El Asesino de Angela Lerena
En la realidad imperante actualmente, prácticamente todos los días del año hacen referencia a alguna fecha o efeméride de la temática feminista o LGTB, y en este contexto muchos y muchas periodistas ejercen una suerte de inquisición o policía de pensamiento, censurando, cancelando o prohibiendo a quienes no piensan como ellos.
Una de ellas es sin duda la periodista deportiva Angela Lerena, abanderada por excelencia de cuanta inquisición periodística existe.
- Voy a proponer una ley a través de la cual todos los equipos del fútbol argentino salgan a la cancha con banderas y proclamas feministas y LGTB, y quien no la lleve que sea desafiliado de las competencias de la Asociación del Fútbol Argentino – dijo Lerena al escuchar cantos homofóbicos en una cancha del fútbol argentino – que les jugadores se arrodillen y juren lealtad eterna a estas causas, bajo pena no solo de no poder jugar más al fútbol, sino de quedar totalmente excluidos de la vida civil, como tener trabajos en blanco, propiedades, autos, cuentas bancarias, entradas y salidas del país, y todo lo que podamos imaginar. No debe haber disidencia alguna. No alcanza con cursitos de género y esas cosas.
Acababa de finalizar un partido de fútbol, donde, como siempre, Lerena realizó una serie de declaraciones inquisitorias a lo largo de la transmisión, creyéndose la dueña absoluta de la verdad.
- No me creo la dueña absoluta de la verdad, YO SOY LA VERDAD – dijo Lerena.
- Vos sos LA VERDAD y yo soy EL QUESO, pero no un QUESO cualquiera, sino EL QUESO GAY, o el QUESÓN GAY, je, je – dijo una voz gay.
Era la cancha de Huracán, y Lerena estaba sumergida como en un pasadizo, oscuro y sin salida, cuando escuchó esa voz y vio frente a ella a un hombre alto y patón, cuarentón, muy bien vestido, con guantes negros.
- ¿Quién sos? ¿Qué haces aca?
- Ya le dije que soy el QUESÓN GAY, mi nombre es Carlos Melia, y vengo a ajusticiarte, Angela Lerena.
- Primero, ¿Qué es un Quesón? Y segundo, ¿Ajusticiarme? – y ahora Lerena lanzó una fuerte risotada - ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Imposible ajusticiarme a mí! ¡Porqué YO SOY LA JUSTICIA!
- Sí, si, Lerena – le contestó Carlos – sos la paladín, o mejor dicho, la paladina, de la verdad y la justicia. Soy Quesón porque me gusta el Queso, je, je. O porque me contratan para asesinar minas como vos y después les tiro un Queso.
- ¿Acaso alguien te contrato para asesinarme? Je, je, se ve que soy alguien muy importante, bueno, Carlos, déjame pasar, debo hacer un comentario del fútbol.
- No, no vas a ningún lado, dije que iba a asesinarte y así lo haré – Melia no solo le interrumpió el paso sino que saco un revolver largo con silenciador y apuntó a Lerena.
- Basta de bromitas, debes ser algún gracioso de la barra de Huracán, vos sos gay, yo defiendo tus derechos, no podes asesinarme, déjate de joder, loco.
- No estoy jodiendo, Julia Mengolini me dijo lo mismo y la asesiné.
- ¿Vos sos el asesino de Julia Mengolini?
- Y de muchas más, aca y en el exterior, Claudia Schiffer, por ejemplo, soy un sicario, un asesino a sueldo de mujeres, solo asesinó mujeres, nada más, por mi condición de gay, no tengo tentaciones con ustedes, las asesinó y listo, y les tiró un Queso, para hacer honor a mi condición de Quesón.
- Yo también soy defensora de los derechos de los sicarios, porque defiendo los derechos humanos, creo que hasta debería pagarle asignaciones y subsidios.
- Te aclaro Lerena, que los gays no necesitamos defensoras, nos defendemos solos, ya nos discriminaron mucho a lo largo de la historia y…
- - Son víctimas del patriarcado, pero se va a caer,
y además…
- - ¿Patriarcado? ¡Mira mis pies si queres que caiga
el patriarcado!
Lerena observó los pies de Melia y se arrodilló ante él, comenzando
a oler, besar, lamer y chupar los pies de Carlos…
-
Tenes olor a Queso en los pies, Carlos – le dijo
Lerena – tener olor a Queso en los pies es propio de una sociedad machista y
patriarcal.
