yanina estaba cerrando la puerta y para su sorpresa, el ascensor se detuvo en el piso.
Yanina dirigió la mirada hacia el lugar donde comenzó a abrirse el ascensor, del mismo salió un hombre joven, de unos treinta años, muy alto, de unos dos metros de altura, con pies talle cincuenta, tenía todo el aspecto de ser un basquetbolista, estaba vestido totalmente de negro, con guantes negros que le cubrían las manos, sosteniendo así una enorme horma de Queso Gruyere.
Yanina dirigió la mirada hacia el lugar donde comenzó a abrirse el ascensor, del mismo salió un hombre joven, de unos treinta años, muy alto, de unos dos metros de altura, con pies talle cincuenta, tenía todo el aspecto de ser un basquetbolista, estaba vestido totalmente de negro, con guantes negros que le cubrían las manos, sosteniendo así una enorme horma de Queso Gruyere.
Yanina, sorprendida y asustada, dijo:
- ¿Quién sos?
- No me conocés – fue la respuesta del hombre que añadió – soy Carlos Delfino, el basquetbolista asesino.
- ¿El Basquetbolista asesino? – preguntó Yanina, visiblemente nerviosa. Mientras la chica preguntaba esto, Carlos puso la horma de Queso sobre el piso, y sacó una enorme espada samurai, con la comenzó a señalar a la mujer.
- Vengo a asesinarte, te cortaré la cabeza, y te tiraré este Queso – fue la respuesta de Carlos, con la espada samurai en sus manos.
- Me imagino que todo esto es una broma, no se quien sos, no te conozco, pero lo publicaré el twitter.
- Hacé lo que quieras, de todas maneras morirás asesinada.
- ¿Quién sos?
- No me conocés – fue la respuesta del hombre que añadió – soy Carlos Delfino, el basquetbolista asesino.
- ¿El Basquetbolista asesino? – preguntó Yanina, visiblemente nerviosa. Mientras la chica preguntaba esto, Carlos puso la horma de Queso sobre el piso, y sacó una enorme espada samurai, con la comenzó a señalar a la mujer.
- Vengo a asesinarte, te cortaré la cabeza, y te tiraré este Queso – fue la respuesta de Carlos, con la espada samurai en sus manos.
- Me imagino que todo esto es una broma, no se quien sos, no te conozco, pero lo publicaré el twitter.
- Hacé lo que quieras, de todas maneras morirás asesinada.
Yanina creía que era todo una broma y sacó su telefono celular, y comenzó a publicar un twitter en su cuenta @yanilatorre:
“Basquetbolista asesino amenaza con cortarme la cabeza y tirarme un Queso”
- ¿Ya escribiste el twitter? – preguntó Carlos.
- ¿Cómo me dijistes que era tu nombre?
- Carlos.
- Carlos, ¿Me dejás escribir otro tweet? El anterior ya lo retuitearon como cien veces.
- Bueno, dale, total, morirás asesinada.
- ¿Cómo era tu apellido?
- Mi apellido no importa – fue la respuesta del basquetbolista – soy Carlos, simplemente Carlos, pero para una twittera como vos, @cabezadelfino.
“Basquetbolista asesino amenaza con cortarme la cabeza y tirarme un Queso”
- ¿Ya escribiste el twitter? – preguntó Carlos.
- ¿Cómo me dijistes que era tu nombre?
- Carlos.
- Carlos, ¿Me dejás escribir otro tweet? El anterior ya lo retuitearon como cien veces.
- Bueno, dale, total, morirás asesinada.
- ¿Cómo era tu apellido?
- Mi apellido no importa – fue la respuesta del basquetbolista – soy Carlos, simplemente Carlos, pero para una twittera como vos, @cabezadelfino.
Yanina comenzó a escribir un segundo tweet donde puso:
Carlos @cabezadelfino va a asesinarme, por favor, vengan a ayudarme”.
- ¿Ya está? – preguntó Carlos, mientras seguía sosteniendo en sus manos la espada samurai.
- Ya está, Carlos. Lo escribí. Si vas a asesinarme, puedo hacerte dos preguntas...
- Seguís ganando tiempo, ya debí haberte asesinado – fue la respuesta de Carlos – hacelas, pero arrodillate antes.
Yanina se arrodilló y efectuó la primera pregunta:
- Carlos, ¿Porqué me vas a tirar un Queso?
- Soy un Queson. Asesiné a muchas mujeres. Les corté la cabeza con esta espada samurai y a todas les tiré un Queso. Es mi firma como asesino. Ahora, la segunda pregunta – dijo Carlos.
- Carlos, ¿Porqué yo? - preguntó la mujer aterrorizada.
- Te toco a vos, mucha exposición mediática, por eso serás asesinada.
