El Sueño Musical de las Culisueltas #QUESO
Kitty, Chenny, Dj Mayu, Pony, Michi, Beluchita, Jhoa y Yiyo, son quienes integraban el grupo de cumbia, Las Culisueltas. Con un poco de fama, no mucho pero sí algo, más por sus bajos instintos, o sus morbos sexuales que por el placer musical, de dudoso gusto.
Ellas se habían separado en 2013, luego de varias peleas, pero en diciembre de 2018, Kitty, la cantante, propuso volver a reunirse. Fue ahí que empezaron hacer algunas reversiones de temas originales como "Aserejé", "Toma que toma", "Perreito", y "La Cobra", todas obras musicales que le provocarían un dolor de estomago a Mozart, Bach, Strauss o Beethoven (por algo ya había quedado sordo).
Pero esto no duró mucho. En algún momento, Kitty publicó en su cuenta de Instagram que el grupo había grabado un nuevo tema con su videoclip junto a una nueva cantante, cosa que ella no sabía. Y se vio así reemplazada de la noche a la mañana, por una tal Bianca Lescano.
"Las defiendo a morir y me desayuno sintiendo una clase de traición después de haber vivido tantas cosas juntas", expresó Kitty y dijo: "Como si yo les deseara el mal, cuando sabían lo que estaba por encarar, cuando les pedí que se quedaran y querían irse. Les pedí por favor cuiden su lugar y que se hicieran valer", agregó.
"Yo las traje de nuevo a esta aventura, Culisueltas” notese hablaba como si fuera la Filarmónica de Londres y agregaba “Me siento horrible, tanta falsedad. Y yo pensando que eran amigas mías, las atendí en mi casa. ¿Qué no hice por ustedes? Encarando sola al principio porque no había plata, nadie pagaba un show y me presentaba haciendo playbacks gratis que traía la oficia porque ustedes no aparecían porque gratis no se movían. ¿Qué les pasa?", se descargó Kitty.
Pero la indignación no quedo ahí, y la tal Kitty comenzó a gritar: “¡Vendetta! ¡Vendetta! ¡Vendetta!” reclamando venganza y hasta lanzó una frase bíblica que nada tenía que ver con el asunto “Jerusalem, Jerusalem, que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!” (Mateo 23,37).
- Tranquila – le dijo una anciana con acento europeo a Kitty – no blasfemes, las citas bíblicas con respeto, estimada niña, es verdad, os han traicionado, pero el perdón puede más que la ira, el amor más que el odio y la compasión más que la venganza. La venganza no es buena consejera, es mala, mata al alma y la envenena. Reconcíliate con esas niñas, tan dulces y cordiales, mira, haciendo una obra de bien, por ejemplo, un recital en una prisión, para almas descarriadas que deben reencontrar el camino de la rectitud y la bondad, un recital en una penitenciaria, que puede ser filmado, y quedará como una obra de bien, haz el bien sin mirar a quien, niña.
- ¿Y usted quien es? – le preguntó Kitty a la anciana.
- Mi nombre no interesa, ni importa, quizás ni siquiera sea de este mundo, pero sí os digo que recibirás la gloria eterna si me haceis caso, eres libre de hacer lo que quieras, imagínate lo que hubiera sido el Mundo con un mega recital con John Lennon, Paul Mc Cartney, George Harrison, Mick Jagger, Keith Richards, Freddie Mercury y Brian May, algo magnifico, pero bueno, debemos imaginarlo en una ficción, Lennon cantando Somebody to love, Mercury cantando Satisfaction y Jagger cantando Yesterday, y Charlie Watts, Ringo Starr y Roger Taylor en una mega batería, no hubiera habido algo mejor ni sublime, pero bueno, por eso debéis juntar a las Culisueltas, que el Mundo no se prive de ver a Kitty y a Bianca juntas y unidas, cantando las canciones de los Beatles, los Stones y Queen en formato Cumbia.
- Pero yo no se cantar en inglés – le dijo Kitty a la anciana.
- Yo os daré ese dón, será como la Cenicienta, durará hasta las doce de la noche de la última noche de la próxima luna llena, pero no os convertiréis en calabaza, os convertiréis en Queso.
