El Asesino de Gabriela Sobrado #SkyCheese
Todos conocemos a Carlos Alberto Berlocq, Charly Berlocq, modesto tenista ya retirado, que compitió muchas temporadas en los grandes circuitos del tenis profesional a nivel mundial y que integró el equipo argentino campeón de la Copa Davis 2016.
Carlos o Charly (lo llamaremos de ambas maneras) se encontraba disfrutando la tranquilidad de la laguna de Chascomús, su ciudad natal, bella y pequeña ciudad de la Provincia de Buenos Aires, paso obligado para los cientos y cientos de miles y miles y miles de personas que viajan de Buenos Aires a Mar del Plata (o viceversa) todo el año, ya sea en auto, bus o tren.
Pero esa tranquilidad se
altero cuando de repente, Charly vio caer Quesos del cielo, sí, Quesos del
cielo… ¿Alucinación? ¿Realidad? ¿Sueño? Charly quedo quieto.
Noto que una chica cerca suyo, que pasaba de casualidad, también se quedo parada mirando.
“¿Viste lo que yo ví?” le dijo la chica a Berlocq, medio con un susto por aquella visión….
“¿Qué viste’” preguntó Charly, algo asustado por haber visto lo que vio…
“Quesos en el cielo, un #SkyCheese, tendre que hablar de esto en mis programas”
“¿Programas? ¿Haces videos en Youtube?”
“Soy una mega figura del espectáculo. Gabriela Sobrado” fue la respuesta “¿No me conoces? Soy una figura pública, hago #Conducciones #TvProducer #TvHost #Presentadora #Actriz #Modelo, trabajo en Ciudad Magazine y El Trece, fui Miss teenager World 2000”
“No, no te conozco, ¿Y a mí no me conoces?”
“¿Quién sos?”
“Carlos Berlocq, jugué al tenis años en todos los campeonatos de primer nivel del mundo, gané soy campeón de la Copa Davies 2016, gane varios títulos”
“No, no te conozco” le dijo Sobrado “bueno, chau, voy a investigar lo del #SkyCheese”
Sobrado creía ser una mega figura del espectáculo, pero era solo Gabriela Sobrado.
Y Carlos Berlocq, que siempre fue un tipo modesto y humilde, a pesar de competir con los grandes del tenis por más de veinte años, los dos siguieron su camino.
“Que tipo idiota” pensó Sobrado “no se si será por la sugestión del SkyCheese, pero que olor a Queso que tenía, y que pies grandes, hasta me dio la sensación que le crecieron los pies, y no me conocía, que forro” y siguió caminando hacia el sur.
“Que tipa forra” pensó Carlos “no digo que me conozca porque si no sigue tenis, bueno, no tiene porque hacerlo, haciendo programitas y programejos mientras yo compito en el primer nivel pero que tipa forra” y siguió caminando hacia el norte.
Charly regresó a su bungalow, ubicado sobre la laguna, y se puso unos guantes negros, tomó un enorme cuchillo y cortó un Queso, se comió el Queso, y volvió a salir afuera, se sentó y se quedó dormido, después de descansar plácidamente, empezó a pensar, a pensar y a pensar…
“¡Claro! ¡Yo soy un Quesón! ¡Hace años me escribieron una fan fiction donde una asesina, conocida como la Matacarlos, me asesinaba a balazos y me tiraba un Queso, entonces me dí cuenta que tenía que asesinar mujeres y tirarles un Queso, era contra mi voluntad, yo no quiero ser un asesino, pero soy un Carlos y me gusta el Queso, tengo que aceptar mi destino, cometí varios asesinatos, como Edith Hermida o María Eugenia Rito (1)” pensó Charly.
“¿Pero que es esto del Sky Cheese, porque llueven Quesos?” se dijo asimismo Berlocq.
Carlos agarró su celular y ahí se dio cuenta que tenía cientos de mensajes de WhatsApp de los Quesones, y se entero el tema: el fenómeno obedecía al malestar de ciertos espíritus por el Queso de Oro a Carla Romanini.
“Yo soy un boludo, me invitaron a votar y no lo hice, igual no hubiese votado a esta Romanini, no, no, una Quesona no debe recibir el Queso de Oro, se equivocaron fiero, no puedo estar de acuerdo, en un relato me asesina una mujer, y quizás eso ocurrió en alguna dimensión de todo este multiverso, pero bueno, parece que para reparar el daño y restaurar la armonía hay que tirar un Queso, entonces tiraré un Queso, ¿pero a quien? Yo siempre tan boludo”.
