El Asesino de Alejandra Maglietti
Manu Ginóbili le dijo a Carlos Delfino:
- Ya le cortaste la cabeza a Valeria Mazza, Julieta Prandi, Silvina Luna, Zaira Nara, Leticia Bredice y Yanina Latorre, a todas las decapitaste con una espada samurai y le tiraste un Queso, ¿Ahora quien será la próxima?
Carlos Delfino se sobresaltó, ¿Cómo? ¿Manu Ginobili lo había descubierto? De repente Carlos se dio cuenta que todo era un sueño, o mejor dicho, que Ginobili le decía eso, era un sueño, porque lo otro, que había asesinado a esas mujeres, que les había cortado la cabeza y que les había tirado un Queso, era todo verdad.
Y fue entonces en ese momento, ya totalmente
despierto, y mientras estaba desayunando, que Carlos Delfino, el basquetbolista
asesino, empezó a preguntarse:
-
¿Quién será la próxima?
Todo el día se hizo la misma pregunta, pero esa tarde concurrió a una presentación relacionada con indumentaria de básquet en un hotel. Ahí le presentaron a una chica rubia, con acento provinciano, tipo formoseño o misionero, le dijeron que se llamaba Alejandra Maglietti.
Entonces en ese momento Carlos pensó:
-
Esta mina es una idiota. Le voy a cortar la
cabeza. Le voy a tirar un Queso. Esta será la próxima.
Rato después, en una de las habitaciones de los
pisos superiores, se encontraba Alejandra Maglietti. De repente, Carlos
Delfino, vestido de negro, con una espada samurai y un gigantesco Queso
Gruyere, entró a la misma.
- ¡Hola Carlos! - dijo sorprendida Maglietti - ¿Qué haces aca?
- Vine a asesinarte – fue la respuesta de Carlos. El basquetbolista levantó la katana y Maglietti sintió en su cuello el frío del metal.
- ¡Noooo! ¡Socorro! ¡Vos asesinaste a Brenda Gandini, Valeria Mazza, Julieta Prandi, Zaira Nara, Yanina Latorre y a las demás! ¡Vos les cortaste la cabeza! ¡Serás un gran basquetbolista, de la generación dorada, pero sos un ruin asesino!
- ¿Ruin? Ja, ja, ja – río Carlos Delfino, mientras el asesino sostenía con su mano derecha la katana y con la mano izquierda, tiró el Queso.
El Queso impactó sobre la cabeza de Maglietti, que quedó inconsciente, al despertar, estaba atada de pies y manos, y con los pies de Carlos talle cincuenta sobre su rostro.
- ¿A qué huelen mis pies? – dijo Carlos - ¿A qué huelen?
- A Queso, a Queso.
- ¿Porqué huelen a Queso?
- ¡Porqué sos un Quesón!
- ¿Un qué?
- ¡Un Quesón!
Maglietti le chupó, lamió, besó y olió los pies de Carlos, con un olor a Queso apestante y asfixiante.
- Dejame chupar la pija, Carlos.
- Hacelo Alejandra, Alejandra, ¿Porqué lo haces?
- ¡Porqué sos un Quesón!
Le chupó la pija, y después Carlos le chupó la concha, hasta penetrarla de manera tal que Maglietti creyó estar en el paraíso.
- ¿Qué mas puede pasar ahora, Carlos?
- Asesinarte Alejandra.
- ¡Noooooooooooooooooooo!
Carlos levantó la espada samurai y de un solo corte, preciso y contundente, le cortó la cabeza a Alejandra Maglietti. Así de simple. Luego le tiró el Queso y al terminar de hacerlo dijo en voz alta:
- Vine a asesinarte – fue la respuesta de Carlos. El basquetbolista levantó la katana y Maglietti sintió en su cuello el frío del metal.
- ¡Noooo! ¡Socorro! ¡Vos asesinaste a Brenda Gandini, Valeria Mazza, Julieta Prandi, Zaira Nara, Yanina Latorre y a las demás! ¡Vos les cortaste la cabeza! ¡Serás un gran basquetbolista, de la generación dorada, pero sos un ruin asesino!
