El Asesino de Mirta Legrand (relato retro)
(homenaje QUESÓN al gran Charles Chaplin)
Demás esta decir que Charles Chaplin fue una de las grandes estrellas del cine mudo, y para 1920, era quizás el actor más popular del mundo. Sus cortos, de quince a treinta minutos, donde interpretaba a un vagabundo buscavidas que siempre se metía en problemas, se convirtieron en grandes clásicos.
Y aunque en inglés ese personaje era simplemente “The Trump” (el vagabundo), en Argentina se popularizó simplemente como “Carlitos”, traduciendo el nombre del actor al español (de hecho en las publicaciones de aquella época los medios argentinos lo presentaban muchas veces como “Carlos Chaplin”.
Una adaptación cariñosa que se popularizó también en varios países de habla hispana para referirse a este icónico personaje de sombrero de bombín, bastón, bigote y andares característicos.
Los cortos en Argentina se conocieron así como “Carlitos inmigrante”, “Carlitos aventurero”, “Carlitos peregrino”, “Carlitos sastre”, “Carlitos boxeador”, “Carlitos niñero”, “Carlitos bombero” y un infinito etcétera siempre con el “Carlitos” presentando al personaje.
No pocos dicen que la expresión “ser un Carlitos” usada durante mucho tiempo en Argentina para referirse a alguien fácil de engañar o estafar deriva precisamente de una referencia de este personaje.
Con el fin del cine mudo, la carrera cinematográfica de Chaplin comenzó a sufrir importantes baches, no obstante, protagonizó grandes éxitos como “Luces de la ciudad” (1931) y “Tiempos Modernos” (1936), aunque manteniendo la estructura de las películas mudas, solo al final de Tiempos Modernos, su personaje habla, dando un discurso “de izquierdas”. Precisamente, su película siguiente, “El Gran Dictador” (1940) es una gran alegoría contra el fascismo.
Chaplin era de baja estatura (1,65 metros), pero sufría lo que casi un siglo después se conocería como “el síndrome Carlitos Tevez”, tener pies grandes en proporción a su altura, y que curiosamente, aumentaban a un talle 44 cuando ingería grandes cantidades de Queso (o tenía una experiencia, dígamos "Quesona").
Quizás en referencia a eso, en “Tiempos Modernos” (1936), hay una escena con un Queso, una gran horma a la que “Carlitos” le hace algunos agujeros.
Pero quizás su referencia más importante a los “Quesones” es su película “Monsieur Verdoux” (1947).
Verdoux seduce y casa con mujeres ricas para luego asesinarlas y quedarse con su dinero, todo mientras mantiene una doble vida como un esposo y padre aparentemente respetable. La película explora su cinismo y sus crímenes con un humor mordaz, pero también critica la hipocresía social, el capitalismo y la moralidad de la guerra.
La película, hoy un clásico (figura en la colección 1001 películas que hay que ver antes de morir), despertó no pocas polémicas en aquella época, y Chaplin, ya cuestionado por sus ideas de “izquierda”, opto por abandonar los Estados Unidos, y tiempo después se radicó en Suiza, donde viviría más de un cuarto de siglo hasta su muerte en 1977.
Precisamente, en el año 1951, poco antes de empezar la filmación de “Candilejas”, Carlitos Chaplin se encontraba de paso en la Costa Azul francesa, preparando dicha película, se encontraba muy tranquilo, disfrutando de una tarde en solitario, de incognito, sin intención que la gente lo reconociera, y en cierto modo disfrazado de un simple Carlitos.
Sabía bien lo que era “estar de incognito”: se comenta que se presento varias veces con nombres falsos, a concursos de ¡imitadores de Chaplin! (eran muy comunes en esa época) y al parecer, en uno salió tercero, en otro salió 27° sobre 40 participantes y en otro fue descalificado de entrada.
Pese a estar de incognito, aunque casi disfrazado como Monsiuer Verdoux, Chaplin noto que una mujer joven lo miraba con insistencia, y mientras comía una porción de Quesos franceses (“fromages”) empezó a sentirse algo incomodo, lo miraba con más insistencia y más insistencia.
Chaplin ya iba a irse del lugar y llamó al camarero para pagar la cuenta, cuando finalmente la mujer se acercó a el y le dijo (en francés): “¿Usted es Carlitos Chaplin, verdad?”.
