La Asesina de Gonzalo Peillat
Gonzalo Peillat (32) es un jugador de hockey que ganó la medalla de oro en los Juegos de Río 2016, pero años después disgustado y enojado con la dirigencia argentina, se nacionalizó alemán y empezó a representar a Alemania en su deporte.
GONZALO PEILLAT, CUANDO ERA ARGENTINO |
Totalmente desconocido para el gran público (a pesar de tener la dorada), alcanzó notoriedad en los Juegos Olímpicos de París 2024, cuando en una actitud de novia despechada, le gritó un gol que le hizo a sus ex compañeros argentinos jugando para Alemania.
En Argentina eso generó un rechazo masivo y todos lo consideraron un auténtico traidor a la patria, después terminó perdiendo la medalla dorada y tuvo que morder la plateada.
GONZALO PEILLAT, COMO "ALEMÁN" |
Aún en París, Peillat, algo frustrado por la derrota, se aprestaba a tomarse un baño en la Villa Olímpica, para luego agarrar sus cosas y volver a Alemania, en tren, en algún TGV que une París con Francfort.
Justo iba a entrar al cuarto de baño (un habitáculo muy pequeño e incomodo), cuando tocaron la puerta, Peillat preguntó quién era y la respuesta fue “Carla”.
“¿Carla?” se preguntó Gonzalo y abrió la puerta, ante el estaba Carla Conte, bella y radiante, como si tuviera veinte años de lo que indicaba su documento, el jugador de hockey creyó ver a alguien conocido de la TV argentina, aunque no sabía precisar con exactitud quien era.
“Buenas Noches Gonzalo” le dijo Carla mientras entraba a la habitación “Vengo a regalarte un Queso, un obsequio de los fans argentinos por haberlos traicionado de esta vil manera, debí habértelo traído antes, pero esperamos que jugaras la final… y la perdieras, ja, ja”.
Carla, con sus guantes negros, agarró el Queso y como si del lanzamiento de disco se tratara se lo tiró encima a Gonzalo, que sorprendido y ante la rapidez de Carla, terminó tumbado sobre la cama por el “Quesazo”.
“¿Qué significa esto, loca?” gritó Peillat “Voy a denunciarte, voy a llamar a las autoridades”.
“Silencio, traidor, silencio, usted es alemán, hablé en alemán, no pronuncié ninguna palabra en castellano, vaya y hágase oficial nazi con Astrid Breitner” y Carla tomó el Queso que estaba sobre el piso y otra vez se lo tiró encima a Gonzalo, aunque esta vez el jugador pudo esquivar el segundo “Quesazo”.
“Hija de puta” dijo Gonzalo “vas a terminar presa, yo habló como yo quiero, si quiero hablo en francés, en castellano o en marciano, loca de mierda”.
“Ninguna loca” dijo Carla “Y si soy loca, a ver si te coges a esta loca, maldito Gonzalo”.
Carla se tiró encima del jugador de hockey y le tocó los genitales, se los empezó a rascar, a chupar, a lamer, Gonzalo se sintió totalmente violado, pero no pudo evitar que el pene se le eyectara y terminó penetrándola, dándole sexo, todo muy violento y salvaje, para un testigo presencial, no quedaban dudas que Carla era “la violadora” y Gonzalo “el violado”.
De todas formas, y a pesar de la violencia del hecho, Gonzalo estaba bastante contento por “la violación” y resolvió aprovechar la situación para divertirse un poco…
“Bueno, si este es el castigo por la traición a la patria, que lindo es ser castigado” le dijo Gonzalo a Carla “que tal si ahora nos bañamos juntos, la ducha es chiquita, será muy íntimo si nos duchamos juntos”.
“Perfecto, Gonzalo” dijo Carla “Anda a la ducha, ahora voy yo”.
El jugador de hockey se metió en la ducha, Carla, con los guantes negros, agarró una pistola o un revolver, y le puso el silenciador, mientras se acercó a la ducha…
“Lo asesinaré a balazos bajo la ducha, como nuestra gran heroína, Ravelia la Quesona, asesinó a balazos al rugbier Gonzalo Quesada y le tiró un Queso, su segundo asesinato, después del de Martín Palermo, otro Gonzalo que será Quesoneado bajo la ducha” pensó Carla.
Carla abrió la puerta del baño y Gonzalo se sobresaltó y se aterró al verla entrar portando un arma…
“Soy Carla, una Quesona Asesina, te asesinaré Gonzalo” le dijo Carla.
A continuación, la asesina efectuó una lluvia de disparos, ocho en total, que impactaron en todo el cuerpo de Gonzalo Peillat, cara, pecho, estomago, cuello, brazos, piernas, el jugador SE se desplomó bajo la ducha, arrastrando con el la cortina del baño, mientras la sangre se desparramaba por todos lados, aunque diluída por el agua.
“Queso” dijo Carla en voz alta “Gonzalo Peillat”, mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Peillat, aún con la pistola humeante en sus manos, contemplando la escena del crimen.
Estaba muy satisfecha con el asesinato que había cometido, sentía que había ejecutado a un traidor a la patria, a una verdadera basura que que merecía el ajusticiamiento con los balazos y el Queso.
“Ja, ja, espero esta vez haber asesinado al auténtico” dijo Carla mientras se alejaba de la escena del crimen “y no a un clón, un impostor o un doble como paso alguna vez, ja, ja, igual para mí fue un Queso lo mismo, ja, ja”.
Con total impunidad, Carla se fue de la Villa Olímpica, estamos en Francia, o sea que paso después con el cadáver del Quesoneado Peillat o si hubo investigación del asesinato, no lo sabemos, para nosotros, cuando Carla abandonó la escena del asesinato, simplemente C’est fini.
Carla Conte bellisima, en esa pose con el revolver, asi da gusto que te asesinen
ResponderBorrarpor traidor merecia este queso, vamos Carla, vengadora de la patria
ResponderBorraren el mismo momento en que traiciono a la Argentina, ya tenía el queso como destino, Carla Conte una justiciera, más cuentos de Carla asesinando a esta clase de ratas
ResponderBorrarcomo se nacionalizó alemán no hubiera estado mal un encuentro con Breitner, que despues llamaba a Carla Conte y le decía "asesinalo, nena", pero el relato esta bueno, Carla va directamente a asesinarlo, como quien busca el ajusticiamiento, perfecto
ResponderBorrarNo está mal un quesoneamiento por una falta cometida. Es mejor que sea un queso porque sí. No se merecía que Carla Conte le diera su último deseo. Pero lo tuvo.
ResponderBorrarCarla Romanini fue justiciera. Y ahora, Carla Conte fue vengadora.
ya habían asesinado a muchos deportistas, pero de hockey debe ser el primero, este Gonzalo se lo merecía de sobra
ResponderBorrardonde Carla pone el queso, pone la bala, es la menos creativa de las asesinas, pero que letal es
ResponderBorrarcon más cuentos de asesinas, la igualdad de género es posible
ResponderBorrarAdhiero a eso. Más relatos de quesonas estaría bien.
BorrarPodrías tener la Mención de Honor 2024
yo tambien lo mataria a este pelotudazo
ResponderBorrarse hubiera hecho el guapo con la asesina, no pudo
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