El Asesino de Barby Franco
Erase una vez un abogado muy prestigioso, quizás un Fiscal de la Nación, llamado Carlos Gonella. Pocos sabían que este chabón, famoso en el Mundo del Derecho por el fuerte olor a QUESO que siempre tenía en los pies, era también un asesino serial de mujeres. Y no un asesino cualquiera, sino un Quesón, esos asesinos que se llaman todos Carlos y tiran un Queso a sus víctimas…
Un día tenía ganas de cometer un asesinato, pero no un asesinato cualquiera, eso era fácil, salía y apuñalaba a una abogada, le tiraba un Queso, y listo, después la burocracia judicial se encargaba de todo lo demás.
Debía ser un asesinato resonante, que impactará en la opinión pública, justo por esas casualidades, vio que el prestigioso abogado Fernando Burlando y su novia Barby Franco estaban en el Palacio de Justicia. Al verlos, se le despertó el instinto asesino y la furia criminal que todo Quesón lleva encima. No podía contenerse. Debía cometer un asesinato.
- A Burlando no lo puedo asesinar, soy un Quesón – pensó Carlos Gonella – no puedo asesinar hombres… pero sí puedo asesinar mujeres… a ver… ya sé… algo que lo hará sufrir mucho a este tipo… asesinaré a Barby Franco… no convocaré a otros Quesones… sería muy fácil… debo hacerlo yo mismo… ya sé… tengo un plan maquiavélico que no fallará… soy un abogado prestigioso y debo obrar con gran inteligencia.
Gonella quería algo original que rompiera con los canones propios de los Quesones, el ya había asesinado a muchas minas, las apuñalaba y después les tiraba un Queso, esto tenía que ser algo original.
Por esas casualidades había un yunque en su oficina aquel día y en un armario, que era en realidad una heladera, guardaba varias hormas de Queso…
- Ya sé – pensó Gonella – que genial ideal tengo.
Ese mismo día, Burlando y Barby salían de una sede judicial, cuando de repente, desde una de las ventanas, nuestro amigo asesino, Carlos Gonella, tiró un yunque con un Queso atado al mismo…
El yunque se dirigía directamente a Barby, el golpe sería mortal, preciso, el crimen perfecto, pero…
- ¡Barby! ¡Cuidado! – gritó un pibe que vendía panchos en la calle.
La chica se movió rápidamente, y eludió el yunque, que cayó encima de una ignota abogada, la doctora Leyes, que pasaba casualmente por ahí…
La abogada quedó muerta de inmediato por el golpe del yunque, mientras el Queso que estaba atado al mismo quedó encima del cadáver…
- Queso – dijo en voz alta Carlos Gonella desde la ventana donde contemplaba todo – maldita sea, fallé, asesiné a una mujer inocente… bueno no importa, sumé una víctima más a mi larga lista pero no era lo que yo buscaba… debo obrar con rapidez.
Los medios se hicieron eco del atentado pensando que Burlando era el objetivo del mismo. “Lo vieron todos” dijo el abogado “Alguien intentó asesinarme”. Le pusieron una gran custodia.
Esa misma noche, Burlando y Barby estaban en su mansión…
- Estaba para salir de joda esta noche, teníamos una fiesta de disfraces, la puta madre, yo tenía preparado ese disfraz de Capitán del Espacio – dijo el prestigioso jurista – pero después lo de hoy mejor nos quedamos acá.
- Y yo el de madrastra de Blancanieves. Pobre esa abogada que justo pasaba por ahí, ¿Y si era ella a quien querían asesinar y nos estamos preocupando al pedo?
- No creo, pero puede ser.
Carlos Gonella decidió redoblar la apuesta, sabiendo que Barby Franco hacía una dieta exclusiva con Queso Port Salut, decidió enviarle una gran horma, de un enorme tamaño…
Claro que Gonella, provisto de una jeringa, le inyectó veneno, una fuerte dosis de arsénico y cianuro…
- Los Quesones no solemos utilizar veneno en nuestros asesinatos – razonó Carlos Gonella – y quizás este sea el primer asesinato que un Quesón cometa de esta manera, pero lo importante es que la víctima reciba su Queso, y de esa manera cumplir el ritual. Debo obrar con rapidez.
De repente, un delivery (muy parecido a Carlos Tevez, un clón del jugador de Boca) llegó a la mansión de Burlando y Barby. Llevaba el Queso Port Salut con la inscripción: “Para Barby, regalo exclusivo de la Sociedad de Queseros Libres e Iniciados”.
- Qué raro esto – dijo Burlando – algo me huele mal.
- Nunca me gustó mucho el Queso – dijo Barby – pero me dijeron que haga la dieta basado en esto y lo comeré.
- No – dijo Burlando - ¡Gladys, vení para aca!
Gladys era una sirvienta a la que trataban casi como una esclava, bien al estilo de la antigüedad.
- ¿Le gustaría probar ese Queso, señorita Gladys?
- Con mucho gusto.
La sirvienta probó el Queso y cayó muerta de inmediato.
- ¡Lo sabía! ¡Otro intento de asesinato! ¡Ya sé quien está detrás de todo esto! ¡Carlos Gonella! Es un Quesón e intenta asesinarte…
- ¿Qué hacemos? ¡Estoy aterrorizada!
- Vamos a la Fiesta de Disfraces no queda otra…
Fernando Burlando, disfrazado de “Capitán del Espacio” y su novia Barby Franco llegaron entonces a la Fiesta de Disfraces.