- ¿Queso? Seríamos las CuliQuesos en ese caso. ¿No hay algo mejor? Prefiero convertirme en huevo, tomate, cebolla o zanahoria. No me gusta eso de los Quesos. He oído cosas de los Quesos, se dicen tantas cosas.
- ¡Ja, ja, ja! – río la anciana - ¡Solo si estais cantando en ese momento! ¡Si dejais de cantar aunque sea diez segundos antes escapareis del hechizo! ¡Eres libre! Puedes aceptar o rechazar.
- Acepto – dijo Kitty y lanzó extrañas palabras en un idioma que ella no entendía hasta segundos antes como “Wingardium Leviosa”, “Espectro patronum”, “Akava davra” y “Expelliarmus”.
Kitty no supo ya más nada, de repente, fue teniendo sueño, y cuando despertó, estaba en un lugar como selvático, y tumbada en la hierba, mientras veía a sus alrededores, especies típicas de nuestra fauna tropical, como coatíes, monos titíes, guacamayos y tucanes, y para su sorpresa, junto a ella, las demás “Culisueltas”, con Bianca Lescano, la cantante que la había reemplazado.
Las dos despertaton simultáneamente y Kitty al ver a Bianca, estalló de furia:
- ¡Traidora! ¡Impostora! ¡Me robaste el lugar! ¡Mi lugar! – gritó Kitty.
- ¡Hija de puta! ¡Ese lugar es mío! ¡Las culisueltas son mías ahora! – le contestó Bianca.
Y se agarraron de los pelos, y no les importó que estuvieran perdidas en la selva, se trenzaron a golpes, trenzazos y mordiscones, las otras Culisueltas intentaron intervenir pero se terminaron metiendo en la gresca, con golpes, mordiscones, sopapos, patadas y agarradas de los pelos, todas contra todas.
- Achtung Panzer! Sieg Heil! – gritó una voz alemana, y ahí, casi por arte de magia, las Culisueltas quedaron quietas, al ver a dos alemanas, ahí, vestidas de nazis, frente a ellas, con uniformes de las SS, de la época del III Reich y de la Segunda Guerra Mundial.
Pero como las Culisueltas nada sabían de eso, desconocían todo lo del nazismo, el III Reich y la Segunda Guerra Mundial les daba lo mismo, pero ellas eran simples policías.
- Bienvenidas estimadas chicas – les dijo una alemana – soy la oficial Rummenigge y ella es mi ayudante, la oficial Schumacher, han venido a ofrecer un espectáculo en la Unidad Penal Charlotte Corday.
- Es verdad – dijo Kitty – una anciana me ofreció un pacto o algo así.
- A mí también – dijo Bianca – pero la verdad que con vos no quiero nada, perra inmunda.
- Nosotras valemos por nosotras mismas y no necesitamos ni a Bianca ni a Kitty – dijo Chenny, otra de las Culisueltas – pero hagamos esto, a cambio de fama y éxito.
- Eso nos prometió la anciana – intervinó Yiyo – nos pidió amor y perdón.
- Tendremos fama mundial – dijo Pony – cantaremos en inglés.
- Triunfaremos en Londres y en Nueva York, viajaremos por el mundo entero – dijo Beluchita.
- Seremos más famosas que Michael Jackson – dijo Pony.
- Vamos chicas, no nos peleemos más, las Culisueltas triunfaremos – dijo Jhoa.
Todas entonces comenzaron a andar, dirigidas por las dos nazis, que las arriaban como ganado, y abusaron de ellas en el camino, con caricias, lamidas, cosquillas y besos lésbicos, la verdad que las Culisueltas al principio no les gustó mucho, pero despues empezaron a sentir placer, y terminaron gustosas con todo aquello.
Finalmente llegaron a la Unidad Penal, no caminaron mucho en realidad, pero sí lo suficiente como para que Rummenigge y Schumacher disfrutaran de todo aquello, y repartieran sus goces lésbicos, sin violencia alguna, con sensualidad, erotismo y ternura.
Al llegar fueron recibidas por la Jefa de la Unidad, la rubia y bella Astrid Breitner, que hizo formar a las Culisueltas como en una requisa, y e invocando un control sanitario, las obligo a desnudarse, ellas las toqueteó todo el tiempo, y también hizo gala de sus instintos lésbicos, pero la Culisueltas, y en especial Kitty y Bianca, reaccionaron con total gozo y placer a todo aquello. No solo Schumacher y Rummenigge, participaron también del asunto, también otras oficiales, como Maier y Völler, y hasta Fraulein Illgner, prima lejana de Bodo Illgner, arquero alemán de Italia 1990.