En ese momento, Chaplin sintió que la chica no solo lo acosaba con la mirada o con una pregunta, sino también en forma física, le estaba tocando los genitales, sí, se los estaba tocando.
“Mais qu'est-ce que vous faites, mademoiselle’” dijo Chaplin, al sentirse violado, que significa “¿Pero que hace señorita?” pero la dama joven fue aún más allá, se tiró encima y le dio un beso.
Chaplin, que ya tenía sus años en ese momento, sintió que volvía a ser joven, a los tiempos en que filmaba los cortos, treinta años antes, mientras la dama joven prácticamente lo violaba en público, sí…
“Pero señorita nos van a ver, esta lleno de gente” dijo Chaplin, siempre en francés.
“Nadie va a ver nada, nadie verá nada, esto es así, digamos que hay una magia que hace que nadie vea nada, desde que te toque los huevos actua ese hechizo, una magia liminal, no quedo nadie, no hay seres humanos alrededor, tampoco animales, solo estamos vos y yo” dijo la dama (siempre en francés), y ahí, le fue sacando la ropa a Chaplin, sí, pieza por pieza…
“Magnífico señorita, pero digame por lo menos quien es usted” dijo Chaplin, cuyos pies, tras la ingesta de Queso y el acoso de la dama, ya estaban en un talle cuarenta y cinco.
“Soy Mirta Legrand, Rosa María Juana Martínez, estrella del cine argentino, usted no debe ni saber donde esta Argentina, pero en mi país acabo de protagonizar un gran éxito, La Vendedora de Fantasías, como te ven, te tratan, Rosas rococó rosadas, una dama rumana que me asesora me dijo que podría ser una gran estrella de Hollywood, pero que para eso debía tener sexo con un Charles, me recomendó que fuera Charles Laughton o Charles Boyer, porque a Charles Bronson todavía no lo conoce nadie, pero como no me encontré con ellos, y cuando murió Carlos Gardel yo tenía ocho años, ahora que me encuentro con usted, es el elegido, usted me convertirá en una estrella de Hollywood” le dijo la dama.
“Pero Madeimoselle Legrand, yo estoy alejado de Hollywood, soy muy zurdo para ellos”.
“Será muy zurdo, pero ahora va a volver a filmar Candilejas, quiero un papel en esa película, un papel importante”.
No supieron como, pero es verdad, la escena era liminal, nadie estaba alrededor, solo una soledad, como si el mundo hubiera quedado vacío, y la mesa se transformó en una cama, y el bar en una habitación de lujo de un hotel de la Riviere Francesa.
Charles, joven como cuando filmó “Carlitos Inmigrante” (1917), extendió sus pies, y la dama los empezó a oler, lamer, chupar y besar, una y otra vez, con gran insistencia, con gran fervor y pasión, la dama le chupó el pene, y el las tetas, se fueron metiendo en un sexo desenfrenado, con demasiado salvajismo en la cama, un romanticismo muy violento.
“Ahora seré Mirta Legrand, la nueva Bette Davis o Ingrid Bergman” dijo la dama, al finalizar el sexo, y descansando un buen rato.
“Pero yo soy Carlos Chaplin, Monsieur Verdoux” dijo Chaplin, que se puso unos guantes negros, tomó un puñal, y se acercó a la dama “lo siento Madeimoselle Legrand, pero soy un Quesón”.
Charles enarboló el puñal y se lo clavó a Legrand directo al corazón, una única herida, muy profunda y muy sangrante, la agonía de la dama duró unos minutos, mientras decía “los almuerzos, Tinayre, rosas rococo rosadas, la vueltita, como te ven te tratan, carajo mierda, se viene el zurdaje”, hasta que sucumbió.
Carlitos Chaplin agarro el Queso que había sobre la mesa, y lo tiró sobre el cadáver de Legrand, diciendo en voz alta la palabra “Queso” en español, en inglés “Cheese” y “Fromage” en francés.
Cometido el crimen, Chaplin se sentó, y pensó “bueno, tomaré el avión para filmar Candilejas, je, je, que bueno haber sido Monsiuer Verdoux, en vivo en directo”.
Muchos le recomendaron que hiciera la travesía en barco, desde Europa a la Costa Oeste de los Estados Unidos, pasando por el Canal de Panamá, pero optó por el avión, en una época donde nacían las líneas aéreas.