- ¿Ruin? Ja, ja, ja – río Carlos Delfino, mientras el asesino sostenía con su mano derecha la katana y con la mano izquierda, tiró el Queso.
El Queso impactó sobre la cabeza de Maglietti, que quedó inconsciente, al despertar, estaba atada de pies y manos, y con los pies de Carlos talle cincuenta sobre su rostro.
- ¿A qué huelen mis pies? – dijo Carlos - ¿A qué huelen?
- A Queso, a Queso.
- ¿Porqué huelen a Queso?
- ¡Porqué sos un Quesón!
- ¿Un qué?
- ¡Un Quesón!
Maglietti le chupó, lamió, besó y olió los pies de Carlos, con un olor a Queso apestante y asfixiante.
- Dejame chupar la pija, Carlos.
- Hacelo Alejandra, Alejandra, ¿Porqué lo haces?
- ¡Porqué sos un Quesón!
Le chupó la pija, y después Carlos le chupó la concha, hasta penetrarla de manera tal que Maglietti creyó estar en el paraíso.
- ¿Qué mas puede pasar ahora, Carlos?
- Asesinarte Alejandra.
- ¡Noooooooooooooooooooo!
Carlos levantó la espada samurai y de un solo corte, preciso y contundente, le cortó la cabeza a Alejandra Maglietti. Así de simple. Luego le tiró el Queso y al terminar de hacerlo dijo en voz alta:
- - Queso.
El basquetbolista abandonó el lugar en forma impune. Rato después, descubrieron el cadáver de Maglietti. La conmoción fue muy grande, pero Carlos Delfino, como siempre, no tuvo problemas en continuar en libertad. Por la noche se hizo la misma pregunta que por la mañana:
voto afirmativo para que el autentico carlitos delfino decapite a esta maglietti
ResponderBorrarcual era el morbo con los queso? osea por que no algo mas normal? como no se violarlas despues de muertas, utilizar su piel para chaquetas, coleccionar las manos derechas, tomarle fotos para trabajos manuales..... tantas cosas.. pero el solo les tira queso.
ResponderBorrarJajaj sos un capo, Quesón!
ResponderBorrarMuy mal, tal rápido no sirve.
ResponderBorrarSe perdió el perseguir a Alejandra Maglietti, como a una reina del grito de las películas de terror.
debería existir una película donde Carlos Delfino asesina a todas estas minas... una miniserie mejor... ver escenas con estos asesinatos y decapitaciones seria muy excitante... eso sí sería también una indigestión de Queso
ResponderBorrarpara mí es el mejor Quesón... eso sí notó que Carlos Delfino les corta el cuello así nomas a las víctimas no famosas y a las famosas se las coge antes de asesinarlas (y de tirarles un Queso)
ResponderBorrarEstoy recordando la novela 90-60-90 modelos, en que actuaban modelos que en ese tiempo era famosas, luego pasaron al olvido, o lo eligieron para salvarse de los quesones. En esa novela actuaba una muy joven, era menor de edad, Nicole Neuman. La novela comenzaba con un asesino en serie, de modelos. Aunque no se comparaba con estos relatos.
ResponderBorrarHay un morbo con las famosas que son atractivas, que ha inspirado fanfictions. La fantasía de violarlas impunemente, tal vez incluso asesinarlas con crueldad. O seducirlas, tener sexo y luego asesinarla.
Alejanda Maglietti despierta también la fantasía de tenerla como novia o amante. Claro que este no es el blog para eso, salvo por algún pasaje de algún relato.
Sí, asesino ruin. Matar a semejante belleza. Y sería más hacerlo sin un propósito sexual, la de violarla o tenerla bajo en ese estado hipnótico. Es entendible el desear tener sexo con una belleza así. Disfrutar de su desnudez, tocarla, penetrarla una y otra vez. Ahora este relato tiene sentido, tiene el morbo que despiertan mujeres tan atractivas. Ahora quedó bien ese Nooooo.
Muy bueno.
Las mejores reversión está resultando El asesino de Daniela Cardone, El asesino de Laura Fidalgo. Y la mejor versión renovada completamente, El Asesino de Pamela David.
Esa lencería está para cortarla con un cuchillo y que quede completamente desnuda.
BorrarLuego intimar con ella. Y luego, otra vez y otra vez...