- Todo sea por la fama – pensaba Kitty, sintiendo que todo aquello le daba más fuerza y vigor.
- Es como si estas alemanas me hubieran dado fuerza – dijo Bianca.
- Esa anciana nos salvó la vida, los que nos espera no tiene precio – dijo Michi.
- Auf die Bühne, Mädchen, um zu handeln! – gritó en alemán Astrid Breitner, que significa “al escenario, niñas, a actuar”, y las Culisueltas, que hasta hacia segundos no entendían una palabra en alemán, ahora entendían todo en cualquier idioma, y se subieron al escenario.
Era como un anfiteatro romano, y las Culisueltas comenzaron a cantar y a bailar, empezaron con “Paint it Black” de los Stones, siguieron con “Friends will be Friends” de Queen y luego “Ticket to ride” de los Beatles, y así fueron alternando canciones de esos tres grupos, en medio de las ovaciones y de la euforia del público, todos presidiarias y presidiarios, mujeres, hombres, trans, travestis, no binaries, muggles, elfos, hobbits, enanos, orcos, trolls, trolos, trolas y todo lo que podamos imaginar, el público más diverso posible, en escenas dignas de la Beatlemania de los sesenta, las Culisueltas no lo podían creer, pero se sabían todas las canciones y en inglés, canciones que desconocían hasta segundos antes, la excitación del público era total, algo inimaginable, no se dieron cuenta pero el reloj avanzaba, y pasaron las horas…
Y mientras cantaban con toda energía “Bohemian Rhapsody” de Queen, Kitty y Bianca era la reencarnación femenina y doble de Freddie Mercury, el reloj dio las doce campanadas…
Y no se convirtieron en calabazas, pero la anciana dijo que se convertirían en Queso…
Al sonar el reloj, siguieron cantando, y el público ovaciono de pie, y así finalizó el espectáculo, y el público se retiró eufórico tras el espectáculo que vieron, y en total paz y orden.
- ¡Pasaron las doce! ¡Y aca estamos! ¡No nos convertimos en Queso! – dijo Kitty.
- Hemos vencido a la anciana – exclamó Bianca.
- Deberíamos estar metidas en un sándwich con un pedazo de jamón, si nos hubiéramos convertido en Queso como dijo la anciana – dijo Pony.
- O nos estaría comiendo algún ratoncito – dijo Jhoa - ¡Ja, ja, ja! ¡Victoria total!
Las Culisueltas ya no estaban en el escenario, sino en una suerte de gimnasio, con muchas colchonetas, divanes y camas alrededor. Las nazis empezaron a cantar una vieja canción alemana de la Segunda Guerra Mundial “Sieg Heil Viktoria” y las Culisueltas se sentían triunfadoras, aunque no se acordaban ni jota de las canciones que habían interpretado y eran incapaces de emitir algún vocablo en inglés, tampoco tenían idea de quienes eran los Beatles, Queen o los Stones.
- Niñas – les dijo Astrid Breitner, la jefa de las alemanas, en español, con marcado acento alemán – ahora os doy un regalo para que paseis bien la noche.
Y al gimnasio entraron nueve hombres, todos patones, con un fuerte olor a Queso, uno para Kitty, Bianca y cada una de las Culisueltas: Chenny, Dj Mayu, Pony, Michi, Beluchita, Jhoa y Yiyo. Algunos muy altos, otros no tanto, algunos bien parecidos, bien guapetones, otros no tanto, bueno, eso, según el gusto de cada uno o cada uno, pero todos con pies muy grandes, muy grandes, y olorosos. Y para expandir aún más el olor, cada uno entro con una bandeja con un gran Queso.
Las Culisueltas al principio casi no pudieron aguantar aquel olor a Queso tan fuerte e intenso, irradiado por los pies y los Quesos, pero lograron sobreponerse, Kitty y Bianca lo aguantaron mejor, y lo que en principio había causado repugnancia, empezó a causar extasis, gozo y placer.
- ¡Los Quesos! – dijo Kitty – ahora entiendo lo que dijo la vieja.