- - ¡Basta Lerena! Chaaaaaaaauuuuuuu, Lerena.
Con la frialdad que solo un sicario profesional y experto puede tener, Carlos Melia observó fijamente a su víctima y disparó, un certero balazo en la nuca, no hubo más, con uno solo alcanzó, Lerena cayó muerta.
- Queso – dijo Carlos Melia mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de su víctima.
Camuflado con la barra brava de Huracán, no fue difícil para Carlos Melia desaparecer del lugar del crimen, vale aclarar que le tiró un Queso Roquefort, considerando así a Lerena como una víctima de baja estofa. No sabemos que pasó con el cadáver de Lerena. Algunos dicen que quizás se lo llevaron las Santillanas, otros hablan que un par de hienas se dejaron ver por la cancha de Huracán, y no faltan los que mencionan buitres y otras aves carroñeras.
- Ustedes dirán porque la asesiné así, de una, y no hice ningún ritual – nos aclara Carlos Melia – pero no valía la pena, para un heterosexual esta mina era incogible, para mí, que soy gay, es imposible, un balazo y punto, y hasta diría que perder una bala en esta tipeja ya es un precio demasiado alto. Podría haber traído a Carlos Lazo, el Quesón de Barcelona, que suele hacerme favores, pero mejor que se divierta con otras minas, por mi parte, ya asesiné a Lerena, le tiré el Queso y ahora a cobrar lo que me pagan por ella, ¿Quién me los paga? Ustedes lo saben, se los dejo a su criterio y arbitrio, chauuuuuu.
El relato es malísimo, pero esta bien que así sea, porque la quesoneada no da para mucho más…
ResponderBorrarLo de que no tenga sexo con el asesino, no esta mal, pero podría haber metido lo mismo en una fiesta gay, ahí aparece Melia y ¡Pum! Chau Angela Llerena.
ResponderBorrarCarlos Melia ya esta para el retiro o la jubilación, no goza con los crímenes, y asesina a desgano, ya es un Quesón renegado, aunque no deje de quesonear
ResponderBorrarEl autor le tiene bronca a Llerena porque es de Boca, no por el feminismo y esas huevadas
ResponderBorrarUn relato demasiado simple, se nota que al autor no le hace gracia alguna Llerena
ResponderBorrar“INCOGIBLE” NO ES PARA TANTO CHE…
ResponderBorrarLerena debiera escribir “QUESONXS” en inclusivo
ResponderBorrarAngela Lerena merece ser asesinada por otra mujer, y con veneno, pero pedir eso en los cuentos quesones ya sabemos que es imposible
ResponderBorrarYa es hora de que Carlos Melia se retire. O falle en una misión, siendo asesinado por una famosa que logre defenderse. Y que se ofenda porque Melia no la desea.
ResponderBorrarAngela Llerena está bien caracterizada. Con ese pensamiento de que tan políticamente correcto se vuelve autoritario. Y seguro que desaprobaría estas fanfictions.
Pero no se merecía una muerte, sin ritual, sin sexo.
De no querer tener sexo, habría tercerizado lo del sexo. Entregándola a una barra brava. O algún grupo de mujeres, de actividades desaprobadas por Angela, siendo una viiolación lésbica masiva.
Creo que debería reversionarse.
O que sea clonada. Y las clones sean igual de autoritarias y sean quesoneadas, por varios quesones. para recibir cada una, una feta de queso de máquina. Y que sea con sexo. Y que las muertes sean crueles.
Estoy pensando en un relato en que una famosa sea asesinada, luego de posar como modelo de dibujo y pintura. Y que luego sea embalsamada, para seguir siendo dibujada.
ResponderBorrar¿Que Carlos le parece mejor para que la quesonee?
Carlos Bernal, el bailarín, fue mi idea original. Pero las destroza a las famosas.
Luego pensé en Carlos Luna. Y luego apareció un relato más del Carlos de Bake off, con un cuchillito. ¿Ustedes que opinan?
y los Carlos españoles? cualquiera estaría bien, son buenos asesinos
Borrares buena idea, mi propuesta es Carlos Eisler como asesino, y que use un pincel - cuchillo como arma, con sexo intenso mientras pinta el cuadro
Borraryo voto x Carlos Machado como asesino, y de los españoles Carlos Cheli, "Un Quesón con estilo"
Borrarvarias modelos y varios asesinos, y que se combine el cuadro con Scooby Doo
Borrar