La Asesina de Kevin Durant
Kevin Durant (35) es una de las estrellas actuales de la NBA, con sus 2,11 metros de altura, y cuatro oros olímpicos, MVP de la temporada 2014 y figura de varios equipos, como Seattle Supersonics, Oklahoma City Thunders, Golden State Warriors, Brooklyn Nets y Phoenix Suns.
Pero lo más destacable para nosotros es su medida del pie, calza 18, o sea el equivalente a un 55, solo Shaquille O’ Neill y un puñado de basquetbolistas lo han superado en la historia.
El tener unos pies tan grandes lo llevó a realizar publicidades de Nike destacando el enorme tamaño de sus zapatillas.
Quizás por esto, a Kevin le acercaron una serie de cómics, recién traducidos al inglés, donde una famosa asesina serial, conocida como “Ravelia la Quesona” (Ravelia, the Cheese Woman en la versión en inglés), asesinaba deportistas por el simple hecho de tener pies grandes.
“It’s very funny” decía Kevin mientras leía estos cómics, y se mataba de risa, al ver como la Quesona asesinaba a deportistas como Manu Ginobili, por ejemplo, en un duelo en el Oeste, tipo western, y después de fulminarlo a balazos, le tiraba un Queso.
Muy excitante fue para Kevin leer “la asesina de Luis Scola” donde no pudo evitar hacerse una excelente paja al excitarse imaginando como Ravelia lo estrangulaba y lo asfixiaba.
También le resultó aún más divertido leer como la Quesona asesinaba al nadador australiano Ian Thorpe, con una katana, el mismísimo 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, pobre Ian, se salvo de las Torres Gemelas, pero no se salvo de la asesina, calzaba 50, los pies como le gustaban a ella.
Pero el relato que más lo fascinó fue el que Ravelia asesinaba a estrellas de la NBA como Shaquille O’Neal, Tim Duncan y Lebron James. Una obra maestra. Al primero le cortaba la cabeza, al segundo lo acribillaba a balazos y al tercero, lo ahorcaba con una soga.
Kevin Durant quedo tan excitado leyendo esto que tomó una pelota de básquet y empezó a meter simples, dobles y triples en un cesto, comenzó a sentir el deseo de ser quesoneado, y en un mal castellano, pesimamente pronunciado, empezó a gritar:
“¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona!”
Y asi, como salida de la nada, apareció una rubia en medio del campo de básquet, en un eminente apenas iluminado, ellos dos solos, nadie más…
“¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona! ¡Quesona!” repitió el basquetbolista.
“Soy Carla, Carla Czudnowsky, la Quesona” dijo la rubia, y en efecto era Carla Czudnowsky, con una apariencia mucho más joven, como si fuera la Carla del año 2003, cuando estaba en el programa de Juan Castro.
“You are not Ravelia, but you are other Cheese Woman” dijo Kevin, o sea que ella no era Ravelia, pero sí otra Quesona.
“Yes, it is” dijo Carla afirmando lo que decía Kevin, y sacó de la nada dos katanas, y le dio a Kevin, y asi empezaron a jugar a las katanas, “el que gana vencerá, y le tirará un Queso al otro” le dijo Carla, en castellano, o sea que Kevin no entendió una chota.
Comenzó el duelo de katanas, obviamente por su físico, Kevin tenía todas las de ganar, con semejante altura y pies, pero no tenía muchas ganas de pelear, el solo quería coger, por eso solo jugó al duelo de katanas, para divertirse, y finalmente se dejó vencer por Carla, quedo en el piso, Carla pudo haberle clavado la katana en ese momento, pero ella prefirió clavar la katana en el piso, y tirarle un Queso de tamaño colosal y gigantesco…
Kevin recibió el Quesazo como un sadomasoquista, pues el golpe y el dolor le causó mucho gozo y satisfacción, luego Carla estaba ahí, para convertirse en esclava de sus pies.
Empezó a oler, chupar, besar y lamer los pies de Kevin, que como no era Quesón, no olían a Queso, a pesar del entrenamiento de básquet, olían bastante bien, el basquetbolista disfrutó mucho de que Carla se convirtiera en su esclava sumisa, y después la cogió con mucha fuerza, y aunque Kevin se portó como una máquina sexual imparable, Carla era como una batería recargada, siempre quería más, y más, y más, hasta agotar al basquetbolista.
Ya estaba muy cansado y quedó tirado en el piso, ahora Carla le tiró otra vez el Queso encima, el Quesazo fue otra vez muy fuerte y muy violento, lo pudo haber asesinado de tan fuerte que era, y quizás era una buena forma de hacerlo, así, a simples Quesazos, con uno más, Carla lo habría asesinado de esa manera.
Pero Carla prefirió hacerlo con la katana, la agarró con sus guantes negros, y se la clavó en el pecho, atravesándolo, a continuación le asestó una segunda herida, más o menos en el mismo lugar, y después una tercera en el cuello, no lo decapitó, no hacía falta, con tres katanazos Kevin Durant ya había sido asesinado.
“Queso” dijo Carla al tirar el Queso sobre el cadáver del basquetbolista al que acababa de quesonear y también lo dijo en inglés “Cheese” para terminar pronunciando en voz alta el nombre de la víctima “Kevin Durant”.
Con total impunidad y más que eufórica por haber quesoneado a Kevin Durant bien al estilo de Ravelia la Quesona, con fetichismo de pies incluído, Carla se fue de la escena del crimen, convencida de ser la única y legitíma hededera de la mítica y legendaria asesina serial.
estos grones de la NBA son muy quesoneables, quien será el próximo?
ResponderBorraruna rubia asesina tan brillante en contraste con un negro feo y paton, la bella mato a la bestia
ResponderBorrarque paton, Ravelia hubiera sido implacable, pero Carla Czudnowsky fue más que una digna sucesora, excelente asesinato, y esas citas a los relatos de las quesonas, las estrellas de la NBA, actuales y pasadas, tiemblan al saber que hay una Carla que le tiene preparados unos buenos quesos
ResponderBorrarmatan a un negro, una rubia como asesina, cuento racista
ResponderBorrarEste deportista tuvo la fantasía de ser quesoneado. Y esta Carla se la hizo realidad, cumpliendo con todo el ritual. Incluyendo la fantasía final.
ResponderBorrarMe gusta que haya vuelto Carla Czudnowsky
excelentes estos relatos de quesonas, leer a estas tres Carlas en acción, un placer, y muy bien elegidas las víctimas, de alguna forma o de otra, uno por ser un pibe fashion, otro por ser un paton, otro por traicionar a su pais, se lo merecían
ResponderBorrarcon esas patas debio defenderse mejor, daba unas patadas y chau Carla, pero ahi no había queso, y solo por no saber usar las patas, merecia el queso
ResponderBorrarasesinarlo a quesazos no estaba mal, en realidad nada mal
ResponderBorrarque nombre malo Kevin, solo x eso el queso
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