- ¡Qué placer! – exclamó Bianca - ¡Estos chabones nos van a coger!
- No somos chabones – contestó uno de los chabones – somos Quesones, somos nueve Carlos, podríamos hacer dos cuartetos, “Los Carlos”, o mejor uno “Los Carlitos” y otro “Los Charlies” y cantar canciones del rock británico, no solo Beatles, Stones y Queen, también Pink Floyd, Led Zeppelin y The Who, todo mezclado ritmo de cumbia. Yo soy Carlos Eisler, me dicen “Chachas”, modelo y actor, conocido también como “el Zorro Quesón” porque a las mujeres les hago la C de Carlos, que es algo así como la Z del Zorro.
Y así cada uno de los Carlos se presentó a las Culisueltas, despues de Carlos Eisler, que parecía llevar el liderazgo del grupo, se presentaron los futbolistas Carlos “el Hacha” Quintana, Carlos “el Chino” Luna y Carlos “el Cali” Izquierdoz, los modelos Carlos “Charlie” Reich y Carlos “Mino” Machado Mattesich, el basquetbolista Carlos “Charly” Buemo, el stripper Carlos “Charlie” Paglieri y el rockero Carlos Alberto Ficicchia, AKA Charly Alberti, el baterista de Soda Stereo.
- Pero vos sos el de Soda Stereo, no lo puedo creer, un músico de tu clase, mezclado con nosotras, unas pobres laburantes de la cumbia – le dijo Beluchita a Charly Alberti.
- Soy ese, sí – le contestó Charly – pero hoy estoy aquí para servirlas, Culisueltas.
- Y ustedes son grandes futbolistas – les dijo Michi a Izquierdoz, Luna y Quintana – y vos un maestro del arte stripper – le dijo a Paglieri.
- Y yo juego al básquet, aunque no sea tan conocido como Carlitos Delfino – les dijo Charly Buemo.
- Me gustaría cogerlas a todas – retomó la palabra Eisler como ejerciendo el liderazgo del grupo – una bacanal, de todos contra todos, como si fueramos faunos y sátiros, donde nosotros los Carlos nos cogemos a las Culisueltas, pero mejor, hagámoslo en forma seria, ordenada y educada, higiénica, donde cada uno se coge a una de ustedes.
- ¿Nos repartimos por sorteo? – dijo Jhoa.
- Yo que soy la líder elijo primero – dijo Kitty, lo que hizo estallar de furia a Bianca, que iba a protestar.
- Huelan nuestros pies primero, despues vemos – dijo Carlos Buemo, que por su condición de basquetbolista, era el más alto del grupo, aunque no el más patón, privilegio que tenía Carlos Eisler, que parecía la reencarnación viviente de Bob Patiño.
Y así los nueve Carlos se tendieron en el piso, y cada una de las Culisueltas comenzó a oler, chupar, besar y lamer los pies de los Carlos, con gran furia e intensidad, y aunque se propusieron que hubiera orden fue imposible frenar todo aquello, y todo se convirtió en una bacanal, al mejor estilo de los faunos y los sátiros, ellos les tiraron los Quesos, Kitty olía los pies de Carlos Eisler, mientras Carlos Buemo la cogía por atrás, despues Carlos Izquierdoz la penetró por adelante, Bianca empezó con los pies de Carlos Luna, mientras Carlos Quintana la cogía por atrás, Chenny y DJ Mayu se convirtieron en esclavas sexuales de Charly Alberti, Carlos “Charly” Buemo se cogía a las minas como si estuviera metiendo dobles o triples en el basquet, Charlie Paglieri era cogido literalmente por Beluchita, Jhoa y Yiyo, y asi todo mezclado, se tiraban Quesos, Pony era cogida por Charlie Reich, luego Kitty por Carlos Machado, luego Pony olia los pies de Carlos Quintana, Michi era cogida por Carlos Ficicchia como si estuviera tocando una batería en un recital, llovían Quesos por todos lados, y bueno, todo se mezclo con todo, ellas oliendo, lamiendo, besando y chupando pies, ellos cogiéndolas, con la furia de un temblor, por adelante y por atrás, besándolas y chupándoles las tetas y las vaginas, con gozo, placer y satisfacción, y también con dolor, pues algunos de los Carlos, principalmente Eisler y Paglieri, usaron látigos para castigar a las Culisueltas, que rindieron todo lo que podían, que no fue poco, sino todo lo contrario, fue mucho, mientras los Carlos eran como depredadores sexuales que no se cansaban nunca, sino que al contrario, mientras hacían todo eso, les tiraban Quesos, y parecía funcionar todo como baterías que les daban energía una y otra vez.
