El Asesino de Ana Laura Goycochea
Esto ocurrió hace ya muchos años, en la década del 90, muchos los situan más concretamente en 1996. Un importante jugador de fútbol celebró una fiesta en un lujoso hotel de la ciudad de Buenos Aires e invitó a una gran cantidad de jugadores, que en diferentes etapas de dicha década integraron la selección argentina.
Uno de los concurrentes fue Sergio Goycochea, el mítico arquero ataja penales de Italia 90, mucho tiempo antes de que fuera quesoneado por Ravelia Zamas, la Quesona Asesina. Junto al arquero estaba Ana Laura Merlo, su esposa, conocida comúnmente como Ana Laura Goycochea.
La esposa del arquero se vio sorprendida y contenta a la vez cuando vio que uno de los invitados era Carlos Bossio, “Chiquito” Bossio, el arquero de Estúdiantes de La Plata, que medía 1,95 metros y calzaba cincuenta, de cierta fama por haberle hecho un gol a Racing de cabeza el 12 de mayo de 1996. O sea el mismo año en el que transcurren estos hechos.
- ¡Carlos Bossio! – exclamó Ana Laura Goycochea al estar frente al arquero - ¡Quiero tener sexo con vos! ¡Tengo una obsesión sexual con vos desde el día en que le hiciste el gol a Racing!
- ¿En serio? – preguntó algo intimidado Carlos Bossio - ¡Pero me lo decís aca delante de todos!
- Te doy la oportunidad de hacerlo, Carlos – dijo Ana Laura – sino lo hago con Gabriel Batistuta o con Diego Simeone. El Batigol, el Cholo o Chiquito Bossio. Vos tenes prioridad antes que ellos.
- Pero sos la mujer de Goycochea.
- ¿Y que tiene? Es un gran amante el Goyco pero hoy quiero ser tuya. Te espero en la habitación 707. No hay más palabras.
Y así fue que Carlos Bossio entonces, no pudo resistir la tentación, y se dirigió a la habitación, fue totalmente vestido de negro, con un enorme Queso llevando en sus manos, y al entrar, vio a Ana Laura acostada en la cama, le tiró el Queso encima.
- ¡Queso! – gritó Carlos Bossio.
- ¿Qué significa esto, Carlos?
- Soy un Quesón – y mientras decía ser un Quesón, Carlos Bossio extendía sus olorosos y gigantescos pies sobre el rostro de Ana Laura Merlo, o Ana Laura Goycochea. Esta empezó a oler, chupar, besar y lamer aquellos pies, que para cualquier mortal apestaban a Queso.
- ¡Sergio me dice que le hubiera gustado ser Quesón, que tendría que llamarse Carlos Quesochea! – exclamó Ana Laura, mientras gozaba de los pies de Carlos Bossio.
Del juego de los pies, hecho con intensidad, pasaron a una intensa relación sexual, el arquero era un auténtico toro, o mejor dicho un bisonte o un búfalo dentro de la cama, la penetró a Ana Laura con furia y salvajismo, para mayor deleite de la mujer del arquero, que sintió un goce nunca visto, aunque a costa de quedar hecha una piltrafa.
- Nunca nadie me hizo mejor al amor – le dijo Ana Laura a Carlos Bossio.
- No creo igual que lo hayas hecho con muchos hombres, solo con Sergio Goycochea, me imaginó, igual todavía falta lo mejor – dijo Carlos Bossio.
Carlos Bossio entonces tiró otra vez el Queso encima de Ana Laura, y agarró un enorme cuchillo con sus guantes negros, entonces se tiró sobre la esposa de Goycochea, y le aplicó una centena de cuchillazos y puñaladas, con cortes, tajos y heridas en todo el cuerpo, muchas superficiales, otras muy profundas, la esposa del arquero fue dando gemidos de dolor mientras era apuñalada, hasta que finalmente concluyó su sanguinaria agonía.
- Queso – dijo Carlos Bossio mientras tiraba el Queso sobre el cadáver de Ana Laura Goycochea.
Disfrutando de la absoluta impunidad que siempre propia de los Quesones, de los Carlos Asesinos, Carlos Bossio se alejó del lugar del crimen, pensando con alegría que una nueva quesoneada se agregó a su extensa lista de víctimas. En aquellos tiempos, 1996, seguramente ya algunas centenas. Un asesinato más, nada más que eso. Como agujeros tiene un Queso.
otro asesinato recuperado, buen cuento, breve, con el Queso adecuado, en un contexto futbolero, no hubiera estado mal una orgía de la Ana Laura con Bossio, Goycochea, Batistuta y Simeone todos juntos, en algún momento los otros tres quedaban exhaustos, y ahí Carlos Bossio cometía el asesinato
ResponderBorrar¿Y qué hizo el Goyco despues de enviudar? ¿Espero resignado que Ravelia lo asesinará?
ResponderBorrarSE SIENTE SE SIENTE CHIQUITO BOSSIO ESTA PRESENTE
ResponderBorrarlinda mina la jermu de goycochea, da para un buen queso
ResponderBorrarya que no usaba las manos para atajar, por lo menos las usaba para asesinar minas
ResponderBorrarO sea que el asesinato de arquero es uno más de las serie viudos, que tuvieron un encuentro final con una quesona.
ResponderBorrarBuen relato, con dosis de sexo, morbo y queso.
Otro excelente relato. Fue más corto de a los que estoy acostumbrado a leer en el blog pero aún así fue muy bueno. Lo hicieron cornudo al Goyco y pagó el precio xD. Habría sido morboso que lo hicieron delante de él pero es una opinión. Muy buen relato. Espero poder ver más y como los relatos en saga que están muy buenos
ResponderBorrar"Sergio me dice que le hubiera gustado ser Quesón, que tendría que llamarse Carlos Quesochea"
ResponderBorraresto es simplemente brillante
un hecho totalmente verídico
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