- - ¡Una última voluntad, Carlos! ¡Por favor! – gritó Yanina arrodillada y mirando a los ojos a Carlos Delfino.
- ¿Cuál es la última voluntad?
- Quiero tener sexo con vos.
- No creo que sea mejor que Diego Latorre, ja, ja…
- Todas dicen que vos sos una máquina sexual.
- Te puedo hacer un triple o un doble en tu concha, Yanina, ja, ja.
- Vamos Carlos, Carlos.
- Con mucho gusto, primero olé mis pies, ja, ja.
- ¿Tus pies?
Yanina Latorre tuiteó: “Rufianes, voy a coger con Carlitos, ja, ja, eso es para el tirarme un Queso, ja, ja, porque Queso rima con Sexo, ja, ja”.
- Quiero tener sexo con vos.
- No creo que sea mejor que Diego Latorre, ja, ja…
- Todas dicen que vos sos una máquina sexual.
- Te puedo hacer un triple o un doble en tu concha, Yanina, ja, ja.
- Vamos Carlos, Carlos.
- Con mucho gusto, primero olé mis pies, ja, ja.
- ¿Tus pies?
Yanina Latorre tuiteó: “Rufianes, voy a coger con Carlitos, ja, ja, eso es para el tirarme un Queso, ja, ja, porque Queso rima con Sexo, ja, ja”.
Carlos extendió los pies sobre el rostro de Yanina, olían espantosamente a Queso, en forma asfixiante e intensa. Yanina quedó extasiada oliendo, chupando, lamiendo y besando los pies.
- ¿Querés ahora que mi Queso entre en tu concha, Yanina?
- Sí, pero primero voy a tuitear algo.
Yanina tuiteo “Carlitos huele a Queso, porque es un Queso, más que un Queso, un Quesón, un Requesón”.
Carlitos la penetró por la concha para satisfacción de Yanina.
- Jamás Dieguito Latorre me hizo sentir tanto placer.
- Tuitealo Yanina, tuitealo.
- Claro que sí, Carlitos.
Yanina tuiteo “Carlitos coge como ninguno, ojala Dieguito lo hiciera igual”. Yanina concentrada en escribir eso, se olvido de ver a Carlos, cuando lo hizo, el basquetbolista sostenía la katana con sus manos.
- ¡Nooo, creía que me estabas jodiendo, que asesinarme era sinónimo de cogerme!
- QUESO
Carlos Delfino abandonó el departamento de Yanina Latorre. La víctima, antes de ser asesinada, publicó en twitter el nombre de su asesino. El basquetbolista, sin mayores problemas, agarró el celular de Yanina y en forma inmediata, escribió:
"Rufianes, chau tuiter" y desactivó la cuenta.
¿Descubriría la policía al basquetbolista asesino?
a Yanina Latore todos soñamos con matarla, Delfino seguramente no se queda atrás.
ResponderBorrarADEMAS NO PODES COMPARAR A VALERIA MAZZA CON YANINA LATORRE, ESTABAN TODAS MAS O MENOS BUENAS HASTA QUE ME TOCO VER A YANINA. LA CAGARON MAL
ResponderBorrarPobre Yanina, ella es solo una botinera más.
ResponderBorrarVos sí que debés tomar de la buena...
ResponderBorrarBob Patiño entra la gama de los quesones asesinos?
pobre Diego Latorre... quedo viudo gracias a Carlos Delfino
ResponderBorrarComenté y se borró todo. Cuando pasa, casi que me haría un quesón para catarsis. Pero no soy un Carlos.
ResponderBorrarComenté que puede gustarle a algunos, que tengan fantasías con ella. Pero es menos atractiva que Laura Fidalgo, Brenda Gandini, ilustres víctimas de Delfino. El morbo con Yanina pasa por otro lado, porque es odiosa, tanto que algunas futuras víctimas pudieron festejar su muerte, por ser esas famosas, rivales de Yanina.
Que se hizo conocida siendo odiosa en redes sociales. Interesante la fascinación de Yanina por twitter, estuvo tan absorta con eso, casi tanto como por la hipnosis del queso. Y estuvo bien que Delfino le haya desactivado la cuenta.
En este caso fue casi un héroe, aun siendo un asesino.
Para algún futuro relato, una famosa podría intentar pedir ayuda por Internet. Para encontrarse con la verificación de comentarios, Comprueba que eres una persona real.
gran idea... cuando está con las bocas de incendio y los pasos peatonales siente el olor a un pie sudado el filo de la katana sobre su cuello y ahí Carlos Delfino raaaajjj le corta el cuello
Borrarhay que estar en el lugar de estas minas... estar con Carlos Delfino que mide dos metros y esos pies gigantes y olorosos... x eso no resisten
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