Ya comenzaron a aparecer las primeras luces del alba, cuando Kitty, Bianca, Chenny, Dj Mayu, Pony, Michi, Beluchita, Jhoa y Yiyo, quedaron extenuadas, convertidas en unas auténticas piltrafas.
- Ya esta chicos, no damos más, esto fue hermoso, pero no damos más – dijo Kitty.
- Ahora entiendo a la anciana cuando dijo que nos convertiríamos en Queso – manifestó Bianca.
- Vamos chicas, que podemos más todavía – les dijo Carlos Ficicchia.
- No se de donde sacan toda esa energía – les dijo Chenny – se ve que sus Quesos están hechos de muy buena leche.
- Ya probaron nuestra leche, pero tenemos más para ofrecer – les dijo Carlos Buemo.
- Sus Quesos y sus leche son riquísimas, pero no damos más, estamos hechas una piltrafa – dijo Michi.
- Bueno, si quieren terminar – acotó Carlos Machado – vamos a terminar, ¡Vamos los Carlos, cada uno con su Queso!
Cada uno de los Carlos, ya vestidos, tras la bacanal, se pusieron los guantes negros, y agarró cada uno los Quesos, los Quesos que estuvieron toda la noche revoleando por ahí, Carlos Eisler fue con Kitty, Carlos Quintana con Bianca, Carlos Izquierdoz con Chenny, Carlos Luna con Yiyo, Carlos Reich con Pony, Carlos Machado con Michi, Carlos Paglieri con Beluchita, Carlos Buemo con Jhoa, y Carlos Ficicchia con DJ Mayu. Y aunque era un lugar amplio y abierto, fue como si cada Carlos quedara a solas con cada una de las Culisueltas.
Kitty sintió cierto temor al verse frente a Carlos Eisler, este tomó la espada, y se la clavó a la Culisuelta, asestándole una brutal herida en el pecho, una segunda estocada le provocó una herida en el cuello, dejándoselo sangrante y una tercera, directamente en el corazón, que provocó que la culisuelta exhalara su último suspiro.
- Queso – dijo Carlos Eisler mientras le tiraba el Queso al cadáver de Kitty.
Bianca vio como el futbolista Carlos Quintana hizo honor al apodo con que lo conocen en el mundo del fútbol, dado que levanto el hacha, para partirla casi en dos, no le cortó la cabeza, ni la desmembró, pero la herida fue tal que no bastaron otros golpes, la podría haber partido al medio.
- Queso – dijo Carlos Quintana mientras le tiraba el Queso al cadáver de Bianca.
Chenny vio a Carlos Izquierdoz como una víctima ve al asesino de Scream, al de la máscara, el Cali levantó el cuchillo y le asestó dos, tres, cinco, diez, treinta puñaladas, una tras otra.
- Queso – dijo Carlos Izquierdoz mientras le tiraba el Queso al cadáver de Chenny.
Dj Mayu sintió que Carlos Ficicchia, o Charly Alberti, le rodeaba el cuello con sus guantes negros, y comenzó a apretarla , y lo hizo de tal manera, que la levantó del piso, y la zamarreó, y la dejó sin aire, y así la estranguló, o al asfixió, depende el verbo que quieran usar.
- Queso – dijo Carlos Ficicchia mientras le tiraba el Queso al cadáver de DJ Mayu.
Pony vio que Charlie Reich sacaba un revolver con silenciador y disparó ocho balazos, y al efectuar cada disparo decía “Queso”, “Queso”, “Queso”, “Queso”, “Queso”, “Queso”, “Queso”, “Queso”, ocho balazos, el primero en la teta izquierda, el segundo en la derecha, el tercero en el estomago, el cuarto en el hombro izquierdo, el quinto en el hombro derecho, el sexto en el cuello, el séptimo en la frente y el octavo en el corazón.
- Queso – dijo Carlos Reich mientras le tiraba el Queso al cadáver de Pony.