El gran artista viajaba en avión, y otra vez se sintió en un momento liminal, fue como si se quedara solo en el vuelo, pero justo ahí apareció una dama rumana, muy joven y bella, que se presentó como “Lady Dumitrescu” que le dijo (en inglés): “Oh, Charles, que gran asesinato cometiste”.
“Era una dama muy molesta, dijo ser una estrella de una país sudamericano, Legrand, nombre francés, me acoso de una manera muy violenta, ve como el personaje de Monsieur Verdoux era un justiciero” dijo Chaplin.
“Ja, ja” dijo la rumana “Hoy quizás no lo entienda, oh gran Chaplin, pero le aseguro que con ese asesinato, la reemplazaremos por una doble, y así una dama se ha ganado la inmortalidad, por los siglos de los siglos, ella verá morir a la humanidad entera, y sobrevivirá, será la Omega Woman, ja, ja”.
“Gracias Lady Dumitrescu, pero deje eso para un guión de una película de Bela Lugosi o Boris Karloff, o de la Hammer, que en unos años hará grandes películas de terror en Inglaterra, mi país natal, como el de Alfred Hitchcock” dijo Chaplin y agregó en forma misteriosa “Queso”.
El avión siguió su curso, y así finaliza la historia, de un encuentro entre Charles Chaplin y Mirta Legrand, tan misterioso como Liminal y Quesoso, #QUESO.
JA JA JA JA AHORA QUE HICIERON ESTE RELATO CAPAZ SE MUERE LA VIEJA
ResponderBorrarel mundo ahora sabe porque Legrand es inmortal y Dumitrescu tiene mucho que ver
ResponderBorrarjamás imagine un relato con ese título, es una creepypasta perfecta, como la llamaban antes, excelente cuento, me encanto, con mucho misterio y elementos sobrenaturales, brillante, en el antiguo Taringa esto era furor
ResponderBorrarChaplin no podía estar ausente en el Mundo Quesón: esa escena del queso y la película de Verdoux, son toda una invitación al tema, un gran Carlitos, me gusto mucho
ResponderBorrarmás relatos retros así, y tambien ambientados en otras epocas como los cuentos quesones de los dibujitos, por ejemplo que Carlos Deflno vuelva a decapitar a Valeria Mazza en la edad media
ResponderBorraren la Vendedora de Fantasías creo que intentan matarla o algo así, y Verdoux era un quesón, muy buen relato, fascinante, como te gusta las películas clásicas
ResponderBorrary Monsieur Verdoux es un homenaje secreto y en clave a los Quesones
ResponderBorrary Charles Darwin como sería?
ResponderBorrarmirtaaaaaa Legraaaaaaannnnnnnnnn señora señora Mirta Legrand
ResponderBorrarera un doble, o a la verdadera la reemplazo un doble y por eso no muere nunca
ResponderBorrarahora el de Superman, con Kal El, y alguno de Batman
ResponderBorrarKal El no quesonearía a Loise Lane, es su amada. Tampoco a Lana Lang, la primera novia. Pero tal vez a heroínas como Black Canary, con sus artes marciales y grito sónico, y Zatanna, con su magia de palabras inversas. Ambas con medias red y teniendo la debilidad de no poder usar sus poderes respectivos, si son amordazadas.
BorrarO a villanas, como Mercy, la asistente de Lex Luthor, Harley Quinn, Livewire.
Sería algo parecido al juego, historieta, Injustice.
Supegirl, Kara Zor El, podría ser Kar-La Zor-El, la Super Quesona.
ElFauno
Ahora muchas cosas tienen sentido, por eso hay una malvada Mirtha Legrand.
ResponderBorrarCuriosa revelación, esa era bien atrevida, no mogigata como la conocida, la que rechazó El ángel desnudo, por el título.
Chaplin siendo un quesón, podría haber sido imparable, con las divas de Hollywood. Se salvaría Heddy Lamarr, por ser muy astuta, y Lana Turner, por ser una mujer fatal. Pero las demás...
Mee gusta esa aparición de Lady Dumitrescu.
El Fauno
La nieta se llama Oona.
ResponderBorrarPodría ser un homenaje a Oana Ralusca Dumitrescu.
El Fauno
sorpresata este cuentazo, jamas lo hubiera imaginado
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