Berlocq permaneció pensativo unos momentos y se dio cuenta: “¡La boluda esta que me cruce hoy! ¿Cómo se llamaba? ¿Subado? ¿Sutavo? ¡Gabriela Sobrado! ¡Ahí esta! ¡Sobrado!” exclamó.
Carlos Berlocq, entonces, con gran decisión, con sus guantes negros agarró un arma que tenía, una raqueta revolver con silenciador, sí, una silencer gun racquet, así se la vendieron en Estados Unidos, arma ideal para un tenista asesino, y por supuesto, un Queso, porque a pesar de todo, y aunque le genere culpa y remordimiento, Carlos Berlocq es un Quesón.
Y así, más allá de la culpa y el remordimiento, Carlos Berlocq salió a asesinar a Gabriela Sobrado. Fue caminando hacia el sur, y aunque el se consideraba un mal asesino, se estaba comportando en forma contraria, estaba demostrando ser un gran asesino.
Sobrado estaba en otro bungalow, había ido a la boda de una de sus amistades en Chascomús, y se quedo un día más a descansar.
Estaba afuera sentada, jugando en un casino on line, con el celular, cuando advirtió que Carlos Berlocq estaba frente a ella…
“¿Qué queres chabón? ¿Otra vez viste llover Quesos? ¡Ojo era verdad! ¡Yo los ví!”
“Vine a asesinarte, Gabriela Sobrado” le dijo Carlos Berlocq a Sobrado “Y te voy a tirar un Queso”
Sobrado se quedo quieto, observo a Berlocq portando una raqueta y un Queso, y empezó a reírse, se desparramaba en el suelo de la risa…
“Ja, ja, ja” no podía parar de reírse “me vas a matar con un Queso, y con esa raqueta, ja, ja, ja, que pelotudo que sos, desde el momento en que te vi me di cuenta que eras un boludo, habras ganado la Davis, lo que quieras, pero que tipo boludo que sos, ¿Carlitos es tu nombre, no? ¡Ja, ja, ja”
“Parece que te causa gracia pero es verdad te voy a asesinar” le dijo Berlocq y reafirmó “Y te voy a tirar un Queso”.
“Dejate de joder Carlitos, ¿Y las balas van a salir de los agujeros del Queso? Dale, vení y sentate, estoy jugando un casino on line”
“Bueno” dijo timidamente Carlos Berlocq, dejo el Queso y la raqueta en una mesa que había en un costado.
“Mira, acabo de duplicar lo que gane, estoy siguiendo un campeonato de ping pong, un chino le gano a un coreano, yo apuesto por el chino, vos que jugas al tenis”
“Que divertido” dijo Carlos Berlocq, se tiró sobre una reposera y extendió sus zapatillas…
Sobrado olió y empezó a sentir un olor a Queso apestante y sofocante… venían de las zapatillas y medias de Carlos.
“¿Qué pasa Carlitos? Tus zapatillas necesitan ventilación, ¡Que olor a Queso!”
“Dale, sácame las zapatillas y las medias, haceme cosquillas en los pies, claro, preferís apostar por el chino”
Sobrado entonces le sacó las zapatillas y las medias, Carlos quedo descalzo y el olor a Queso era más fuerte que antes…
Sobrado amago con hacerle cosquillas, pero no pudo, se sintió como atraída por un extraño impulso y empezó a oler, lamer, besar y chupar los pies de Carlos Berlocq, disfruto mucho de aquello, le encanto, y no supo como ni porque, pero instantes después, Carlos la estaba cogiendo y que sexo le dio, acostumbrado a aguantar largos sets en los partidos de tenis, Berlocq le dio un sexo apasionado e intenso, que Sobrado disfruto como nunca…
“Ahora entiendo, cuando me dijiste que me ibas a matar era por esto, como disfrute del sexo, me comentaron que los Carlos cogen mejor, pero ya no quedan muchos jóvenes, es nombre de viejo aca en Argentina, en España si hay muchos jóvenes, como ese tenista Carlos Alcaraz, que placer me diste”.
Carlos Berlocq no contesto, los dos descansaron un rato, Sobrado le dijo:
“Vamos a tomar unas birras ahora que va a anochecer”
Carlos Berlocq se levanto y otra vez agarró con sus guantes negros la raqueta y el Queso, y se dirigió hacia Sobrado.