Michi sintió verdadero temor al ver que Carlos Machado sacaba un enorme cuchillo y se tiró sobre ella, para darle una buena cantidad de puñaladas, no tantas como las de Carlos Izquierdoz a Chenny, pero sí unas cuantas, una buena cantidad, hechas de un modo feroz y salvaje.
- Queso – dijo Carlos Machado mientras le tiraba el Queso al cadáver de Kitty.
Beluchita se sintió como una fiera atrapada cuando Carlos Paglieri le tiró una lanza, tuvo más suerte que sus compañeras dado que pudo huir, pero el lanzazo evito que pudiera avanzar mucho, el lanzazo se lo clavaron en el culo, y de ahí, de un modo realmente macabro, el stripper le hizo atravesar la lanza por todo el cuerpo, hasta que le salió por la cabeza, y dejó su cuerpo empalado ahí, en medio del salón.
- Queso – dijo Carlos Paglieri mientras le tiraba el Queso al cadáver de Beluchita.
Jhoa conoció el pánico y el temor extremo al ver a Carlos Buemo blandir una gran espada, con la que el basquetbolista le asesto una brutal herida en el cuello, y luego otra en el corazón, atravesándole el cuerpo, Carlos Buemo se sintió satisfecho, un buen asesinato, limpio y correcto.
- Queso – dijo Carlos Buemo mientras le tiraba el Queso al cadáver de Jhoa.
Yiyo también pudo huir como hizo Beluchita, pero mientras lo hacía, las estrellas ninja (“shuriken”) de Carlos “el Chino” Luna fueron cayendo una por una, y recibió como pequeñas puñaladas en todo el cuerpo, desplomada en el piso vio como su asesino, como si estuviera jugando en Tigre, la remató de un balazo en la frente, quizás no fue tan poético, pero el Chino Luna, hombre del Conurbano Bonaerense, como su querido Tigre, tiene estas cosas, y cada Quesón tiene su estilo, que debemos respetar y no criticar.
- Queso – dijo Carlos Luna mientras le tiraba el Queso al cadáver de Yiyo.
Todas habían sido asesinadas, Quesoneadas, masacradas, el múltiple asesinato había llegado a su fin. Y los Carlos, que habían llegado hasta ahí por el dón de la tele transportación, regresó cada uno a su lugar por ese dón. Como dijo Serrat, vuelve el rico a su riqueza, vuelve el pobre a su pobreza y el señor cura a sus misas, volvió Carlos Izquierdoz a su equipo (tal vez Boca Juniors en ese momento), Carlos Luna a Tigre (siempre a Tigre, el Chino Luna), Carlos Quintana a Talleres, Argentinos o Patronato (es que ha jugado en tantos equipos, que ya no sabemos cual), Carlos Eisler a sus actuaciones en películas de bajo coste o tal vez una cata de vinos en París, Carlos Reich al mundo del modelaje y la fotografía, Carlos Machado al jet set europeo, bien lejos de su Paraguay natal, Carlos Buemo a la Liga Nacional de Basquet, vaya uno a saber que destino, Carlos Paglieri al arte del stripper y Carlos Ficicchia al arte del rock, y a seguir currando de los homenajes a Soda Stereo y de todo el verso del naturalismo y el cambio climático.
Nadie se acordaría ya de las Culisueltas, cuyo legado en la música quedará olvidado para siempre, pero las nazis si se encargaron de recoger los cadáveres, uno por uno, y los llevaron a una sala médica, ¿para practicarles autopsias tal vez? No lo sabemos, si sabemos que practicaron ciencias medicinales prohibidas mezcladas con magia y hechizos de las artes más oscuras, y de todo aquello, al cabo de unos días surgieron una especie de clones, o más bien zoombies, muy débiles y manejables, pero zoombies al fin, que estarían al servicio de Astrid Breitner y de otras damas que parecen pertenecer al Mundo de los No Muertos ni de los No Vivos.
