La asesina de Gonzalo Quesada
Gonzalo
Quesada era un rugbier famoso que alcanzó su máxima fama en el Mundial de 1999
de Rugby cuando fue el máximo goleador con 102 anotaciones, certamen en el que
Los Pumas alcanzaron los Cuartos de Final. Por su apellido, sus compañeros
rugbiers le decían “el Queso”, y en todos los medios cuando transmitían algún
partido de rugby decían Gonzalo “el Queso” Quesada.
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El
Queso – dijo Ravelia la Quesona – le dicen el Queso. Tengo que asesinarlo.
Esto
fue lo que pensó la temible asesina de hombres poco tiempo después de asesinar
a Martín Palermo cuando fijó quien sería su próxima víctima: Gonzalo Quesada,
el Queso.
La imagen original de "La Asesina de Gonzalo Quesada" (1)
Un
nuevo partido de rugby pasó, y aunque Quesada jugaba profesionalmente a la
sazón en Francia, se encontraba en Argentina, fue muy fácil para la asesina
llegar al rugbier en los famosos tercer tiempo que caracteriza a este deporte.
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Hola
Queso – le dijo Ravelia a Gonzalo.
-
Hola
– dijo sorprendido Gonzalo, al ver ante el a una mujer casi igual a Valeria
Mazza, un parecido extraordinario, pero más joven, once 0 doce años menos por
lo menos.
-
¿Sos
el novio de Soledad Solaro, no?
-
Así
dicen – respondió Quesada.
-
Hacele
los cuernos una vez con Valeria Mazza – dijo Ravelia, dándose cuenta que el rugbier
creía estar ante la auténtica Valeria Mazza – no te vas a arrepentir.
Así
ocurrió que apenas una hora después, el rugbier y la asesina estaban acostados
en una cama, con un sexo intenso, apasionado y salvaje, lo que Ravelia solía
ofrecer, algo que llenó de gozo y satisfacción al rugbier al que llamaban “Queso”.
Pero
el gozo sexual tuvo su fin, y Gonzalo Quesada al terminar se fue a dar una
ducha. Ravelia quedó en el dormitorio, se puso los guantes negros, y de su
cartera sacó el revolver largo de calibre 45 con silenciador, Ravelia se vistió
toda de negro, y en forma sigilosa fue avanzando hacia el cuarto de baño, arma
en mano. El ruido de la ducha y el estado total de satisfacción de Gonzalo
despues del sexo mantenían totalmente distraído al rugbier. Los pasos de la
asesina eran tan lentos y sigilosos que el muchacho, inmerso en su baño, nada
escuchaba.
La
asesina llegó por fin a la puerta del baño, la abrió e ingresó al mismo. En ese
momento, Gonzalo se dio cuenta que alguien había entrado y corrió la cortina de
la ducha. Para su sorpresa, frente a el estaba Ravelia la Quesona que le
apuntaba con un silenciador.
Pero
la asesina no le dio tiempo de reaccionar y disparó el primer balazo, que
impactó en el pecho de Quesada. Un segundo disparo fue directamente al cuello,
y un tercero en la cabeza. El cuerpo de Quesada cayó en la ducha y comenzó a
sumergirse en un auténtico baño de sangre. La asesina disparó otros tres
balazos más, que impactaron en el tórax del muchacho.
Ravelia cerró el grifo de
la ducha, a la vez que el cadáver de Gonzalo Quesada quedó en la bañera. Antes
de abandonar la escena del crimen, tomó las piernas del muchacho y puso los
pies por fuera de la bañera, dejando el resto del cadáver sumergido en sangre.
Así quedó el cadaver de Gonzalo Quesada metido en la ducha
- Gonzalo Quesada. #Queso – dijo la
asesina en voz alta.
Como
había hecho con otras de sus víctimas, sacó de la cartera un Queso, y lo tiró
sobre el cadáver del rugbier. La asesina se quedó unos momentos contemplando el
cadáver de su víctima. Luego se llevó de recuerdo un par de zapatillas talle 44
de su víctima..
Solo
después de cumplir con esto, la asesina abandonó el lugar donde había cometido
su nuevo crimen. Así fue asesinado Gonzalo Quesada.
Rato
después, la asesina guardaba en una vitrina las zapatillas de su víctima con la
inscripción “Gonzalo Quesada”.
Nota
de Carlos Quesón: como anécdota les cuento que “la asesina de Gonzalo Quesada”
fue el primer relato que escribí donde una Quesona asesinaba a un hombre, hace
ya varios años atrás. A Gonzalo Quesada le decían “el Queso” (por su apellido)
y como no podía ser Quesón, por la sencilla razón que no se llamaba Carlos, era
casi una obligación escribir un relato donde se describía ese asesinato. Una
publicidad de Los Pumas donde Quesada se bañaba bajo la ducha era casi una
invitación ineludible para escribir el relato. Para colmo, los medios
informaron de un supuesto romance entre Gonzalo Quesada y Soledad Solaro, por lo
tanto fue la inspiración perfecta para que Carlos Ignacio Fernández Lobbe protagonizará
un relato donde asesinaba a la modelo. “El rugbier asesino y la modelo
asesinada” fue una de las primeras crónicas de asesinatos de Carlos Ignacio
Fernández Lobbe.
Imágenes descartadas de los Relatos Originales de "La Asesina de Gonzalo Quesada"
Pobre Gonzalo Quesada, que final
ResponderBorrarbien, reconociste que este fue el primer relato que escribiste sobre una Quesona, una Quesona que asesina a un Queso (a un Queso, no a un Quesón), y encima rugbier, obra maestra de los Relatos Quesones
ResponderBorrarUn buen comienzo de los relatos de quesonas asesinas.
ResponderBorrarLuego surgirían la Ravelia tatuada, la hija de esta, según alguna teoría. Y luego llegarían las Carlas asesinas. Que despiertan admiración Así que esta chica es una pionera.
Gonzalo Quesada, le dicen Queso, hubiera sido un buen asesino, pero como no se llama Carlos, le tocó que le tiraran un Queso, perfecto crimen de la mejor asesina
ResponderBorrarlindo Gonzalito, la asesina hizo bien en asesinarlo, esta para partirlo como un queso
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