“Dije que había venido a asesinarte y a tirarte un Queso” dijo Carlos “ahora voy a cumplir con mi promesa”
“Ja, ja, ja, ja” río Sobrado “me encanto el sexo que tuvimos, pero ya no doy más, ja, ja, ja”
Carlos Berlocq la apuntó con la raqueta, efectuó un disparo y del mismo salió un certero balazo, balazo que nadie escuchó pues el dispositivo usaba silenciador, balazo que se incrusto en el cuello de Sobrado, así la asesinó, de un único balazo que dio en el cuello.
“Queso” dijo Carlos Berlocq y tiró el Queso sobre su víctima, tras lo cual abandonó la escena del crimen.
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Destino de Quesos: Gabriela Sobrado (Quesoneada) e Iván De Pineda (Quesoneado) |
Mientras volvía a su bungalow, Berlocq observó que caían Quesos del cielo…
“Yo ya cumplí mi parte, le dieron el Queso de Oro a una mina, yo le tiré el Queso a otra mina”
Y así Carlos Berlocq cumplió su parte en el #SkyCheese
#QUESO #SKYCHEESE
(1) Ver los cuentos de CarlosBerlocq en Relatos Quesones (los Carlos Asesinos)
Todos los QUESOS y ASESINATOS del #SKYCHEESE
Se hace el boludo, pero Charly Berlocq es un siniestro asesino
ResponderBorrarY esta bien, esta Sobrado merecia unos cuantos balazos, y ahí el asesino ideal era Charlie Reich, pero le dieron solo uno, o sea que el Queso tenía más agujeros que los que termino teniendo
ResponderBorrarLo del Sky Cheese sigue siendo bueno, tiene su misterio este relato, queda claro que cada victima tiene una suerte de trampa armada por Dumitrescu, Dominga y las demás damas, y terminan yendo a donde esta el Carlos que le toco en suerte, y después le llega el Queso, excelente la saga
ResponderBorrarEsta serie de asesinatos, quesos, cielos queseados es muy buena, debería haber más eventos de este tipo, quienes serán las próximas y asesinos, que ansiedad esperar esos relatos
ResponderBorrarUno toque original es que ambos se asustaron ante el fenomeno de la lluvia de quesosn, Otro toque original, hubo indiferencia entre Berlocq y Gabriela Sobrado, se desencontraron, lo cual la habría convertido en la primera famosa en escapar de un quesón.
ResponderBorrarPero los mensajes de demás quesones lo llevaron a la misión.
A pesar de su condición de asesino involuntario, cumplió con el ritual, le dio sexo intenso y luego la liquidó. De un letal y silencioso balazo.
Un inconforme más con que Carla Romanini haya ganado el merecido Queso de Oro.
Tal vez haya un descontento contra mí, El Fauno, por haberlo sugerido. Pero tengo la protección de Lady Dumitrescu.
Faltan las menciones de honor 2023. Voto por Lady Dumitrescu y La niña de emabajadores.
Que te toque Carlos Berlocq es como jugar en la B, aunque es un queso lo mismo
ResponderBorrarEste balazo único y solitario de Carlos Berlocq me toco de cerca al ser una Gabriela, mientras no aparezca una Carla que se dedique a los Gabrieles estoy tranquilo
ResponderBorrarSe supone que estás entre los muggles conectados, amigos de los quesones y Ladu Dumitrescu.
Borrar¿De donde era esta mina? ¿Hizo algo importante? Una pelotuda, merecido queso
ResponderBorrarUn Carlos serie B para una víctima B, muy buen cuento, esta bueno
ResponderBorrarLA FOTO DE DE PINEDA Y ESTA PELOTUDA... DESTINO DE QUESOS JA JA JA JA AJA
ResponderBorrares el más traicionero de los asesinos, porque a diferencia de otros, que demuestran siempre su intención de asesinar, este parece un chaval inocente, pero luego dispara el arma y os asesina lo mismo
ResponderBorrarPodría titularse “Laguna de Chascomus sangrienta” me parece que ya había asesinado a una mina en ese lugar este Berlocq
ResponderBorrarUn quesón con culpa y remordimiento, algo interesante, asesina a sangre fría de todas formas
ResponderBorrarTenía como amnesia, pero recordó todo y fue a asesinarla sin piedad ni contemplaciones, eso esta muy bueno
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