Pero eso es otra historia, que tal vez desarrollemos más adelante, lo que si sabemos es que las Culisueltas dieron paso a las CuliQuesoneadas, y que tal vez, quieran formar un grupo de entidades al servicio de reptilianos o de fuerzas más oscuras que mejor deben permanecer ocultas al común de los mortales. Los Videos de Rimbel35, Atraviesa lo Desconocido, Vm Gran Misterio, Libertalya y Mundo Desconocido, La Granja Humana y muchos más, se ocuparan del asunto, dado que están mejor capacitados sobre el tema, y se la pasan estudiando los mismos, que este humilde servidor, llamado Carlos Quesón, quien es el autor de este bello (y algo extenso) relato, que con mucho sexo, crimen, asesinato, música y diversión, y sobre todo mucho QUESO, ha llegado a su fin. C’est fini, ladies and gentlemans, y no binaries también.
bueno gente, espero les gusten estos relatos publicados hoy, es probable que sean el cierre de la Temporada 2022, quizás solo queden algunos post recopilatorios en lo que queda del año, no tengo mucho tiempo para publicar estos relatos por temas laborales y personales y por eso creo que este es un buen cierre, le agradezco mucho al Fauno por la contribución, y también a los demás fans por ser fieles seguidores del blog, por los comentarios y las sugerencias, que siempre son una fuente de inspiración, les mando un saludo grande y Queso para todos!!!!!!!!
ResponderBorrarbuen cierre y con sorpresa, hay un trans en las Culisueltas, o sea a uno de los Carlos le vendieron gato por liebre, tiro un queso equivocado, y creo que es Charly Alberti (debió ser Paglieri, que es gay o una aparición de Carlos Melia, ausente en el relato), aunque es una fan fiction, y aca puede ser mujer bajo un hechizo de la rumana o un invento de la alemana, siempre tenes esos recursos
ResponderBorrarseguro que la cosa viene por ahí, con hechizos o engendros
Borrardos relatos de las culisueltas, se ve que el Fauno inspiró a Carlitos a que haga otra historia, y la verdad que salio muy buena, tiene ese suspenso que los relatos quesones deben tener, además del sexo, el morbo, la sangre, el queso y los asesinatos, muy bueno
ResponderBorrar¿CIERRE DE TEMPORADA? SOS COMO NETFLIX CARLOS QUESON, JUA, JUA, JUA
ResponderBorrarno estan los rugbiers entre los asesinos, como Lobbe, Elder y Repetto, es que seguro estas minas son demasiado grasas para estos tipos, el que podría haber estado era el cocinero Carlos de Bake Off, no hubiera desentonado, pero es un gran relato, vale la pena, cierre de temporada? y el Queso de Oro?
ResponderBorrarlas masacrados a estas pijudas
ResponderBorrartoda una superproducción este relato, final misterioso, muchos temas que se resolverán en la próxima temporada, bien por los Relatos Quesones
ResponderBorrarNo están mal los relatos múltiples, pero son muy largos, y quedan muy delirantes, estos están buenos, y muy bien lo del Fauno al escribirlo, pero prefiero los relatos cortos, donde todo queda entre el asesino y su víctima, es una cuestión de gustos
ResponderBorrarel sueño musical es una pesadilla para la música, si es que este se puede llamar "música"
ResponderBorrar¿te vas a Qatar? ¿por eso no tenes tiempo? vi tu perfil, sos periodista y viajas mucho
ResponderBorrarun caso de risa, como siempre, larga vida a los Relatos Quesones
ResponderBorrar¿Y cómo se resolverá lo de las Santillanas? ¿Esperarmeos hasta 2023? En que habría que entregarse los premios Quesones 2022. Y las menciones.
ResponderBorrarQue gran poder el otorgar talento musical a quienes no lo tienen.
Que morbo este relato. Tienen potencial para zombies sexuales.
Ya que está sugiero a una clon de Ingrid Grudke convertida en suboficial Grudke.
Sería un buen relato de despedida. Aunque siempre quiero leer,
Muchas gracias.
seguro va a haber algunos otros relatos, pero breves, esos donde sale el Quesón, el Queso y la Quesoneada, y algo de Sandes con Maru, esos son buenos, y siempre alguno más de Delfino y Bossio, los preferidos por Carlitos Quesón, ya sabemos que Carlos Delfino corta cuellos o cabezas, Carlos Bossio las revienta a cuchilladas, son los mejores asesinos y los favoritos por el autor
ResponderBorraryo creo que cada eliminado o eliminada de Gran Hermano debe ser ofrecido/a a un Quesón o Quesona, y ser quesoneado/a como corresponde,,en acto solemne, y con Lady Dumitrescu chupando la sangre de sus víctimas
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