El Asesino de Emilia Mazer
1998, vísperas del Mundial de Francia, Carlos “Lechuga” Roa, ex arquero de Racing y Lanús, en el Mallorca en aquel tiempo, era uno de los convocados. Iba a ser titular, como lo había sido durante los últimos partidos de las eliminatorias. Por eso concurrió a grabar un programa, conducido por Alejandro Fantino, pocos días antes de iniciar la aventura mundialista.
Al concluir la grabación, Carlos se cruzó con la actriz Emilia Mazer, que en los años previos había trabajado en “Verdad Consecuencia”, otro clásico noventoso de Polka.
Al concluir la grabación, Carlos se cruzó con la actriz Emilia Mazer, que en los años previos había trabajado en “Verdad Consecuencia”, otro clásico noventoso de Polka.
- Hola, vos sos la actriz de “Mirta, de Liniers a Estambul” – dijo Roa, que nunca había visto “Verdad Consecuencia”, demasiado concentrado en su carrera futbolística, pero que sí recordaba aquella película de los 80.
- Sí, soy yo – dijo Mazer - ¿Y vos?
- ¿No me conoces? Soy Carlos Roa, arquero de fútbol, voy al Mundial de Francia, soy titular de la selección argentina.
- No sé nada de fútbol, perdóname – dijo Mazer, que siguió caminando, sin embargo, se dio vuelta para saludar a Roa, con la intención de hacerle un “chau” con sus manos, cuando notó el enorme tamaño de los pies del arquero y el olor a Queso que de esos pies emanaban.
- Que patón que sos – dijo Mazer - ¿Cuánto calzas?
- Mi calzado normal es 46, pero soy como esos animales en celo, cuando tengo apetencia sexual, el tamaño de mis pies aumenta, ahora debo calzar 48.
- Quizás – dijo Roa – o quizás fue alguna de las maquilladoras, no sé, o la inminencia de ir a jugar un Mundial.
- Tengo que ser yo, la maquilladora, esa rumana, es una soreta.
- ¿Rumana? Uy mira, nosotros estamos en el Grupo H, Rumania en el G, podemos ser rivales en Octavos de Final, y tener una revancha del partido de USA 94.
- No creo, seguro que vamos a jugar con Inglaterra.
- Dijiste que de fútbol no sabías nada, y ahora sabes el fixture del Mundial.
- Quiero tener sexo con vos – dijo Mazer – aca y ahora, sin dilaciones, me gusta un futbolista como vos, me hubiera gustado hacerlo con Kempes antes del 78, con el Gran Capitán Daniel Alberto en el 82, con Ruggeri antes del 86, o con Claudio Paul antes del 90, o con Fernando Carlos Redondo antes del 94.
- Al final conocías toda la historia del fútbol.
La propia Mazer se rasgó sus vestiduras y quedó totalmente desnuda ante Carlos Roa, se acercó al arquero y le tocó las pelotas, se arrodilló, y empezó a chuparle la pija, a Roa, le gustó, pero le dijo:
- Me gusta la fellatio, pero más me gusta el fetichismo de los pies.
A continuación, Mazer le sacó las zapatillas y las medias a Carlos Roa, y al quedar descalzo, empezó a chuparle, lamerle y besarle los pies, una y otra vez, con una intensidad muy fuerte, tras eso, el arquero la penetró, el la quería coger con suavidad y ternura, pero la propia Mazer lo fue llevando a hacer algo salvaje y violento. Quedó exhausta, pero feliz. En ese momento, Carlos la agarró del cuello y la empezó a estrangular.
- Me olvidé de decirte que además de arquero, soy asesino serial de mujeres – le dijo Carlos – y siguiendo algunos preceptos religiosos de la orden a la que pertenezco, todas las mujeres que hacen esto, fuera del sacro santo orden que impone el matrimonio, merecen morir. Lo siento, Mazer, en dos años se acaba el Mundo, nos encontraremos en el Juicio Final. Yo, como asesino, vos, como víctima.
Mazer nada pudo hacer, Carlos la fue apretando del cuello hasta dejarla sin aire, y así la asesinó. Al terminar, dejó el cadáver en un costado, y sacó un Queso de un bolso que tenía.
- Queso – dijo Carlos Roa, mientras tiraba el Queso sobre su víctima.
El asesino se fue, pocas horas después viajaba a jugar el Mundial. Dicen que la rumana, la maquilladora, pasó por la escena del crimen, y se encargó de dejar todo limpio, perfecto y ordenado.
- ¿Todo bien, Oana? – le preguntó Fantino a la rumana al cruzarse con ella.
- Bine – que en rumano significa “bien”.
- Qué lastima que mi nombre es Alejandro – dijo Fantino – si me llamara Carlos hubiera sido un gran Quesón.
- Doar cei aleși se numesc Carol și aruncați Brânzeturi, nu sunteți unul dintre ei, Alexandru - sentenció la rumana y se fue del lugar (1), casi como si se hubiera esfumado.
(1) “solo los elegidos se llaman Carlos y tiran Quesos, tu no eres uno de ellos, Alexander”
además de ser alto psicopata, sabes mucho de fútbol y de los mundiales, siempre tiras buena data
ResponderBorrargran estrangulador el lechuga
ResponderBorrarFantino y sus relaciones con los Quesones
ResponderBorrarParece que Emilia Mazer usó a un queson como arma para el sucidio. Eligió que el arquero fuera ruda con ella y no se resistió. Incluso parece baber buscado información, para encontrar a un queson deportista.
ResponderBorrarSi Bossio es un discípulo de Calvo, tal vez haya superado a su maestro.