El Asesino de Leticia Bredice
Carlos Delfino había compartido un programa con Leticia Bredice,
era Sabado Bus. En esa época la opinión pública estaba conmocionada por una
serie de asesinatos que había tenido como víctimas a bellas mujeres famosas.
Una por una, a Valeria Mazza, a Julieta Prandi, a Silvina Luna y a Zaira Nara,
el asesino les estaba cortando las cabezas y tirando un Queso a sus víctimas.
Según un rumor el criminal era el “Basquetbolista Asesino”.
En el programa, Nico Repetto,
bromeó al respecto con Carlos Delfino, y le dijo:
-
¿Qué opinas del Basquetbolista Asesino de quien se dice que decapitó a Valeria
Mazza y mató a las demás?
- La
verdad que no entiendo de donde salió que ese asesino serial es un
basquetbolista, no hay ninguna prueba de ello.
- Es
un rumor que circula por Internet.
- Hay
que ver que dice el expediente policial antes de hacer una aseveración tan
seria.
-
Eso, desde ya...
- Me
causa gracia que alguien pueda pensar que Emanuel Ginobili, Luis Scola,
Fabricio Oberto o incluso yo pueda ser un asesino serial.
- A
las familias de las víctimas no creo que les cause tanta gracia.
-
Bueno, es una forma de decir.
Leticia Bredice intervinó en
la conversación bruscamente y dijo:
- No importa quien sea el
Basquetbolista Asesino, seguramente ni siquiera sea basquetbolista, pero sí sea
un asesino. Lo que sí importa es que Carlos Delfino es realmente un hombre muy
hermoso, daría la vida para pasar una noche con el.
Carlos se sonrojó y sonrío,
no sabía que decir. El programa continuo con niveles de tensión más bajos... Al
finalizar, Bredice se acercó a Delfino y le dijo:
- Si queres tener sexo
conmigo esta noche, te espero Carlitos, aca tenés mi dirección.
Bredice le dio el papel a
Carlos, que lo leyó. “Calle de Don Agustín Larra n° 47 piso 3° departamento
“C”. En forma seductora, Bredice le dijo a Carlos:
- C” de Carlos, te espero Carrrrrrrrrlooooooossssssssss (poniendo gran énfasis en la “R” y la “S” de Carlos), no me fallés.
- C” de Carlos, te espero Carrrrrrrrrlooooooossssssssss (poniendo gran énfasis en la “R” y la “S” de Carlos), no me fallés.
Carlos nada contestó. Dejó que Bredice se marchara, mientras se dirigió a un auto. Carlos abrió el baúl, se puso los guantes negros, tomó una espada samurai que tenía guardada allí y un enorme Queso.
- No tenía pensado asesinar a ninguna mujer esta noche – reflexionó Carlos Delfino – pero esta me tiró los galgos y no voy a desaprovechar la ocasión. Por suerte, siempre tengó la espada samurai y un Queso a mano.
Sin pensarlo más, Carlos se dirigió a la dirección de Leticia Brédice. La actriz lo recibió con muchas ganas, el basquetbolista entró al departamento, la actriz le dijo:
- Vamos a pasar una noche inolvidable, Carlos.
- Ya lo creo, será muy difícil de olvidar.
- ¿Qué tenés atrás Carlos?
- Ah, esto – y Carlos sacó de atrás la espada samurai y la pusó sobre la cabeza de Leticia Bredice – es la espada samurai con la que le corte la cabeza a Valeria Mazza, a Julieta Prandi, a Silvina Luna y a Zaira Nara, ahora llegó tu turno, Leticia.
- Entonces vos sos...
- ... el Basquetbolista asesino.
- No tenía pensado asesinar a ninguna mujer esta noche – reflexionó Carlos Delfino – pero esta me tiró los galgos y no voy a desaprovechar la ocasión. Por suerte, siempre tengó la espada samurai y un Queso a mano.
Sin pensarlo más, Carlos se dirigió a la dirección de Leticia Brédice. La actriz lo recibió con muchas ganas, el basquetbolista entró al departamento, la actriz le dijo:
- Vamos a pasar una noche inolvidable, Carlos.
- Ya lo creo, será muy difícil de olvidar.
- ¿Qué tenés atrás Carlos?
- Ah, esto – y Carlos sacó de atrás la espada samurai y la pusó sobre la cabeza de Leticia Bredice – es la espada samurai con la que le corte la cabeza a Valeria Mazza, a Julieta Prandi, a Silvina Luna y a Zaira Nara, ahora llegó tu turno, Leticia.
- Entonces vos sos...
- ... el Basquetbolista asesino.
Carlos levantó la espada samurai y pareció dispuesto a decapitar a Bredice que, aterrorizada y presa del pánico, se arrodilló.
- ¡Piedad! ¡Piedad! ¡Piedad Carlos! ¡No me asesines!
