El Asesino de Flavia Miller
Carlos Stroker, conocido periodista, otrora de fútbol, ahora más vinculado al periodismo general, al momento de escribir estas líneas en Crónica TV, tomó un taxi, algo poco habitual en su rutina, dado que siempre usaba su automóvil, pero aquel día estaba en el taller.
El taxista lo reconoció y le dijo…
- ¿Carlos Stroker? ¿Usted trabaja en Crónica?
- Sí – contestó Carlos.
- Yo también me llamo Carlos – le dijo el tachero – aunque todos me conocen como Charly.
- Ah, que bien – contestó Carlos Stroker – a mi nunca me dijeron Charly, sí Carlitos, je, je, dicen que para un Carlos no hay nada mejor que otro Carlos.
- Así dicen – dijo Charly, el taxista – yo soy el marido de Flavia Miller. ¿Se acuerda de ella?
Carlos quedó pensativo. Recordó ese nombre, de algún lado le venía…
- ¿Fue una vedette, no?
- Sí, una gran vedette – el tachero comenzó a hablar de esa mujer, que era su mujer.
¿Quién fue Flavia Miller? Fue una figura es una ex vedette, actriz y conductora argentina, cuyo nombre verdadero es Alejandra Olga Suárez. Un dato que sirve para recordar a una mediática, de cierta fama hace más de una década atrás, hoy cuasi olvidada…
El tachero obviamente terminó garroneando algo a Carlos Stroker.
- Quizás podría tener un regreso a los medios. Alguna aparición en Crónica, o algo así. Le dejo el celular de ella. Tomé este papelito.
- Sí puede ser – dijo Carlos, agarrando el papelito mientras ya quería llegar a su destino, algo que por fin se concretó, el tachero era un plomazo – bueno, acá le doy el valor del taxi, quédese con el vuelto.
Carlos Stroker bajó rápidamente del taxi, y se metió en los estudios de Crónica TV. Quedo pensando en Flavia Miller… justo era que era el asesino de otra mediática, Alejandra Pradón (1).
- Esto no fue casualidad – pensó Carlos – quizás sea el momento de tirar otro Queso. No soy un Quesón que se caracterice por tirar Quesos todas las semanas ni todos los meses, pero soy un Quesón, y tengo que tirar un Queso.
Carlos agarró el papelito que le dio el tachero, y llamó a Flavia Miller, la invitó a participar de un programejo para analizar cien formas de lavar lechugas. Miller aceptó gustosa. Apenas una hora despues, la olvidada vedette y mediática estaba en el camerino del señor Carlos Stroker.
- ¡Una sorpresa! ¡Qué bueno que todavía me recuerden!
- Sí, si, siempre la tenemos en cuenta, algún día la íbamos a llamar – dijo Carlos Stroker, que prefirió no decirle nada a Miller sobre el encuentro con Charly, su marido taxista.
A Miller le llamó la atención la colección de corbatas que tenía Carlos Stroker. Las empezó a mirar…
- Ahora ya no las uso – dijo Carlos – son de cuando estaba en el programa de Fantino. Mira ahí tengo algunas fotos.
Miller empezó a ver las fotos. Se dio vuelta y agarró una de las corbatas. Se acercó a Carlos Stroker y le dijo:
- Te voy a hacer cosquillas en los pies con una de estas corbatas.
- Dale – dijo Carlos – Pero no creo que puedas, mis pies huelen a Queso. Soy un Quesón.
El periodista no tuvo ningún problema en sacarse medias y zapatos, y puso sus pies sobre el rostro de Miller, esta amago con hacerle cosquillas, pero efectivamente, el olor a Queso era muy grande, apestante, intenso, sofocante, asfixiante. Como metida en un extraño trance, la olvidada mediática empezó a olerlos, lamerlos, besarlos, chuparlos, una y otra vez…
Carlos agarró la corbata y empezó a jugar con Miller, pasándose por todo el cuerpo, se chuparon y cogieron con gran intensidad y fogocidad, Stroker aún con la corbata en la mano, le dijo a Miller:
- ¿Sabes una cosa? Esta corbata me hizo acordar a una película de los 70, quizás no la recordas, seguro que no la conoces, un clásico de Alfred Hitchcock, “Frenesí” (Frenzy), un tipo mataba mujeres con una corbata. Las estrangulaba, je, je.
- ¿Y acaso me vas a estrangular con la corbata, Carlitos? – dijo Miller.
- Por supuesto, ¿Qué duda cabe? – fue la respuesta de Carlos Stroker – pero eso te traje aca, ¿O acaso pensastes en serio que ibas a participar de un programa basura sobre las cien formas de lavar lechugas?
- ¡Nooooooooooooooooooo! – gritó Miller. Pero ya era tarde: Carlos Stroker le rodeo el cuello con la corbata y la empezó a estrangular.
Y la estranguló nomas. Y cuando terminó, agarró un Queso y lo tiró sobre Miller.
Carlos agarró todas las corbatas y ató el cadáver estrangulado de Flavia Miller como si fuera un matambre, con el Queso encima, y lo dejo sobre el piso de su camerino, tirando una cortina sobre el mismo.
Entraron las empleadas de limpieza, una dama con acento rumano y otra, con acento español, las damas vieron aquel bulto y preguntaron:
- ¿Y eso, Carlos?
- Basura. Tírenlo.
Diez minutos despues, Carlos Stroker estaba normalmente en su espacio televisivo. El asesino, sin remordimiento alguno, en contrario, sentía un enorme gozo ante el hecho, participó sin problemas aquella tarde en Crónica TV, y dijo varias veces la palabra “Queso”.
Y así concluye nuestra historia. Carlos Stroker, el asesino de Alejandra Pradón, el asesino de Flavia Miller…
que bizarra esta mina
ResponderBorrartodavía vive?
ResponderBorrarBien. Se merecía algo más cruel, alguna motosierra, arrojar su cadáver a las ratas. Pero fue efectivo. Game Over. Flavia Miller.
ResponderBorrarY está bien ese homenaje a esa película. Que podría filmarla Piruli Films.
Alguna idea para agregar a El asesino de Catherine Fulop.
http://cuentossangrientos.blogspot.com/2018/12/el-asesino-de-catherine-fulop.html
el Quesón de las minas feas
ResponderBorrarMónica Guido, olvidada estrella de los 90, o Judith Gabbani, otra mina de los 80, podrían ser víctimas de Carlos Stroker, dado que se especializa en esa clase de minas
ResponderBorrarMónica Guido podría ser para Carlos Belloso, en los años de Casado con hijos. En que ella participó de unc capítulo, como Mónica Gonzaga participó de otro. Belloso hizo de un asesino en serie, que imitaba a Sandro. Así que hay elementos para que este actor sea un quesón más.
Borrarque pelotudo este Stroker
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