La asesina de Gabriel Batistuta
La imagen original de "La Asesina de Gabriel Batistuta"
En aquellos días, Ravelia
la Quesona conoció a un polista bien parecido llamado Gabriel Batistuta. Sí, el goleador de la selección argentina, la gran figura de la Fiorentina, el Batigol, como le llamaban, ahora vinculado al mundo del polo.
Como era habitual en ella, se hizo pasar por una empresaria del calzado para ver al muchacho e ir a su departamento. Le llevó una gran caja de zapatos, que Gabriel comenzó a ver.
- Sos igual a Valeria Mazza, es increíble - dijo Gabriel.
- Todos dicen lo mismo, Batigol.
- Yo tuve muchas noches de sexo con ella en Florencia, en Italia.
- Me imaginaba - dijo la asesina - podemos tener ahora una nueva tarde de sexo, Gabriel.
- Con mucho gusto, Ravelia - dijo Gabriel.
El sexo que hubo a continuación fue muy intenso, la Quesona le puso los pies encima y el empezo a chuparlos, lamerlos, besarlos, una y otra vez, con furia, con intensidad, ella le chupó la pija, y tras la fellatio, tuvieron un sexo, que Gabriel gozó como nunca.
- Vos sí que sabes dar satisfacción - dijo Gabriel - nada que ver con Valeria, ella es, dígamos, más fría, menos apasionada, por decirlo de alguna manera.
- Lo sé - dijo Ravelia, mientras se vestía, empezó a decir - vamos a la causa de que por estoy yo aca, querido Gabriel.
Como era habitual en ella, se hizo pasar por una empresaria del calzado para ver al muchacho e ir a su departamento. Le llevó una gran caja de zapatos, que Gabriel comenzó a ver.
- Sos igual a Valeria Mazza, es increíble - dijo Gabriel.
- Todos dicen lo mismo, Batigol.
- Yo tuve muchas noches de sexo con ella en Florencia, en Italia.
- Me imaginaba - dijo la asesina - podemos tener ahora una nueva tarde de sexo, Gabriel.
- Con mucho gusto, Ravelia - dijo Gabriel.
El sexo que hubo a continuación fue muy intenso, la Quesona le puso los pies encima y el empezo a chuparlos, lamerlos, besarlos, una y otra vez, con furia, con intensidad, ella le chupó la pija, y tras la fellatio, tuvieron un sexo, que Gabriel gozó como nunca.
- Vos sí que sabes dar satisfacción - dijo Gabriel - nada que ver con Valeria, ella es, dígamos, más fría, menos apasionada, por decirlo de alguna manera.
- Lo sé - dijo Ravelia, mientras se vestía, empezó a decir - vamos a la causa de que por estoy yo aca, querido Gabriel.
- Queremos que seas el rostro de nuestra
nueva marca de zapatos, Gabriel. Espero que te guste nuestra propuesta para
hacer las publicidades.
- Sí, quiero ver bien los zapatos –
contestó Batistuta, ya vestido.
El muchacho empezó a tocar
los zapatos, mientras la asesina le dio la espalda. En ese momento, siempre con
sus guantes negros, la asesina sacó el revólver de su cartera, puso el
silenciador y apuntó hacia Batistuta.
- ¡Gabriel! – Le dijo.
El Batigol levantó la
vista y la asesina le disparó una decena de balazos, que lo asesinó
inmediatamente, rato después le tiró el Queso y le sacó los zapatos talle 44 que
se llevó como trofeo.
-
Gabriel Batistuta. #Queso.
Que maten a Abbondanzieri o a Palermo vaya y pase, pero esto de amasijar también al Bati, me parece un poco mucho
ResponderBorrarbien, un relato breve, efectivo, donde se demuestra la frialdad de esta asesina, me gusta esta revisión de los relatos de la Quesona, debe haber más, un disfrute leer como mata Ravelia
ResponderBorrarFría a la hora de matar, apasionada en sexo previo a matar, según dicen sus víctimas.
ResponderBorrarNo veo una posible motivación.
No está mal la revisión de relatos.
Buena esta revisión de relatos que haya más: eso sí, se ve que la asesina tenía una gran habilidad para disfrazarse y adoptar diferentes personalidades
ResponderBorrarel Batigol no merecía el Queso!!!!!!!!!!!!
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