- Ya te asesinaron en “Caballos salvajes” ahí te apuñalaban de lo lindo, ja, ja, yo te cortaré la cabeza.
- Hago lo que sea Carlos, piedad, piedad.
- Si vos fueras una asesina no tendrías piedad alguna con tus víctimas, ja, ja, ¿En un programa no asesinabas a Nicolas Cabré? ¡También participaste en Mujeres Asesinas! ¡Ja, ja!
- Piedad, Carlos, piedad, soy vuestra esclava. Te dije que quería tener sexo con vos, sos muy patón, sos mucho hombre, muy fuerte, muy basquetbolista, sos el Macho Bus.
- Perfecto – Carlos puso su enorme pie derecho talle cincuenta sobre el rostro de Bredice.
- ¡Piedad! ¡Piedad! ¡Piedad Carlos! ¡No me asesines!
- Ya te asesinaron en “Caballos salvajes” ahí te apuñalaban de lo lindo, ja, ja, yo te cortaré la cabeza.
- Hago lo que sea Carlos, piedad, piedad.
- Si vos fueras una asesina no tendrías piedad alguna con tus víctimas, ja, ja, ¿En un programa no asesinabas a Nicolas Cabré? ¡También participaste en Mujeres Asesinas! ¡Ja, ja!
- Piedad, Carlos, piedad, soy vuestra esclava. Te dije que quería tener sexo con vos, sos muy patón, sos mucho hombre, muy fuerte, muy basquetbolista, sos el Macho Bus.
- Perfecto – Carlos puso su enorme pie derecho talle cincuenta sobre el rostro de Bredice.
El olor a Queso en los pies de Carlos era tan fuerte e intenso que actuó como narcotico y anestesia. Bredice empezó a olerlo, lamerlo, besarlo y chuparlo. Primero el pie derecho, después el pie izquierdo. Los pies de Carlos son muy grandes: talle cincuenta, pero aquella noche parecían ser mucho más grandes, un sesenta tal vez.
Bredice quedo acostada sobre el suelo, mientras el basquetbolista seguía con los pies encima de su rostro. Carlos le dijo:
- Solo si vos queres, cogemos Leticia, solo si vos queres.
- Cojamos Carlos, cojamos Carlos, cojamos. Ya te lo dije Carlos: sos el Macho Bus.
Carlos se tiró sobre Leticia y la ató de pies y manos, no quería sorpresas, aunque Bredice no opuso resistencia, el asesino temía alguna actitud traicionera de la actriz. Entonces cogieron, Carlos la penetró por la vagina, ante el deleite de Bredice, que estaba plena de gozo y satisfacción.
Bredice quedo acostada sobre el suelo, mientras el basquetbolista seguía con los pies encima de su rostro. Carlos le dijo:
- Solo si vos queres, cogemos Leticia, solo si vos queres.
- Cojamos Carlos, cojamos Carlos, cojamos. Ya te lo dije Carlos: sos el Macho Bus.
Carlos se tiró sobre Leticia y la ató de pies y manos, no quería sorpresas, aunque Bredice no opuso resistencia, el asesino temía alguna actitud traicionera de la actriz. Entonces cogieron, Carlos la penetró por la vagina, ante el deleite de Bredice, que estaba plena de gozo y satisfacción.
Al terminar Carlos levantó la katana y dijo:
- Ahora sí Leticia Bredice.
- ¡Noooooooooooooooooo! – fue el grito de terror de Leticia Bredice.
Carlos le arrancó la cabeza a Leticia Bredice. Asi la decapitó, y finalmente, le tiró el Queso.
- Queso – dijo en voz alta.
Y abandonó el lugar, así, sin mayores inconvenientes.
- Ahora sí Leticia Bredice.
- ¡Noooooooooooooooooo! – fue el grito de terror de Leticia Bredice.
Carlos le arrancó la cabeza a Leticia Bredice. Asi la decapitó, y finalmente, le tiró el Queso.
- Queso – dijo en voz alta.
Y abandonó el lugar, así, sin mayores inconvenientes.
hahahahahahahahahahahahaha
ResponderBorrarUn grande el lancha .
ResponderBorrarPd: anda a poner virgo8
jaja que locura +10 por que me rei
ResponderBorrarMe encantan estas historias quesonas,
ResponderBorrarUn detalle es que dos de las bailarinas se convertirían en víctimas de quesones, Sofía Jujuy Jimenez y Eliana Guercio. Buenos relatos. No estaría mal, si lo estaría para las famosas, seguir esa secuencia. Seguir con Alexandra "La Sueca" Larsson. Y hacer una masacre de las que quedan.
ResponderBorrarLeticia Bredici me pareció menos atractiva que otras, por lo tanto menos para el morbo. Por lo que el relato original me pareció suficiente. Pero este tiene el morbo de las actuaciones, de Cenizas del paraíso, Mujeres asesinas.
Estuvo bien que haya sido asesinada, fuera del trance. Por haberse vuelto tan odiosa.