El Asesino de Martina Klein
A pesar de llegar ya a los cuarenta años de edad, Carlos Delfino volvió a consagrarse con la selección argentina, siendo el capitán y la estrella del equipo que se consagro Campeón de América 2022, el principal torneo FIBA fuera de Europa a nivel de selecciones. El “Lancha”, el “Cabeza”, el “Quesón”, como se lo conoce a Carlitos, recibió una vez el reconocimiento de propios y extraños, y el afectuoso cariño de los hinchas, los fans y la prensa. Tras disfrutar la consagración y el nuevo éxito, Carlos regresó a Italia, para jugar en su equipo, el Vitoria Libertas Pesaro.
En el avión, Carlos viajaba en primera clase, y dado su enorme tamaño (dos metros de altura, cincuenta y uno de calzado) necesitaba siempre dos asientos, para estar cómodo y descansar bien en el viaje, pero esta vez para su sorpresa, tenía una acompañante femenina al lado.
- Hola, que grande que sos, se re alto, y que patas grandes tenes – le dijo la mujer, una cuarentona, algo mayor que Carlos, pero con aspecto joven y atractivo.
- Y sí, juego al básquet, en la selección argentina, y jugué en la NBA, ¿No me conocés? Soy Carlos Delfino.
- Ah mira vos, de básquet no se nada, tampoco se de futbol, menos de básquet, lo mío no es el deporte, lo mío es el modelaje, soy la modelo Martina Klein.
- ¿Martina? – dijo Carlos, pronunciando aquel nombre, el nombre de su esposa, a la que había asesinado y tirado un Queso, a la que había quesoneado años atrás.
- Quizás no sea tan conocida como Valeria Mazza, pero soy de la misma época, y aunque soy argentina, me fue mejor en España y Europa, pobre Valeria, la asesinaron hace ya tantos años, le cortaron la cabeza y le tiraron un Queso.
Carlos Delfino no contestó nada, pero pensó “Y sí, mira si lo sabré, si yo soy el asesino de Valeria Mazza, yo le corté la cabeza y le tiré un Queso, como también hice con Martina Cortese, mi mujer”.
- Que patas grandes – le insistió Martina a Carlos - ¿Cuánto calzas?
- Cincuenta y dos – le dijo Carlos, que le agregó un talle más a su ya grandiosos pies – Ahora que gané la Copa América con Argentina regalé un par de zapatillas.
- Qué lástima, me hubiera encantado ganarlas, que pena, pero bueno, no digo que me las regalas, yo te compro un par, esas que tenes puestas. Bueno, a prepararse para el viaje.
El avión despegó y el vuelo transcurrió sin novedades, solo con algunas turbulencias, nada fuera de lo habitual y normal, Martina dormía tranquilamente, Carlos también lo hizo pero soñó todo el tiempo con los asesinatos que había cometido, los cientos, miles de asesinato que tenía ya en su haber, todas las mujeres a las que asesinó y les tiró un Queso, en especial Valeria Mazza y Martina Cortese.
El avión llegó a Roma, y tras aterrizar en Fiumicino, todavía dentro de la nave, Martina le dijo a Carlos:
- ¿Te quedas en Roma o vas a otro lado? Yo me quedo un par de días y despues voy a Madrid.
- Voy a Pesaro, en tren, me tomó el tren a Roma Termini, y de ahí a Pesaro.
- ¿Roma Termini? – le dijo Martina - ¡Como me gustaría oler tus pies en algún lugar cercano a Roma Termini! ¡Como si fuera una película de Sofia Loren y Marcello Mastroianni!
- Vamos para alla entonces, Martina – le dijo Carlos.
Los dos entonces fueron a tomar el tren que unía Fiumicino con Termini (el "Leonardo Express"), y quedaron los dos solos en un compartimento, no había nadie, Martina se tiró entonces encima de Carlos y le dijo:
- No doy más, hagámoslo aca, soy toda tuya Caaaaaaarrrrlooooooooooooooooos, en el avión soñaba que me cogías con furia y salvajismo.
Martina Klein entonces se tiró encima de Carlos, y le sacó las zapatillas, olió, chupó, besó y lamió las zapatillas repletas de olor intenso y sofocante a Queso, despues le sacó las medias al basquetbolista, y tras hacer lo mismo con el par de calcetines, repitió, con mayor intensidad y fogocidad, ahora con los pies descalzos, Carlos, que estaba acostumbrado a esto, quedó sorprendido del sexo desenfrenado que le proponía la modelo.
El tren avanzaba a Termini, y no faltaba mucho cuando Carlos la penetró y le dio un polvo espectacular, breve, con ritmo ferroviario, pero se movieron muy fuerte, y se arrastraron dentro del compartimento.
- Maravilloso Carlos – le dijo Martina, exhausta pero feliz y gozosa tras aquel sexo – lo has hecho magnifico, seguiré viaje con vos a Pesaro y vamos a coger en el tren.
- No, en Pesaro solo cogí con una mujer, y se llamaba igual que vos, Martina.
- ¿Y quien era esa mujer?
- Martina Cortese, mi mujer, a la que asesiné con una katana y le tiré un Queso, igual que hicé con Valeria Mazza, y con Zaira Nara, y con las demás, muchas más, muchísimas más.
- ¡Noooooooooooooooooo! – exclamó Martina Klein - ¡Vos sos el asesino de Valeria Mazza!