De repente, Burlando se olvido de todo, y comenzó a disfrutar de la fiesta, dicen que el abogado estaba tan contento, consumiendo toda clase de sustancias y narcóticos, y quizás por eso, por el alto grado de droga que tenía en su interior, no se dio cuenta que alguien disfrazado igual que él, de “Capitán del Espacio” estaba también en la megafiesta.
Era Carlos Gonella, con un olor a Queso más intenso del habitual lo cual es mucho decir, maldijo la presencia de Burlando y Barby:
- Maldita sea. Fallé también con el Queso envenenado. Ya me decía yo que no era de Quesón asesinar con un yunque o un Queso envenenado. Debo aprovechar ahora que el drogón está en la fiesta.
Fue así como Carlos Gonella se acercó al lugar donde estaba Barby, y le lanzó un puñal, pero justo otra chica se atravesó en el lugar y el puñal impactó directamente en el corazón. Gonella también lanzó un Queso por el aire que cayó justo encima de la chica a la que asesinó sin intención.
Algunos quedaron impactados en la fiesta al ver este asesinato, claro que Barby distraída no se dio ni cuenta, solo se enteró alguno minutos después, y Burlando permanecía consumiendo toda clase de drogas…
- Queso – dijo en voz alta Carlos Gonella – maldita sea, hoy asesiné a tres minas, debe ser mi mejor día como asesino, tiré tres Quesos, y no lo puedo disfrutar… porqué el objetivo que tenía sigue ahí…
Siempre disfrazado como Capitán del Espacio, Burlando seguía en su noche de drogas, y Carlos Gonella salió resignado, estaba en el auto… ya para regresar, cuando de repente, ante él estaba Barby Franco…
- Vaya, vaya, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma – dijo Gonella recordando un viejo proverbio árabe – por suerte tengo el cuchillo y nunca me falta el Queso.
Obviamente Barby creía que era Burlando… con el disfraz del Capitán del Espacio… Gonella le abrió la puerta del auto y la chica se subió…
- Vamos mejor Fernando – dijo Barby – el asesino está en la fiesta… tiró un puñal y mató a una chica inocente.
- Lo sé – dijo Gonella simulando con gran eficacia la voz de Burlando – pero mejor tengamos sexo aca…
Se bajaron del auto y se fueron al costado, a un árbol, ahí Carlos Gonella, sin sacarse el disfraz del Capitán del Espacio, puso su enorme pie derecho sobre el rostro de Barby.
El pie tenía un gran olor a Queso, tanto que Barby quedó impresionada. Además el pie que era de por sí grande, Carlos Gonella calzaba 46, parecía haberse agrandado para la ocasión, y era como un pie talle 53. Barby lamió, besó, olió y chupó los pies de Carlos Gonella (pensando que era Burlando), primero el derecho, luego el izquierdo.
- Qué olor que tenes Burlando, si fuera otro no me gustaría, pero siendo vos…
Carlos Gonella sentía una enorme satisfacción. Hubiera querido contestar pero se quedó callado. Luego tuvieron sexo, desenfrenado, con una pasión digamos ardiente…
- ¡Mirá que cojemos siempre! – dijo Barby al terminar – pero jamás como hoy, como disfrute esto…
- Es que no soy Fernando Burlando – dijo entonces Carlos Gonella, mientras se sacaba la máscara del Capitán del Espacio – soy Carlos Gonella, el Quesón que hoy intentó asesinarte tres veces…
- ¡Noooooo! – gritó entonces la chica.
Carlos Gonella tomó el cuchillo, con sus manos enfundadas en guantes negros, y comenzó a apuñalar a la inocente chica, que intentó defenderse como pudo, pero nada pudo hacer ante la furia criminal del Quesón.
Fueron más de cincuenta puñaladas, con heridas y cortes en todo el cuerpo. Al finalizar, Carlos Gonella tomó el Queso y dijo en voz alta:
- Queso.
Y se fue del lugar.
¿Qué paso con Burlando, y su disfraz del Capitán del Espacio?
Un misterio que ustedes como lectores nos ayudarán a desenredar…
Lo cierto es que al día siguiente, Carlos Gonella fue a Tribunales aún con el cuchillo ensangrentado, y otro juez que pasaba por ahí le dice...
- ¿Qué hace con ese cuchillo, doctor Gonella? Esconda ese cuchillo, Doctor Gonella...
- Oh disculpe señor Juez es que anoché asesiné a Barby Franco.
y todos rieron a carcajadas.
No sé si sos muy críptico en el trasfondo de tu mensaje o si consumiste peores drogas que Burlando disfrazado de Capitán del Espacio, pero que buenas tetas mostraba Barbi antes de hacerse la señora dama.
ResponderBorraro mejor de lo mejor,realmente me gusto,sublime realmente,no te puedo dar ninguna critica,fue demasiado fluida la trama
ResponderBorraryo creo que gonella es un profesional y u n queson ante todo,profesional ante la ley, y queson en su vida privada...el llego para quedarse,sofisticado,tenaz,constante,abrasivo y muy queson,el hara todo lo posible asi sea,tomar un vuelo de 5000 dolares o subirse al ultimo piso de un edificio en pleno capital con tal de acercarse a su objetivo o victima y cumplir su mision...QUESONEAR
ResponderBorrarCreo que el relato tiene interesantes facetas parodicas, tipo La pistola desnuda. Como los accidentales asesinatos. Y la sustitución, para cometer el asesinato. Con la inteligencia de tener sexo con la deseable víctima.
ResponderBorrarEl motivo oculto puede ser que un fiscal tenga antipatía por los abogados mediaticos. ¿Se habrá iniciado una masacre de azafatas de Guido Kazcka?