- Por supuesto y la asesiné con una katana como esta – y Carlos, en un movimiento rápido, sacó la katana de su bolso, y la blandió con sus guantes negros.
Tras elevarla, Carlos descargó el golpe, asestándole una brutal herida a Martina, una herida con la que le cortó el cuello, era herida suficiente para asesinarla, dejándole desangrar ese cuello, pero Carlos le asestó un segundo katanazo, que casi le arrancó la cabeza, y le dio un tercer katanazo, terminándola de decapitar, como había hecho con Valeria Mazza o Martina Cortese.
- Queso – dijo Carlos Delfino tirándole el Queso al decapitado cadáver de Martina Klein, un enorme Queso que llevaba en su bolso, dado que un gran Quesón siempre debe llevar un Queso consigo porque siempre puede tirar un Queso, y Carlos era un gran Quesón, no hace falta aclararlo ni decirlo.
El tren "Leonardo Express" llegó a Termini y con total impunidad, Carlos se bajó del mismo y media hora despues, ya estaba viajando a Pesaro. Dicen que una versión italiana de las Santillanas se encargó del cadáver de la modela decapitada y quesoneada (este asesinato ocurrió antes de la muerte de la Reptiliana, las Santillanas aún estaban activas, recordemos que despues desaparecieron sin dejar rastro, cuando lady Katyushka robo el cadáver de María Laura Santillán) y que nadie se enteró del asunto, dado el enorme movimiento de gente que todo el tiempo hay en Termini, fue solo un movimiento más.
- El Queso de Platino me pertenece – pensó Carlos Delfino mientras viajaba a Pesaro - debe ser mío, se que compito con Carlos Bossio, por ser el Mejor Quesón, el Quesón de Quesones, la competencia es fuerte, pero estoy ahí, compitiendo en gran forma.
Y así finaliza esta historia, la de otro asesinato, de ese gran asesino llamado Carlos Delfino.
QUE GRAN ASESINO ES CARLITOS DELFINO AHORA Y SIEMPRE
ResponderBorrarla podría haber asesinado en el avión, con la complicidad de alguna azafata que fuera una agente de Dumitrescu, pero bueno la asesinó en un tren, otro medio de transporte, sin testigos, o con testigos que miraron para otro lado, siempre es un placer leer un asesinato de Carlos Delfino, que por más que asesine y asesine, siempre será "el asesino de Valeria Mazza"
ResponderBorrarcuando mete un doble o un triple, debe pensar que esta amasijando a una mina con la katana
ResponderBorrar¿que se puede decir de Carlos Delfino? como deportista es una estrella y como asesino, aún una estrella mejor, además como va y viene entre Argentina e Italia, tiene mayor impunidad para cometer sus crimenes y tirar quesos, dos excelentes relatos los dos de hoy
ResponderBorrarel tipo siemrpe lleva un queso porque sabe que va a asesinar a alguna mina, es brillante esa, que grande Delfino
ResponderBorrarno pueden competir Bossio y Delfino por el Queso de Platino, que se lo den a los dos, porque son los dos mejores asesinos (aunque tambien esta Sandes)
ResponderBorrarhe viajado a Roma algunas veces y siempre use ese tren, la próxima tendre cuidado, quizas Delfino me este esperando con su katana y un queso, que miedo!
ResponderBorrarAclará que sos amiga de la Marquesa de Avila.
BorrarEn algun relato podrias advertirle que Rosalia, la de Motomami planea algo contra ella, pretendiendo seducirla. Rosalia es quesoneada y vos obtenes una recompensa, como el no ser quesoneada
El Fauno
no conocía a esta modelo y Carlos Delfino tampoco, sino la hubiera asesinado antes
ResponderBorrarPodría ser un asesinato en medio de testigos, que sean agentes de Dumitrescu.
ResponderBorrarEl sexo fue breve pero tivo morbo.
Y esta modelo no tuvo la fama de Valeria Mazza pero sí su muerte.
(Como está facturando Ravelia Zamas reemplazando a Valeria en las publicidades)
El Fauno
Podría ser un asesinato en medio de testigos, que sean agentes de Dumitrescu.
ResponderBorrarEl sexo fue breve pero tivo morbo.
Y esta modelo no tuvo la fama de Valeria Mazza pero sí su muerte.
(Como está facturando Ravelia Zamas reemplazando a Valeria en las publicidades)
El Fauno
Propuesta. MARIA ISABEL SANCHEZ. Locutora de Encendidos en la tarde.
ResponderBorrarPor apuesta alguna vez se diafrazó de diablita. Una clo de mente más avazazada
El Fauno
Podría ser Carlos Roa. Quien dice que acertó con el fin del mundo. Por la.pandemia y la.sueete incierta se Lady Dumitrescu.
Y podría diagustarl el disfraz de la locutora, en una tradmisión radial desde alguna feeriaa dellibro.
Roa podría quesonearla por encargo de Astrid, quien tiene preparada una.clon para remplzarla. Una clon mas de avanzada.
jajaja no se pudo resistir Martina, no tenía pelos en la lengua, quería a toda costa los quesos de Delfino, por lo menos pudo disfrutar de esas patas enormes antes de morir, tremenda fatality le hizo nuestro Carlitos. Hasta por un momento pensé que la iba a penetrar con la copa jaja. Muy buen relato, como siempre Delfino dejándonos un buen asesinato y otro espectacular relato del autor más queson.
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